La industria hotelera en Tolú se desarrolló debido al comercio con Cartagena y la llegada de compañías petroleras en los siglos XIX y XX. Los primeros hoteles como el Hotel Nuñez atendían a colonos y comerciantes. Más tarde, hoteles como el Hotel Morrosquillo y el Hotel Narza atrajeron turistas a medida que crecía la industria del petróleo y la aviación. Hoy en día, Tolú y Coveñas cuentan con una amplia oferta hotelera moderna que ha impulsado el des
Inventario de las Manifestaciones del Patrimonio Inmaterial del municipio San...
Genesis de la hoteleria en el municipio de Tolú
1. GÉNESIS DE LA HOTELERÍA EN EL MUNICIPIO DE TOLÚ
Por Enrique Anaya Olivera
Con la llegada del europeo en la época de la colonización, la villa de Tolú se convirtió en
el puerto donde colonos y guaqueros se adentraban tierra adentro hacia las Sabanas y la
región de la Mojana, convertida en la despensa que surtía a Cartagena de Indias, ciudad que
no contaba con terrenos para cultivos ni agua dulce, pues todavía no había sido construido
el Canal del Dique.
Además, debido al permanente sitio por parte de bucaneros y filibusteros que no daban
tregua, la del Golfo de Morrosquillo se constituyó en la ruta de aprovisionamiento, que se
mantuvo hasta finales del siglo XIX. Esto ocasionó el surgimiento de fondas posaderas y
muy rápidamente, de hoteles como el “NUÑEZ” que funcionó hasta bien entrado el siglo
XX alrededor del muelle embarcadero ubicado en lo que hoy es la calle quince con la
playa.
Primer hostal de Tolú, propiedad de las Hermanas Núñez, ubicado en la calle 15 con carrera 1
Autor: Carlos J. Fecha: 1903
Allí se encontraban las oficinas de la Aduana y también las grandes bodegas que aún
perduran por la calidad de su mampostería de calicanto, como la bodega de los Navas y lo
que hoy es el Mercado Turístico, en donde funciona el restaurante la Tinaja y la bodega
donde funciona el Club náutico Tolumar.
Durante los siglos XIX y XX las compañías petroleras STANDARD OIL y la TROPICAL
OIL COMPANY –TROCO– hicieron presencia en las costas y la región norte de
Colombia. Y fue precisamente esta última la que a principios del siglo XX, construyó el
2. poliducto Coveñas – Barrancabermeja, poco después que la PACKING HOUSE
desmontara su planta frigorífica, aprovechando la infraestructura física dejada por ésta.
Derecha, las Bodegas de los Navas y el mercado público. Izquierda, convento ubicado en la carrera 5 con
calle 16. Anónimo. Fecha: 1920
Con la llegada de la aviación comercial, los hidroplanos suplían la necesidad de transporte.
Para ese entonces, no existía carretera entre el puerto de Coveñas y la cabecera municipal
de Tolú, sólo una trilla de arena, bordeando la playa entre cocoteros, almendros y
manglares, por dentro de las propiedades de Julián Patrón: se llegaba a la villa de Tolú
salvando las bocas de los arroyos mediante rústicos puentes artesanales de madera. En
definitiva, el transporte se hacía por agua.
Vía antigua Tolú – Coveñas. Foto: Marco Antonio Barboza.
3. En 1937 cuando llega el primer gran Oleoducto desde la región del Catatumbo, traído por la
SOUTH AMERICAN GULF OIL COMPANY –SAGOC– se sintió la necesidad de contar
con hospedajes para la llegada de grandes ejecutivos y personal calificado al Golfo, pues
las instalaciones de la ciudadela –que aún funcionan– y que eran exclusivamente para el
personal administrativo de la empresa, no contaban con la capacidad física para albergar el
flujo de gentes que movía la terminal petrolera.
Los hidroplanos volaban a Barranquilla, Cartagena y la ciudad de Honda, utilizando el río
grande de la Magdalena, la bahía y el Golfo. Solo hasta el final de la segunda guerra
mundial, cuando quedaron habilitados los famosos Mc Douglas bimotores, en Colombia se
construyeron aeródromos en los municipios de la gran sabana de Bolívar de mayor
importancia comercial como: Calamar, Carmen de Bolívar, Mompox, El Banco, San
Jerónimo y las Balsillas de la Villa de Tolú.
Junto con la construcción del aeropuerto, surgió el famoso Hotel Morrosquillo cuya
arquitectura Caribe, con el confort de sus amplios espacios para eventos, su casino y sus
playas de plata, no solo atrajo a profesionales nacionales y extranjeros sino a familias
capitalinas mediante el marketing aplicado por la familia Cárdenas Pérez, santafereños “de
pura cepa”, quienes tuvieron la acertada visión para invertir en ese paradisiaco rincón del
Caribe Colombiano.
