1. Conocerse a sí mismo
Cuando naces no lo haces ya como un árbol, naces sólo como una semilla. Tienes
que crecer (ciencia de la transformación individual, proceso individual: ser y saber)
hasta el punto en que florezcas y ese florecimiento será tu contentamiento, y tu
plenitud.
El ser humano es sólo una semilla que puede desarrollarse en un gran árbol,
mismo que puede crecer y convertirse en divinidad. Cada ser humano puede ser
un dios. Pero ahora tal y como es, únicamente es una semilla. La semilla ha de ser
protegida ha de ser amada y a la semilla ha de ser otorgada toda la oportunidad
de crecer, pero para ello es necesario conocerse a sí mismo.
Los seres humanos transitamos por la vida con tanta agonía, con tanto infierno y
grandes dificultades, y nada se logra de modo definitivo, todo es transitorio, todo
es temporal, todo es pasajero. Por lo tanto, si del polvo venimos al polvo vamos.
En cualquier época a través del desarrollo de la humanidad la sociedad se las ha
arreglado para que nunca pienses en tu propio potencial. Y todo el sufrimiento se
debe a que no eres tú mismo. Simplemente sé tú mismo y no habrá sufrimiento,
no habrá competencia ni malestar porque alguien tenga más que tú.
Aunado a lo anterior se puede mencionar las diferencias culturales, en las
religiones, en las naciones; todas basadas en supersticiones. Pero estas
divisiones muestran que el hombre está dividido dentro de sí mismo. Estas son
proyecciones mentales de su propio conflicto interior. No es uno consigo mismo,
por eso no ha podido crear una sociedad, una humanidad única el ser humano.
Pero la causa no está en el exterior. La causa es sólo el reflejo del hombre interior.
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2. Nuestra vida entera es como una proyección de nuestros sueños. Uno no se
dedica a saber lo que es la vida, sino a lograr lo que uno desea (una proyección
de lo deseado), lo que uno anhela. Y es así como la gran mayoría de los seres
humano confunden, y en vez de buscar que es la vida, solo buscan lo que desean.
Y al no encontrar o alcanzar lo que desean se desilusionan, se irritan, se frustran,
se decepcionan de sí mismos, incluso se aburren de la vida.
El deseo es el factor principal que causa frustración. El acto de desear es crear
intencionalmente, una concha. El acto de desear es el mundo. Ser de este mundo
significa desear y seguir deseando, sin darse cuenta jamás de que cada deseo no
conduce a nada más que a la frustración. Cuando uno se da cuenta de esto, deja
de desear, el único deseo es saber qué es. Por lo tanto se debe de evitar
proyectarse, y trabajar por conocer qué es. En el momento en que deja de hacer
deseo, el mecanismo de proyección no está ejerciendo ninguna fuerza y,
entonces, se puede ver lo que es. Y se puede comprender la realidad tal como es,
sin ningún deseo, lo que es, aquello que es, una vez que se conoce, brilla todo.
Los deseos siempre prometen y nunca entregan. Los deseos siempre prometen
dicha, el éxtasis, pero el fin nunca llega y cada deseo termina únicamente por
convertirse en más deseo, o en su caso en frustración o preocupación.
Y es así que, el estudio de uno mismo es el primer paso en la vía de su posible
evolución o en el desarrollo de uno mismo. De allí la frase en el antiguo templo
griego “hombre conócete a ti mismo y conocerás al universo y los dioses”.
Significa conocernos como máquinas, es decir, conocer la estructura de nuestra
máquina, sus partes, la función de cada una de éstas, las condiciones que rigen el
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3. trabajo, etcétera. Por lo tanto, comprendemos en general que no podemos
conocer ninguna máquina sin haberla estudiado muy minuciosamente.
Uno debe de estar al tanto de la actividad propia de la mente y de sus mañas
(mecanismos de defensa) y de su potencial destructivo; cuando uno esté
consciente de su ego, de las formas en que el ego se fortalece, de las formas en
que se nutre, entonces estará en la posibilidad de comprenderse a sí mismo.
El medio de estudiarse a sí mismo, es la observación de uno mismo. Pero antes
debemos de aprender cómo observarnos. El hombre no puede estudiarse como si
fuera una estrella lejana o una curiosa especie de fósil.
