1. Hª ARTE 2º BACH
RENACIMIENTO
CINQUECENTO ITALIANO
SIGLO XVI
Clasicismo y manierismo en Italia.
Leonardo, Miguel Ángel, Rafael y
Tiziano.
EVA
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2. El Humanismo, movimiento estético y filosófico motor del Renacimiento, trae
consigo: nuevos deseos de resucitar los valores los valores y la cultura clásica
(antropocentrismo, revisión de la filosofía griega: neoplatonismo: intento de
conciliar el mundo clásico con el cristianismo), una actitud crítica ante política y
religión y el cultivo intelectual del hombre. Academias, universidades y bibliotecas
facilitan su difusión.
El nuevo mecenazgo laico: los poderosos gobernantes de las pequeñas
repúblicas, como los Medici en Florencia, los Montefeltro en Urbino o los Sforza
en Milán; utiliza el arte como exaltación del poder y del prestigio personal (el
donante participa en la escena) (del mismo modo que en el siglo siguiente
monarcas y papado lo van a utilizar como medio propagandístico). Ello propicia la
demanda y recuperación de nuevos géneros pictóricos como el retrato y el
paisaje, de tipologías escultóricas como la ecuestre (Gattamelata) y
arquitectónicas como la Villa.
La consideración social del artista mejora notablemente. El artista comienza a
ser valorado y a trabajar con mayor libertad, desvinculándose del gremio.
Tratados de arte y academias de formación evidencian el carácter intelectual que
adquiere la profesión: el artista es un “ideador” y también se retrata en la obra.
El nuevo lenguaje, que toma como punto de partida teórico los modelos
clásicos de la antigüedad (asume lo antiguo y lo pagano y lo funde con lo
cristiano), explora el hombre y la naturaleza aplicando un concepto de belleza
basado en el número (estudio de las proporciones y de la sección áurea) y
representa una realidad “concreta” y “tridimensional”. A diferencia de la
3. Humanismo
Racionalismo
Desaparición del anonimato artístico:
consideración social del artista
Figura del mecenas
Tratadistas, críticos y biógrafos
Estudio de los prototipos clásicos y de
la naturaleza
Ideas antropométricas:
orden, proporción y armonía
Visión unitaria Belleza no sólo en
las proporciones, también en el sentido
unitario de la obra: la obra de arte
debe presentarse al espectador
simultáneamente y en su
conjunto, debe ofrecerse unida.
4. El renacimiento alcanza su madurez en el CINQUECENTO (siglo XVI).
La capitalidad del arte pasa, a principios del XVI, de Florencia a
Roma, donde los Papas se convierten en los grandes mecenas (Julio
II, León X y Sixto V).
A comienzos del siglo XVI el pensamiento humanista y científico
(heliocentrismo, estudios de anatomía,..) se encontraba en pleno
desarrollo, la generalización del uso de la imprenta de Gutenberg
contribuyó a su difusión. El descubrimiento de América transformo
radicalmente el concepto que en Europa se tenía del mundo: las nuevas
rutas ampliaron el mundo conocido y fomentaron el desarrollo de la
cartografía.
Bramante y Miguel Angel realizan las obras más destacadas en
arquitectura; el primero dentro del clasicismo pleno y el segundo
introduciendo el manierismo. En la pintura, destacan Leonardo da
Vinci, Miguel Ángel y Rafael.
Los acontecimientos que se desarrollan a partir de los años 20: el inicio de
la reforma protestante por Lutero (95 Tesis de Wittemberg, 1517) y el Saco
de Roma (1527); ponen fin al optimismo imperante y precipitan en la crisis
del clasicismo, donde la armonía y el equilibrio se rompen, dando paso
al manierismo.
Es en la figura de Miguel Ángel, arquitecto, escultor, pintor, poeta; donde se
5.
6. Evolución de la Pintura
en el Cinquecento
Florencia continúa siendo la capital del arte, pero sus
figuras se trasladan a Roma, donde el Papa es ahora el
mayor mecenas, o viajan por diversas ciudades.
Mejor manejo del color, perdiendo su imperio el dibujo y
el contorno, aunque los pintores florentinos siguen
dándoles mayor importancia que otras escuelas.
La luz adquiere una nueva importancia y con ella las
sombras, casi ausentes en el siglo anterior. Las formas
son ya redondeadas, no con apariencia tan plana como
antes, gracias al claroscuro de luces y sombras se
consigue el volumen, junto con otros recursos.
