1. isabel chimpu ocllo
nombres. romero jesus
alfaro piero grado y sección.
angeles martin 2 “ b “
denilson garcia profesor:
jaime jauregui ruben espino hernandez
2. “Si al lavado de manos”
lavarse las manos es importante para la salud.
3. Definición del lavado de manos:
La higiene de manos es el término general que se aplica a cualquier lavado de pies, lavado antiséptico de manos, antisepsia de
manos por frotación o antisepsia quirúrgica de manos, que se realiza en los centros sanitarios para prevenir las infecciones
relacionadas con la atención sanitaria (IRAS).
Las IRAS se definen como aquellas infecciones que afectan a un paciente durante el proceso de atención en el hospital u otra
instalación de atención sanitaria que no estaban presentes ni se estaban incubando en el momento del ingreso. En la aparición de
las IRAS influyen múltiples factores.
No obstante, la falta de higiene de manos siempre antes y después de estar en contacto con un paciente es probablemente el
único factor relacionado con la transmisión de los microorganismos común a la mayor parte de las infecciones.
Por ello, se considera desde hace mucho tiempo que es la medida de prevención más eficiente para evitar las enfermedades
infecciosas.
4. Importancia del lavado de manos:
Los estudios muestran que lavarse las manos con jabón es una de las
maneras más efectivas, simples y económicas de prevenir enfermedades.
Los gérmenes existen en todas partes de nuestro entorno, pueden haber
más de 3000 en cada centímetro cúbico. Ciertos virus pueden sobrevivir
hasta más de veinte minutos en la superficie de los objetos. Para evitar
enfermarnos a causa de tales invasores, debemos aprender a lavarnos las
manos con jabón de manera regular y asegurarnos de que queden
completamente limpias.
5. Cómo lavarse las manos:
1. Abrir la canilla y mojarse las manos con un poco de agua
2. Con un jabón o chorrito de jabón líquido enjabonarse las manos completamente frotándose bien toda la
superficie de las manos: palmas, dorso, entre los dedos y las muñecas. Cepillarse debajo de las uñas.
3. Enjuagarse las manos con abundante agua.
4. Secarse las manos con una toalla limpia, una toalla descartable o un secador de aire. Sino, sacudirlas hasta
que queden secas.
6. Historia del lavado de manos:
En octubre de 1846, el doctor Ignacio Felipe Semmelweis, tras observar la muerte de mujeres en las maternidades después de ser
atendidas por doctores que provenían de las morgues, dispone de un lavatorio para el aseo de manos del personal médico. La
medida será curiosamente criticada y denostada, y terminará con la destitución del doctor Semmelweis. Sin embargo, con los años
se impondrá su postura entre la ciencia médica, principalmente por sus buenos resultados.
En octubre de 2002 fue publicada la Guía para la higiene de las manos en el medio sanitario por los CDC (Centers for Diseases
Control and Prevention) en el Morbidity and Mortality Weekly Report.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) lanzó en 2005, a través de la Alianza Mundial para la Seguridad del Paciente, el primer
Reto Mundial en pro de la Seguridad del Paciente Una atención limpia es una atención más segura, con el objetivo de reducir las
IRAS. Estaba integrada por varias acciones, siendo la principal la promoción de la higiene de manos.
7. Condiciones generales del lavado de manos:
Mantener las uñas cortas y limpias, sin esmaltes ni postizos. Las uñas largas aumentan el riesgo de rotura
de guantes.
No usar anillos, relojes ni pulseras. Estos elementos actúan como reservorio y dificultan la limpieza de
manos y antebrazos.
El uso de cremas hidratantes después de la actividad laboral se considera recomendable porque aumenta la
resistencia de la piel y al mantenerse íntegra disminuye la contaminación por gérmenes.
Usar preferiblemente los jabones con dosificador.
No reutilizar los envases de jabón, ya que se contaminan fácilmente.
Usar toalla de papel, ya que la de tela se contamina fácilmente.
El uso de guantes no suple el lavado de manos.
8. Tipos de lavado de manos
Lavado de manos rutinario • Lavado de manos quirúrgico
9. Lavado de manos rutinario
Técnica del lavado de las manos con agua y jabón[editar]
Se utiliza agua, jabón líquido (mejor con dosificador o dispensador), lavado y toalla de papel desechable. 0. Mójese las manos con agua; 1.
Deposite en la palma de la mano una cantidad de jabón suficiente para cubrir todas las superficies de las manos; 2. Frótese las palmas de
las manos entre sí; 3. Frótese la palma de la mano derecha contra el dorso de la mano izquierda entrelazando los dedos y viceversa; 4.
Frótese las palmas de las manos entre sí, con los dedos entrelazados; 5. Frótese el dorso de los dedos de una mano con la palma de la
mano opuesta, agarrándose los dedos; 6. Frótese con un movimiento de rotación el pulgar izquierdo atrapándolo con la palma de la mano
derecha y viceversa; 7. Frótese la punta de los dedos de la mano derecha contra la palma de la mano izquierda, haciendo un movimiento de
rotación y viceversa; 8. Enjuáguese las manos con agua; 9. Séquese con una toalla desechable; 10. Sírvase de la toalla para cerrar el grifo;
11. Sus manos son seguras.
10. Lavado de manos quirúrgico
Su objetivo es eliminar la flora bacteriana transitoria y el máximo posible de la flora bacteriana residente de las manos previo a un
procedimiento invasivo que, por su naturaleza o duración, requiere un alto grado de asepsia y efecto residual antimicrobiano prolongado. Se
utiliza lavabo quirúrgico, jabonera automática, cepillos estériles, contando el cepillo con una esponja de poliuretano y el jabón que brinde
protección a largo plazo. También es necesario contar con un limpiador de uñas. Procedimiento 1. Realizar el aseo de manos rutinario 2.
Tomar el cepillo estéril del depósito correspondiente y verter en el mismo jabón o solución antiséptica. 3. Desempeñar el lavado quirúrgico
en tres tiempos quirúrgicos: Primer tiempo. Se comienza el proceso con movimientos rotatorios, empezando desde los espacios ungueales,
continuando con los dedos y los espacios interdigitales de la cara interna y externa a partir del dedo pulgar, prosiguiendo con la palma el
dorso, antebrazo y el tercio inferior del antebrazo.l Al finalizar esta actividad se enjuaga el cepillo y se deja actuar el jabón pasando a la otra
extremidad y repitiendo los pasos correspondientes. De igual manera, las dos extremidades se enjuagan. Segundo tiempo. El proceso debe
de ser repetido, pero esta vez hasta la parte superior del antebrazo en las dos extremidades. También se enjuagan las dos extremidades al
final para dejar actuar el jabón o la solución antiséptica. Tercer tiempo. Repetir los pasos, pero esta vez hasta el tercio inferior del antebrazo
y procediendo con las dos extremidades, y enjuagando al final dejando actuar el jabón. 4. Enjuagar y dejar caer el cepillo en el lavabo,
conservando las extremidades hacia arriba a la altura de los hombros y retirarlos del cuerpo hasta pasar a la sala de operaciones. 5. Tomar
una toalla estéril del equipo de ropa quirúrgica y secar las extremidades de los dedos dirigiéndose al tercio inferior del brazo.