Debemos de examinar cuáles son los rasgos útiles y perjudiciales que el hombre
encuentra en sí mismo.
El principal obstáculo para la observación de uno mismo, es la imaginación. Es
decir, cuando algún hombre se está observando a sí mismo, quiere observar algo,
pero en lugar de eso la imaginación se apodera de ese algo y él olvida observar.
El estudio de uno mismo debe comenzar por el estudio de las cuatro primeras
funciones humanas: Intelectual, Emocional, Instintiva, Motriz.
La función sexual viene realmente después de las otras, es decir, que aparece
más tarde en la vida, una vez que las cuatro primeras funciones se han
manifestado plenamente: está condicionada por ellas.
Por consiguiente, el estudio de la función sexual no es útil sino cuando las cuatro
primeras son conocidas en todas sus manifestaciones.
Esencia, es decir la consistencia de cada uno de los seres humanos, y la
personalidad.
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4. La máquina humana tiene siete funciones diferentes
1. El pensamiento o intelecto
2. El sentimiento o emociones
3. La función instintiva (todo el trabajo interno del organismo)
4. La función motriz (todo el trabajo externo del organismo, el movimiento en
el espacio y tiempo, etcétera).
5. El sexo (función de los dos principios masculino y femenino, en todas sus
manifestaciones)
6. La función superior que aparece en el estado de conciencia de sí, y otra, la
función intelectual superior, que aparece en el estado de conciencia
objetiva.
Tabla de identificación de rasgos útiles y rasgos perjudiciales de la personalidad.
Rasgos útiles Rasgos perjudiciales
El ser humano sin darse cuenta, no advierte que la imaginación es una facultad
destructiva, que jamás puede controlar y que siempre lo arrastra lejos de sus
decisiones más conscientes, en una dirección por donde no tenía la intención de
ir.
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5. La imaginación es casi tan perniciosa como la mente; en efecto, imaginar es
mentirse a sí mismo. El hombre comienza a imaginar algo para causarse placer, y
muy pronto da en creer en lo que imagina, o al menos en parte de lo que imagina.
Emociones negativas designa a todas las emociones de violencia o de depresión:
compasión de sí mismo, cólera, desconfianza, miedo, contrariedad, aburrimiento,
celos, etcétera.
Las dificultades que encuentra el hombre al observarse a sí mismo son: mentir,
imaginar, expresar emociones negativas y hablar sin necesidad.
La identificación es un estado curioso en el cual pasa el hombre más de la mitad
de su vida. El hombre se identifica con todo: con lo que dice, con lo que sabe, con
lo que cree o no cree, con lo que desea o no desea, con lo que lo atrae o lo repele.
Todo lo absorbe. Y es incapaz de separarse de la idea, del sentimiento o del
objeto que lo absorbe. Esto quiere decir que en el estado de identificación en
hombre es incapaz de considerar imparcialmente el objeto de su identificación.
Por lo tanto, manifestaciones tales como la mentira, la imaginación, la expresión
de las emociones negativas y la charla constante exigen la identificación. Es decir,
no pueden existir sin la identificación.
Si el hombre pudiera liberarse de la identificación, se liberaría de muchas de las
manifestaciones inútiles y estúpidas.
La consideración desempeña un papel muy importante en la vida de cada uno,
pero para ciertas personas se convierte en obsesión. Toda su vida está tejida de
consideración, es decir, de preocupación, de duda y de desconfianza, al punto que
no queda lugar para nada más.
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6. Pero es preciso recordar que uno no es en nada diferente de los demás. A este
respecto todos los hombres son iguales.
Todas las emociones son en realidad sensaciones que acompañan a los cambios
que se operan en los órganos internos y los tejidos, cambios anteriores a las
sensaciones y que son las verdaderas causas de éstas.
Según la teoría de James y Lange, quieren decir que los acontecimientos
exteriores y los procesos internos no provocan la emoción. Los acontecimientos
exteriores y los procesos internos desencadenan reflejos internos, los cuales
provocan las sensaciones; y éstas son interpretadas como emociones.
Por otra parte, las emociones permanentes como el amor, esperanza, fe, tal como
se comprenden corrientemente, es decir como emociones permanentes, no son
accesibles al hombre en su estado ordinario de conciencia. Por lo tanto, exigen
estados de conciencia más elevados; exigen la unidad interior, la conciencia de sí,
un yo permanente y la voluntad.
