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Comparación de dos métodos de sacrificio en trucha arcoiris (Oncorhynchus mykiss) 287Lat. Am. J. Aquat. Res., 43(2): 287-294, 2015
“Proceedings of the 4th National Conference of Aquaculture, Chile”
Sandra Bravo & Rolando Vega (Guest Editors)
DOI: 10.3856/vol43-issue2-fulltext-3
Research Article
Comparación de dos métodos de sacrificio en trucha arcoiris
(Oncorhynchus mykiss)
Jorge Diaz-Villanueva1
& Hugo Robotham2
1
Fundación Chile, Alimentos y Biotecnología, P.O. Box 773, Santiago, Chile
2
Instituto de Ciencias Básicas, Facultad de Ingeniería, Universidad Diego Portales
P.O. Box 298V, Santiago, Chile
Corresponding author: Hugo Robotham (hugo.robotham@udp.cl)
RESUMEN. El método tradicional de sacrificio de trucha arcoiris (Onconrhynchus mykiss) mediante
aturdimiento automático seguido de desangre por corte branquias fue comparado con un método alternativo por
disminución rápida de la temperatura (-3.5°C) con inmersión en hielo líquido sin usar desangrado. Se midió el
pH muscular como un indicador de estrés alcanzado durante las fases de confinamiento y de sacrificio, y se
evaluó la capacidad de retención de sangre que tienen las vísceras y cabezas como fuentes potenciales para uso
y resguardo de la bioseguridad debido a riesgos de dispersión de sangre al medio. Los pesos medios de las
vísceras y cabezas por ejemplar con el método alternativo de sacrificio superaron en 24,4 g al método tradicional,
lo que equivale a un 1,07% del peso medio del cuerpo de un ejemplar promedio. El método alternativo acumuló
un 5,3% más de peso por ejemplar en las vísceras, y un 4,9% más de peso en las cabezas que el método
tradicional. La retención estimada de sangre debido a las vísceras y cabezas con el método alternativo
correspondió al 44,6% del total de sangre derramada por el método tradicional. Proyectando una producción de
salmónidos (truchas y salmones) al año 2014 de 900.000 ton, la retención de sangre sería al menos de 9.630 ton.
No se evidenciaron diferencias significativas en el pH muscular entre los dos métodos. El pH de los peces en el
punto de confinamiento fue igual a 7,06 magnitud que disminuyó aproximadamente a pH = 6,5 en la fase de
sacrificio independiente del método de sacrificio utilizado. El método alternativo no produce la muerte
instantánea del pez, pero tiene mayor capacidad que el método tradicional de retener sangre en vísceras ycabezas
para ser usada en aumentar la bioseguridad, y si se combina con métodos más eficientes para alcanzar una rápida
inconsciencia, por ejemplo aturdimiento eléctrico, se tendría un método de sacrificio combinado útil para
mejorar los actuales métodos. La propuesta de métodos más eficientes y efectivos de sacrificio de los peces es
un tema abierto que requiere más investigación.
Palabras clave: Onconrhynchus mykiss, trucha arcoiris, pH, estrés, cosecha, corte branquias, bioseguridad.
Comparision of two slaugthering procedures in rainbow trout
(Oncorhynchus mykiss)
ABSTRACT. The traditional slaughter procedure of rainbow trout (Onconrhynchus mykiss) by automatic
stunning followed by bleeding by cutting gills was compared with an alternative slaughter procedures which
involves rapid decreasing temperature (-3.5°C) by immersion in flow-ice without gill bleeding. Muscle pH was
measured as an indicator of stress achieved during confinement and sacrifice phases. The capacity of blood
retention in the gut and head is proposed as potential sources to assess biosecurity. The average weight of gut
and head per fish with the alternative method was 24.4 g higher than the traditional method, equivalent to 1.04%
of the body weight of an average specimen. The alternative method accumulated 5.3% more weight in gut per
fish than the traditional method and 4.9% more in the head weight than the traditional method. The amount of
blood retained in the gut and head with the alternative method represented 44.6% of total shed by the traditional
method. For a forecast of 900,000 ton of salmonids in 2014, the blood retained in gut and head was estimated
in at least 9,630 ton. No significant differences in muscle pH between the two methods were observed. The pH
of the fish in the confinement point was equal to 7.06 decreasing approximately to 6.5 in the sacrifice phase
independent of the method employed. The alternative method does not produce instant death of the fish; howe-
ver, it has more capacity than the traditional method to retained blood in gut and head to be used in increasing
288 Latin American Journal of Aquatic Research
biosecurity and if combined with more efficient methods to achieve rapid unconsciousness, e.g. electrical
stunning, we would have a combined sacrifice method useful to improve current methods. The proposal for
more efficient and effective slaughter methods of fish is an open issue that requires further investigations.
Keywords: Onconrhynchus mykiss, rainbow trout, pH, stress, slaughter, gill cut, biosecurity.
INTRODUCCIÓN
No hay normativas en Chile sobre métodos de sacrificio
para peces, mientras que en algunos países han
impuesto restricciones sobre algunos de los métodos de
sacrificio utilizados en la industria, enfocándose
principalmente en el bienestar animal, tema que en
peces es relativamente nuevo y sólo recientemente en
Europa se están desarrollando indicadores operativos
de bienestar (Villarroel, 2013). Un estudio reciente en
trucha arcoiris no presentó efectos estresantes medidos
en indicadores hemáticos después de permanecer más
de tres días en ayuno previo al sacrificio (López-Luna
et al., 2013). El estrés en los peces se presenta en varias
de las fases de producción piscícola incidiendo en el
bienestar del animal. Se encuentra ampliamente
documentado que el estrés repercute negativamente en
el sistema inmunológico de los peces, adelanta el rigor
mortis y está asociado con la producción de radicales
libres, que promueven la oxidación de la grasa en los
tejidos, que empeora su calidad y conservación (Jerrett
et al., 1996; Robb et al., 2000; Robb & Kestin, 2002;
Sorensen et al., 2004). Sin embargo, recientes trabajos
realizados en filetes ahumados de salmón del Atlántico,
señalan que las condiciones pre-mortem como stress,
temperatura y tamaño del pez tiene poca influencia
sobre el producto final mientras que las condiciones
post-mortem serían más importantes (Roth et al.,
2009).
Se considera que en la etapa de sacrificio del pez, el
método utilizado es apropiado para el bienestar animal
en la medida que el mecanismo de sacrificio logra que
el pez alcance rápidamente la pérdida total de
consciencia y sensibilidad (Lambooij et al., 2002; Robb
& Kestin, 2002). Sin embargo, actualmente no hay una
técnica de matanza de peces desarrollada, sin que tenga
efectos nocivos en el bienestar. La muerte del pez se
suele realizar de distintas formas y una de las más
usuales y recomendada es combinando un método de
aturdimiento seguido por desangramiento. No obstante,
el desangre es uno de los puntos críticos de la
bioseguridad de la industria chilena y por lo tanto
requiere particular atención debido a que constituye un
riesgo latente en la diseminación de enfermedades de
alto riesgo como la anemia infecciosa del salmón
(ISAv).
El método de aturdimiento mediante un golpe
automático en la cabeza es recomendado frecuente-
mente para inducir pérdida de consciencia e insensi-
bilidad en salmónidos. Siendo este método el más
popular y el más usado en Chile, se sabe que genera un
alto nivel de estrés cuando la técnica de aturdimiento se
usa incorrectamente (EFSA, 2009). El método de
asfixia por enfriamiento mediante suspensión en hielo
y agua, para generar un shock térmico a una
temperatura considerada letal de -1°C, se emplea
actualmente en algunas especies de peces como método
de sacrificio (Fletcher et al., 1988; EFSA, 2009). Sin
embargo, el uso de este método se ha considerado como
una práctica cuestionable, debido a que los peces no
logran la pérdida total de consciencia de manera
inmediata sino que lo hacen gradualmente, lo que
provocaría un estrés mayor. Por parte de la industria, se
argumenta a favor, que este sistema no rompe la cadena
del frío (Skjervold et al., 2001; Robb & Kestin, 2002)
contribuyendo a reducir riesgos que afectan la segu-
ridad alimentaria del consumidor. Se han descrito
varios otros métodos de sacrificio, entre ellos destaca el
aturdimiento eléctrico (Robb & Kestin, 2002; Robb et
al., 2002; Lines et al., 2003; Wilkinson et al., 2008;
Roth et al., 2012), que está siendo utilizado cada vez
más frecuentemente en forma combinada con sistemas
de enfriamiento por hielo y agua (Sattary, 2010). El
aturdimiento eléctrico logra inconsciencia casi inme-
diata, su efectividad depende de la fuerza del campo
eléctrico aplicado, la densidad y distribución de los
ejemplares en el estanque (EFSA, 2009).
La búsqueda de métodos alternativos comerciales
de cosecha que sean más aceptables no solo desde un
enfoque de bienestar animal, sino también de
bioseguridad, que ayude a reducir riesgos potenciales
de diseminación de enfermedades, requiere disponer de
información específica y comparada de los métodos de
sacrificio en uso para las especies. En este trabajo,
utilizando trucha arcoiris (Oncorhynchus mykiss), se
compara el efecto pH muscular como un indicador de
estrés alcanzado durante la etapa de confinamiento,
previo al sacrificio y posteriormente en la etapa de
sacrificio; se evalúa además la capacidad de retención
de sangre que tienen las vísceras y cabezas como
fuentes potenciales para resguardo de la bioseguridad
debido a riesgos por dispersión de sangre al medio,
usando dos métodos de sacrificio; el más usado en
Chile para salmónidos basado en aturdimiento
automático por golpe en la cabeza y posterior desangre
por corte de branquias y el método basado en asfixia
Comparación de dos métodos de sacrificio en trucha arcoiris (Oncorhynchus mykiss) 289
por inmersión en hielo líquido mediante un golpe de
frío a -3.5°C, sin desangramiento por corte de branquias.
MATERIALES Y MÉTODOS
El estudio fue realizado en trucha arcoiris en las
instalaciones de la empresa Trusal, Puerto Montt, Chile
(41°28’11”S, 72°56’41”W). Los experimentos se
efectuaron durante octubre-noviembre 2010 y enero
2011 en el centro de cultivo Punta Iglesias. Todos los
peces mantenidos en las jaulas de acopio estuvieron en
ayuno 72 h antes de ser cosechados.
Experimento 1: Efecto del pH en sistemas con hielo
líquido
Se seleccionaron 200 ejemplares de trucha arcoiris para
comparar el pH muscular bajo diferentes tiempos de
exposición al frío. Los ejemplares seleccionados tenían
un peso medio de 2.252,4 g con una desviación estándar
de 648,2 g. El pH muscular fue medido en ejemplares
cosechados por inmersión en hielo líquido a
temperatura de -3,5°C durante 5, 10, 15 y 20 min. Se
incluyó el nivel de tiempo 0 min para las mediciones de
pH muscular tomadas en el punto de confinamiento o
corte, localizada inmediatamente a la salida de la balsa
de acopio. La medición de pH muscular con el método
tradicional en la fase de sacrificio se realizó a la salida
del salmoducto (mesa de aturdimiento) en ejemplares
que fueron succionados desde la balsa de acopio (punto
de confinamiento). La medición de pH muscular con el
método alternativo en la fase de sacrificio por
inmersión en hielo líquido se realizó en ejemplares que
estuvieron expuestos durante 5, 10, 15 y 20 min a
temperatura de -3,5°C. El punto de confinamiento se
considera como un nivel de control donde se espera
encontrar un mayor pH muscular que en la fase de
sacrificio. Por cada intervalo de tiempo de exposición
al frío y en el punto de confinamiento (control) se midió
el pH muscular en 10 ejemplares, el diseño se replicó
dos veces durante dos días seguidos, generando cuatro
grupos de muestras (G1 a G4). Se utilizó una
temperatura de enfriamiento a -3,5° ya que esa tempe-
ratura es considerada letal para los peces, y el 100% de
los ejemplares alcanza la inconsciencia total a partir de
5 min de exposición al frio (Fletcher et al., 1988; EFSA,
2009). Para medir el pH muscular se utilizó un pHmetro
(Hanna Instrumens, Modelo HI 98150), la metodología
consistió en insertar el electrodo en la musculatura
oscura localizada bajo la aleta dorsal de los peces.
Experimento 2: Efecto pH entre métodos de sacri-
ficio
Se selecciónó 60 ejemplares de truchas arcoiris para
comparar el pH muscular con los métodos tradicional y
alternativo. Los ejemplares seleccionados presentaron
un peso medio de 2.218,8 g y una desviación estándar
de 805,9 g. La medición de pH muscular con el método
tradicional se replicó siguiendo el enfoque presentado
en el experimento 1. La medición de pH muscular con
el método alternativo por inmersión en hielo líquido se
replicó siguiendo el experimento anterior en ejemplares
que estuvieron expuestos durante 5 min a -3.5°C. Se
utilizó como método de control las mediciones de pH
muscular en peces localizados en el punto de corte
inicial (confinamiento) en la balsa de acopio. Se midió
el pH muscular de 10 ejemplares para cada método de
cosecha y en el control. El diseño fue replicado durante
dos días, generando dos grupos de muestras (G5 y G6).
Experimento 3: Efecto peso vísceras, cabeza y HG
(sin cabeza y sin vísceras)
Se seleccionaron 600 ejemplares de truchas arcoiris
para este experimento, 300 peces por cada método de
sacrificio. Los ejemplares se agruparon en grupos de 5
ejemplares por intervalos de peso de amplitud igual a
50 g, partiendo del rango inferior de peso 1.800-1.850
g al rango superior de 2.750-2.800 g. Se generaron 20
clases de intervalos de peso, y en cada intervalo se
replicaron tres grupos de 5 ejemplares. Por cada grupo
de ejemplares y método de sacrificio, se obtuvo el peso
medio inicial, peso medio de vísceras, peso medio de
cabezas y peso medio HG por ejemplar.
