La Iglesia celebra el Día del Catequista para reconocer el importante papel de los catequistas en transmitir la fe y ayudar a otros a profundizar su relación con Dios. Los catequistas dedican su tiempo a enseñar sobre Jesús y ayudar a las personas a vivir de acuerdo con los principios del Evangelio. Esta resolución invita a todos los fieles a orar por los catequistas y apoyar su labor de compartir el amor de Dios.