Introducción del sfumato y de la perspectiva aérea.
Los paisajes se enriquecen, son más variados, unos
luminosos, otros neblinosos o crepusculares, etc.
La composición es clara, con frecuencia
triangular, relacionándose las figuras con las miradas y
gestos, con una única escena o destacando claramente la
principal.
7.
8. Leonardo da Vinci
Encarna el tránsito del Quattrocento al Cinquecento
Considerado el arquetipo de hombre renacentista por su pasión por
todas las formas del saber, fue científico, escritor y artista.
Discípulo de Verrochio, duda entre la escultura y la pintura, pero
aunque cultiva las dos, se siente especialmente pintor e ingeniero.
Emplea composiciones triangulares equilibradas (Adoración de los
Reyes, Virgen de las Rocas, la santa cena, La Gioconda)
Una de sus innovaciones es el “esfumato”, artificio pictórico que
consiste en prescindir de su gran los contornos netos y precisos
del Quattrocento, y envolverlo todo en una especie de niebla
imprecisa, que difumina los perfiles y produce una impresión de
inmersión total en la atmósfera. El paisaje adquiere así una misteriosa
dimensión, y los personajes un encanto distante y enigmático.
So otra gran innovación es la perspectiva aérea (sensación
atmosférica entre los objetos).
Tuvo muchísimos imitadores, su influencia fue definitiva para artistas de
primer orden como Rafael o Correggio.
9.
10. La Virgen de las
Rocas
1483-1486.
Cinquecento
Oleo sobre tabla.
Museo del Louvre (París, Francia)
11. Existen dos versiones de esta obra, una de
ellas se encuentra en el Museo del Louvre
(París, Francia) y la otra en la Nacional
Gallery (Londres, Gran Bretaña).
Esta pintura la hace en 1483 durante su
estancia en Milán, en la corte de Ludovico
el Moro, donde realizó múltiples
actividades tanto como
pintor, escultor, inventor, ingeniero,…
Se trata de un óleo sobre tabla encargado
al pintor por la Cofradía de la Inmaculada
Concepción de la iglesia de San
Francisco, para figurar como parte de un
tríptico completado por Ambrosio de
Predis, pero por su belleza fue incautada
por Ludovico el Moro, por ello la Cofradía
hubo de conformarse con una segunda
versión realizada por un discípulo de
Leonardo, que lo realiza bajo la dirección
de su maestro.
En el siglo XVII la tabla auténtica estaba en
12. Temática religiosa: la Virgen con el Niño en ademán de
bendecir, acompañada de San Juan orante y de un ángel.
Arquitectura y naturaleza: escena coronada por un arco de medio
punto, inserta en una naturaleza en la que las rocas crean una
perfecta arquitectura natural que adorna con las plantas que en ella
surgen y recibe vida a través del agua, que es también foco de luz.
Composición equilibrada y cerrada enmarcada en una
pirámide, cuyo vértice superior sería la cabeza de la Virgen, que está
ladeada y oculta sus formas corporales bajo amplios ropajes y
que, en un perfecto escorzo extiende su mano sobre la cabeza de su
Divino Hijo.
A la derecha de la composición, un ángel con las alas desplegadas
muestra al niño San Juan, al que la Virgen acoge con su otra mano
situado a la izquierda de la escena. El ángel se vuelve hacia
fuera, buscando una relación con el exterior del cuadro. El
Bautista, en posición orante, rinde adoración al Mesías (la pureza de
13. Es característico de Leonardo el uso de un doble foco de
luz, uno principal, que vendría de fuera, y otro secundario, en
el interior, que recorta las figuras sobre el fondo.
Contrasta el uso de colores fríos (azul, verde) y cálidos (naranja,
marrones) que dan vitalidad a las personas y acercan los objetos.
Utiliza la técnica del claroscuro en la que la luz es creadora de
sombras y mediante la perspectiva aérea disecciona el espacio
en tres puntos, dos en los lados del horizonte y otro hacia abajo.
Las figuras están llenas de un profundo simbolismo logrado por la
técnica del esfumato que funde figura y ambiente y, que además
rodea el cuadro con un halo de misterio, aparte de fundir así figura
y paisaje, sin transiciones bruscas de luz, con lo que las sombras
se funden gradualmente y desaparecen los perfiles.
Las figuras de Leonardo oscilan entre lo femenino y lo masculino,
entre lo divino y lo terrenal. Su realismo idealizado llega a una
minuciosidad que nos recuerda a Van Eyck en el tratamiento de
las telas y, en especial, en las plantas.
