El documento ofrece consejos para alejar la ansiedad de la vida. Sugiere incorporar hábitos como aprender a respirar conscientemente, relajarse, pedir ayuda, controlar pensamientos negativos, hacer ejercicio, comer alimentos saludables, no agobiarse con responsabilidades y buscar ayuda de un especialista si es necesario. Además, recomienda interceptar y combatir pensamientos ansiosos, meditar y respirar, liberar endorfinas con ejercicio, y evitar cafeína para reducir la ansiedad.
3. Podemos pensar que la ansiedad es una condición especial, que llega a ciertas
personas únicamente, no nos damos cuenta, que todos somos propensos a
sufrir estados de ansiedad, especialmente por la manera en la que estamos casi
obligados a llevar nuestra vida hoy día.
Sin embargo, podemos incorporar algunos hábitos a nuestra vida, para que la
ansiedad deje de ser un problema, si logras manejar estos trucos, te darás cuenta
como cambia provechosamente tu existencia.
Aprende a respirar. El primer truco que debes tener en cuenta es la respiración.
En el momento que sientes que la ansiedad te invade, es necesario que des pasó
rápido a la respiración, de manera consciente mucho mejor. Ciertas técnicas de
respiración pueden calmar tu mente y por ende tu espíritu.
Aprende a relajarte. Es importante que aprendas técnicas cortas, pero efectivas
que te ayuden en esos momentos.
Pide ayuda. Busca contención en esos momentos. Del trastorno de ansiedad
generalizada no se sale solo, necesitas de ti mismo, de tu médico y de tu familia y
amigos. Por ello, cuenta con ellos, especialmente en los momentos de gran
ansiedad.
Controla tus pensamientos negativos. En el momento que comienzas a sentir
ansiedad, es importante que identifiques el o los pensamientos que has tenido,
pues de ellos surgen nuestras emociones y estado de ánimo.
No consumas alcaloides. Evita ciertos alimentos y/o bebidas que pueden
desencadenar o potenciar una crisis de ansiedad, como por ejemplo beber café en
exceso, comer chocolate en exceso, etc.
Procura relajarte antes de ir a dormir. Un momento muy angustiante es la hora
de irse a dormir. Por lo general esos momentos son las preocupaciones suelen
irrumpir en tus pensamientos.
Haz ejercicio. Sal a caminar o practicar la actividad física que más te agrade. El
ejercicio físico es de gran ayuda para reducir la tensión nerviosa y ansiedad.
Además libera endorfinas que te brindan placer y bienestar.
4. Elige alimentos saludables y ricos en triptófano. Puedes incluir en tu
dieta alimentos ricos en triptófano y serotonina (dos principios activos que pueden
ayudar a tratar este tipo de trastornos).
No te agobies con responsabilidades y actividades. Haz lo que puedas,
recuerda que la falta de concentración y el cansancio físico-mental son algunos de
los síntomas de los trastornos de ansiedad. Por ello, no te exijas demasiado. El
tratamiento del trastorno de ansiedad no es fácil, pero si tienes la constancia de
poner en práctica estos trucos, junto a la atención médica, será un buen comienzo
para calmar tu mente, tu espíritu y así superar la ansiedad.
Y finalmente nunca dudes buscar un especialista s sientes que lo requieres, la
humildad de recibir nos libera y permite seguir avanzando…
6. La ansiedad excesiva es una condición cada vez más frecuente en adultos,
jóvenes e incluso niños. Se calcula que en las últimas décadas, en todo el
continente americano, los niveles de ansiedad han aumentado en un 1.200%.
Aunque esta cifra es alarmante y de más en más nos estamos acostumbrando a
vivir bajo enormes cantidades de estrés, por suerte sabemos que existen formas
de combatir la ansiedad y tomar el control de nuestra salud psicológica. Pon
en práctica estos 5 consejos y mejora tu calidad de vida desde hoy.
La ansiedad es producto de un exceso de miedo al futuro. El ser humano
desarrolló la capacidad de anticipar y preveer como una herramienta evolutiva que
le da ventajas sobre otras especies y le permite solucionar problemas incluso
antes de que estos aparezcan.