Emociones positivas Emociones negativas
Alegría, simpatía, afecto, confianza en Celos, temor, cólera, odio, ensueño,
sí, esperanza, amor, fe. quimera, superstición, aburrimiento,
irritación, envidia, miedo, inseguridad.
Las emociones negativas dependen de la identificación; si en un caso particular se
destruye la identificación, desaparecen.
Puede decirse de muchas personas que su vida entera está regulada, y
controlada, y finalmente arruinada por las emociones negativas.
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7. Al mismo tiempo, las emociones negativas no desempeñan ningún papel útil en
nuestras vidas. No aportan conocimiento alguno. Al contrario, malogran todos
nuestros placeres, hacen de nuestra vida una carga y oponen obstáculos muy
reales a nuestro desarrollo posible, porque nada es más mecánico en nuestra vida
que las emociones negativas.
Tal es el cuadro de nuestra vida emocional, y si nos miramos sinceramente,
debemos darnos cuenta que mientras cultivemos y admiremos en nosotros
mismos todas esas emociones envenenadas, no podremos esperar ser capaces
de desarrollar la unidad, la conciencia o la voluntad.
Las funciones mentales o psicológicas pueden existir independientes de nuestra
conciencia, así también como la conciencia puede ser independiente de los
procesos mentales o psíquicos (procesos cognitivos).
La conciencia tiene un nivel de desarrollo y así también la comprensión humana
tiene un nivel de desarrollo diferente de la conciencia.
El saber (comprender, entender) y el ser deben evolucionar simultáneamente, ya
que si el saber evoluciona más rápidamente que el ser, entonces puede darse que
exista un ser humano con grandes facultades y poderes personales, pero puede
ser un egoísta, o alguien a quien no le interesa la vida de los demás, ni siente
algún el respeto por la humanidad e incluso pueda pensar en destruir o usar sus
poderes con tal de alcanzar sus propósitos o deseos o intereses personales.
Por ello es importante que el ser debe de crecer y madurar. Entre más crece el
ser, menos será uno su ego. Y una vez que haya crecido el ser, se sabe lo que es
el deseo y lo que es la necesidad, y se abandona toda búsqueda, y solo se trata
de vivir plenamente la vida, la vida es vida, la vida es un milagro, la vida es un
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8. incesante devenir, un flujo continuo, un morir y nacer, una serie de sucesos
interminables, un proceso mágico, un proceso maravilloso.
El deseo siempre es desquiciado, la necesidad es siempre sensata. Si uno niega
sus deseos, se vuelve suicida. Si uno sigue incrementando sus deseos, de nuevo,
se vuelve suicida. Si sigue negando sus deseos, está cometiendo el suicidio. Si
uno sigue incrementando sus deseos, de nuevo, está cometiendo el suicidio, de
modo distinto.
Si uno es capaz de matar un deseo, puede volverse más egoísta. Si uno puede
negarle al cuerpo un deseo particular, se vuelve más egoísta. La lucha, de
cualquier modo, siempre satisface y fortalece al ego. El luchar con el ego. Por
supuesto que fortalece al ego. Ya que si alguien intenta estar por encima de sus
deseos, está luchando por algo que es imposible, puesto que el deseo es natural.
El cuerpo no puede existir sin el deseo. Así que uno continuará aferrado al cuerpo
y el deseo seguirá estando ahí –menos, por supuesto, pero estará-. Y entre más
débil sea el cuerpo, el deseo será sentido con menos fuerza. Por lo tanto, uno
seguirá debilitándose, pero a menos que uno muera, el cuerpo superará todo
deseo y necesidad.
Si los deseos se vuelven demasiado, si los deseos son excesivamente grandes,
uno se volverá loco. La tensión será insostenible. Si uno niega sus deseos, de
nuevo crea tensiones que se volverán insostenibles. Por lo tanto, hay dos tipos de
mentes suicidas: una que continúa negando sus necesidades, y la otra, que sigue
transformando sus deseos en necesidades.
¿Cómo nacen los deseos en el sujeto?, ¿Por qué se generan los deseos en el
sujeto?, ¿Cómo genera el sujeto deseos? Se puede decir que, el que desea es
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9. que le falta algo, es decir, tiene una necesidad de algo, quiere satisfacer algo de
lo cual depende o con lo cual se siente seguro (status social y económico).