14. http://arte.observatorio.info/2008/05/la-virgen-de-las-rocas-leonardo-da-vinci-
1483-1486/
Historia: Este cuadro tenía un hermano de la misma composición, aunque en realidad
tendrían que haber sido tres, que se había encargado para un retablo en la capilla de la
Confraternidad en la iglesia de San Francesco Grande. Tuvieron muchos problemas por el
cobro, aunque finalmente se instaló. No se sabe con seguridad cómo acabó en Francia, si
bien podría haber sido un regalo o una venta.
Versiones: Existen dos versiones, en el Museo del Louvre y en la National Gallery de
Londres. En el Louvre encontramos la misma composición que en Londres, pero la
diferencia es que en Londres es menos claroscurista. Quizás trabajara con otros pintores.
Una diferencia para compararlas es la clase de paisaje, en Londres mucho más elaborado.
Paisaje: Lo novedoso es que no es el típico paisaje toscano, sino que es una montaña
rocosa muy grande la que servía de telón de fondo. Leonardo tenía un concepto de la
naturaleza como algo misterioso, y así lo representa aquí.
Composición: Usa una composición clásica de pirámide. El vértice de arriba sería la
cabeza de la Virgen y los lados caerían hasta el cuerpo de los niños para unirlos con una
línea imaginaria que formaría la base. Es una composición muy usada en temas religiosos,
ya que el triángulo tiene simbología. Tres vértices como la Santa Trinidad.
Aire: Leonardo era un maestro de la perspectiva aérea. Hay profundidad de campo y
perspectiva gracias a que emborrona levemente, el famoso sfumatto, la pintura para que
parezca que hay aire entre la zona más cercana y la lejana.
Virgen: La Virgen es la protagonista, sentada en el centro de la composición y recogiendo
al pequeño San Juan Bautista.
Juan: San Juan Bautista siendo niño estuvo refugiado con un ángel en una montaña, ya
que era huérfano. En la huída a Egipto de la Sagrada Familia encontraron al niño. San
Juan Bautista está mirando a Jesús, que le bendice.
Arcángel: El ángel que custodia a San Juan Bautista es el arcángel Uriel. Uriel era el
encargado de proteger a las personas que están pasando por una dura etapa para llegar a
su destino, por eso ayuda al pequeño San Juan.
Jesús: Jesús se encuentra con la mano alzada en actitud de bendecir a San Juan.
Luz: Hay dos clases de luz en el cuadro, la natural de entre las rocas, y la misteriosa de las
15.
16. Gioconda
Vasari: «Monalisa
era muy bella y
Leonardo, mientras
pintaba, procuraba
que siempre hubiese
alguien
cantando, tocando
algún instrumento o
bromeando. De esta
manera, la modelo
se mantenía de buen
humor y no
adoptaba un aspecto
17. Título: La Gioconda (Monna Lisa)
Autor: Leonardo Da Vinci
Cronología: 1503-1505 (siglo XVI)
Estilo: Renacimiento
(Cinquecento)
Técnica: óleo
Soporte: tabla
Localización actual: museo de
Louvre
18. Tema: Vasari identifica este retrato con
Monna Lisa, esposa del rico florentino
Francesco del Giocondo. El retrato fue
encargado en 1503. La Gioconda fue
adquirido por el rey Francisco I de Francia
hasta que pasó al museo del Louvre.
Típico retrato renacentista, de busto
prolongado en los brazos, equilibrado en la
composición.
Composición piramidal aparentemente
sencilla: una mujer sentada en una silla de
brazos, frente a un paisaje;
geométricamente estudiada. La dama Monna Lisa o
vuelve el cuerpo a un lado y dirige su Lisa Gherardini
mirada al espectador. El punto donde se
convergen todas las miradas es la cara de
19. Algunos elementos de la representación lo hacen
muy distinto, otorgándole una magia especial que
es lo que lo convierte en un cuadro realmente
genial: la sonrisa, la mirada, el paisaje,...
Múltiples capas de color
Juego de luces y sombras: claro-oscuro: en los
ojos y la comisura de los labios; en los elementos
básicos de la expresión, que de esta forma quedan
imprecisos en su ambigüedad. volumen
El sfumato rodea la figura y difumina sus
perfiles, contribuyendo a que quede envuelta en un
aura de misterio.
