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La mirada de los que eligen Argentina
Carolina Castro (Directora de Industrias Guidi)
Venimos de una familia industrial que es el botón de muestra de las pymes que
invierten. Hay una Argentina innovadora, moderna, que ha tomado posiciones
de inversión.
Es la clave del siglo XXI: invertir o morir. Esto aplica no sólo a las empresas sino
también al país, que se está comiendo el capital.
La Argentina está llena de antinomias, pero dentro de ellas surgen
oportunidades. Nuestra empresa nació hace 70 años y ahora es autopartista de
Toyota.
En 1974/75, la compañía japonesa nos visitó para su proyecto de fabricar una
pick up en la Argentina, pero nuestro stock y su costo no permitieron avanzar.
Luego volvieron a fines de los ’90, Toyota aportó tecnología y know how para
ganar en eficiencia con un día de stock.
Las grandes empresas tienen un rol muy importante que cumplir y un potencial
enorme para desarrollar más cadenas de valor.
Me defino como desarrollista. Hay maneras distintas de crecer, pero la única
eficaz es agregar valor. Cada día tenemos que pensarlo así, en un mundo donde
se diluyen las fronteras.
El título de este Coloquio (“Ceder para crecer”) me sugiere plantear qué hacemos
los empresarios. Participamos en entidades, pero no alcanza. El sector privado
tiene una deuda pendiente, que se refleja en las encuestas con una visión
negativa.
El desafío es cómo imbricarnos en la política y dejar de ser espectadores. En el
Congreso Nacional no hay nadie que se identifique como empresario y ese es un
problema. No digo que todos se dediquen a la política, sino que hay que salir de
la visión particular y hacer política en el mejor sentido. Las provincias más pobres
son precisamente las que tienen menor densidad empresarial.
Habría que cambiar la narrativa desde el sector empresario para encontrarle la
vuelta a la necesidad de pensar en el país. Por ejemplo, con incentivos fiscales
para invertir y crecer, en vez de bajar impuestos; o en una reforma laboral que
equilibre la protección de la eficiencia empresaria y de los derechos de los
trabajadores. Debemos mostrarle a la sociedad todo lo que tenemos que
aportar.
Luis Pérez Companc (Presidente de Molinos, Molinos Agro, Pecom y Goaike- Grupo
Pérez Companc).
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Nuestra familia tiene mucha historia, desde la llegada de mi bisabuelo en 1890 y
la empresa de mis tíos en 1946. A pesar de las idas y vueltas del país, nosotros
tenemos visión de largo plazo y soy optimista por naturaleza.
Mi padre siempre dice que hay que apostar por el país y eso es un hecho. Hemos
invertido en distintos proyectos, empleamos a 10.000 personas y nos identifica
el trabajo.
Nosotros somos nacidos y criados en la Argentina; mis cinco hijos estudian y
trabajan en el país y yo les inculco todo lo que el país puede darles.
El sector energético tiene un gran potencial con un cuello de botella en
infraestructura. En nuestra empresa de servicios no damos abasto y eso es
creación genuina de trabajo en blanco. Hay que desarrollarlo y aprovecharlo con
visión de mediano y largo plazo.
En alimentos el objetivo es similar. Año a año buscamos aplicar tecnología y
formar gente para agregar valor a los productos y enfocarnos en la alimentación
saludable. Nuestra primera preocupación es cómo darle lo mejor a la mesa de
los argentinos. Esto aplica a todas nuestras compañías, incluso la de comodities.
La Argentina tiene el talento y esas capacidades. Para ser competitivos hay que
dialogar con todos los sectores para cambiar la visión de cómo se hacen las cosas
en el país. El diálogo ayuda muchísimo.
No me metería en la política, pero creo que es necesario salir de la zona de
confort y aportar nuestro granito de arena para que las cosas se hagan mejor, no
en las empresas, sino en el país. No de un día para otro, pero en algún momento
hay que empezar.
Marcos Bulgheroni (CEO Pan American Energy Group).
PAE tiene vocación de inversión. Es el principal inversor privado en la industria y,
después de YPF, la petrolera que más invierte, con 1200 millones de dólares
promedio por año.
Si aplicáramos la lógica, la Argentina tiene oportunidades fantásticas en oil & gas,
tal vez porque estamos forzados a ver el largo plazo cuando perforamos un pozo
y el repago de la inversión es a 15 o 20 años.
Vaca Muerta es una de las formaciones más importantes del mundo y
participamos allí como lo hacemos en otras fuentes de energía. La inversión del
sector energético en su conjunto asciende 6000 millones de dólares anuales,
pero debería subir a 9000/10.000 millones para 2030.
Vaca Muerta nos pone en el mapa del mundo (es el segundo reservorio de shale
gas y el cuarto en shale oil) y equivale a seis veces el consumo mundial.
Es una oportunidad para la Argentina que debe estar basada en una política de
Estado. Con sus más y con sus menos, en los últimos años los distintos gobiernos
han apoyado a Vaca Muerta porque puede cambiar la matriz energética y
Comentado [E1]:
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generar miles de empleos, como los que a existen para 64.000 familias directas
y 400.000 indirectas.
Tenemos desafíos y cuellos de botella en el transporte, pero con el gasoducto
Néstor Kirchner y la duplicación de la capacidad de Odeval estamos en un punto
de inflexión para aumentar la producción y exportación de petróleo y la de gas
natural incluso a Brasil.
Me fui a los 18 años a estudiar afuera para hacer la experiencia; trabajé 20 años
en el exterior y fue un período que me ayudó a poner todo en perspectiva. Todo
esto me ayudó a volver a la Argentina casi a los 40 años de edad, con mi esposa
y dos hijos italianos. Para mí fue importante volver porque es aquí donde mi
familia invirtió con Bridas y donde quiero que mis hijos se desarrollen.
El futuro de la transición energética es una pregunta existencial para nuestra
industria: de ella depende si existiremos o no.
El problema es bajar las emisiones de carbono porque el planeta no lo permite,
pero al mismo tiempo abastecer con energía a millones de personas que la
necesitan.
No sabemos cuál será la fuente de energía que va a predominar, pero sí que van
a ser varias y mientras tanto vamos a seguir produciendo petróleo y gas. Todos
los países no tienen el mismo punto de partida y va a haber diferentes tiempos
para diferentes regiones.
Para recorrer la transición, el gas natural es muy importante y un aliado
fundamental para cualquier plan.
También hay enormes oportunidades en energías renovables y es vital que las
sigamos desarrollando y utilizando para producirlas y almacenarlas, bajo la
forma de hidrógeno verde y baterías de litio.
El agro también es un gran protagonista y motor del crecimiento eficiente y
competitivo, por lo cual lo visualizamos avances en biocombustibles.
Muchas veces en el directorio de PAE tenemos discusiones sobre cómo reducir
la exposición al riesgo argentino, pero en los últimos años todos los proyectos y
oportunidades en el sector energético están aquí.
El título del Coloquio me sugiere que no se trata de una cuestión salomónica
(cedemos mitad y mitad y estamos bien), sino inteligente para que el resultado
tenga valor agregado. A veces una retirada táctica para volver a atacar, puede
ser una buena estrategia.
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