Análisis estadístico
Los análisis estadísticos fueron realizados usando el
programa IBM SPSS 20.0. Se utilizó la prueba de
homogeneidad de varianzas de Levene. La prueba de
Kolmogorov-Smirnov (K-S) se usó para verificar
normalidad. El pH se analizó con la prueba ANOVA
para diseños de efectos fijos. La significancia de los
resultados para identificar diferencias signifi-cativas (P
< 0,05) entre tratamientos fue analizada usando la
prueba de comparaciones múltiples de Tuckey. Los
niveles medios de pH se indican incluyendo la medida
promedio ±1 error estándar (EE). Para comparar el
efecto de acumulación de sangre entre los sistemas de
sacrificio se usó un modelo de análisis de covarianza
utilizando el modelo lineal generalizado (MLG). En
este modelo se supone una relación lineal entre la
variable de respuesta (peso de vísceras, peso cabezas o
peso HG) y la covariable (peso inicial), se incluye en el
modelo una componente que mide el efecto debido a
los métodos de sacrificio. La covariable se incluye en
el modelo como un efecto bloque cuya función es
reducir el error experimental y aumentar la precisión.
290 Latin American Journal of Aquatic Research
Figura 1. Variación del pH en truchas arcoiris debido a
cinco niveles de exposición al frio (min) en hielo líquido
según grupo de muestras.
RESULTADOS
La Figura 2 muestra para cada grupo la evolución de
los pH medios de los ejemplares por tiempo de
exposición al frío. Los cuatro grupos de muestras
analizados confirman el supuesto de varianzas homogé-
neas de los pH entre niveles de exposición al frío (P >
0,097; Levene). Los pH medios por ejemplar en los
cuatro grupos de muestras presentaron diferencias
significativas entre los distintos tiempos de exposición
al frío (P < 0,05; ANOVA). Las comparaciones
múltiples entre pares de niveles de exposición al frío
confirmaron que la significancia observada (P <
0.0001; Tukey), se atribuye en todos los grupos
analizados al efecto pH muscular en el punto de
confinamiento (control), mientras que las compa-
raciones múltiples de los pH medios entre pares de
niveles de tiempo de exposición al frío a partir de los 5
min no presentaron diferencias significativas (P >
0,448; Tukey).
Los pH medios por ejemplar en el punto de
confinamiento por cada grupo variaron entre 7,0 y 7,2
siendo las estimaciones en cada grupo; G1: 7,13 ±
0,026EE; G2: 7,03 ± 0,053EE; G3: 7,00 ± 0,044EE;
G4: 7,20 ± 0,049EE. Al excluir el punto de
confinamiento (0 min) y considerando solo los tiempos
de exposición de los 5 min en adelante, los pH medios
fueron inferiores al pH medio de confinamiento en
todos los grupos (G1: 6,57 ± 0,018; G2: 6,43 ± 0,020;
G3: 6,45 ± 0,021; G4: 6,48 ± 0,027). Los pH medios
por ejemplar en los cinco niveles de tiempo presentaron
Figura 2. Variación del pH en truchas arcoiris por método
de cosecha (control (confinamiento), alternativo y tradi-
cional) según grupo de muestra.
diferencias significativas (P < 0,05; ANOVA), siendo
las estimaciones en cada tiempo de exposición; 0 min:
7,09 ± 0,025EE; 5 min: 6,55 ± 0,035EE; 10 min: 6,58
± 0,037EE; 15 min: 6,56 ± 0,031EE; 20 min: 6,57 ±
0,029EE.
Los pH medios de los peces debido a los dos
métodos de cosecha y el control (punto de confina-
miento) se indican en la Figura 3. Los dos grupos de
muestras considerados en este experimento confirman
el supuesto de homogeneidad de varianzas (P > 0,127;
Levene). Al comparar el pH medio por ejemplar entre
métodos y control se observaron diferencias signifi-
cativas (P < 0,05; ANOVA) que se explicaron por el
efecto pH muscular medido en el punto de confina-
miento. El pH medio en el punto de confinamiento fue
estimado en 7,06 ± 0,029EE. No se evidenciaron
diferencias significativas entre los dos métodos (P >
0,954; Tuckey). El pH medio en las truchas arcoiris
cosechadas con el método alternativo fue de 6,52 ±
0,041EE y con el método tradicional en 6,53 ±
0,034EE.
Usando el peso de las vísceras, cabezas y ejemplares
HG, respectivamente, como la variable respuesta y el
peso inicial como covariable se ajustaron tres modelos
de covarianza utilizando el modelo lineal generalizado
(Figs. 4-6). Las estadísticas del peso inicial de los
ejemplares de trucha arcoiris seleccionados se indican
en la Tabla 1. Los coeficientes de variación fueron
igual a 12,5% con el método alternativo y 12,6% con
Comparación de dos métodos de sacrificio en trucha arcoiris (Oncorhynchus mykiss) 291
Figura 3. Efectos de los métodos de cosecha en el peso de
las vísceras de trucha arcoiris. Líneas de regresión lineal:
método alternativo (cuadrados, línea continua); método
tradicional (círculos, línea de puntos).
Figura 4. Efectos de los métodos de cosecha en el peso de
las cabezas de trucha arcoiris. Líneas de regresión lineal:
método alternativo (cuadrados, línea continua), método
tradicional (círculos, línea de puntos).
el tradicional lo que asegura para los análisis una
distribución altamente homogénea de pesos por
método. Se observó que el peso medio estimado para
vísceras y cabezas es mayor con el método alternativo
que el tradicional (Tabla 2). Los tres modelos lineales
presentaron altos niveles de ajuste (R2
> 0,727) y la
prueba de K-S confirmó que los residuos siguen un
modelo normal en la mayoría de los casos, con la
excepción del método alternativo cuando se usa el peso
HG. Sin embargo, es posible considerar que se
encuentra en un nivel aceptable para la validez del
análisis (P > 0,034; K-S). Los tres modelos ajustados
Figura 5. Efectos de los métodos de cosecha en el peso
HG (sin cabeza y sin vísceras) de las cabezas de trucha
arcoiris. Líneas de regresión lineal: método alternativo
(cuadrados, línea continua), método tradicional (círculos,
línea de puntos).
cumplen el supuesto de varianzas homogéneas (P >
0,137; Levene). La covariable peso inicial (P < 0,0001;
MLG) y el efecto métodos (P < 0,0001; MLG) fueron
significativos al usar en el modelo la variable respuesta
peso vísceras como al usar la variable peso cabezas,
derivándose del resultado que el peso medio de las
vísceras y cabezas difieren significativamente entre
métodos. Para el modelo ajustado con la variable peso
HG como respuesta, el análisis MLG mostró que la
covariable peso inicial es significativa (P < 0,0001;
MLG), aunque, no se determinaron diferencias
significativas entre los dos métodos de sacrificio (P >
0,799; MLG).
La diferencia de los pesos medios eviscerados entre
los métodos fue de 15,5 g y el intervalo de confianza de
95% para la diferencia media del peso por ejemplar
fluctuó entre 8,4 y 22,7 g. El método de sacrificio
alternativo acumuló un 5,3% más de peso por ejemplar
en las vísceras que el método tradicional. La diferencia
de medias de los pesos de las cabezas entre los métodos
fue igual a 9,1 g y el intervalo de confianza del 95%
para la diferencia fluctuó entre 6,1 y 12,1 g. El método
de sacrificio alternativo acumuló un 4,9% más de peso
por ejemplar de las cabezas que el tradicional. La
diferencia de los pesos medios HG entre métodos fue
de 1,1 g y el intervalo de confianza de 95% para la
diferencia media fluctuó entre -9,8 y 7,6 g, este
resultado al no incluir el valor cero confirma que los
pesos medios HG no son significativos. El mayor peso
estimado en vísceras y cabezas es atribuible principal-
mente a sangre retenida cuando no hay desangre por
corte de agallas y la temperatura de los peces se enfría
por inmersión en hielo líquido. En las Figuras 6a-6b se
292 Latin American Journal of Aquatic Research
Figura 6. Diferencia en el color de las vísceras y cabezas
de trucha arcoiris. a) Sistema cosecha tradicional (color
claro) y sistema cosecha alternativo (color café oscuro) de
las vísceras, b) sistema de cosecha tradicional (color café
oscuro) y sistema de cosecha alternativo (color rojo) de las
cabezas.
muestra para cada método de sacrificio la marcada
diferencia de tonalidad tanto en vísceras como cabezas
debido a la presencia de los fluidos de sangre retenidos.
DISCUSIÓN
Algunos artículos (Roth et al., 2005) sostienen que una
parte importante de los fluidos de sangre se retiran junto
con los intestinos. Los resultados de este estudio
coinciden con esta afirmación y muestran que los
volúmenes de sangre retenidos en las vísceras fueron
mayores al usar el método de sacrificio alternativo con
hielo líquido que al usar el sistema tradicional. Una
conclusión similar se puede obtener con respecto a la
mayor retención de los fluidos de sangre en las cabezas.
Las referencias sobre el contenido del volumen de
sangre derramado en peces que se ha indicado en
algunas publicaciones fluctúa entre 1,5% y 6% del
cuerpo del ejemplar dependiendo de la especie (Smith,
1996; Roth et al., 2005). La diferencia entre el peso
inicial y la suma de los pesos desagregados en vísceras,
cabeza y HG se estimó en 56 g, la que se atribuye
principalmente a sangre derramada en un ejemplar
promedio de trucha (2.302 g), que equivale al 2,4% del
peso del cuerpo. Estos niveles de sangre estarían dentro
del rango indicado para los peces en la literatura; sin
embargo, no fue considerado en la estimación de
derrames debido a otras fuentes como las que se
generan al efectuar incisiones en la carne para extraer
cabezas y vísceras, lo que indica que la estimación del
nivel de sangre derramado se encuentra subestimado.
Los 15,5 g de diferencia en el peso medio de las
vísceras del método alternativo sobre el tradicional
equivale al 0,67% del peso medio del cuerpo de un
ejemplar de trucha arcoiris, mientras que los 9,1 g de
diferencia en el peso medio de las cabezas equivalen al
0,4% del peso medio del ejemplar. En total, el método
de sacrificio alternativo retuvo 24,6 g más que el
sistema tradicional que equivale al 1,07% del peso del
cuerpo del ejemplar. La mayor retención estimada de
sangre en vísceras y cabezas mediante el método de
sacrificio alternativo, por no efectuar corte de
branquias, significa retener el 44,6% del total de sangre
que se evacúa (56 g) con el sistema de sacrificio
tradicional, utilizando el corte de branquias.
Proyectando los volúmenes de sangre que retienen
las vísceras y cabezas al usar el método alternativo, se
estima que para una producción de salmónidos (truchas
y salmones) al año 2014 de 900.000 ton, la retención de
sangre al menos sería de 9.630 ton, asumiendo que la
retención de sangre representa un 1,07% del cuerpo
medio de un ejemplar. Una consecuencia de no realizar
el desangre mediante corte de branquias tiene directa
relación con la bioseguridad ya que permite optimizar
la manipulación de los residuos en la fábrica, para
reducir el riesgo de diseminación de enfermedades que
podría provocar la dispersión de sangre al medio. La
mayor acumulación de sangre retenida en las vísceras y
cabezas debido al método alternativo que facilita el
manejo de estos residuos y optimiza los espacios de
trabajo, proporciona además una fuente potencial para
uso en nuevos hidrolizados u otros productos que
pueden ser usados para alimentación animal y otras
aplicaciones como fertilizantes (Aspmo et al., 2005).
Niveles muy bajos de pH en los peces son
atribuibles a un alto estrés lo que los predispone en esta
etapa del cultivo (cosecha) a una menor calidad del
producto y decoloración de la carne, los niveles
reportados de pH dependen de la especie. Robb et al.
(2000) señalan que la trucha arcoiris (O. mykiss) en
confinamiento tiene típicamente un pH muscular entre
7,6 y 7,8. En este estudio en la etapa de confinamiento
se registraron valores de pH muscular entre 7,0 y 7,2
inferiores a los niveles promedios reportados por Robb
a
b
Comparación de dos métodos de sacrificio en trucha arcoiris (Oncorhynchus mykiss) 293
Tabla 1. Estadística descriptiva de los pesos de trucha arcoiris usados en los experimentos según método de cosecha.
Método
sacrificio
Muestra
(n)
Peso
mínimo (g)
Peso
máximo (g)
Peso
medio (g)
Desviación
estándar (g)
Alternativo 300 1.800 2.798 2.301,8 288,9
Tradicional 300 1.800 2.800 2.303,2 288,2
Tabla 2. Indicadores estadísticos de los modelos lineales
de regresión ajustados: bondad de ajuste (R2
), prueba
Kolmogorov-Smirnov (K-S) y peso medio estimado de la
variable respuesta (Media).
Variable Método R2
K-S Media (g)
Vísceras Tradicional 0,841 0,200 271,9
Alternativo 0,847 0,200 287,4
Cabezas Tradicional 0,727 0,200 175,5
Alternativo 0,836 0,860 184,6
HG Tradicional 0,990 0,200 1.798,6
Alternativo 0,986 0,034 1.799,7
et al. (2000). La medición de pH muscular en la etapa
post-confinamiento, en la fase de sacrificio, sufrió una
disminución del pH muscular quedando en un valor
aproximado de pH = 6,5 independiente del método de
cosecha utilizado. Cuando se comparan los dos
métodos y los distintos tiempos de exposición al frio (5
a 20 min) no se encontraron diferencias significativas.
En consecuencia, se puede establecer como hipótesis
que es posible exponer a los individuos a tiempos más
prolongados de exposición al frío con temperaturas de
-3,5°C sin que afecte significativamente el nivel del pH
muscular del pez.