Fondo paisaje profundidad perspectiva
aérea
El paisaje es también un elemento de inquietud
formal, primero porque el paisaje parece
independiente del rostro, pero sobre todo porque la
línea de horizonte no es coincidente a la derecha y
a la izquierda de la figura, lo que engaña la
composición, crea dos planos de visión y aumenta
su sentido enigmático.
Artículo y primeros
Múltiples interpretaciones del cuadro: desde que planos
20. Rafael
En su obra trata gran cantidad de temas: religiosos, retratos y grandes
composiciones.
No es un innovador, sino un artista que lleva a su perfección los
descubrimientos de los anteriores, siendo quizá el artista que
representa mejor que nadie la perfección del clasicismo.
Destacan sus “Madonnas”.
Calidad de los elementos pictóricos: luces, composición, etc.
Su gran aportación es la amplitud y profundidad que da a sus
composiciones.
21. Título: La Virgen de la
Pradera
Autor: Rafael Sanzio
Estilo: Renacimiento
(Cinquecento)
22. Título: Madonna del
Jilguero
Autor: Rafael Sanzio
Cronología: 1507 (siglo XVI)
Estilo: Renacimiento
(Cinquecento)
Técnica: óleo
Soporte: tabla
23. Etapa florentina
En su etapa florentina, Rafael se fija en el
estilo de los dos grandes maestros,
Leonardo da Vinci y Miguel Ángel, tomando
del primero la técnica del sfumato y del
segundo sus poderosos modelados, la
disposición en profundidad y el enlace de
los cuerpos entre sí.
Temática religiosa: Virgen con Niño y san
Juanito
La Virgen fue un regalo de bodas de Rafael
a su amigo Lorenzo Nasi. El 17 de
noviembre de 1548 la casa de Nasi quedó
destruida por un terremoto, y la pintura se
partió en diecisiete fragmentos. Escribe en
el año 1568 Giorgio Vasari: «Encontraron
las piezas entre el mortero de las ruinas,
fueron donde Battista, hijo de Lorenzo, muy
24. En esta pintura, como en la mayor parte de las Vírgenes de su
periodo florentino, Rafael colocó las tres figuras (la Virgen María, el
Niño Jesús a la derecha y san Juanito), dentro de un dibujo
geométrico.
Composición equilibrada. Estructura piramidal, concebida por
Leonardo y seguida por muchos autores. Predomina en la obra la
línea curva por lo que la obra se dota de movilidad y ritmo.
Estudio de la anatomía.
Colores claros, suaves, transparentes, con dominio de lo cálido.
El tratamiento atmosférico del paisaje del fondo (es una naturaleza
viva, real, en continuo dinamismo y movimiento) y el sfumato
(atmósfera propia, envolvente, que da profundidad al cuadro y que
envuelve el fondo paisajístico con las figuras del primer plano) tienen
una impronta inconfundiblemente leonardesca.
En el estudio del modelado se deja sentir el conocimiento de Miguel
Ángel, como se puede apreciar por ejemplo en las rodillas de María,
voluminosas y prominentes.
Posee el encanto poético de las primeras obras rafaelescas, en los
rostros, las poses, en la gama cromática caracterizada por la
alternancia clasicista entre rojos y azules, en la luz uniforme, alegre y
25. Se nos presenta a la virgen como una mujer de su época, joven, llena de amor,
de ternura hacia su hijo y San Juan Bautista que desnudos o semidesnudos
juegan con un jilguero, mientras que ella sostiene un libro abierto.
Símbolos La Virgen sostiene un libro, lo que permite identificarla como Sedes
Sapientiae («Asiento de la Sabiduría»). El jilguero es un símbolo de la futura
muerte violenta de Cristo. San Juan ofrece el jilguero a Cristo como advertencia
en relación con su futuro.
En estas “Vírgenes con Niño” se funde en un perfecto equilibrio el sentido
renacentista de la belleza con el idealismo neoplatónico y la devoción
cristiana.
En ellas Rafael se muestra como un perfecto ejemplo del equilibrio clasicista del
siglo XVI, con gran sentido de la medida, la simetría y la claridad compositiva, la
26.
