1. Escuela Normal Urbana Federal del Istmo.
Prácticas Sociales del Lenguaje.
La enseñanza del español en el nivel básico.
Por: Esteban Ruiz Regalado
Muchos cuestionarían el hecho de enseñar una lengua como lo es el español en
un país donde funge como idioma oficial, sin embargo, ignoramos los factores
contextuales y lingüísticos en los que se desarrolla esta lengua. Escribir, leer,
hablar y escuchar en español, es mucho más que un acto natural en una persona
hispanohablante, pues sabemos que el ser humano como individuo tiene distintas
formas de significar todo lo que lo rodea, incluyendo también las palabras de su
mismo idioma, porque son diversos los contextos en donde puede emplear
términos iguales para significar diferentes cosas, por lo que, escribir, leer, hablar, y
escuchar más que actos naturales deben transformarse en habilidades a
desarrollar en cada individuo para poder relacionar éstos significados en función al
contexto donde se ubique, para así expresarse de manera clara en la sociedad
permitiendo desenvolverse de manera adecuada y competente en las diversas
situaciones de su vida cotidiana (Carlos Lomas). Precisamente éste es trabajo de
la enseñanza del español en el nivel básico quién a través de la historia ha ido
modificándose conforme a contenidos y modelos, sin embargo el enfoque siempre
va dirigido a las habilidades ya mencionadas.
Éstas habilidades son conocidas como competencias. Ellas son la base de
enseñanza en los programas de español en la educación básica. Éstas se pueden
diferenciar en varios tipos de competencias, las competencia lingüísticas y las
competencias pragmáticas, éstas competencias juntas conforman la competencia
comunicativa (Cassany, D. et al. (2000).). Para su entendimiento, desglosaremos
qué habilidades se desarrollan para alcanzar éstas competencias.
Las competencias lingüísticas engloban las habilidades y saberes sobre la
gramática de la lengua, de tal modo que el alumno puede ser capaz de formar
todo tipo de oraciones con sus diferentes funcionalidades lingüísticas, es decir,
sabrá identificar y crear oraciones, respetando y empleando las reglas
gramaticales establecidas, con el fin de mejorar la calidad del texto, y que logre
transmitir, lo que en verdad quiere transmitir, puesto que, por la misma
circunstancia de la diversidad cultural en el contexto del individuo, es necesario
establecer un modelo estandarizado para crear un significado en común entre las
personas.
Las pragmáticas, se enfocan en el uso cotidiano de la lengua, tomando en cuenta
la diversidad cultural, adaptando el vocabulario para poder comunicarse de forma
eficiente en cualquier contexto, siguiendo las reglas, modelos, entonaciones etc.
De la sociedad donde se quiere comunicar.
2. La fusión entre estas dos competencias conforman lo que llamamos, la
competencia comunicativa, esta competencia rescata cada aspecto de ambas
competencias ya mencionadas, con el propósito de mejorar la capacidad de
comunicación de los individuos en cualquier contexto, es decir que será capaz de
adaptarse a cualquier circunstancia donde requiera comunicarse, pudiendo
emplear las 4 habilidades de manera eficiente para cumplir con el propósito
comunicativo.
Ésta sin duda es la competencia que busca la enseñanza del español en el medio
básico, relacionando al alumno con la realidad social en la que vive, presentado
como métodos de enseñanza materiales reales y no fragmentados, no como solía
hacerse anteriormente a los años 60, donde se creaban textos especiales para la
educación, ahora es preferible que el alumno se incluya más en la realidad,
leyendo textos que salen de ella.