La literatura considera el método de sacrificio
tradicional como de bajo impacto en el bienestar animal
(Robb & Kestin, 2002) respecto al de enfriamiento por
hielo líquido. Sin embargo, no es posible evitar en
procesos industrializados al menos tres manejos que
generan stress durante el sacrificio tradicional, uno de
ellos es la manipulación de los peces cuando son
aturdidos por golpe mecánico en la cabeza, el segundo
cuando los peces deben ser manipulados para realizar
el corte de branquias y el tercero la excesiva exposición
de tiempo de los peces fuera del agua. Los métodos
ideales de cosecha sugieren no remover los peces del
agua y cuando esto no puede ser evitado, los peces no
deberían salir del agua por más de 15 s, ya que después
de este tiempo los peces muestran un comportamiento
hostil (HSA, 2005). En procesos productivos con altos
niveles de producción la probabilidad de fallas de
manejo aumentan considerablemente. Si el aturdi-
miento falla y los peces son sometidos al corte de
branquias sin estar totalmente inconscientes, el desan-
grado se desarrolla en una condición de agitación o
fuerte stress en agua de baja calidad de oxígeno. Lo
anterior es de gran relevancia respecto a la calidad, si
se considera que los peces cuando son sometidos a
situaciones de stress y de hipoxia, derivan el flujo de la
sangre desde las vísceras hacia los músculos y además,
provoca un aumento de la viscosidad de la sangre
(Gallaugher et al., 1995; Valenzuela et al., 2002),
generando en ambos casos factores adversos que evitan
lograr un eficiente desangrado.
La enfermedad del ISA, es causada por el virus de
la anemia infecciosa del salmón (ISAv), que ha
afectado a los salmones en Chile obligando a
replantearse los riesgos que producen las cosechas de
los salmones, como puede ser el desangrado por corte
de branquias. En este sentido, si bien los métodos de
sacrificio por reducción de temperatura en hielo líquido
no se consideran adecuados bajo un enfoque del
bienestar animal por no producir la muerte instantánea
sugerida como menor a 1 s (EFSA, 2009), el método
alternativo se hace potencialmente utilizable si se
combina con un método más eficiente para alcanzar
rápida inconsciencia como podría ser el aturdimiento
eléctrico (Sattary, 2010). Si se combina el aturdimiento
eléctrico como método para alcanzar una más rápida
inconsciencia, evitando el aturdimiento por golpe
mecánico, seguido por la aplicación de un golpe
térmico con hielo líquido a -3,5°C, evitando el
desangramiento por corte de branquias, se podría tener
un método alternativo que asegure mayor bienestar
animal, que sea menos estresante, más efectivo y menos
riesgoso en cuanto al potencial de riesgo de disemi-
nación de patógenos al medio por fluidos de sangre. La
propuesta de métodos más eficientes y efectivos de
sacrificio de los peces es un tema abierto que requiere
más investigación, particularmente si quiere incorporar
bienestar animal, bioseguridad, calidad y seguridad
alimentaria para los consumidores.
AGRADECIMIENTOS
Agradecemos a Marcelo Cortés y Rodrigo Matus por su
apoyo en la gestión con la Empresa Trusal. Extendemos
los agradecimientos a la Fundación Chile y Universidad
Diego Portales en el apoyo al desarrollo del estudio.
294 Latin American Journal of Aquatic Research
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Sandra Bravo & Rolando Vega (Guest Editors)
DOI: 10.3856/vol43-issue2-fulltext-4
Research Article
Desarrollo del ensilado del alga Gracilaria chilensis para la alimentación
del abalón rojo Haliotis rufescens
Alfonso Mardones1
, Rodrigo Cordero1
, Alberto Augsburger2
& Patricio De los Ríos-Escalante2
1
Escuela de Acuicultura, Facultad de Recursos Naturales, Universidad Católica de Temuco
P.O. Box 15-D, Temuco, Chile
2
Escuela de Ciencias Ambientales, Facultad de Recursos Naturales
Universidad Católica de Temuco, P.O. Box 15-D, Temuco, Chile
Corresponding author: Alfonso Mardones (mardolaz@uct.cl)
RESUMEN. En Chile, el principal insumo usado como alimento para abalones son las algas Gracilaria chilensis
y Macrocystis pyrifera. Estas algas experimentan una notable baja de disponibilidad en otoño e invierno, lo cual
trae consigo un aumento considerable de los precios, al tener que depender del abastecimiento desde áreas cada
vez más alejadas de los centros de cultivo de abalones y, eventualmente, generando impactos ecológicos
indirectos en sus poblaciones. El objetivo fue elaborar y evaluar un ensilado del alga G. chilensis para la
alimentación de abalón rojo (Haliotis rufescens), determinando la cantidad de lixiviados generados durante el
proceso, el cambio en la composición proximal del alga, la preferencia y consumo del abalón rojo de ensilado
de G. chilensis. Se logró un producto ensilado de buenas características físicas, químicas y de conservación, así
como una buena aceptación por parte del abalón.
Palabras clave: Gracilaria, alga, Haliotis, abalón, ensilaje, acuicultura.
Development of algae Gracilaria chilensis silage for feeding
red abalone Haliotis rufescens
ABSTRACT. In Chile, the main input used as food for abalone is seaweeds Gracilaria chilensis and
Macrocystis pyrifera. These seaweeds undergo a remarkable low availability in autumn and winter, which
entails a considerable increase in prices, having to depend on supplies from increasingly remote areas of abalone
farms and eventually generating indirect ecological impacts in their populations. As a general objective it was
proposed to develop and evaluate seaweed G. chilensis silage for feeding red abalone (Haliotis rufescens),
determining the amount of leachate generated during the process, the change in proximate composition of the
algae, preference and consumption of G. chilensis silage by red abalone. A silage product of good physical,
chemical and conservation characteristics, and well accepted by the abalone, was achieved.
Keywords: Gracilaria, seaweed, Haliotis, abalone, silage, aquaculture.
INTRODUCCIÓN
Actualmente, Chile cultiva en forma exitosa dos
especie de abalón, Haliotis rufescens (abalón rojo o
californiano) y Haliotis discus hannai (abalón verde o
japonés) (Saltarini, 2001). Así, Chile es el único país de
sudamérica que realiza cultivos de este recurso (Susuki,
2001) y en el 2013, se convirtió en el tercer productor
mundial con 943 ton (SERNAPESCA, 2014).
La problemática para el cultivo del abalón son sus
fuentes de alimentación, ya que todo nuevo cultivo
demanda una búsqueda de insumos baratos. En el caso
del alimento, éste debe cumplir con las exigencias
mínimas, como buena calidad, poseer un fácil manejo,
durabilidad, capacidad de almacenamiento y que
cumpla con todos los requerimientos nutricionales de la
especie de cultivo. Generalmente, la engorda es la fase
más costosa de cultivo del abalón, los costos de partida
son altos y es la etapa con el mayor tiempo de duración.
Es importante para la reducción de los costos, lograr un
rápido crecimiento y la clave para lograr esto son la
temperatura y la alimentación (Fallu, 1991).
En el norte de Chile, se alimenta principalmente con
Lessonia spp. y Macrocystis integrifolia y en menor
cantidad de Gracilaria spp. y Ulva spp., mientras que
en el sur de Chile, se alimenta con G. chilensis y
296 Latin American Journal of Aquatic Research
Macrocystis pyrifera (Mardones et al., 2013). La forma
de alimentar a los abalones consiste, para el caso de los
cultivos en hatchery, en depositar el alga en los
estanques. En los cultivos suspendidos, ésta es
depositada dentro de los sistemas de confinamiento
(tambores o jaulas), una o dos veces por semana, por lo
que un determinado alimento debe mantener sus
características microbiológicas en el agua (Pizarro,
2003).
El principal problema del alimento artificial es su
alto costo, al igual que su duración en el agua, lo que
dificulta las operaciones y el manejo en la alimentación
(Von Stillfried, 2000). También es importante y
decisivo el mayor precio que alcanza el abalón cuando
es alimentado con dietas naturales, por ello las algas
frescas siguen siendo el principal insumo alimenticio en
los cultivos de abalón en el país (Pizarro, 2003). Fallu
(1991) señala que cuando disminuye la disponibilidad
de las algas más consumidas por los abalones, los
productores utilizan otras algas disponibles, modifi-
cando los componentes nutritivos e incluso mejorando
la dieta. En este sentido varios autores coinciden en la
utilización alternativa de mezclas de varias especies de
algas como: Gracilaria spp., Porphyra spp. y Ulva spp.
(Hahn, 1989; Shepherd et al. 1998; Viana, 2002).
Los bosques de algas, se caracterizan por una
marcada estacionalidad en su tasa de crecimiento, lo
que se ve reflejado en la alta disponibilidad en algunas
estaciones del año y escasa en otras. Como los
requerimientos alimenticios de los animales son
relativamente constantes a lo largo del año, es necesario
suplir esta escasez de alimento, recolectando el insumo
en las temporadas de alto crecimiento, para conservarlo
por algún medio y entregarlo en la época de baja
productividad (Pizarro, 2003). Por lo anterior, se optó
por ensilar G. chilensis, mediante una metodología
comúnmente usada en la agricultura tradicional y que
permite la preservación y conservación de forrajes por
un período de tiempo, hasta su utilización. De acuerdo
a la experiencia del área agrícola, lo más indicado para
la conservación de forrajes es la henificación o secado
natural, si se cuenta con un clima adecuado y estable
(M. Toneatti, com. pers.). La zona sur de Chile, no
presenta las mejores condiciones climáticas para
henificar, principalmente debido a la alta pluviosidad,
optándose por la posibilidad del ensilaje. Buxadé
(1995), definió al ensilado como un método para la
conservación de forrajes (u otros alimentos), con
elevado contenido de humedad, protegido del aire, luz
y humedad exterior, con un mínimo de pérdida en
materia seca y valor nutritivo, buena palatabilidad y sin
productos tóxicos para los animales.
Las reacciones bioquímicas que se producen en la
biomasa vegetal, dividen el proceso de ensilaje en tres
fases claramente definidas: la primera fase, llamada
aeróbica, en presencia de oxígeno (presente en el aire
intersticial que contiene el silo), donde los carbo-
hidratos solubles de la planta (azúcares), serán
metabolizados por las propias células de la planta y por
organismos epífitos aeróbicos y convertidos en CO2,
agua y calor (productos metabólicos). Este proceso se
mantiene hasta que se hayan agotado los carbohidratos
o bien el oxígeno, y se extiende desde el corte del
forraje hasta algunas horas después que el silo se ha
sellado; esta fase en condiciones correctas dura pocas
horas (Buxadé, 1995; Pizarro, 2003).
Luego que la respiración celular y la actividad de los
microorganismos aeróbicos han agotado el oxígeno
atrapado en el silo, se inicia la segunda fase, la
anaeróbica o fase fermentativa, donde comienza la
fermentación caracterizada por el crecimiento de
bacterias que producen ácido acético (otras cepas
heterofermentativas de bacterias), liberando así, por
fermentación de hexosas (glucosa y fructosa) y
pentosas (xilosa y ribosa), ácido acético, etanol, ácido
láctico y CO2 (Hiriart, 1998). El descenso en el pH bajo
5, inhibe posteriormente el crecimiento de estas
bacterias, esto señala el fin de esta fase que
generalmente no dura más de 24 a 72 h. Luego sigue
una fase de estabilización del proceso, que tiene un
tiempo indefinido de preservación, siempre que
conserve el medio anaeróbico. La fase final comienza
cuando se abre el silo, es decir se estaría frente a la
segunda etapa aeróbica del proceso, lo que es difícil de
controlar, afectando la estabilidad y utilización
posterior del ensilaje (Hiriart, 1998; Pizarro, 2003).
En la fase anaeróbica o de fermentación, actúan tres
grupos de microorganismos: bacterias lácticas (Lacto-
bacillus casei, Streptococcus faecium), bacterias del
género Clostridium y levaduras, que compiten entre sí
por las fuentes energéticas presentes en el ensilaje. Por
lo tanto, es de vital importancia el resultado de la
competencia, para la calidad final del producto
(Buxadé, 1995; Pizarro, 2003). El proceso de
fermentación en el ensilaje de pradera, en general, está
dado por tres puntos críticos: cantidad de carbohidratos
solubles en el forraje; porcentaje de materia seca del
forraje y capacidad buffer que presenta el forraje. En
resumen, una alta cantidad de carbohidratos solubles
disponibles, un alto porcentaje de materia seca en el
forraje y una baja capacidad buffer, ayudarán a que el
ensilaje resulte exitoso (Pizarro, 2003).
Aplicar un pre-secado o pre-marchito o secado
parcial al forraje, aumenta el contenido de carbohi-
dratos solubles en la materia seca del ensilaje y eleva la
concentración de ácido láctico del total de ácidos en el
proceso (Buxadé, 1995; Hiriart, 1998; Pizarro, 2003).
El pre-secado previene la generación abundante de
Ensilado de algas como alimento de abalones 297
lixiviados, los que se relacionan con importantes
pérdidas nutritivas del forraje, principalmente sus-
tancias nitrogenadas, ácidos orgánicos, minerales y
carbohidratos solubles (Alomar et al., 1993).
Se han diseñado silos experimentales, de volumen
reducido, que permiten controlar los factores que
intervienen en el proceso de ensilado (Alomar et al.,
1991). Una particularidad más acabada de silos de
laboratorio, consiste en tubos plásticos (PVC), de 75 a
100 cm de largo y 10,5 cm de diámetro (Hargreaves et
al., 1986; Pizarro, 2003). El modelo de silo utilizado en
este estudio está basado en las características antes
mencionadas.
Hahn (1989) se refiere al uso de las algas en los
cultivos en Australia y USA. como un suplemento
alimenticio en las dietas de abalón, incluyendo algas
rojas, pardas y verdes. Los abalones prefieren usual-
mente algas pardas, pero existen algunas excepciones,
como en el caso de algunos abalones en California que
comen algas pardas (Macrocystis spp., Nereocystis
spp., Egregia spp. y Eisenia spp.), algas rojas
(Gigartina spp., Gelidium spp. y Plocamium spp.) y
algas verdes (Ulva spp.). El mismo autor, señala que los
abalones de Nueva Zelandia (Haliotis iris y H.
australis), prefieren las siguientes algas: Gracilaria
spp., Glossophora spp., M. pyrifera, Lessonia
variegata, Champia spp., Ulva lactuca y Pterocladia
spp.