27. Escuela de Atenas (Vídeo)
Rafael de Urbino (también conocido como Rafael Sanzio:
1483-1520)
Cronología : 1508
Material y Soporte: Pintura al fresco sobre un muro
Localización: Estancia de la signatura del Vaticano
Tema: Alegoría de la Filosofía
Considerada la obra maestra de Rafael y el prototipo de
la pintura del Pleno Renacimiento por su armonía y
perfección: perspectiva, composición de gran número de
personajes, fuerza expresiva de los gestos, colorido,…
28. Tema. Se representa una escena del mundo clásico idealizada y su relación
con la filosofía. Rafael une en el mismo espacio a todos los filósofos
clásicos, poniendo en su centro a Platón y Aristóteles. Además de ellos aparecen
Heráclito, Euclides, Alciábades, Diógenes, Protágoras... Gran parte de esas
figuras clásicas son representadas a través de retratos de sus contemporáneos
(Miguel Ángel, Leonardo…)
Composición simétrica, con un gran eje axial que, pasando entre Platón y
Aristóteles, divide en dos partes el cuadro. A cada lado de él aparecen los grupos
compensados.
Por otra parte, y en perfecto equilibrio, se observa otro eje (horizontal) que
recorre las cabezas del grupo principal. La trama de líneas crea, de esta
forma, toda una forma ortogonal en donde predomina la línea recta, el ángulo
recto y las formas rectangulares y semicirculares. Es la geometría, tan querida
29. Predomina la línea sobre el color. En general se puede hablar de detallismo,
especialmente en los rostros y la descripción de la propia arquitectura.
Se intenta compensar los colores fríos con los cálidos en un nuevo intento de
crear armonía, como ya había hecho Masaccio en su Trinidad.
Luz natural con fines representativos (crear volumen por medio del claroscuro,
luces y sombras). El foco es cenital (procede desde arriba) y procura distribuirla
de forma homogénea, sin marcar excesivos contrastes ni intentar guiarnos por el
cuadro
Perspectiva lineal creada a través de la arquitectura que nos conduce al punto
de fuga central (encima de las cabezas de los dos filósofos) que vuelve a insistir
en la idea de simetría y armonía.
Figuras. Individualizadas (sus gestos, posiciones y distintos retratos
hacen desaparecer la posible isocefalia (cabezas iguales) que pudiera
producir una composición tan equilibrada), realistas(parten de un retrato
aunque posiblemente idealizado), de canon proporcionado.
30. Nos encontramos (tema clásico, intento de armonía en todos los
componentes, arquitectura clasicista...) ante una de las realizaciones cumbres
del Renacimiento del Cinquecento, final y resumen de todo un siglo de búsquedas
(el Quattrocento) y a punto de ingresar en el Manierismo.
Rafael se encuentra en la cumbre de su carrera, tanto artística como
cortesana, cuando el papado (gran mecenas de Cinquecento) le encarga la
realización de un enorme ciclo en las Stance. En él, sobre el propio muro, va a
representar todo el saber de su época, recurriendo (como es típico en le
Renacimiento) al conciliato (unir lo cristiano con lo pagano, colocando esta escena
frente a La disputa del Sacramento).
De esta manera, deberíamos entender la obra como una reflexión sobre la filosofía y
la razón como fuente de sabiduría que unida a la religión daría el prototipo del
hombre renacentista, un humanista cristiano que vive en un nuevo
clasicismo (de aquí el utilizar retratos de humanistas y artistas de la época para
darles cara a los filósofos de la Antigüedad).
La propia arquitectura vuelve a incidirnos en este paralelismo entre Antigüedad y
Renacimiento. Tomando como modelo las grandes construcciones
imperiales, longitudinales y de grandes espacios diáfanos, que son unidas a las
propuestas clásicas de Bramante, con sus grandes cúpulas sobre pechinas, bóvedas
de cañón con casetones, vanos termales, empleo de un módulo armónico y órdenes
clásicos.
31. Miguel Ángel Buonarroti
Fundamentalmente, escultor (vídeo)por lo que sus figuras conservan la
importancia del dibujo, el deseo de movimiento y la apariencia más
escultórica que pictórica.
Ejercerá una influencia capital en artistas contemporáneos y
posteriores, sobre todo del Manierismo.
Tras una corta estancia en la "bottega" - el estudio, de Domenico
Ghirlandaio con quien aprendería las técnicas del fresco y desarrollaría su
extraordinaria capacidad como dibujante - inicia estudios de escultura en el
Jardín de los Médici, bajo el patronazgo de Lorenzo "Il Magnifico" y la
dirección artística del donatelliano Bertoldo di Giovanni. Sus primeros
trabajos escultóricos se realizan bajo la protección de los Médici en
Florencia.
Primera etapa (Florencia, Bolonia y Roma): juventud: clasicismo: La Pietà
del Vaticano (1499) y el David (1501-1504).