Sin embargo, esta capacidad puede jugar en contra de nosotros. Nos sentimos
ansiosos cuando nuestra mente está siempre en el futuro, intentando preveer
y controlar las variables de lo que podría suceder. Por esto sufrimos episodios
de ansiedad durante la noche, antes de dormir, ya que este es el momento en que
nuestro cerebro se proyecta hacia el día siguiente. Es muy común que justo
cuando deberíamos descansar aparezcan pensamientos intrusivos del tipo:
“qué pasará mañana“, ”cómo voy a hacer para resolver esta situación…”.
Sentimos que si pensamos en los problemas podremos encontrar una solución
anticipada, y en realidad solo estamos agrandando su dimensión y no
llegamos a ninguna conclusión.
7. 1. Intercepta y combate los pensamientos ansiosos.
La ansiedad se alimenta de ansiedad. Si le das rienda suelta a los pensamientos
ansiosos, acabarás enloqueciendo. La angustia que produce la ansiedad
funciona como una bola de nieve y el único que puede detenerla eres tú. En
primer lugar debes interceptar los malos pensamientos. Esto quiere decir,
identificarlos en el momento en que ocurren. Cuando te descubras alimentando
ideas intrusivas y ansiosas, detente. Intenta enfocar tu pensamiento en el
momento presente, piensa en el pasado y no en el futuro; enfócate en revivir
algún recuerdo feliz y tranquilo. Si esto no funciona, haz una lista. Toma
papel y lápiz y escibe las cosas que te preocupan y una posible
solución (concreta y práctica) para cada una. El ejercicio de escritura te ayudará a
racionalizar los problemas y darles una dimensión real, en otras palabras, no les
permitirá seguir creciendo y dando vueltas dentro de tu cabeza.
2. Medita y respira.
Este es el consejo más frecuente para combatir la ansiedad, y es uno de los
que más funciona. Si tienes frecuentes episodios ansiosos intenta inscribirte a un
curso de meditación, adquirir este hábito mejorará enormemente tu calidad de
8. vida. Si definitivamente lo tuyo no es meditar, o los episodios de ansiedad no son
frecuentes en ti, cuando el exceso de futuro aparezca en tu mente, respira. Pero
no se trata de respirar de cualquier manera, una técnica de respiración inadecuada
para la situación podría ser contraproducente. Concéntrate en el aire que entra
en tu cuerpo y permítele llegar a la parte más baja de tus pulmones.Si sientes
que al inhalar se infla tu vientre, lo estás haciendo bien. Si estás muy estresado es
posible que el aire que respiras esté entrando superficialmente a tu organismo y no
te esté brindando la oxigenación necesaria. Por eso es importante que hagas una
pausa para llenar tus pulmones, hasta el fondo, de aire renovado.Cuando haces
esto estás liberando dióxido de carbono represado y cargado de estrés, y
oxigenando tus órganos y sangre. Tu cuerpo te lo agradecerá.
3. Libera endorfinas y distensiona tu cuerpo.
Para lograr esto, lo mejor que puedes hacer es ejercitarte. Cuando haces
ejercicio liberas endorfinas y serotonina, dos enzimas que tu cerebro asocia
con la sensación de placer y bienestar, pero además calientas todo tu cuerpo y
te permites distensionar tus músculos. La sensación de calor puede alterar los
circuitos neuronales que controlan el estado de ánimo. Ejercitarte es una
buena manera de enfocarte en el “aquí“ y el ”ahora”. En otras palabras, te ayuda a
combatir el exceso de futuro que genera ansiedad.
4. Prueba estos antídotos naturales.
Además de todo lo anterior, puedes prepararte una infusión de manzanilla
(camomila) o valeriana o disfrutar en calma de un té verde. Estos tres
ingredientes naturales contienen propiedades relajantes que ayudarán a tu
cuerpo a distensionarse y calentarse.
5. Evita la cafeína.
Cuando estás ansioso puede que sientas que necesitas un café para darte energía
y así poder solucionar todos los problemas a los que te anticipas. ¡No! La cafeína
acelerá más tu cuerpo, será el combustible que los pensamientos ansiosos
necesitan para crecer. Nunca busques acelerarte cuando estés ansioso. Por el
contrario, serénate y avanza un paso a la vez.