La posibilidad de elaborar un ensilado con G.
chilensis, sobre la base de una metodología agrícola
tiene por objetivo producir un alimento que sea
económicamente accesible, de bajo costo, que cumpla
con ciertas características básicas, que compita con los
alimentos artificiales para H. rufescens, y sobre todo,
que sea un suplemento de los alimentos que común-
mente se les administra en los meses donde baja la
disponibilidad de algas frescas.
El desarrollo experimental de este estudio, consistió
en dos etapas, la primera fue hacer un producto ensilado
de G. chilensis, determinando su composición proximal,
y la segunda etapa consistió en evaluar la aceptabilidad,
consumo y preferencia de este ensilado por parte de H.
rufescens.
MATERIALES Y MÉTODOS
El trabajo de investigación constó de dos etapas, la
primera realizada en la Escuela de Acuicultura de la
Universidad Católica de Temuco, entre septiembre y
diciembre 2003, allí se realizó el pre-secado, ensilado
del alga Gracilaria chilensis proveniente de Chiloé y
los análisis de laboratorios, para la caracterización
proximal de alga fresca y de alga ensilada. La segunda
etapa, se realizó en la estación experimental Quillaipe
de Fundación Chile, en enero 2004, donde se empleó el
mejor ensilado en función al mayor porcentaje de
proteína, olor, consistencia, textura y mantención, para
suministrárselo a un grupo de 152 abalones.
Etapa 1: Preparación del silo y ensilado
El modelo de silo utilizado, fue una adaptación de un
silo experimental propuesto por Hargreaves et al.
(1986), que describe la comparación entre dos silos
experimentales para la investigación de ensilaje de
praderas (Pizarro, 2003). El silo fue construido con
tubos de PVC de 16 cm de diámetro por 75 cm de altura
(Fig. 1). En los extremos se usaron tapas de PVC,
siendo la tapa superior removible y la inferior sellada
con pegamento de PVC.
En el tubo de PVC, se adhirió exteriormente una
cánula para la evacuación de lixiviados (Alomar et al.,
1993). Dentro del silo, se colocaron piedras de 1 cm de
diámetro aproximadamente, dispuestas sobre los
orificios para el drenaje, evitando que el alga
obstaculizara la salida de los líquidos. Las piedras
fueron desinfectadas con cloro diluido al 10%. Se
instaló una manga plástica estéril de 1 m de alto, 20 cm
de diámetro y 0,25 mm de espesor, para revestir las
paredes al interior del silo. Sobre las algas se colocó un
disco de madera de 1½ pulgadas de grosor, del mismo
diámetro del tubo de PVC, para homogenizar el peso
aplicado sobre el ensilado, ayudando también en la
función de sellado. Se colocaron bolones de 4 kg para
apretar el ensilado, desinfectados con cloro al 10% y
puestos sobre el disco de madera; posteriormente, el
silo fue sellado con silicona. Se fabricaron nueve silos
y una vez sellados, se instalaron en un mesón de soporte
de madera.
Pre-marchito o pre-secado
Para secar el alga, se extendió en suelo de cemento bajo
techo, dispuesta en un lugar donde circulara bastante
corriente de aire, por un período de 3 y 6 días. Durante
todo el período de secado se revolvían las algas, para
que G. chilensis que estuviera en la parte inferior pasara
a la parte superior y así poder deshidratar todas las
algas.
Proceso de ensilado
Se ensilaron las algas de la siguiente forma: a) Grupo
control (C): alga fresca con 15% materia seca; b)
tratamiento 1 (T-1): con un secado de 3 días, 20%
materia seca, y c) tratamiento 2 (T-2): con secado
parcial de 6 días y 23% materia seca. Cada tratamiento
tuvo tres réplicas. El proceso de ensilado, se realizó
según las recomendaciones de Pizarro (2003),
detalladas a continuación:
298 Latin American Journal of Aquatic Research
Figura 1. Silo de PVC y sus diferentes componentes.
1) Picado: se limpió el alga de epífitos y restos de
basura, para luego picarla usando un machete y una
tijera de cortar pasto, 2) llenado de los silos: el proceso
se efectuó en 30 min por cada tratamiento, 3)
compactación y sellado: se colocaron 6 kg de algas por
silo, en capas, y se ejerció presión manual, repitiendo el
proceso hasta que el silo se llenara, se dobló la manga
plástica en pliegues y posteriormente se dispuso el
disco de madera, al que se le aplicó presión manual, y
luego se ejerció una mayor presión usando un tubo de
PVC de 10 cm de diámetro y 1 m de largo; 4) una vez
que el alga del silo estuvo compactada se puso el peso
de 4 kg de bolones, se puso la tapa del silo y se selló
con silicona, y 5) una vez que los silos se sellaron se
mantuvieron durante 70 días hasta la estabilización del
proceso.
Recolección de fluidos
Durante 15 días post-sellado de los silos, cada tres días
se recolectaron y midieron los fluidos que lixiviaban,
recogiéndose en una probeta de 500 mL, graduada cada
5 mL.
Apertura de silos y análisis proximal
Los silos fueron abiertos 70 días después de haber
iniciado el proceso. Una muestra de cada silo fue puesta
en una bolsa esterilizada y se envió al laboratorio para
su análisis proximal. El producto ensilado que obtuvo
los mejores porcentajes de proteína, apariencia, olor,
forma y consistencia fue utilizado para las evaluaciones
de consumo.
Etapa 2: Evaluación del consumo de ensilados de
algas versus alga fresca
En un primer experimento se evaluó durante cinco días
el consumo, de los abalones del ensilado de G. chilensis
y de alga fresca (Macrocystes pyrifera). Se utilizaron
seis jaulas de rejilla plástica con una malla de 1 cm2
, de
18 cm de ancho, 25 cm de alto y 27 cm de largo, con
una abertura al centro de 19 cm de largo por 15 cm de
ancho, para permitir la entrada de los abalones. Las
jaulas se colocaron en un estanque circular de 1,5 m de
diámetro, con altura de 0,9 m y una columna de agua de
0,8 m con un flujo de 20 L min-1
a una temperatura
media del agua de 18°C.
Ensilado de algas como alimento de abalones 299
Los abalones fueron sometidos a una etapa de ayuno
durante una semana. Se comparó el consumo realizado
por 10 abalones encerrados en de cada jaula con 400 g
de alimento ensilado y 400 g de alga fresca que se
reponían diariamente, con tres réplicas, entre el control
y el tratamiento T-1, durante cinco noches por un
período de 12 h, luego se calculó la diferencia
porcentual del alimento residual versus el suministrado,
utilizando una balanza analítica.
Una segunda experiencia consistió, en disponer en
un estanque 152 abalones en su centro y 5 jaulas
equidistantes del centro, cada una con 400 g de ensilado
de cuatro algas: U. lactuca, M. pyrifera, Durvillaea
antarctica y G. chilensis y una con 400 g de M. pyrifera
fresca. La experimentación tuvo una duración de cinco
noches, con observaciones cada 3 h por un período de
12 h, de la cantidad de abalones que entraban o estaban
comiendo en las jaulas y del porcentaje de la diferencia
porcentual del alimento residual versus el suministrado.
Análisis estadístico
Los resultados del análisis proximal de los tres
ensilados, se transformaron de valores porcentuales,
mediante la función arco seno, donde f(x) = sen-1
(Sokal & Rohlf, 1996), para homogenizar los
datos. Previa verificación del cumplimiento de los
supuestos de normalidad, se realizó un análisis de
varianza (ANOVA) para determinar la existencia de
diferencias significativas entre las medias de los
ensilados se aplicó el test de Tuckey con un 95% de
confianza (Canavos, 2001). Para comparar los
resultados de las dos experiencias de consumo entre el
control y los tratamientos, se realizó un análisis de
comparación de medias. Para realizar los cálculos de la
función arco seno, homogeneidad de varianzas, test de
Tukey y la creación de los gráficos, se utilizaron los
programas computacionales Excel XP y StatMost 3.0.
RESULTADOS
Los silos de Gracilaria chilensis mantuvieron su
hermeticidad, sin detectarse descomposición aeróbica
en el alga ensilada, gracias al diseño y a los distintos
materiales utilizados (manga de polietileno, disco de
madera, etc.). Las piedras ayudaron de forma segura a
drenar los líquidos lixiviados del material ensilado.
Los silos abiertos luego de 70 días después de
sellados, presentaron las siguientes características:
Grupo control C: presentó un olor dulce-ácido
suave; con una textura muy parecida al alga fresca,
consistente, de buen aspecto y de color más oscuro.
Este tratamiento sin pre-secado, generó más fluidos
lixiviados, hasta el día 15 post-sellado.
Tratamiento 1: presentó la mejor apariencia en
cuanto a textura, olor dulce-ácido suave y consistencia
parecida al alga fresca, que no varió en todo el proceso.
Tratamiento 2: presentó un olor más fuerte,
diferente al C y T-1, conservó la característica de olor
ácido no tan dulce, el producto es más bien pastoso,
poco consistente, se despedaza y desintegra fácilmente.
Los lixiviados del ensilaje fueron de color rojizo,
con un tono violeta al inicio, para luego tornarse a color
rojizo-ladrillo. Su consistencia en los primeros días fue
líquida para luego transformarse en un producto más
espeso. El Control generó la mayor cantidad de
lixiviados, con un total de 1.648 mL, ya que para el
tratamiento T-1, sólo comenzó a escurrir el fluido a
partir del día 8 post-sellado, con un total acumulado en
los 15 días de 646 mL. Para el T-2, sólo a partir del día
14 eliminó mucus, en cantidad de 25 mL. El lixiviado
del Control registró un pH de 5,71 al día 3 y de 4,89 al
día 15. Para el tratamiento T-1 el pH varió de 4,97 al
día 9 y a 4,85 al día 15.
Análisis proximal
La composición proximal de los ensilados y las
diferencias estadísticas encontradas (Ρ > 0,05), se
indican en la Tabla 1.
Las diferencias fueron significativas (Ρ > 0,05),
entre la materia seca del alga fresca con los
tratamientos. La materia seca aumentó con el tiempo de
secado del alga, alcanzando su mayor valor en el T-2
con 17,5% en base seca y su menor valor para el T-1
con 13,7%.
Las proteínas y fibras presentaron diferencias
significativas (Ρ > 0,05) entre el alga fresca y todos los
tratamientos. El valor máximo de las proteínas
correspondió al T-1 con 22,2% y un valor mínimo para
el alga fresca de 20,0%. Para la fibra el alga fresca
presentó un valor de 5,7% y el T-1 alcanzó a 7,9%,
debido al porcentaje de humedad con que se inician los
tratamientos de ensilajes. No se encontraron diferencias
significativas (Ρ > 0,05) entre el alga fresca y los
tratamientos en el extracto etéreo, cenizas y extracto no
nitrogenado.
Consumo de distintos ensilados versus Macrocystis
pyrifera fresca
En la primera experiencia, al comparar el consumo del
ensilado de G. chilensis, versus el consumo de M.
pyrifera fresca, se observó un mayor consumo del
ensilado por parte de los abalones, cuyos porcentajes de
ingesta diario fueron de 33,5%, 28,8%, 18,3%, 38,8%
y 52%, desde el día 1 hasta el día 5 (Fig. 2).
300 Latin American Journal of Aquatic Research
Tabla 1. Composición proximal de Gracilaria chilensis (% en base seca). Los valores corresponden a la media con la
desviación estándar (n = 3 réplicas). MS: materia seca, PT: proteína, EE: extracto etéreo, FB: fibra, CT: cenizas totales,
ENN: extracto no nitrogenado.
Composición proximal Alga fresca Control Tratamiento 1 Tratamiento 2
MS 14,25 ± 0,0000 16,9567 ± 0,0016 13,6800 ± 0,005 17,4967 ± 0,0086
PT 19,97 ± 0,0023 21,2274 ± 0,0104 22,2243 ± 0,0085 20,1855 ± 0,0078
EE 0,32 ± 0,0006 0,5978 ± 0,0048 0,3277 ± 0,0049 0,7645 ± 0,0028
FB 5,65 ± 0,0008 7,8450 ± 0,0037 7,9369 ± 0,0052 6,9463 ± 0,0070
CT 27,47 ± 0,0044 33,7471 ± 0,0039 36,1447 ± 0,0128 36,2498 ± 0,0081
ENN 46,59 ± 0,0081 36,5950 ± 0,0103 33,3664 ± 0,0120 35,854 ± 0,0015
En la segunda experiencia, el mayor consumo fue
de alga fresca M. pyrifera (32,2%), luego siguió el
ensilado de G. chilensis (22,4%), ensilado de U. lactuca
(17,1%), ensilado de M. pyrifera (13,1%) y finalmente,
el ensilado de D. antarctica (5,3%) (Fig. 3).
DISCUSIÓN
Preparación del silo y ensilados
Si bien sólo se conoce una experiencia similar de
ensilaje para algas, realizada con Macrocystis pyrifera
(Pizarro, 2003), no se conocen experiencias similares
para Gracilaria chilensis, los resultados señalan que es
posible ensilarla. El mejor ensilado se obtuvo en el
tratamiento T-1, con un pre-secado de hasta tres días,
ya que fue el silo con mayor porcentaje de proteínas,
consistencia, textura, olor y apariencia, con caracte-
rísticas muy parecidas al alga fresca. Los silos
utilizados propuestos por Hargreaves et al. (1986) y
Pizarro (2003), fueron adecuados por la facilidad de
manejo y hermeticidad. La propuesta en este trabajo, se
basó principalmente en la experiencia agrícola del
ensilado de praderas, logrando crear un alimento
preservado, palativamente neutro y muy similar al alga
fresca.