Segunda etapa: madurez: aparecen tendencias manieristas y empieza a
disolverse el ideal estético clasicista encargos del papa Julio II en Roma
son Moisés y los Esclavos (sepulcro de Julio II, 1905); en Florencia realiza
entre 1513 y 1534 los sepulcros de Giuliano y Lorenzo de Médici .
34. La Piedad del vaticano
Cinquecento
Basílica de San Pedro del
Vaticano, Roma.
1497-1499
Etapa clasicista (de
juventud)
Tanto el exquisito trabajo
sobre el mármol, como su
interés reiterado por la
búsqueda del equilibrio y
belleza idealizada nos
hablan de una obra
temprana de Miguel
Ángel. Comentario
35. Se trata de un conjunto escultórico pensado
para su contemplación frontal, pues se iba a
destinar a una capilla del Vaticano (tal y como se
encuentra en la actualidad).
Tema religioso de origen gótico: la Piedad,
refleja el momento en el que la Virgen recoge en
su regazo el cuerpo de su hijo muerto, tras el
descendimiento de la Cruz.
Tratamiento del tema contrario al espíritu gótico,
eliminando todo tipo de expresión del dolor de la
madre (como en el XV aún hacía Van der
Weyden) idea recogida tradicionalmente por
los Evangelios apócrifos en los que la
Virgen recuerda la primera vez que tuvo a su hijo
recién nacido entre los brazos, conociendo
entonces a través de una revelación su futura
Pasión. Esto explicaría su actitud pensativa,
melancólica, inmersa en sí misma y sus
recuerdos.
36. Composición clásica, inscrita en un triángulo equilátero que le da
estabilidad, con suaves movimientos (paños, cuerpo o mano de
Cristo) hacia la derecha que es contrapesado por el suave
contraposto de la cabeza de la Virgen y un gran paño que cierra la
escultura por la izquierda. Todo ello permite un equilibrio y
tranquilidad.
El modelado del material difiere según sus zonas, dando un mayor
volumen a los paños bajos (para dar así una mayor estabilidad
visual) y siendo mucho más suave en los cuerpos y paños
superiores, que han sido muy pulidos para hacer resbalar la luz por la
37. Las figuras responden a un canon clásico,
de posiciones estáticas y muy controlada
expresividad. Destaca especialmente dos
rasgos.
Por una parte el perfecto conocimiento
de la anatomía de la que hace gala en el
cuerpo de Cristo, fruto de numerosos
estudios anatómicos, alguno incluso
prohibidos (como las autopsias realizadas
de forma clandestina en el Hospital de los
Inocentes de Florencia).
Por otro lado, la figura de la Virgen (si la
pusiéramos en pie) resultaría de un tamaño
enorme. La razón de esto no es otra cosa
que una pura corrección óptica que le
permite al escultor dar un mayor apoyo al
Cristo (y así estabilidad y armonía) del que
siempre se había carecido en el gótico.
38. La Piedad del Vaticano es la única estatua firmada por
Miguel Ángel, el cual se sintió profundamente orgulloso de
su trabajo. Aparece la siguiente inscripción: “Michael
Angelus Bonarotus florentin faciebat”.
La escultura se instaló en la iglesia de Santa
Petronella, ya que en ella descansaban los restos del
cardenal que la encargó. Fue trasladada en 1749 a su
ubicación actual en la Basílica de San Pedro, la primera
capilla a la derecha.
Fue la primera vez que el artista aborda este tema
iconográfico, luego repetido a lo largo de su vida con
diversos tratamientos, que ponen de manifiesto su
evolución artística y espiritual. La última de esta serie de
Piedades sería la denominada Piedad Rondanini, que
dejó inacabada al caer enfermo y morir, y cuyo
patetismo, que anticipa el barroco, nada tiene que ver con
la serenidad clásicamente renacentista de esta obra de
juventud.
39. David
LOCALIZACIÓN: Galería de la
Academia. Florencia (Italia). Hasta
1947 la escultura estuvo situada en la
Plaza de la Señoría de la misma
ciudad, donde ahora puede
contemplarse una copia.
AUTOR: Miguel Ángel Buonarroti
(1475-1564).
FECHA: 1501-1504
ESTILO: Renacimiento italiano.
Cinquecento. Etapa clasicista, de
juventud.