Para el dominio de ésta competencia, como mencionamos antes, es necesario el
desarrollo más optimo posible de las 4 habilidades lingüísticas: Leer, Escribir,
Escuchar y Hablar. A continuación centraremos la atención en describir en qué
consisten éstas habilidades y cómo se relacionan entre si:
Ana Maria Kaufman define leer como: “Leer es comprender el contenido de un
texto: jerarquizar la información, seleccionar lo importante y desechar la accesoria,
establecer relaciones entre otros datos, etc. ” (A. M. Kaufman 2007) En otras
palabras, esta acción no solo se limita a descifrar los códigos para reproducirlos,
sino de comprenderlas, descifrando el mensaje real que trae inmerso el texto,
siendo capaz de comprenderlo y de asimilarlo. Estas habilidades se pueden
adquirir como la común frase lo dice “se aprende a leer leyendo” ya que la
habilidad se obtiene con el proceso mismo de la práctica, pues la practica genera
el fortalecimiento cognitivo del individuo y por ende, la habilidad misma.
Los nuevos modelos de educación proponen dos situaciones iniciales con las que
puede aprender un sujeto a leer, la primera forma es leyendo con el maestro: esto
como una primera etapa del aprendizaje, donde se emplea una estrategia que
pretende que el alumno esté en proceso de análisis del texto aunque el no sea
quien lo lea, sino con el fortalecimiento de la habilidad de escuchar, pues el
alumno se concentra en comprender lo que escucha, siendo producto de una
lectura dada en este caso por el maestro, escuchar no debe confundirse con oír,
puesto que oír, es el acto natural del ser humano y escuchar es un proceso que
requiere interpretar y analizar lo que se oye.
Después de este proceso, cuando el alumno aprende a leer propiamente, es
necesario que el alumno lea por si mismo desde dos perspectivas diferentes: una
de ellas es en voz alta, con el propósito fundamental, de fortalecer la dicción y de
mejorar sus habilidades de orador, de tal forma que pueda decir lo que en verdad
quiere decir, de forma clara, logrando comunicar sus pensamientos, esta actividad
fortalece la habilidad de hablar. Y la otra es leyendo en silencio, esta forma de leer
es la que requiere mayor actividad cognitiva, por que en ella se da el espacio para
3. comprender detalladamente el texto, reflexionando sobre si mismo y asimilando lo
que se lee.
Escribir por el maestro, es otra situación por la que un alumno puede fortalecer
sus habilidades lingüísticas, en ésta se pretende que el alumno a pesar de aun no
dominar el sistema de escritura, pueda construir oraciones a través del maestro,
de tal manera que el alumno sea quien forme la oración dictándolo al maestro,
quien fungirá sólo como el encargado de transformar las ideas en texto, en este
caso quien realiza el proceso de construcción es el alumno, por lo tanto será él
quien hará frente al desafío.
Escribir por si mismo, esta situación se da cuando el alumno se apropia de la
escritura convencional, pero ahora en un proceso con más requerimiento
cognitivo, puesto que ahora tiene que plasmar su pensamiento tomando en cuenta
las reglas gramaticales, relacionándolas y aplicándolas.
Todos estos procesos tienen que practicarse cotidianamente, puesto que eso es lo
que desarrolla mayoritariamente las habilidades lingüísticas, y de una mejor
manera si se emplean materiales didácticos que rescaten el contexto del alumno,
así como su cultura, con el fin de preservarla.
La importancia de la enseñanza del español en el nivel básico es fundamental
para el desarrollo del alumno en la sociedad donde vive, por que le ayuda a
desarrollar la competencia comunicativa, de tal forma que un alumno puede
aspirar a grandes cosas, porque estas habilidades desarrollan el nivel cognitivo en
un nivel cada vez mayor mientras más se practiquen.
Por lo que es deber de los docentes, crear situaciones en donde el niño sea capaz
de desarrollar estas habilidades para facilitar este proceso, cumpliendo con el
propósito fundamental de la educación básica. Rompiendo con el esquema
tradicional de la enseñanza del español, donde solamente se procuraba adquirir
los conocimientos sobre gramática, a un esquema que incluya (como
reiteradamente hemos dicho) al contexto del alumno como eje fundamental.
Recuperando la riqueza cultural del alumno, su lengua materna, entre otras
características.