Dentro del silo, los componentes como la manga
plástica y el disco de madera funcionaron satisfac-
toriamente para aislar el alga del medio aeróbico; el
disco de madera cumplió una función de soporte para
el peso de los bolones, prensando y distribuyendo el
peso homogéneamente sobre el alga, concordando con
estudios del área agrícola que recomiendan una alta
presión para lograr un producto de calidad (Hargreaves
et al., 1986; Alomar et al, 1991).
El pH de los lixiviados de los ensilados fue
disminuyendo tal como lo señalan Hiriart (1998) y
Pizarro (2003); su color pardo-rojizo está dado por la
existencia de biliproteínas, ficoeritrina y ficocianina,
que contribuyen a enmascarar el color verde de la
clorofila. La producción de estos fluidos ocurre
principalmente en los primeros días post-ensilado,
similar al ensilaje de praderas (Hargreaves et al., 1986;
Ruiz, 1996; Aguila, 1997; Hiriart, 1998).
El proceso de ensilado de G. chilensis generó
diferencias estadísticamente significativas (Ρ > 0,05),
entre los tratamientos respecto al extracto no
nitrogenado, fibra, proteínas y cenizas totales, sin
afectar al extracto etéreo, puesto que la concentración
de lípidos son relativamente constantes a través del año
(Viana, 2002; Westermeier et al., 2012). A mayor
tiempo de secado parcial la cantidad de materia seca, se
incrementó significativamente (Ρ > 0,05), tal como
ocurre en los ensilados de praderas (Hargreaves et al,
1986; Ruiz, 1996; Aguila, 1997; Hiriart, 1998; Pizarro,
2003).
Se observó una disminución del extracto no
nitrogenado, con respecto al material fresco al tener una
alta concentración de estos compuestos en las algas,
podría ser una razón clave del buen resultado del
ensilaje, ya que constituyen el sustrato nutricional del
cual depende primordialmente la acción de la micro-
flora fermentativa del material a ensilar (Hargreaves et
al., 1986; Ruiz, 1996; Aguila, 1997; Hiriart, 1998;
Pizarro, 2003). La fibra demostró un leve aumento en
los tratamientos de ensilados respecto del alga fresca,
de casi 2%, siendo escasa la variación de ella entre los
tratamientos.
Las cenizas totales al igual que las proteínas,
mostraron un aumento durante el ensilaje, encontrán-
dose diferencias significativas (Ρ > 0,05) entre el alga
fresca y los tratamientos, que alcanzó su mayor valor
en el T-1(22,2%), aumentando un 2% respecto al alga
fresca (20,0%), es una diferencia mínima cuando se
piensa en la variación estacional que presenta el recurso
en el estado natural (Pizarro, 2003).
La evaluación de la calidad de los ensilajes de
praderas, se guían principalmente en la medición del
nitrógeno amoniacal (N-NH3), que es considerado un
factor importante y clave (Ruiz, 1996; Aguila, 1997;
Hiriart, 1998). Una mala fermentación puede producir
una desaminación significativa, como liberación de NH3,
Ensilado de algas como alimento de abalones 301
Figura 2. Consumo del ensilado de Gracilaria chilensis versus el alga fresca Macrocystis pyrifera.
Figura 3. Consumo total de los abalones de los diferentes ensilados de algas.
generando pérdidas en el nitrógeno disponible para el
animal y afectando directamente el consumo del
ensilado (Pizarro, 2003).
La cantidad de proteína y de carbohidratos pueden
ser buenos indicadores de la calidad en el ensilaje de
algas, considerando que el ensilaje es un proceso de
conservación, que acarrea inevitablemente pérdidas de
masa y deterioro del valor nutritivo de la planta (Ruiz,
1996). En un estudio realizado para determinar los
niveles máximos y mínimos de nutrientes, se estableció
que M. pyrifera obtuvo su máximo nivel de proteína en
otoño-invierno; de lípidos en primavera-otoño y de
carbohidratos en primavera-verano (Westermeier et al.,
2012).
Evaluación del consumo de ensilados de algas versus
alga fresca
Los abalones consumieron el ensilado de G. chilensis
ingiriendo un 18% más que alga fresca M. pyrifera
durante el período de esta prueba de consumo entre G.
chilensis y M. pyrifera. Los tratamientos con que se
alimentaron los abalones, correspondieron a los que
obtuvieron características parecidas al alga fresca en
cuanto a composición nutricional y estructura, siendo
escogidos el control y T-1, el tratamiento T-2 fue
descartado de acuerdo a su deficiente estado, con un
aspecto de pasta, mala consistencia y desintegración en
el agua. El mayor consumo del ensilado del tratamiento
(T-1) en relación al alga fresca, se debería a que una vez
hidratado, este se disuelve en el agua, obteniéndose un
mayor porcentaje de pérdida que el alga fresca.
Además, los ensilados son llamativos organolépti-
camente para los abalones, que podría explicar también
su mayor consumo, en comparación a la ingesta de alga
fresca.
En la segunda experiencia sobre consumo, la
preferencia principal fue por el alga fresca M. pyrifera,
los abalones estaban acostumbrados a consumir dicha
alga, al ofrecer un mix de algas como alimento,
consumieron primero el alga habitual, consumiendo
con posterioridad los ensilados de G. chilensis, U.
lactuca, M. pyrifera y D. antarctica. La segunda
preferencia por consumo fue para el ensilado de G.
chilensis, el tercer lugar fue para el ensilado de U.
lactuca, seguida de M. pyrifera y finalmente D.
antarctica. En la tercera noche los abalones
consumieron de todos los ensilados, por lo que es
necesario un mayor análisis del comportamiento de esta
especie, ya que es difícil determinar qué factores actúan
como atractantes, como ejemplo: el aroma del ensilaje
más fuerte, color más llamativo, sabor ácido-dulce,
consistencia más dura o cercano a su alcance, etc.
Se recomienda estudiar el proceso bioquímico
dentro de los silos, ya que en las algas marinas al
302 Latin American Journal of Aquatic Research
provenir de un hábitat distinto a los vegetales terrestres,
el proceso fermentativo podría ser diferente, para ello
es necesario conocer el compor-tamiento del pH,
temperatura, ontogénesis enzimática, composición
microbiológica y evolución real de los nutrientes.
CONCLUSIONES
Es factible ensilar el alga Gracilaria chilensis, así como
otras algas marinas, logrando la mejor textura,
consistencia y apariencia al aplicar un pre-secado de
hasta tres días, alcanzando la estabilización del proceso
de fermentación del ensilado después de 70 días.
Las diferenciaciones en la composición nutritiva de
G. chilensis, después de ser ensilada son mínimas, por
lo que se conservan sus propiedades nutritivas después
de un período de conservación mediante el ensilado.
El abalón rojo H. rufescens, ante dos alimentos
consumió ambos y en mayor cantidad el ensilado de G.
chilensis por sobre el alga fresca M. pyrifera. Frente a
cinco alimentos consumió de todos, pero la mayor
cantidad fue de alga fresca, M. pyrifera, dejando al
ensilado de G. chilensis como una segunda opción de
consumo.
AGRADECIMIENTOS
Se agradece a la Universidad Católica de Temuco, a su
Escuela de Acuicultura y a la Fundación Chile, en la
persona de don Alberto Augsburger Bachmann,
quienes aportaron sus instalaciones para el desarrollo
de este trabajo. Se reconoce el gran aporte de mis
ex_
alumnos y actuales colegas: Rodrigo Pavéz Moreno,
Cristián Pizarro Tonioni y Rodrigo Cordero Canales,
con quienes hicimos este estudio y preparamos esta
publicación.
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DOI: 10.3856/vol43-issue2-fulltext-5
Research Article
Coeficientes de digestibilidad total y de proteínas en alimentos experimentales
para juveniles de Oplegnathus insignis (Kner, 1867) (Perciformes, Oplegnathidae)
Avelino Muñoz1,4
, Elio Segovia2,4
, Masatoshi Futagawa1
, Christopher Marchant1
& Héctor Flores3
1
Área de Desarrollo Acuícola, CORDUNAP, Av. Playa Brava 3256, Iquique, Chile
2
Facultad de Recursos Naturales Renovables, Universidad Arturo Prat, Av. Arturo Prat 2120, Iquique, Chile
3
Departamento de Acuicultura, Facultad de Ciencias del Mar, Universidad Católica del Norte
Larrondo 1281, Coquimbo, Chile
4
Programa Magister en Acuicultura, Facultad de Ciencias del Mar, Universidad Católica del Norte
Larrondo 1281, Coquimbo, Chile
Corresponding author: Avelino Muñoz (avelino.munoz@cordunap.cl)
RESUMEN. Los alimentos para peces están formulados con diversos ingredientes, donde la harina de pescado
es la principal fuente de proteína. Sin embargo, este insumo tiene un alto costo que lleva a la necesidad de
evaluar nuevas fuentes de proteínas y probarlas en especies marinas. Oplegnathus insignis (San Pedro, Pacific
beakfish) es una especie omnívora en su etapa intermareal y carnívora en su etapa submareal, que ha sido
cultivada de manera experimental, siendo necesario incorporar dietas formuladas. Este estudio reporta la
experiencia en alimentación y nutrición, de juveniles de O. insignis alimentados con dietas formuladas con
distintas fuentes de proteína. Se efectuó una experiencia con juveniles de O. insignis provenientes de un cultivo
experimental. Se formularon cuatro alimentos, uno en base de harina de pescado (referencia) y tres modificando
la fuente de proteína del alimento de referencia, intercambiando un 30% de harina de pescado, por harina de
soya, harina de moluscos y harina de quinoa. Se experimentó con 180 ind de 295,6 g y de 450 días post-eclosión,
distribuidos en 12 estanques rectangulares de 1,6 m3
. La alimentación fue a saciedad. Se efectuaron análisis
próximales de los alimentos experimentales de las heces colectadas. Se determinó los coeficientes de
digestibilidad total y proteína. El alimento con mayor contenido de proteína fue el que contenía harina de
moluscos. El mayor coeficiente de digestibilidad total lo tienen los alimentos con harina de pescado (68,0%) y
harina de moluscos (67,1%), mientras que en los alimentos en base a harinas vegetales, la digestibilidad total
para la harina de soya fue de 62,7% y para harina de quinoa de 64,1%. Estos resultados indican que es factible
reemplazar un 30% de la harina de pescado por harinas de origen vegetal.
Palabras clave: Oplegnathus insignis, San Pedro, nutrición, análisis proximal, quinoa, acuicultura.
Total digestibility coefficients and protein content in experimental food for juvenile
of San Pedro, Oplegnathus insignis (Kner, 1867) (Perciformes, Oplegnathidae)
ABSTRACT. Fish feeds are formulated with different ingredients, where fishmeal is the main source of protein.
However, this input has a high cost, which leads to the need to evaluate new sources of protein and test them on
marine species. Oplegnathus insignis (San Pedro, Pacific beakfish) is an omnivorous fish during its intertidal
life stage switching to carnivore when it lives in subtidal habitats. This species has been reared experimentally,
being necessary to incorporate formulated diets. To this end, this study reports the experiments in food and
nutrition in juvenile O. insignis fed with formulated diets with different protein sources. The experiments were
performed with hatchery-produced juvenile fish. Four foods, one based on fishmeal (reference) and three
modified, replacing 30% of fish meal by other protein sources derived from soybean meal, mollusc meal and
quinoa meal. We experimented with 180 ind. of 295.6 g and 450 days post-hatching, distributed in 12
rectangular tanks of 1.6 m3
. The feed was offered to satiety. Proximal analysis of experimental foods was
performed in the feeds and faeces collected. Digestibility coefficients and total proteins were determined. The
food with higher protein content was the flour containing molluscs meal. The higher total digestibilitycoefficient
was determined in those foods made with fishmeal (68.0%) and molluscs meal (67.1%), while in those foods
containing vegetable meals, total digestibility values were 62.7% for soybean meal and 64.1% for quinoa meal
respectively. These results indicate that it is feasible to replace up to 30% fishmeal by vegetable flours.
Keywords: Oplegnathus insignis, Pacific beakfish, feeds, proximal analysis, quinoa, aquaculture.
304
2 Latin American Journal of Aquatic Research
INTRODUCCIÓN
La acuicultura de peces marinos en Chile, es un tema
incipiente, a nivel comercial, sólo se cultiva Scophthal-
mus maximus (turbot), que es introducida. En especies
nativas, hay diferentes experiencias tendientes a
evaluar y desarrollar tecnologías de cultivo (Flores &
Rendic, 2011), donde la alimentación es una de las
variables importantes de estudiar.
Los alimentos para peces son formulados con
distintos ingredientes, donde la harina de pescado es la
principal fuente de proteína, debido principalmente a su
alto contenido de proteína bruta y perfil de aminoácidos
esenciales, así como su alta digestibilidad de materia
seca, energía y nitrógeno (Zhoug et al., 2004). Sin
embargo, este insumo, es de alto costo y se requiere
evaluar nuevas fuentes de proteínas y probarlas en
especies marinas.
Oplegnathus insignis (Kner, 1867) conocido
comúnmente como San Pedro, es una especie de interés
pesquero, que no figura en las estadísticas nacionales
de pesca y cuya extracción ha disminuido conside-
rablemente. Su musculatura es firme, consistente y de
interesante demanda, que la hacen una especie factible
de ser cultivada, tal como ocurre con Oplegnathus
fasciatus (Kumai, 1984; Lipton, 2007; Liu et al., 2008;
Hai et al., 2010).