40. El David fue encargado a Miguel Ángel, originariamente, por los canónigos
de la catedral de Florencia (lugar donde se encontraba el bloque de mármol
en el que se talló la obra). Pero, una vez concluida ésta, y a la vista del
resultado, el gremio de mercaderes de lana de la ciudad decidió adquirirla
para situarla frente al Palacio de la Señoría, sede del gobierno de la ciudad,
en la plaza del mismo nombre, de manera que sirviese como una clara
representación de la libertad de la república florentina, ciudad en la que
los planteamientos de la burguesía dedicada al comercio y la banca se
encontraban ampliamente extendidos.
Escultura en bulto redondo (4,34 metros de altura) realizada sobre un
enorme bloque de mármol, pero de forma alargada y estrecha, lo que le
obliga a hacer una obra casi plana.
41. Representación a gran tamaño del tema
bíblico, al estilo clásico: completamente
desnudo y como atleta, que porta en su
mano izquierda una honda (apoyada
sobre su hombro) y, en la derecha, una
piedra.
Momento previo al enfrentamiento de
David con el gigante Goliat (cuya cabeza
no aparece derrotada a sus pies, como
era usual en otras representaciones)
aspecto contenido y expectante
mirada enormemente penetrante y
tensión corporal (musculatura: tendones
y venas).
Composición equilibrada pero falta de
simetría en la postura emplea el
contrapposto y aumenta los
volúmenes de ciertas partes del
cuerpo, que vienen a simbolizar la
42. La postura es helénica, pero las manos, el
gesto terrible, la disposición en zigzag del
cuerpo, comunican una tensión que no es
clásica, sino punto de partida del
Manierismo.
Concepto de terribilitá: carácter terrible y
amenazador.
Rasgos del autor: la “terribilitá”, el carácter
terrible y amenazador de sus figuras; la
tensión de la anatomía, el movimiento
contenido y centrípeto, con los miembros
hacia adentro; la falta de simetría en la
postura; la pasión del rostro y el perfecto
estudio anatómico, dando la sensación de
que la figura está viva.
Símbolo de la libertad y de los ideales
43. Esculturas de las tumbas de los
Medicis
Se encuentran en Sacristía Nueva de la iglesia de San Lorenzo de Florencia
Encargo del papa León X a Miguel Ángel en 1519. El papa era miembro de esta
familia y pretendía honrar la memoria de la misma en un momento en que su
destino era incierto.
Miguel Ángel, ligado sentimentalmente también a esta dinastía, desplegó sus
dotes como arquitecto y como escultor y lo pudo hacer también como pintor
puesto que en su proyecto inicial estaba encargarse de los frescos que lo
decorarían, pero el proyecto no llegó a consumarse por entero.
El resultado final en 1534, después de distintas interrupciones, fue el espacio (la
sacristía con su cúpula) y dos de las tumbas (las de los príncipes más
44. El edificio
Miguel Ángel concibió la estancia
inspirándose en la Sacristía
Vieja de Filippo Brunelleschi en la
misma iglesia de San Lorenzo, construida
un siglo antes: un círculo inscrito en un
cuadrado, coronado por una cúpula
gallonada sobre pechinas.
Sin embargo, añade un espacio intermedio
debajo de la cúpula artesonada que confiere
a la sala un aspecto mucho más dinámico e
inquietante, debido en parte a su mayor
altura.
Uso de distintos materiales contrastados por
el color gris azulado de las estructuras y el
paramento blanco.
Juego escenográfico/arquitectónico de
nichos y pilastras duplicados que recargan el
espacio.
Miguel Ángel concibió la capilla como un
cosmos, tiene planta cuadrada y está
45. El proyecto del
mausoleo y la
decoración
escultórica
En el proyecto inicial se sabe que Miguel Ángel barajó la posibilidad de erigir un
monumento sepulcral en el centro de la capilla como el inacabado mausoleo de Julio II.
Finalmente optó por una serie de tumbas adosadas a los muros laterales.
Las figuras sedentes de los duques enfrentadas dirigirían su mirada hacia la pared de la
entrada, donde se ubicaría el doble sepulcro, que no llegó a realizarse, de los Medicis más
importantes de la dinastía, los Hermanos Lorenzo el Magnífico y Giuliano, antepasados de
los que aparecen en las tumbas conservadas.
Hoy en ese lugar encontramos tres esculturas: la inconclusa Virgen de los
Medicis de Miguel Ángel; y flanqueándola a San Cosme y San Damián, los patrones de
los Medicis, obras de dos discípulos del anterior.