¿Cómo puede identificarse una necesidad importante para el ser humano? Existen
dos formas de elegir una necesidad, la primera consiste en que si sirve para la
sobrevivencia, por ejemplo el hambre, la sed, etcétera. Entonces es una
necesidad indispensable ya que sin ella, es decir, si no se satisface dicha
necesidad pone en riesgo la vida del organismo humano el sujeto (memoria
corporal o necesidad fisiológica), y segunda cuando la necesidad solo es parte de
la memoria mental o psíquica del sujeto, como por ejemplo los celos, la envidia, la
avaricia, etcétera. Estas no representan necesidades que en algún momento
determinado pongan en riesgo la vida del organismo humano. Por lo tanto, no son
necesidades, solo son representaciones o series de experiencias con las cuales el
sujeto se identifica de manera personal, ya que forman parte de la memoria mental
o psíquica del sujeto (recuerdos o desechos innecesarios).
Nadie puede decidir por uno cuál es la necesidad. La conciencia propia será la
medida, por lo tanto debes de reconocer y comprender que la materia y la energía
son solo capas superficiales, ya que solo lo que existe es la conciencia.
Pero por medio del error, aprenderás, y por medio del extravió, darás con lo
correcto, y solo así descubrirás a la conciencia No hay otra manera. Tienes que
atravesar dificultades. Este caminar a solas, este volar a solas… uno tiene que
atravesar toda esta austeridad, recuerda que en el camino hacia el despertar
interior toda experiencia agradable o desagradable es inevitable, por ello la
iniciación significa que ahora yo te empujo hacia la soledad. Entonces, estarás
completamente solo, sin depender de nadie, ni siquiera de mí. Requiere de
valentía. Imitar es fácil, seguir a alguien es fácil, depender de alguien es fácil. Pero
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10. el estar a solas sin mapa alguno, sin disciplina alguna, sin sistema alguno,
requiere de mayor valentía y por lo tanto de energía.
Todo nuestro pensamiento lógico (inducción, deducción e hipótesis) está basado
en la causalidad (ley de causa y efecto); todo está conectado, todo está
relacionado y es parte de la continuidad de alguna otra cosa. Nada es nuevo, todo
es sólo una modificación de lo viejo y, por lo tanto, puede ser comprendido. Esto
es porque la mente (a través de la memoria) es continuidad. La mente está llena
de conocimiento acumulado, de memoria. La mente siempre puede comprender lo
viejo pero lo nuevo le es incomprensible. Lo nuevo no puede ser comprendido por
la mente. Y si la mente de uno intenta comprender lo nuevo, lo transformará a los
términos del pasado. Le dará forma, le dará significado y lo clasificará. Si las
cosas están conectadas con lo viejo, la mente está tranquila porque puede
comprenderlas.
Nunca vemos lo que realmente es, sino que vemos nuestras proyecciones. Nunca
vemos lo que es. Siempre estamos viendo nuestro propio sueño proyectado sobre
lo que es.
Así que la mente humana que sueña genera un mundo a su alrededor que no es
real. Eso es a lo que se le conoce como maya: ilusión. Por elusión no se refiere a
que el mundo no sea, que el ruido de la calle no sea. Es sólo como es. Nunca
podemos saber a menos que la mente humana que sueña se detenga adentro. El
mundo es. Pero la forma en que vemos es una ilusión. Es decir no existen objetos
físicos que puedan ser iguales a nuestra forma de ver las cosas. No se encuentra
en ninguna parte.
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11. En lo que respecta a este mundo de maya, este mundo de ilusión, este mundo de
proyección, nunca vivimos en el mismo mundo. Cada hombre vive en su propio
mundo y hay tantos mundos como hay personas que sueñan.
Buda dice en alguna parte que la prueba para el hombre iluminado es que siempre
es el mismo, igual que el agua de mar. Es decir, el agua de mar en cualquier parte
es salada,
El yo verdadero ha permanecido igual. No cambia, lo que cambia es la proyección
mental del sujeto. La pantalla es la misma, la película cambia, la cinta cambia.
Pero la pantalla jamás es vista. Uno ve la cinta proyectada sobre ella.