O. insignis se distribuye desde las Islas Galápagos,
Ecuador a Antofagasta, Chile (Chirichigno, 1974),
habitando el litoral rocoso. Es una especie cuya
biología se conoce poco, los juveniles se encuentran
temporalmente en pozas litorales, principalmente en
otoño e invierno (Berríos & Vargas, 2000). Su
alimentación es omnívora en base a algas e inverte-
brados (Grove & Lavenberg, 1997). En las pozas
litorales se alimenta de macroalgas, poliquetos,
copépodos, anfípodos, cirripedios y porcelánidos; con
un importante consumo de algas que puede llegar al
35%, donde el ítem principal son algas clorófitas
(Berríos & Vargas, 2004). Los peces que habitan el
submareal, son carnívoros y su alimentación se basa
principalmente en moluscos (Fisurella sp. y Chiton
cumingsi), cirripedios (Austromegabalanus psittacus) y
equinodermos (Tetrapigus niger) (Medina et al., 2004).
Su cultivo se ha desarrollado experimentalmente en la
Universidad Arturo Prat (Iquique), con estudios
concretos en consumo de oxígeno (Segovia et al., 2012)
y evaluación a la respuesta de estrés (Tapia et al.,
2012).
La incorporación de algas en la alimentación natural
en los juveniles de esta especie, es una oportunidad para
el desarrollo de la acuicultura de O. insignis, que
permite proponer dietas formuladas con ingredientes de
origen animal y vegetal. Este trabajo reporta la
experiencia en alimentación y nutrición, de juveniles de
O. insignis alimentados con dietas formuladas con
distintas fuentes de proteína.
MATERIALES Y MÉTODOS
Los experimentos se efectuaron con juveniles de O.
insignis (San Pedro, Pacific beakfish) proveniente de
un cultivo experimental en hatchery. Se formularon
cuatro alimentos experimentales, uno en base de harina
de pescado (alimento de referencia) y tres modificando
la fuente de proteína del alimento de referencia,
intercambiando un 30% de harina de pescado, por
harina de soya, harina de moluscos y harina de quinoa
(Tabla 1). Para determinar la digestibilidad de estos
cuatro alimentos, se utilizó como marcador óxido de
cromo III (Cr2O3), adicionado en un 1% en la
preparación. Para la formulación definitiva de los
alimentos se utilizó el programa computacional Zmix
3.1, y se determinó las cantidades porcentuales de cada
ingrediente y se estimaron los porcentajes proximales
de cada formulación.
Para el experimento se seleccionaron 180 peces de
peso promedio de 295,61 ± 8,85 g, de 450 días de edad
post-eclosión. El total de peces se distribuyó en 12
estanques rectangulares de fibra de vidrio de 1,6 m3
de
capacidad total, a los cuales se les instaló una jaula de
malla plástica de 80x80x50 cm, confinando en su
interior 15 ejemplares por estanque, en un volumen útil
de 0,32 m3
. La biomasa promedio dentro de cada jaula
fue de 4,43 ± 0,13 kg y la densidad promedio fue de
13,86 ± 0,42 kg m-3
. Los 12 estanques utilizados se
dividieron en cuatro grupos con tres réplicas, donde
cada estanque se mantuvo con flujo continuo de agua
de mar sin tratamiento, a una tasa de renovación de tres
veces al día el volumen total y con aireación constante.
Diariamente se registró la temperatura (ºC) y oxígeno
disuelto (mg L-1
) a las 08:30, 14:30 y 17:00 h, durante
cuatro semanas. La alimentación de los peces fue a
saciedad hasta un máximo de 40 g por día, en dos
raciones, una en la mañana y otra después de medio día
(09:00 y 14:00 h). Las heces fueron recolectadas
después de 2 h de entregada la última ración de
alimento (16:00 h), éstas se lavaron con agua destilada
y se congelaron a -50ºC. Se recolectó en total por cada
estanque de 50 g de heces, luego se secaron en una
estufa a 60ºC por 24 h hasta lograr una masa constante.
Los análisis proximales de los alimentos y heces
fueron realizados en el Laboratorio de Nutrición de la
Universidad Católica de Temuco. Los coeficientes de
digestibilidad total (DT) y proteína (DNP) se calcularon
según Bureau et al. (1999). Para el análisis estadístico
de los datos se utilizó el programa estadístico R (ver.
2.15.1), para determinar la normalidad de los datos se
305
Digestibilidad de proteínas en Oplegnathus insignis 3
Tabla 1. Composición porcentual de ingredientes en alimentos experimentales para el cultivo de juveniles de San
Pedro (Oplegnathus insignis). Alimento referencia: Harina de pescado; Alimento 1: 30% H. soya; Alimento 2: 30%
H. moluscos; y Alimento 3: 30% H. quinoa.
aplicó el estadístico de Shapiro-Wilk (P = 0,05) y para
la homegenidad de las varianzas el estadístico de
Bartlett (P = 0,05). Posteriormente, para determinar
diferencias significativas en los tratamientos se aplicó
la prueba de ANOVA de una vía (P = 0,05), con
comparación múltiple de Tukey entre tratamientos (P =
0,05).
RESULTADOS
Durante el experimento la temperatura del agua fluctuó
entre 16,25 y 17,33ºC y el oxígeno disuelto entre 6,12
y 6,25 mg L-1
. Durante el experimento no se registró
mortalidad de peces en ninguno de los estanques.
El consumo de alimento fue normal en cuanto a las
condiciones y conducta de alimentación observadas
previamente para O. insignis producidos en hatchery,
consumiendo aproximadamente un promedio del
78,5% del alimento entregado diariamente. Se visualizó
una mejor apetencia en la última ración del día.
Después de cuatro semanas, los peces de los cuatro
grupos experimentales registraron una ganancia en
peso entre 173,96 y 231,73 g, con un factor de
conversión alimenticia promedio de 5,89 para todos los
tipos de alimentos probados.
El alimento con mayor porcentaje de proteína
resultó ser con harina de moluscos, mientras que los
alimentos en base a harina de pescado y soya, tuvieron
porcentajes de proteína semejante, mientras que el
alimento con harina de quinoa, es el que tuvo el menor
porcentaje de proteína (Tabla 2). El análisis proximal
de las heces indicó que el porcentaje de proteína fue
similar para los cuatro alimentos (Tabla 3).
En los porcentajes de proteína bruta se determinaron
diferencias significativas entre los grupos experi-
mentales (F = 2,204, df = 7, P < 0,0001), aunque, entre
los alimentos con harina de pescado y soya no hubo
diferencias estadísticas (P < 0,05). En la proteína bruta
presente en las heces, no se encontraron diferencias
significativas entre los distintos alimentos (F = 1,733,
df = 11, P = 0,2374).
El alimento que contiene harina de pescado
(alimento de referencia) es el que tiene el mayor
coeficiente de digestibilidad total (DT, %) de los
alimentos probados (Tabla 4). No existe diferencia
entre los distintos alimentos probados (F = 2,037, df =
11, P = 0,1873) y tampoco existe diferencias signifi-
cativas entre los tratamientos y al interior de ellos (F =
1,652, df =11, P = 0,2533).
DISCUSIÓN
En el cultivo de peces, existen varias investigaciones
orientadas a buscar nuevas fuentes proteicas, donde se
destaca el uso de harinas de origen animal (carne,
pluma, sangre, lombriz), harinas vegetales (soya, raps,
lupino, quinoa), ensilados de pescado y empleo de flora
microbiana (Llanes et al., 2010). Para tener la seguridad
que uno de estos nuevos ingredientes es un aporte
nutricional, es necesario determinar la digestibilidad
del alimento, debido a que este indicador es funda-
mental en la evaluación nutricional de un ingrediente
para ser usado en alimentación animal (Allan et al.,
2000).
Experiencias semejantes se han efectuado en O.
fasciatus, con reemplazo parcial de harina de pescado
Ingredientes Alimento referencia Alimento 1 Alimento 2 Alimento 3
Harina de pescado 49,80 34,86 34,86 34,86
Harina de soya 0 30,00 0 0
Harina de moluscos 0 0 30,00 0
Harina de quinoa 0 0 0 30,00
Harina de arroz 10,00 7,00 7,00 7,00
Harina de maíz 10,00 7,00 7,00 7,00
Harina de trigo 18,00 12,60 12,60 12,60
Harina de sangre 5,17 3,62 3,62 3,62
Aceite de pescado 2,50 1,75 1,75 1,75
Premix de vitaminas 2,00 2,00 2,00 2,00
Celulosa 1,52 0,16 0,16 0,16
Oxido de cromo (Cr2O3) 1,00 1,00 1,00 1,00
100,00 100,00 100,00 100,00
306
4 Latin American Journal of Aquatic Research
Tabla 2. Análisis proximal de alimentos experimentales utilizados. Alimento referencia (Ref.): harina de pescado; Alimento
1: 30% harina de soya; Alimento 2: 30% harina de moluscos; y Alimento 3: 30% harina de quinoa. DE: desviación estándar.
Análisis proximal de alimentos experimentales
Alimento (Ref.) Alimento 1 Alimento 2 Alimento 3
Nutriente (%) % DE % DE % DE % DE
Proteína bruta 49,78 0,12 49,85 0,13 54,98 0,03 37,45 0,41
Extracto etéreo 8,69 0,24 7,89 0,07 10,55 0,01 8,55 0,27
Extracto no nitrogenado 28,17 0,33 28,15 0,07 20,96 0,13 41,84 0,54
Cromo (marcador) 0,97 0,10 0,96 0,22 1,03 0,15 1,15 0,24
Total nutrientes 86,64 85,89 86,49 87,84
Total nutrientes + marcador 87,61 86,85 87,52 88,99
Materia seca (%) 92,79 0,17 92,35 0,07 92,61 0,02 94,23 0,10
Tabla 3. Análisis proximal a las heces de los peces en estudio. Alimento referencia (Ref.): harina de pescado; Alimento 1:
30% harina de soya; Alimento 2: 30% harina de moluscos; Alimento 3: 30% harina de quinoa. DE: desviación estándar.
Análisis proximal de las heces
Alimento (Ref.) Alimento 1 Alimento 2 Alimento 3
Nutriente (%) % DE % DE % DE % DE
Proteína bruta 23,47 3,62 25,12 5,04 26,20 0,20 20,71 0,98
Extracto etéreo 3,82 0,66 2,98 0,61 3,87 0,43 3,65 1,20
Extracto no nitrogenado 8,33 0,85 3,41 2,40 20,75 0,17 16,02 2,18
Cromo (marcador) 3,17 0,49 2,58 0,18 3,13 0,06 3,24 0,44
Total % nutrientes 35,62 31,51 50,82 40,38
Total % nutrientes + marcador 38,80 34,09 53,94 43,63
Materia seca 30,86 6,59 30,38 1,63 95,69 1,76 34,19 2,86
Tabla 4. Coeficiente de digestibilidad total y de proteína bruta de los alimentos probados (%). Alimento referencia (Ref.):
harina de pescado; Alimento 1: 30% harina de soya; Alimento 2: 30% harina de moluscos; Alimento 3: 30% harina de
quinoa. DE: desviación estándar.
Digestibilidad
total (%)
DE
Digestibilidad
proteína bruta (%)
DE
Alimento 1 62,67 2,65 81,07 4,65
Alimento 2 67,05 0,61 84,30 0,42
Alimento 3 64,13 4,53 80,19 2,45
Alimento Ref. 68,98 4,43 85,21 3,92
por harina de semilla de algodón y soya (Lim & Lee,
2009). Con aportes de espirulina, no sólo como
reemplazo de la fuente proteica, sino que como
estimulador del sistema inmune (Kim et al., 2013). Se
ha incorporado harina de soya fermentada por
Aspergillus oryzae, que permite mejorar la disponi-
bilidad de fósforo en la harina de soya (Kim et al.,
2009).
De acuerdo a los resultados es posible indicar que
las harinas de origen vegetal, como la soya y quinoa,
presentan altos índices de digestibilidad total en O.
