El documento habla sobre la importancia del transportador aéreo en la automatización del procesamiento avícola. Explica que el transportador distribuye las aves vivas y luego las canales y cortes a través de todos los procesos del matadero, siendo clave para maximizar la productividad, calidad y rendimiento. También destaca la necesidad de mantener el transportador en buen estado a través del reemplazo periódico de sus piezas para evitar problemas mecánicos que puedan reducir la eficiencia de la planta.
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Ing. Fabio G Nunes - Consultor en Procesamiento Avícola, Brasil - fabio.g.nunes@uol.com.br
Periódico de
Informaciones
Operacionales
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Diciembre 2017 #5 - El Transportador Aéreo
El transportador aéreo es un puente a unir el pasado y el presente de la avicultura,
pues gracias a su desarrollo es que ha sido posible automatizar la faena. Su misión
en la planta no es solo transportar la materia prima de un lado al otro, sino que la de
compartir la responsabilidad por el éxito global diario del procesamiento.
El transportador, al recorrer todos los procesos del matadero, es el hilo conductor de la faena.
Distribuyendo primero las aves vivas, y luego las canales y los cortes, él es clave en el es-
fuerzo diario por maximizar la productividad, calidad y rendimiento de la faena. Por tanto, su
perfecta condición operacional es el prerrequisito para el suceso de su función. Mecánica-
mente poco complejo, el transportador es vulnerable a pocos y sencillos problemas que, aun
así, son capaces de generar significativas pérdidas técnicas y económicas para la empresa.
Al transportador hay que mantenerlo bien estirado
y reemplazar la cadena, o cable de acero, al cadu-
car su vida útil, pues cuando se hayan dilatado im-
piden los trolleys de acoplarse sincrónicamente a
las ruedas, reduciendo la productividad de la faena.
Lubricar los rodillos para alargar su vida útil, y una
vez desgastados, sustituirlos prontamente. El apla-
zar su reemplazo, aumenta el esfuerzo de tracción
de las motrices y el riesgo de quiebra, se reduce la
velocidad del transportador y la productividad de la
faena, y se favorece que sus esferas de acero se
caigan y contaminen a los productos. Los tornillos
de los trolleys y de los ganchos deben acoplarse a
tuercas con traba, impidiéndoles de soltarse y
caerse con el uso, rompiendo una máquina o con-
taminando los productos.
El operar el transportador con ganchos faltantes reduce la capacidad de la faena, la produc-
tividad y la competitividad del matadero y eleva los costos operacionales. Si se elige aumen-
tando la velocidad del transportador para atajar los ganchos faltantes, la faena estará salva-
guardada, mientras las consecuencias afectarán a la ergonomía, por el aumento del ritmo
operacional; la organización de la planta, por las acumulaciones que el mayor flujo productivo
hacía los sectores producirá, y la efectividad de los procesos y la calidad y el rendimiento de
los productos, por el acortamiento del tiempo de contacto mutuo entre ellos.
Cuando torcidos o damnificados, los ganchos dificultan la acomodación suave y uniforme de
la materia prima. En el colgado, el esfuerzo adicional sobre los muslos para hacer correr las
patas puede lesionar a los muñones. En las otras áreas, los productos mal acomodados en
estos ganchos no se presentarán adecuadamente a los muchos equipos y procesos, que-
dando más susceptibles a los problemas de calidad y de rendimiento. Además, los ganchos
torcidos o damnificados son mucho más susceptibles de engancharse en las guías y equipos,
generando los paros de planta, con consecuencias negativas para la productividad y los cos-
tos de producción. fn