La sociedad feudal se dividía en cuatro clases: nobles, clérigos, campesinos libres y siervos. Los nobles se encargaban de la guerra y la defensa militar, mientras que los clérigos se dedicaban a la religión y la cultura. Los campesinos libres podían abandonar las tierras en las que trabajaban para buscar otro señor, mientras que los siervos carecían de libertad y estaban atados a la tierra. El feudalismo surgió en el siglo V después de la caída del Imperio Romano