El documento habla sobre la importancia de cuidar el hígado y formas de prevenir problemas hepáticos. Describe las funciones vitales del hígado y cómo culturas antiguas lo asociaban con valores. Explica que una dieta saludable, evitar toxinas y mantener un estilo de vida activo benefician al hígado. También recomienda el uso de plantas medicinales como el cardo mariano, la cúrcuma y el regaliz para apoyar su salud.
2. Es el héroe en la sombra, no tiene afán
protagonista pero realiza una labor
titánica.
Depura el organismo de sustancias
nocivas, almacena vitaminas y minerales,
neutraliza toxinas,…
Es extraño que moleste, pero cuando lo
hace la situación suele ser muy grave.
3. Cuidar del HÍGADO es de vital importancia para la
salud.
Los chinos lo asociaban con el valor de las personas. Nosotros no
somos tan ajenos a esta interpretación, un dicho muy común es el
de “…hay que tener higadillos…”, para referirnos a echarle valor a
algo y, asociado a los sentimientos, hay otra que dice “el hígado es
el paño que enjuga las lagrimas que no salieron por los ojos”.
Los griegos asociaron las alteraciones de
la bilis con la melancolía, que
literalmente significa bilis negra
(melanos-negro colia-bilis).
4. Aunque las enfermedades importantes no tienen porqué afectar
a todo el mundo, no es menos cierto que los consejos de
prevención son aplicables a una mayoría de la población,
básicamente a qué la dieta, los contaminantes y el estilo de vida
hacen que una gran parte de nosotros estemos expuestos cada
día a sustancias nocivas para el hígado.
Cuidar el hígado, por tanto, no es
labor exclusiva de personas con
tendencia a la indigestión o con
problemas más graves, sino que
TODOS deberíamos sentirnos
implicados.
5. La prevención es sin dudar el mejor tratamiento de las
enfermedades hepáticas, especialmente de las graves.
No existen medicamentos que sean realmente
efectivos en la curación del hígado, ya que
cuando este se encuentra afectado, lo que
necesita es reposo en el sentido más amplio de
la palabra – reposo de las funciones
metabólicas, reposo físico y mental).
6. Tratamiento
Dieta:
La dieta actual, rica en grasas saturadas aumenta el
riesgo de padecer una degeneración grasa del hígado o
una alteración biliar. En cambio una dieta rica en fibra
vegetal (no soluble) lo protege al estimular el flujo y la
eliminación biliar.
La dieta reducida de proteínas disminuye la posibilidad
de que se presenten afecciones del sistema nervioso
(encefalopatía hepática) en personas con problemas
hepáticos graves.
7. También está indicado tomar alimentos ricos en antiocianidinas,
que son los pigmentos de color azul que presentan numerosos
alimentos (arándanos, moras, vid roja,…)
Se supone que las antiocianidinas reducen la peroxidación de las
grasas, especialmente en personas alcohólicas. Su efectividad
se debe esencialmente a su capacidad de neutralizar los
radicales libres, moléculas nocivas que destruyen la
membrana celular de los hepatocitos.
8. Cura de Aceite de Oliva
Desde hace muchos años se propone un original tratamiento naturista
para disolver los cálculos biliares.
Se trata de la cura de aceite de oliva y limón: Cada mañana, en ayunas,
se tomará una dosis de una o dos cucharadas de aceite de oliva virgen,
primera presión en frío, con una cantidad equivalente de zumo de limón.
Esta toma se puede repetir 3 ó 4 veces al día.
Hay que ser prudente en la aplicación de la
cura. En muchos casos las personas que
toman este remedio creen eliminar los
cálculos cuando en realidad suele tratarse
de aglomerados jabonosos producidos por
la interacción del cuerpo oleoso con los
jugos intestinales o bien sustancias producto
de la digestión intestinal y que
erróneamente se confunde con cálculos.
9. Otro de los grandes problemas de esta
cura es que si los cálculos son muy
grandes, pueden llegar a producir
una obstrucción del conducto
colédoco.
Con este remedio no se llegan a
“disolver” los cálculos, pero la
ingestión de una buena cantidad de
grasa en ayunas ocasiona una
contracción enérgica de la vesícula y
si el cálculo es relativamente
pequeño, puede ocasionar su
expulsión a las heces. Sin embargo, se
corre el riesgo de provocar un cólico
biliar importante o lo que es peor,
reventar la vesícula cuando se
produce una obstrucción grave.
10. Cataplasmas
La aplicación de cataplasmas de arcilla
sobre la zona del hígado puede ser de
utilidad para aliviar dolores y estimular la
función hepática.
Se pueden poner cataplasmas de arcilla
caliente dos o tres veces por semana,
dejándolas en su lugar dos horas como
mínimo.