Cuando no hay ninguna proyección, entonces se ve la pantalla pero, de otro
modo, nunca se ve la pantalla. Y la pantalla es la misma. La película cambia y tú
ves un cambio en mí. Sí yo despierto, seré el mismo para mí mismo, pero tú me
verás de muchas formas diferentes porque te acercarás a mí con tu mente que
sueña, misma que proyectará.
Por tanto, nunca vemos las cosas como realmente son, sino que vemos la realidad
a partir de nuestras proyecciones (deseos, anhelos, frustraciones, miedos,
angustias, temores, etcétera).
Es por eso que existe un gran desacuerdo entre los seres humanos, debido a que
se genera un choque; los mundos chocan (proyecciones personales), el tuyo y el
mío. Por lo tanto, cuando dos personas comienzan a vivir juntos en un mismo
cuarto, hay dos personas viviendo en ese cuarto, dado que el cuarto tiene el
espacio suficiente para albergar a dos personas, sino que el cuarto no tiene
espacio suficiente para albergar a dos mundos. Siempre que hay dos personas en
un mismo cuarto, hay dos mundos (es decir, cada uno tiene sus propias
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12. proyecciones personales, a partir de sus deseos, angustia, miedo, temor,
frustraciones, etcétera.)
Todo el conflicto de la sociedad humana, de las relaciones humanas, se da entre
mundos, no entre personas. Si yo soy realmente una persona sin un mundo
creado por mis sueños y tú también eres una persona sin un mundo creado por los
tuyos, podemos vivir en un mismo cuarto por toda la eternidad sin que haya un
choque porque este cuarto es suficientemente grande para albergar a dos
personas.
Vemos el mundo real no como es sino como somos nosotros (como la mente
personal te fuerza a verlo). Al cambiar en tu interior tú forma de ver el mundo. Es
decir, al expandir tú conciencia, serás consciente de cosas que antes no podías
ver ni entender, y además comprender.
Pero para dos mundos, ni siquiera el planeta entero es suficiente. Existen tantos
mundos, puesto que cada individuo es un mundo (con sus proyecciones
personales: deseos, anhelos, miedos, temores, frustraciones, etcétera). Y cada
quien vive dentro de su mundo y está cerrado. Esto es el sueño, es decir cada ser
humano está durmiendo, y no se da cuenta, por ello es que existen tantos
problemas en la humanidad, porque el ser humano duerme, es decir no es
consciente de lo que hace diariamente, no es consciente de su vida. Uno tiene,
alrededor de sí, una capa diáfana de proyecciones, ideas, nociones,
concepciones, interpretaciones. Uno es un proyector que proyecta de modo
continuo cosas que no están en ninguna parte más que dentro de uno mismo y el
mundo entero se vuelve una pantalla. Uno jamás se puede dar cuenta por sí sólo
de que está en un sueño profundo, es decir, de que está dormido, dogma,
creencia, pensamiento ordinario, pensamiento científico, ideología.
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13. A menos que seas capaz de apartar toda la mente (proyecciones personales) y
ver el mundo directamente, de inmediato, con tu conciencia, nunca serás capaz de
ver la verdad. En este mundo físico, el valor más grande es deponer la mente
(proyecciones personales). El más valiente es aquel que puede ver el mundo sin la
barrera de la mente, tal como es. Es absolutamente diferente, extremadamente
hermoso, maravilloso y extraordinario, es decir la vida es un milagro.
Recuerda que no hay nadie inferior ni nadie superior; para la naturaleza no existen
distinciones, esas distinciones las ha creado el hombre dormido, son solo
proyecciones de la mente del hombre que duerme, son solo son sueños.
Vive totalmente y vive intensamente, para que cada momento se vuelva de oro y
tu vida se convierta en una serie de momentos dorados e inolvidables. Una
persona así nunca muere porque tiene el toque del Rey midas: todo lo que toca se
convierte en oro.
Desde que el hombre nace, continuamente muere, cada instante vivido es un
instante menos en su existencia precaria y efímera. Vivir esta limitación en donde
se asoma la nada, continuamente, produce angustia. El hombre auténtico asume
su limitación y su angustia con valentía y aceptación.
Por lo tanto, contemplar la existencia desde la perspectiva de la conciencia de la
muerte (la muerte, eternidad, según el caso), produce, en quien la asume, una
existencia acorde con lo que efectivamente es el hombre, es decir, produce una
existencia autentica, que permite darse cuenta de las cosas, es decir ser
consciente de la vida.