Hotel Morrosquillo. Autor: anónimo. Fecha: 1960
Este hecho histórico nos muestra que el turismo en el Golfo de Morrosquillo no se da
únicamente por la exuberante belleza de esta maravilla natural, sino por la industria
petrolera. A partir de allí, se inicia todo un movimiento de coloniaje desde el interior del
país, sobre todo paisa. En la Primera Ensenada de Coveñas, surgen los primeros
establecimientos de hospedaje: Hotel TAY de la familia Villota, Hostal Coveñitas, de don
Mario Saldarriaga. En la Segunda Ensenada, Cabañas y Residencias LICHA de la familia
Aguilar Patrón.
4. Mientras en la Villa de Tolú, familias nativas inician el proceso aprovechando sus grandes
casonas con techos de palma, las cuales fueron habilitadas con “nichos” –como se le
llamaban en las Sabanas y el Sinú, de donde llegaron las primeras oleadas de turismo
criollo– y duchas, más el servicio de restaurantes de comida típica con frutos del mar: los
Barragán D´Luiz (Hotel Playamar), los Navas Patrón (Hotel Alcira), los Restrepo (Hotel
Campomar), La Fonda Antioqueña (hoy Hotel Ibatama), la Canoa Antioqueña (hoy Hotel
Piedra Verde), los Álvarez Pulgarín (antes Residencias Iride, hoy Hoteles Caribe Royal y
Palma de Oro), la familia García (Hotel Montecarlo).
Es de anotar que el segundo mejor hotel de Tolú que alternaba en servicios y arquitectura
con el Hotel Morrosquillo fue el famoso Hotel Narza, de doña Narza Cabarcas, hoy
tristemente dividido entre el Brisas del Mar y lo que fue la discoteca Marpicao.
Hotel Narza. Foto Marco Barboza.
La historia registra que el primer “cachaco” llegado a Tolú fue José del P. Mejía, quien
montó un humilde establecimiento de hospedaje llamado Hotel Acapulco, del cual,
lamentablemente, solo quedan ruinas. Ya al final de su existencia, don José Paniagua,
gerente del Hotel Toné, alcanzó a fundar la Asociación de Hoteleros de Tolú
ASOHOTOLÚ, siendo él su primer Presidente.
A partir de la década de los sesenta, el Golfo de Morrosquillo se abre al desarrollo turístico
y comercial, configurando un corredor con cabañas de veraneo de prestantes familias de
todo el interior del país, de las sabanas y junto a ellas, el surgimiento de condominios,
complejos turísticos, hostales, camping, restaurantes y clubes náuticos, para el transporte de
turistas a los diferentes atractivos del Golfo, incluyendo el archipiélago de San Bernardo.
Y se le conoce como el Gran Corredor Turístico del Golfo de Morrosquillo, que se extiende
desde la Primera Ensenada de Coveñas en el Sur hasta las bocas de Guacamayas en el
Norte, en los límites con el municipio de San Onofre, con algo más de cuarenta y cinco
Kilómetros de extensión.
5. Hoy, una “nueva generación” de hoteleros ha llegado a Tolú y Coveñas, quienes han
realizado grandes inversiones en infraestructuras con calidad, lo que permite afirmar, que el
Golfo de Morrosquilo está en condiciones de satisfacer las exigencias y confort, para los
más altos segmentos turísticos en cuanto a infraestructura hotelera se refiere. A ello se debe
el haber sido declarado como recurso turístico de interés nacional, mediante la resolución
ejecutiva 344 de 1972 expedida por la extinta Corporación Nacional de Turismo – CNT.
El empresariado turístico del Golfo se sintió encumbrado cuando en 1996 se formuló el
Plan Estratégico de Turismo del Golfo de Morrosquillo, auspiciado por el CORPES Costa
Atlántica y elaborado por el equipo técnico de la Universidad de Cartagena.
A partir de entonces el horizonte del Golfo se nubló, se detuvo el progreso, se esfumaron
los sueños y la esperanza, culminando con la segregación del puerto petrolero de Coveñas,
constituido mediante el Decreto No. 0067 de febrero de 2002 de la Gobernación de Sucre,
cuando el 1º de Octubre de ese año se posesionó el primer alcalde elegido mediante
elección popular, doctor Pedro Patrón Luna, con un total de 1067 votos.
A punto de consumirse la primera década del nuevo siglo, la iniciativa privada está
logrando un cambio en el perfil urbanístico de santiago de Tolú, que lo está llevando a una
metamorfosis, en donde el aspecto pueblerino desaparece para imprimirle un
comportamiento de ciudad intermedia, produciendo una nueva actitud en el habitante
cosmopolita de un gran destino turístico.
Autor: ELOY ENRIQUE ANAYA OLIVERA, 2012.