También son útiles las
cataplasmas de hojas de col
machacadas, en este caso ya no
serán calientes, se aplica de
forma similar a la arcilla.
11. Plantas Medicinales
En este apartado distinguimos entre tónicos amargos,
coleréticos y colagogos, y protectores hepáticos.
hepáticos
Alcachofa: Está en el primer grupo. Las propiedades
medicinales están en las hojas de las plantas que sólo
tienen un año. Tengamos en cuenta que lo que nos
comemos son los receptáculos florales inmaduros que se
presentan en las plantas en el segundo año de evolución.
Curiosamente las hojas más ricas en cinarina (principio
activo) son aquellas que más maltratadas han sido, como
si fuera una sustancia que aumenta en el proceso de
regeneración vegetal de las hojas.
12. Diente de León
Es una de las plantas más utilizadas como
depurativa del hígado. Es discretamente diurética
estimulando también el flujo urinario.
En estudios realizados sobre humanos se
observo que la toma de diente de león
estimula el flujo de bilis al doble y
mejora los procesos de congestión
hepática, favoreciendo la capacidad
funcional de este órgano.
13. Cúrcuma
En el segundo grupo se encuentra la cúrcuma, un
colorante alimentario natural de color amarillo, da su color
de base al curry y que tiene interesantísimas propiedades
medicinales
El empleo de la cúrcuma no solo será en capsulas o infusiones,
sino que será útil incluirla en la preparación de los alimentos
(sopas, arroces, patatas,…) como colorante alimentario.
La toma de cúrcuma estimula la secreción de bilis por parte de la
vesícula, pudiendo duplicar la cantidad secretada. Esto provoca
una disminución de la concentración de las diferentes sales
biliares, lo cual es beneficioso para provocar la disolución
(lenta) de los cálculos de la vesícula.
14. Boldo
También en el segundo grupo.
Este arbusto originario de Chile, es una planta con
propiedades reguladoras del flujo biliar: lo aumenta si es
insuficiente y lo disminuye si es excesivo.
Tiene efecto sedante, lo que beneficia al funcionamiento
de la vesícula, relajándola y disminuyendo el riesgo de
padecer un cólico hepático.
A todo ello se une su agradable
sabor.
15. Cardo Mariano
Dentro de los protectores hepáticos. Sin lugar a dudas es la planta
de mayor interés en el tratamiento de numerosas afecciones del
hígado.
Existen numerosos estudios que demuestran su eficacia relativa.
Estos estudios han sido realizados con el extracto que contiene la
sustancia activa más importante del cardo mariano (silimarina)
La silimarina es una sustancia de la familia de los flavolignanos
con una potente actividad antioxidante (destruye los nocivos
radicales libres) y se ha recomendado en el tratamiento del
alcoholismo, de la hepatitis y la cirrosis. Su efecto terapéutico no
solo regula los niveles alterados de transaminasas, sino que
mejora la función del hígado y ayuda a regenerar los hepatocitos,
las células básicas del tejido hepático.
hepático
16. Regaliz
Otro de los protectores. Su raíz Si se toma regaliz en grandes
contiene glicirricina, sustancia cantidades pueden llegar a
que una vez en el organismo se paliarse sus efectos haciendo una
transforma en acido dieta muy rica en potasio y pobre
glicirretínico, que tiene una en sodio, en cuyo caso los efectos
intensa actividad farmacológica indeseables del regaliz se pueden
de tipo antiviral y
suprimir, según comenta el Dr.
antiinflamatoria.
Baron en la prestigiosa revista
El uso del regaliz no es tan
“British Medical Journal”.
inocuo como parece, ya que
estas dosis (0,8 a 1g – equivale a- Parece ser que el regaliz,
8 -12g de raíz al día) pueden especialmente si se toma con la
provocar retención de liquido y presencia de glicina y cisteina,
sodio en el organismo, elevando tiene un efecto estimulante sobre
la tensión arterial y reduciendo la función hepática y ejerce una
los niveles de potasio, debido al actividad parecida a la del
efecto supresor de una hormona
interferón.
denominada aldosterona.
17. Nuez de Areca o Catechu
También conocida como nuez de Betel. Planta originaria de la india
a sido utilizada desde la más remota antigüedad en la zona
indomalasia.
Es rica en catequinas y cianidanol. Mientras que el uso exagerado
de las catequinas puede tener efectos secundarios indeseables, la
administración de cianidanoles se ha demostrado efectiva en la
prevención de las recaídas de la hepatitis crónica activa
(especialmente hepatitis B).
Los niveles de transaminasas GOT y GPT se redujeron
notablemente tras la administración de estos cianidanoles en
numerosos estudios realizados por diversos autores, como el de
los doctores Blum y Piazza.