insignis, con 62,7 y 64,1% de DT respectivamente. Es
conveniente mencionar que la digestibilidad total de los
alimentos y de las proteínas que lo componen, son
digestibles con valores no significativamente diferentes
para los coeficientes de digestibilidad total y de
digestibilidad de proteína bruta. Sin embargo, queda de
manifiesto que los alimentos formulados en base a
ingredientes de origen animal (harina de pescado y de
moluscos), son los que presentan los porcentajes más
altos del coeficiente de digestibilidad total, con 68,0 y
67,1% respectivamente. Lo mismo ocurre con el
coeficiente de digestibilidad de la proteína bruta, donde
el alimento en base a harina de pescado tiene un 85,2%
307

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  • 1. Comparación de dos métodos de sacrificio en trucha arcoiris (Oncorhynchus mykiss) 287Lat. Am. J. Aquat. Res., 43(2): 287-294, 2015 “Proceedings of the 4th National Conference of Aquaculture, Chile” Sandra Bravo & Rolando Vega (Guest Editors) DOI: 10.3856/vol43-issue2-fulltext-3 Research Article Comparación de dos métodos de sacrificio en trucha arcoiris (Oncorhynchus mykiss) Jorge Diaz-Villanueva1 & Hugo Robotham2 1 Fundación Chile, Alimentos y Biotecnología, P.O. Box 773, Santiago, Chile 2 Instituto de Ciencias Básicas, Facultad de Ingeniería, Universidad Diego Portales P.O. Box 298V, Santiago, Chile Corresponding author: Hugo Robotham (hugo.robotham@udp.cl) RESUMEN. El método tradicional de sacrificio de trucha arcoiris (Onconrhynchus mykiss) mediante aturdimiento automático seguido de desangre por corte branquias fue comparado con un método alternativo por disminución rápida de la temperatura (-3.5°C) con inmersión en hielo líquido sin usar desangrado. Se midió el pH muscular como un indicador de estrés alcanzado durante las fases de confinamiento y de sacrificio, y se evaluó la capacidad de retención de sangre que tienen las vísceras y cabezas como fuentes potenciales para uso y resguardo de la bioseguridad debido a riesgos de dispersión de sangre al medio. Los pesos medios de las vísceras y cabezas por ejemplar con el método alternativo de sacrificio superaron en 24,4 g al método tradicional, lo que equivale a un 1,07% del peso medio del cuerpo de un ejemplar promedio. El método alternativo acumuló un 5,3% más de peso por ejemplar en las vísceras, y un 4,9% más de peso en las cabezas que el método tradicional. La retención estimada de sangre debido a las vísceras y cabezas con el método alternativo correspondió al 44,6% del total de sangre derramada por el método tradicional. Proyectando una producción de salmónidos (truchas y salmones) al año 2014 de 900.000 ton, la retención de sangre sería al menos de 9.630 ton. No se evidenciaron diferencias significativas en el pH muscular entre los dos métodos. El pH de los peces en el punto de confinamiento fue igual a 7,06 magnitud que disminuyó aproximadamente a pH = 6,5 en la fase de sacrificio independiente del método de sacrificio utilizado. El método alternativo no produce la muerte instantánea del pez, pero tiene mayor capacidad que el método tradicional de retener sangre en vísceras ycabezas para ser usada en aumentar la bioseguridad, y si se combina con métodos más eficientes para alcanzar una rápida inconsciencia, por ejemplo aturdimiento eléctrico, se tendría un método de sacrificio combinado útil para mejorar los actuales métodos. La propuesta de métodos más eficientes y efectivos de sacrificio de los peces es un tema abierto que requiere más investigación. Palabras clave: Onconrhynchus mykiss, trucha arcoiris, pH, estrés, cosecha, corte branquias, bioseguridad. Comparision of two slaugthering procedures in rainbow trout (Oncorhynchus mykiss) ABSTRACT. The traditional slaughter procedure of rainbow trout (Onconrhynchus mykiss) by automatic stunning followed by bleeding by cutting gills was compared with an alternative slaughter procedures which involves rapid decreasing temperature (-3.5°C) by immersion in flow-ice without gill bleeding. Muscle pH was measured as an indicator of stress achieved during confinement and sacrifice phases. The capacity of blood retention in the gut and head is proposed as potential sources to assess biosecurity. The average weight of gut and head per fish with the alternative method was 24.4 g higher than the traditional method, equivalent to 1.04% of the body weight of an average specimen. The alternative method accumulated 5.3% more weight in gut per fish than the traditional method and 4.9% more in the head weight than the traditional method. The amount of blood retained in the gut and head with the alternative method represented 44.6% of total shed by the traditional method. For a forecast of 900,000 ton of salmonids in 2014, the blood retained in gut and head was estimated in at least 9,630 ton. No significant differences in muscle pH between the two methods were observed. The pH of the fish in the confinement point was equal to 7.06 decreasing approximately to 6.5 in the sacrifice phase independent of the method employed. The alternative method does not produce instant death of the fish; howe- ver, it has more capacity than the traditional method to retained blood in gut and head to be used in increasing
  • 2. 288 Latin American Journal of Aquatic Research biosecurity and if combined with more efficient methods to achieve rapid unconsciousness, e.g. electrical stunning, we would have a combined sacrifice method useful to improve current methods. The proposal for more efficient and effective slaughter methods of fish is an open issue that requires further investigations. Keywords: Onconrhynchus mykiss, rainbow trout, pH, stress, slaughter, gill cut, biosecurity. INTRODUCCIÓN No hay normativas en Chile sobre métodos de sacrificio para peces, mientras que en algunos países han impuesto restricciones sobre algunos de los métodos de sacrificio utilizados en la industria, enfocándose principalmente en el bienestar animal, tema que en peces es relativamente nuevo y sólo recientemente en Europa se están desarrollando indicadores operativos de bienestar (Villarroel, 2013). Un estudio reciente en trucha arcoiris no presentó efectos estresantes medidos en indicadores hemáticos después de permanecer más de tres días en ayuno previo al sacrificio (López-Luna et al., 2013). El estrés en los peces se presenta en varias de las fases de producción piscícola incidiendo en el bienestar del animal. Se encuentra ampliamente documentado que el estrés repercute negativamente en el sistema inmunológico de los peces, adelanta el rigor mortis y está asociado con la producción de radicales libres, que promueven la oxidación de la grasa en los tejidos, que empeora su calidad y conservación (Jerrett et al., 1996; Robb et al., 2000; Robb & Kestin, 2002; Sorensen et al., 2004). Sin embargo, recientes trabajos realizados en filetes ahumados de salmón del Atlántico, señalan que las condiciones pre-mortem como stress, temperatura y tamaño del pez tiene poca influencia sobre el producto final mientras que las condiciones post-mortem serían más importantes (Roth et al., 2009). Se considera que en la etapa de sacrificio del pez, el método utilizado es apropiado para el bienestar animal en la medida que el mecanismo de sacrificio logra que el pez alcance rápidamente la pérdida total de consciencia y sensibilidad (Lambooij et al., 2002; Robb & Kestin, 2002). Sin embargo, actualmente no hay una técnica de matanza de peces desarrollada, sin que tenga efectos nocivos en el bienestar. La muerte del pez se suele realizar de distintas formas y una de las más usuales y recomendada es combinando un método de aturdimiento seguido por desangramiento. No obstante, el desangre es uno de los puntos críticos de la bioseguridad de la industria chilena y por lo tanto requiere particular atención debido a que constituye un riesgo latente en la diseminación de enfermedades de alto riesgo como la anemia infecciosa del salmón (ISAv). El método de aturdimiento mediante un golpe automático en la cabeza es recomendado frecuente- mente para inducir pérdida de consciencia e insensi- bilidad en salmónidos. Siendo este método el más popular y el más usado en Chile, se sabe que genera un alto nivel de estrés cuando la técnica de aturdimiento se usa incorrectamente (EFSA, 2009). El método de asfixia por enfriamiento mediante suspensión en hielo y agua, para generar un shock térmico a una temperatura considerada letal de -1°C, se emplea actualmente en algunas especies de peces como método de sacrificio (Fletcher et al., 1988; EFSA, 2009). Sin embargo, el uso de este método se ha considerado como una práctica cuestionable, debido a que los peces no logran la pérdida total de consciencia de manera inmediata sino que lo hacen gradualmente, lo que provocaría un estrés mayor. Por parte de la industria, se argumenta a favor, que este sistema no rompe la cadena del frío (Skjervold et al., 2001; Robb & Kestin, 2002) contribuyendo a reducir riesgos que afectan la segu- ridad alimentaria del consumidor. Se han descrito varios otros métodos de sacrificio, entre ellos destaca el aturdimiento eléctrico (Robb & Kestin, 2002; Robb et al., 2002; Lines et al., 2003; Wilkinson et al., 2008; Roth et al., 2012), que está siendo utilizado cada vez más frecuentemente en forma combinada con sistemas de enfriamiento por hielo y agua (Sattary, 2010). El aturdimiento eléctrico logra inconsciencia casi inme- diata, su efectividad depende de la fuerza del campo eléctrico aplicado, la densidad y distribución de los ejemplares en el estanque (EFSA, 2009). La búsqueda de métodos alternativos comerciales de cosecha que sean más aceptables no solo desde un enfoque de bienestar animal, sino también de bioseguridad, que ayude a reducir riesgos potenciales de diseminación de enfermedades, requiere disponer de información específica y comparada de los métodos de sacrificio en uso para las especies. En este trabajo, utilizando trucha arcoiris (Oncorhynchus mykiss), se compara el efecto pH muscular como un indicador de estrés alcanzado durante la etapa de confinamiento, previo al sacrificio y posteriormente en la etapa de sacrificio; se evalúa además la capacidad de retención de sangre que tienen las vísceras y cabezas como fuentes potenciales para resguardo de la bioseguridad debido a riesgos por dispersión de sangre al medio, usando dos métodos de sacrificio; el más usado en Chile para salmónidos basado en aturdimiento automático por golpe en la cabeza y posterior desangre por corte de branquias y el método basado en asfixia
  • 3. Comparación de dos métodos de sacrificio en trucha arcoiris (Oncorhynchus mykiss) 289 por inmersión en hielo líquido mediante un golpe de frío a -3.5°C, sin desangramiento por corte de branquias. MATERIALES Y MÉTODOS El estudio fue realizado en trucha arcoiris en las instalaciones de la empresa Trusal, Puerto Montt, Chile (41°28’11”S, 72°56’41”W). Los experimentos se efectuaron durante octubre-noviembre 2010 y enero 2011 en el centro de cultivo Punta Iglesias. Todos los peces mantenidos en las jaulas de acopio estuvieron en ayuno 72 h antes de ser cosechados. Experimento 1: Efecto del pH en sistemas con hielo líquido Se seleccionaron 200 ejemplares de trucha arcoiris para comparar el pH muscular bajo diferentes tiempos de exposición al frío. Los ejemplares seleccionados tenían un peso medio de 2.252,4 g con una desviación estándar de 648,2 g. El pH muscular fue medido en ejemplares cosechados por inmersión en hielo líquido a temperatura de -3,5°C durante 5, 10, 15 y 20 min. Se incluyó el nivel de tiempo 0 min para las mediciones de pH muscular tomadas en el punto de confinamiento o corte, localizada inmediatamente a la salida de la balsa de acopio. La medición de pH muscular con el método tradicional en la fase de sacrificio se realizó a la salida del salmoducto (mesa de aturdimiento) en ejemplares que fueron succionados desde la balsa de acopio (punto de confinamiento). La medición de pH muscular con el método alternativo en la fase de sacrificio por inmersión en hielo líquido se realizó en ejemplares que estuvieron expuestos durante 5, 10, 15 y 20 min a temperatura de -3,5°C. El punto de confinamiento se considera como un nivel de control donde se espera encontrar un mayor pH muscular que en la fase de sacrificio. Por cada intervalo de tiempo de exposición al frío y en el punto de confinamiento (control) se midió el pH muscular en 10 ejemplares, el diseño se replicó dos veces durante dos días seguidos, generando cuatro grupos de muestras (G1 a G4). Se utilizó una temperatura de enfriamiento a -3,5° ya que esa tempe- ratura es considerada letal para los peces, y el 100% de los ejemplares alcanza la inconsciencia total a partir de 5 min de exposición al frio (Fletcher et al., 1988; EFSA, 2009). Para medir el pH muscular se utilizó un pHmetro (Hanna Instrumens, Modelo HI 98150), la metodología consistió en insertar el electrodo en la musculatura oscura localizada bajo la aleta dorsal de los peces. Experimento 2: Efecto pH entre métodos de sacri- ficio Se selecciónó 60 ejemplares de truchas arcoiris para comparar el pH muscular con los métodos tradicional y alternativo. Los ejemplares seleccionados presentaron un peso medio de 2.218,8 g y una desviación estándar de 805,9 g. La medición de pH muscular con el método tradicional se replicó siguiendo el enfoque presentado en el experimento 1. La medición de pH muscular con el método alternativo por inmersión en hielo líquido se replicó siguiendo el experimento anterior en ejemplares que estuvieron expuestos durante 5 min a -3.5°C. Se utilizó como método de control las mediciones de pH muscular en peces localizados en el punto de corte inicial (confinamiento) en la balsa de acopio. Se midió el pH muscular de 10 ejemplares para cada método de cosecha y en el control. El diseño fue replicado durante dos días, generando dos grupos de muestras (G5 y G6). Experimento 3: Efecto peso vísceras, cabeza y HG (sin cabeza y sin vísceras) Se seleccionaron 600 ejemplares de truchas arcoiris para este experimento, 300 peces por cada método de sacrificio. Los ejemplares se agruparon en grupos de 5 ejemplares por intervalos de peso de amplitud igual a 50 g, partiendo del rango inferior de peso 1.800-1.850 g al rango superior de 2.750-2.800 g. Se generaron 20 clases de intervalos de peso, y en cada intervalo se replicaron tres grupos de 5 ejemplares. Por cada grupo de ejemplares y método de sacrificio, se obtuvo el peso medio inicial, peso medio de vísceras, peso medio de cabezas y peso medio HG por ejemplar. Análisis estadístico Los análisis estadísticos fueron realizados usando el programa IBM SPSS 20.0. Se utilizó la prueba de homogeneidad de varianzas de Levene. La prueba de Kolmogorov-Smirnov (K-S) se usó para verificar normalidad. El pH se analizó con la prueba ANOVA para diseños de efectos fijos. La significancia de los resultados para identificar diferencias signifi-cativas (P < 0,05) entre tratamientos fue analizada usando la prueba de comparaciones múltiples de Tuckey. Los niveles medios de pH se indican incluyendo la medida promedio ±1 error estándar (EE). Para comparar el efecto de acumulación de sangre entre los sistemas de sacrificio se usó un modelo de análisis de covarianza utilizando el modelo lineal generalizado (MLG). En este modelo se supone una relación lineal entre la variable de respuesta (peso de vísceras, peso cabezas o peso HG) y la covariable (peso inicial), se incluye en el modelo una componente que mide el efecto debido a los métodos de sacrificio. La covariable se incluye en el modelo como un efecto bloque cuya función es reducir el error experimental y aumentar la precisión.