El plan escultórico incluía otras cuatro figuras dedicadas a divinidades fluviales, así como la
colocación de estatuas alegóricas (de la tierra y el cielo) en los tabernáculos, junto a las
figuras de los duques. Las pinturas murales proyectadas (entre otras, una representación de
la resurrección de Cristo) tampoco se llevaron a cabo.
46. Sepulcros de Giuliano y Lorenzo de
Médici
Segunda etapa: madurez: aparecen tendencias manieristas y empieza a
disolverse el ideal estético clasicista.
1513 y 1534.
Clasicismo: las dos figuras de los Medicis aparecen idealizadas. Ni sus
cuerpos ni sus rostros son los de los fallecidos, sino prototipos anatómicos
perfectos del hombre del clasicismo.
Manierismo: torsiones (el brazo y la mano sobre la pierna de Lorenzo),
tensiones y exageraciones musculares (imperfecciones anatómicas) que
anuncian el sentido anticlásico del manierismo.
47. Las esculturas forman una composición
triangular:
1) En el vértice las idealizadas figuras de los Medicis
muestran temperamentos distintos
(individualizadas):
El sepulcro de Giuliano constituye una alegoría de
la vida activa (espíritu de Júpiter): se representa
como un guerrero, un gobernante con un bastón
de mando. Las estatuas sobre el sepulcro
representan el día y a la noche.
El sepulcro de Lorenzo representa la vida
contemplativa (espíritu de Saturno): actitud
reflexiva, meditando. La aurora y el crepúsculo
sobre el sepulcro.
2) A los lados: las figuras a los pies de los Medicis
recostadas sobre las urnas funerarias, sostenidas
sobre frontones partidos, con forma semicircular y
acabados en volutas; simbolizan momentos del
día:
El Día es un joven lleno de vigor y de
abultadísimos músculos.
La Noche representada como una mujer
madura, tiene como símbolo nocturno una lechuza.
El crepúsculo: viejo con carnes flácidas, con un
48. Clasicismo
Estructura piramidal
Figuras idealizadas
Ambos personajes aparecen sedentes
y serenos belleza espiritual.
Ataviados como generales romanos
con coraza.
Manierismo
Integración perfecta con la
arquitectura
Posturas forzadas
Inestabilidad en la disposición de las
figuras
Anatomía tensa
Escorzos exagerados y torsiones (el
brazo y la mano sobre la pierna de
Lorenzo), tensiones y exageraciones
musculares (imperfecciones
anatómicas)
Rostro que expresa la pasión, el
49. Piedad Rondanini
"La estatua está dentro, sólo
hay que quitar al mármol lo
que le sobra”
«Yo sólo quito lo que sobra,
la estatua ya está ahí»
Miguel
Ángel
50. Ubicación:Museo de
arte antiguo de Milán
Técnica: Mármol
Dimensiones: 1.95 m.
1552-1564
Etapa de madurez:
manierismo y
expresividad
Nevo contexto histórico:
Momento de
incertidumbre
política, religiosa
(Concilio de Trento:
1545-1563) y cultural.
Tema de juventud pero
51. Escultura exenta en mármol que
representa el tema de la Piedad (ya
utilizado en su primera época) que se
convirtió en el principal motivo
escultórico de su última etapa.
Inacabada.
Refleja la crisis religiosa por la que
pasó Miguel Ángel en sus últimos
años (más intimista, más reflexivo y
para muchos estudiosos de su
figura, también el más platónico) y, al
mismo tiempo, el mundo agitado de
la Europa de la 2ª Mitad de s.XVI, en
contraposición con el clasicismo
"ordenado y en calma" de principios
del s.XVI.
Composición antinaturalista: las
figuras alargadas y estrechamente
unidas forman casi una sola en las
que no hay nada que contrarreste su
verticalidad. Los dos cuerpos
52. La ruptura anticlásica se refleja en:
Antinaturalismo
Las formas están desprovistas de
cualquier detalle realista.
Abandono del canon clásico de
belleza, armonía y proporción
Culminación del manierismo:
alargamiento extremo de los
cánones, ingravidez y desequilibrio.
Expresividad: técnica del “non
finito”, claros y oscuros, textura
áspera, dramatismo, subjetividad,..
Técnica de no acabado "non finito”
técnica iniciada por Donatello en que se
deja sin esculpir parte de la obra.
Anuncia un nuevo estilo: el Barroco.
Precursor del expresionismo (siglo XX)