18. Phyllantus Amarus
Es una planta asiática que no se comercializa en nuestro país,
pero que ha demostrado tener la capacidad de negativizar la
positividad a los análisis de los portadores del virus de la
hepatitis que no han contraído aun la enfermedad. Algunos
autores la han probado, con éxito relativo, en el tratamiento
de la hepatitis B.
19. Zumo de Manzana
El ácido málico contenido en el zumo de manzana suaviza los
cálculos biliares. El efecto fermentador del zumo ayuda a que
los conductos biliares se expandan. Si esto generas malestar,
puede añadir agua al zumo. Bébalo lentamente durante todo el
día, entre comidas (evite tomarlo media hora antes, durante y
hasta dos horas después de las comidas y por la noche).
Esto, además de su consumo de agua diario.
Recomendaciones de dieta: Todas las comidas y bebidas deberán
estar calientes o, a temperatura ambiente. Trate de evitar
comidas de origen animal, productos lácteos y fritos.
20. Personas que NO deben utilizar zumo de
manzana
Hay personas que pueden tener dificultad al beber zumo de
manzana en las cantidades requerida para la limpieza
hepática y no son conscientes de ello. Son todas aquellas que
padecen diabetes, hipoglucemia, cáncer y úlcera estomacal.
En tales casos el zumo puede ser sustituido por ácido málico en
capsulas o en polvo. El periodo de preparación es el mismo
que cuando se toma zumo de manzana, excepto que el litro
diario de zumo se reemplazara por 1500 a 2000 mg. de ácido
málico, tomado con dos vasos de agua tibia.
Beba estas soluciones en pequeñas cantidades durante el día.
21. Alimentación Saludable
Se puede comer libremente: Frutas Comer con moderación: Huevos
del tiempo (dulces o ácidas). frescos (2 por semana).
Frutas y frutos secos (incluso Soja, guisantes y habichuelas,
aceitunas negras). así como legumbres secas.
Legumbres y cereales. Grasas saturadas (mantequilla,
Verduras - especialmente, mahonesas,…)
alcachofas, cardo, endibias, Mermelada. Azúcar de caña,…
escarola (amargas todas) Se restringirá:
Aceite de oliva 1ª presión. El consumo de pastelería
Plantas aromáticas (romero) industrial, así como de
Miel (mejor la de romero – es un chocolate, café, alcohol, tabaco,
discreto estimulante para el embutidos, carnes grasas en
hígado) general, pescado azul, fritos y
rebozados.
Beber agua con limón.
22. Planificación Diaria
Mañana:
Fruta fresca o seca, o pan integral con miel, más una infusión de tomillo,
romero y boldo, o sopa de legumbres.
Mediodía:
Fruta del tiempo;
Ensalada variada;
Hortalizas cocidas;
Queso o cuajada con frutos secos y miel de romero
-Esporádicamente pescado blanco a la plancha)
Noche:
Frutas del tiempo;
Crudités o ensalada;
Legumbres o verduras al vapor con patata; tortilla francesa
esporádicamente;
Cuajada o, yogur natural o, requesón magro con miel.
24. COGOLLOS DE TUDELA CON SALSA DE
MISO (4 personas)
Ingredientes:
4 cogollos de Tudela. 2 zanahorias ralladas. 8 espárragos
trigueros. Un puñado de alfalfa germinada. Aceitunas
negras sin hueso. Pimiento del piquillo en tiras.
Ingredientes para la salsa:
200 dl de aceite de oliva. 1 cucharada de hacho miso. 1
cucharada de mostaza en granos. 1 cucharada de agua.
25. Preparación:
Lavar, escurrir y cortar los cogollos por la mitad.
Cocinar los espárragos 20 minutos o, escurrirles el agua
en caso de ser de bote. Rallar las zanahorias y lavar los
brotes de alfalfa. Cortar los pimientos del piquillo.
Disponemos los ingredientes en una bandeja ensaladera
colocando los cogollos en fila y en un lateral de este
soporte. Los espárragos en los laterales y en las bases de
los cogollos haremos montoncitos con la zanahoria
rallada y los brotes de alfalfa. Los pimientos del piquillo
los dispondremos sobre los cogollos.
El aliño:
En un bol aparte mezclamos el aceite, el miso y la
mostaza removiendo para mezclar, añadimos el agua y
ligamos la salsa. Se sirve en salsera aparte.
26. La información aquí ofrecida esta
recopilada de un articulo del Dr.
Josep Lluís Berdonces publicado
en la revista “CuerpoMente- nº
35”.
*Zumo de manzana es un extracto
del libro de Andreas Moritz
“Limpieza Hepática y de la
Vesícula” (ediciones Obelisco).
27. Fin
Diseño: Orlando Betancor
Profesor de Cocina - Personal Cooking Trainer – Técnico en Dietética y Nutrición
Terapeuta Fisioenergético
Para más Información
www.elriaddelabaraka.com