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14. En términos cristianos, podríamos decir que el tiempo de prueba se está
terminando; eso produce angustia, desesperación y preocupación; pero la
aceptación de ese hecho origina una vida terrena encuadrada dentro de las
proporciones reales, finitas, limitadas y contingentes, de la que dispone el hombre.
Mirar la vida desde la perspectiva de la muerte induce al hombre a una actitud
realista, dispuesta a vivir cada instante en la plenitud de su sentido.
El camino del hombre inteligente es el camino del corazón, pues el corazón no
está interesado en palabras, está interesado sólo en la sustancia que contienen
los recipientes de las palabras. No colecciona recipientes, simplemente bebe el
zumo y arroja el recipiente.
Al aceptar la vida en su totalidad aceptas también la muerte, eso es el descanso.
Por ello uno tiene que vivir una vida natural para llegar a una muerte natural. La
muerte natural es la culminación de una vida vivida naturalmente, sin ninguna
inhibición, sin ninguna depresión, como lo hacen los animales, los pájaros, los
arboles, sin división alguna. Una vida de abandono, permitiendo de tu parte, como
si estuvieras ausente y la vida se moviera por cuenta propia.
El ser humano cree que el espacio y el tiempo son realidades independientes del
sujeto cognoscente. Para Kant, espacio y tiempo no son conceptos recogidos de
la experiencia, sino al revés antes de cualquier experiencia, el hombre ya posee
dichas formas de sensibilidad o intuiciones, en las que ordena y sintetiza todo
cuanto material vaya recibiendo en su experiencia sensible. La prueba es que
podemos imagina el espacio y el tiempo vacíos, sin contenido experimental; pero
no podemos hacer lo contrario: imaginar cosas y objetos prescindiendo del
espacio y el tiempo.
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15. Teoría de las formas, o categorías a priori, son estructuras o moldes mentales y
humanos que el sujeto cognoscente impone, de un modo universal, a la materia
que recibe en el conocimiento. La ciencia, con esto, ya no es una simple copia de
la realidad, sino una estructuración al modo humano, que realiza el hombre, a
partir de ciertos datos del objeto.
Pero recuerda que, el conocimiento científico es útil, practico (pragmático e
utilitarista), pero no va ayudarte a transformar su ser y saber. No puede llevarte a
la plenitud, a la satisfacción, a la iluminación, al punto en que puedas decir: “He
llegado a casa, he retornado a la fuente de vida”.
El intelecto es pensamiento (proceso de razonamiento), y la consciencia se
descubre es un estado sin pensamientos (sin procesos cognoscitivos), tan
extremadamente silencioso que ni siquiera un pensamiento lo perturba. En ese
silencio se descubre el propio ser, que es vasto como el cielo. Y saber esto es
realmente algo valioso; de otra forma, todo el conocimiento es basura. O en otro
caso puedo también convertirse en un gran obstáculo para tu desarrollo personal,
ya que se posesiona como centro intelectual de gravedad.
www.slideshare.net/Euler/slideshows
RUIZ LIMON, RAMON
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16. Key Word
Sobrevivencia, memoria corporal, memoria mental o psíquica, ego, mente, psique
humana, memoria (fases de la memoria: recepción, asociación, fijación y recuerdo
o evocación), la conciencia, sentimientos, emociones, pensamientos, imaginación,
amor, sensación, percepción, impresiones, idea, ilusión, necesidad, espacio,
tiempo.
Fuentes bibliográficas
D. P. Ouspensky. Psicología de la posible evolución del hombre. Segunda edición.
Editorial solar, Colombia 2004.
García Morente, Manuel. Lecciones preliminares de filosofía. Décimo octava
edición. Editorial Porrúa. México 2005.
Gutiérrez Sáenz, Raúl. Historia de las doctrinas filosóficas. Vigésima primera
edición. Editorial esfinge. México 1990.
Osho. Yo soy la puerta “la meditación y los caminos hacia el despertad interior”.
Primera edición. Editorial Lectorum, s.a. de c.v., México 2006.
Osho. Pepitas de oro. Primera edición. Editorial Lectorum, s.a. de c.v., México
2005.
www.slideshare.net/Euler/slideshows
RUIZ LIMON, RAMON
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