  • 4. 290 Latin American Journal of Aquatic Research Figura 1. Variación del pH en truchas arcoiris debido a cinco niveles de exposición al frio (min) en hielo líquido según grupo de muestras. RESULTADOS La Figura 2 muestra para cada grupo la evolución de los pH medios de los ejemplares por tiempo de exposición al frío. Los cuatro grupos de muestras analizados confirman el supuesto de varianzas homogé- neas de los pH entre niveles de exposición al frío (P > 0,097; Levene). Los pH medios por ejemplar en los cuatro grupos de muestras presentaron diferencias significativas entre los distintos tiempos de exposición al frío (P < 0,05; ANOVA). Las comparaciones múltiples entre pares de niveles de exposición al frío confirmaron que la significancia observada (P < 0.0001; Tukey), se atribuye en todos los grupos analizados al efecto pH muscular en el punto de confinamiento (control), mientras que las compa- raciones múltiples de los pH medios entre pares de niveles de tiempo de exposición al frío a partir de los 5 min no presentaron diferencias significativas (P > 0,448; Tukey). Los pH medios por ejemplar en el punto de confinamiento por cada grupo variaron entre 7,0 y 7,2 siendo las estimaciones en cada grupo; G1: 7,13 ± 0,026EE; G2: 7,03 ± 0,053EE; G3: 7,00 ± 0,044EE; G4: 7,20 ± 0,049EE. Al excluir el punto de confinamiento (0 min) y considerando solo los tiempos de exposición de los 5 min en adelante, los pH medios fueron inferiores al pH medio de confinamiento en todos los grupos (G1: 6,57 ± 0,018; G2: 6,43 ± 0,020; G3: 6,45 ± 0,021; G4: 6,48 ± 0,027). Los pH medios por ejemplar en los cinco niveles de tiempo presentaron Figura 2. Variación del pH en truchas arcoiris por método de cosecha (control (confinamiento), alternativo y tradi- cional) según grupo de muestra. diferencias significativas (P < 0,05; ANOVA), siendo las estimaciones en cada tiempo de exposición; 0 min: 7,09 ± 0,025EE; 5 min: 6,55 ± 0,035EE; 10 min: 6,58 ± 0,037EE; 15 min: 6,56 ± 0,031EE; 20 min: 6,57 ± 0,029EE. Los pH medios de los peces debido a los dos métodos de cosecha y el control (punto de confina- miento) se indican en la Figura 3. Los dos grupos de muestras considerados en este experimento confirman el supuesto de homogeneidad de varianzas (P > 0,127; Levene). Al comparar el pH medio por ejemplar entre métodos y control se observaron diferencias signifi- cativas (P < 0,05; ANOVA) que se explicaron por el efecto pH muscular medido en el punto de confina- miento. El pH medio en el punto de confinamiento fue estimado en 7,06 ± 0,029EE. No se evidenciaron diferencias significativas entre los dos métodos (P > 0,954; Tuckey). El pH medio en las truchas arcoiris cosechadas con el método alternativo fue de 6,52 ± 0,041EE y con el método tradicional en 6,53 ± 0,034EE. Usando el peso de las vísceras, cabezas y ejemplares HG, respectivamente, como la variable respuesta y el peso inicial como covariable se ajustaron tres modelos de covarianza utilizando el modelo lineal generalizado (Figs. 4-6). Las estadísticas del peso inicial de los ejemplares de trucha arcoiris seleccionados se indican en la Tabla 1. Los coeficientes de variación fueron igual a 12,5% con el método alternativo y 12,6% con
  • 5. Comparación de dos métodos de sacrificio en trucha arcoiris (Oncorhynchus mykiss) 291 Figura 3. Efectos de los métodos de cosecha en el peso de las vísceras de trucha arcoiris. Líneas de regresión lineal: método alternativo (cuadrados, línea continua); método tradicional (círculos, línea de puntos). Figura 4. Efectos de los métodos de cosecha en el peso de las cabezas de trucha arcoiris. Líneas de regresión lineal: método alternativo (cuadrados, línea continua), método tradicional (círculos, línea de puntos). el tradicional lo que asegura para los análisis una distribución altamente homogénea de pesos por método. Se observó que el peso medio estimado para vísceras y cabezas es mayor con el método alternativo que el tradicional (Tabla 2). Los tres modelos lineales presentaron altos niveles de ajuste (R2 > 0,727) y la prueba de K-S confirmó que los residuos siguen un modelo normal en la mayoría de los casos, con la excepción del método alternativo cuando se usa el peso HG. Sin embargo, es posible considerar que se encuentra en un nivel aceptable para la validez del análisis (P > 0,034; K-S). Los tres modelos ajustados Figura 5. Efectos de los métodos de cosecha en el peso HG (sin cabeza y sin vísceras) de las cabezas de trucha arcoiris. Líneas de regresión lineal: método alternativo (cuadrados, línea continua), método tradicional (círculos, línea de puntos). cumplen el supuesto de varianzas homogéneas (P > 0,137; Levene). La covariable peso inicial (P < 0,0001; MLG) y el efecto métodos (P < 0,0001; MLG) fueron significativos al usar en el modelo la variable respuesta peso vísceras como al usar la variable peso cabezas, derivándose del resultado que el peso medio de las vísceras y cabezas difieren significativamente entre métodos. Para el modelo ajustado con la variable peso HG como respuesta, el análisis MLG mostró que la covariable peso inicial es significativa (P < 0,0001; MLG), aunque, no se determinaron diferencias significativas entre los dos métodos de sacrificio (P > 0,799; MLG). La diferencia de los pesos medios eviscerados entre los métodos fue de 15,5 g y el intervalo de confianza de 95% para la diferencia media del peso por ejemplar fluctuó entre 8,4 y 22,7 g. El método de sacrificio alternativo acumuló un 5,3% más de peso por ejemplar en las vísceras que el método tradicional. La diferencia de medias de los pesos de las cabezas entre los métodos fue igual a 9,1 g y el intervalo de confianza del 95% para la diferencia fluctuó entre 6,1 y 12,1 g. El método de sacrificio alternativo acumuló un 4,9% más de peso por ejemplar de las cabezas que el tradicional. La diferencia de los pesos medios HG entre métodos fue de 1,1 g y el intervalo de confianza de 95% para la diferencia media fluctuó entre -9,8 y 7,6 g, este resultado al no incluir el valor cero confirma que los pesos medios HG no son significativos. El mayor peso estimado en vísceras y cabezas es atribuible principal- mente a sangre retenida cuando no hay desangre por corte de agallas y la temperatura de los peces se enfría por inmersión en hielo líquido. En las Figuras 6a-6b se
  • 6. 292 Latin American Journal of Aquatic Research Figura 6. Diferencia en el color de las vísceras y cabezas de trucha arcoiris. a) Sistema cosecha tradicional (color claro) y sistema cosecha alternativo (color café oscuro) de las vísceras, b) sistema de cosecha tradicional (color café oscuro) y sistema de cosecha alternativo (color rojo) de las cabezas. muestra para cada método de sacrificio la marcada diferencia de tonalidad tanto en vísceras como cabezas debido a la presencia de los fluidos de sangre retenidos. DISCUSIÓN Algunos artículos (Roth et al., 2005) sostienen que una parte importante de los fluidos de sangre se retiran junto con los intestinos. Los resultados de este estudio coinciden con esta afirmación y muestran que los volúmenes de sangre retenidos en las vísceras fueron mayores al usar el método de sacrificio alternativo con hielo líquido que al usar el sistema tradicional. Una conclusión similar se puede obtener con respecto a la mayor retención de los fluidos de sangre en las cabezas. Las referencias sobre el contenido del volumen de sangre derramado en peces que se ha indicado en algunas publicaciones fluctúa entre 1,5% y 6% del cuerpo del ejemplar dependiendo de la especie (Smith, 1996; Roth et al., 2005). La diferencia entre el peso inicial y la suma de los pesos desagregados en vísceras, cabeza y HG se estimó en 56 g, la que se atribuye principalmente a sangre derramada en un ejemplar promedio de trucha (2.302 g), que equivale al 2,4% del peso del cuerpo. Estos niveles de sangre estarían dentro del rango indicado para los peces en la literatura; sin embargo, no fue considerado en la estimación de derrames debido a otras fuentes como las que se generan al efectuar incisiones en la carne para extraer cabezas y vísceras, lo que indica que la estimación del nivel de sangre derramado se encuentra subestimado. Los 15,5 g de diferencia en el peso medio de las vísceras del método alternativo sobre el tradicional equivale al 0,67% del peso medio del cuerpo de un ejemplar de trucha arcoiris, mientras que los 9,1 g de diferencia en el peso medio de las cabezas equivalen al 0,4% del peso medio del ejemplar. En total, el método de sacrificio alternativo retuvo 24,6 g más que el sistema tradicional que equivale al 1,07% del peso del cuerpo del ejemplar. La mayor retención estimada de sangre en vísceras y cabezas mediante el método de sacrificio alternativo, por no efectuar corte de branquias, significa retener el 44,6% del total de sangre que se evacúa (56 g) con el sistema de sacrificio tradicional, utilizando el corte de branquias. Proyectando los volúmenes de sangre que retienen las vísceras y cabezas al usar el método alternativo, se estima que para una producción de salmónidos (truchas y salmones) al año 2014 de 900.000 ton, la retención de sangre al menos sería de 9.630 ton, asumiendo que la retención de sangre representa un 1,07% del cuerpo medio de un ejemplar. Una consecuencia de no realizar el desangre mediante corte de branquias tiene directa relación con la bioseguridad ya que permite optimizar la manipulación de los residuos en la fábrica, para reducir el riesgo de diseminación de enfermedades que podría provocar la dispersión de sangre al medio. La mayor acumulación de sangre retenida en las vísceras y cabezas debido al método alternativo que facilita el manejo de estos residuos y optimiza los espacios de trabajo, proporciona además una fuente potencial para uso en nuevos hidrolizados u otros productos que pueden ser usados para alimentación animal y otras aplicaciones como fertilizantes (Aspmo et al., 2005). Niveles muy bajos de pH en los peces son atribuibles a un alto estrés lo que los predispone en esta etapa del cultivo (cosecha) a una menor calidad del producto y decoloración de la carne, los niveles reportados de pH dependen de la especie. Robb et al. (2000) señalan que la trucha arcoiris (O. mykiss) en confinamiento tiene típicamente un pH muscular entre 7,6 y 7,8. En este estudio en la etapa de confinamiento se registraron valores de pH muscular entre 7,0 y 7,2 inferiores a los niveles promedios reportados por Robb a b
  • 7. Comparación de dos métodos de sacrificio en trucha arcoiris (Oncorhynchus mykiss) 293 Tabla 1. Estadística descriptiva de los pesos de trucha arcoiris usados en los experimentos según método de cosecha. Método sacrificio Muestra (n) Peso mínimo (g) Peso máximo (g) Peso medio (g) Desviación estándar (g) Alternativo 300 1.800 2.798 2.301,8 288,9 Tradicional 300 1.800 2.800 2.303,2 288,2 Tabla 2. Indicadores estadísticos de los modelos lineales de regresión ajustados: bondad de ajuste (R2 ), prueba Kolmogorov-Smirnov (K-S) y peso medio estimado de la variable respuesta (Media). Variable Método R2 K-S Media (g) Vísceras Tradicional 0,841 0,200 271,9 Alternativo 0,847 0,200 287,4 Cabezas Tradicional 0,727 0,200 175,5 Alternativo 0,836 0,860 184,6 HG Tradicional 0,990 0,200 1.798,6 Alternativo 0,986 0,034 1.799,7 et al. (2000). La medición de pH muscular en la etapa post-confinamiento, en la fase de sacrificio, sufrió una disminución del pH muscular quedando en un valor aproximado de pH = 6,5 independiente del método de cosecha utilizado. Cuando se comparan los dos métodos y los distintos tiempos de exposición al frio (5 a 20 min) no se encontraron diferencias significativas. En consecuencia, se puede establecer como hipótesis que es posible exponer a los individuos a tiempos más prolongados de exposición al frío con temperaturas de -3,5°C sin que afecte significativamente el nivel del pH muscular del pez. La literatura considera el método de sacrificio tradicional como de bajo impacto en el bienestar animal (Robb & Kestin, 2002) respecto al de enfriamiento por hielo líquido. Sin embargo, no es posible evitar en procesos industrializados al menos tres manejos que generan stress durante el sacrificio tradicional, uno de ellos es la manipulación de los peces cuando son aturdidos por golpe mecánico en la cabeza, el segundo cuando los peces deben ser manipulados para realizar el corte de branquias y el tercero la excesiva exposición de tiempo de los peces fuera del agua. Los métodos ideales de cosecha sugieren no remover los peces del agua y cuando esto no puede ser evitado, los peces no deberían salir del agua por más de 15 s, ya que después de este tiempo los peces muestran un comportamiento hostil (HSA, 2005). En procesos productivos con altos niveles de producción la probabilidad de fallas de manejo aumentan considerablemente. Si el aturdi- miento falla y los peces son sometidos al corte de branquias sin estar totalmente inconscientes, el desan- grado se desarrolla en una condición de agitación o fuerte stress en agua de baja calidad de oxígeno. Lo anterior es de gran relevancia respecto a la calidad, si se considera que los peces cuando son sometidos a situaciones de stress y de hipoxia, derivan el flujo de la sangre desde las vísceras hacia los músculos y además, provoca un aumento de la viscosidad de la sangre (Gallaugher et al., 1995; Valenzuela et al., 2002), generando en ambos casos factores adversos que evitan lograr un eficiente desangrado. La enfermedad del ISA, es causada por el virus de la anemia infecciosa del salmón (ISAv), que ha afectado a los salmones en Chile obligando a replantearse los riesgos que producen las cosechas de los salmones, como puede ser el desangrado por corte de branquias. En este sentido, si bien los métodos de sacrificio por reducción de temperatura en hielo líquido no se consideran adecuados bajo un enfoque del bienestar animal por no producir la muerte instantánea sugerida como menor a 1 s (EFSA, 2009), el método alternativo se hace potencialmente utilizable si se combina con un método más eficiente para alcanzar rápida inconsciencia como podría ser el aturdimiento eléctrico (Sattary, 2010). Si se combina el aturdimiento eléctrico como método para alcanzar una más rápida inconsciencia, evitando el aturdimiento por golpe mecánico, seguido por la aplicación de un golpe térmico con hielo líquido a -3,5°C, evitando el desangramiento por corte de branquias, se podría tener un método alternativo que asegure mayor bienestar animal, que sea menos estresante, más efectivo y menos riesgoso en cuanto al potencial de riesgo de disemi- nación de patógenos al medio por fluidos de sangre. La propuesta de métodos más eficientes y efectivos de sacrificio de los peces es un tema abierto que requiere más investigación, particularmente si quiere incorporar bienestar animal, bioseguridad, calidad y seguridad alimentaria para los consumidores. AGRADECIMIENTOS Agradecemos a Marcelo Cortés y Rodrigo Matus por su apoyo en la gestión con la Empresa Trusal. Extendemos los agradecimientos a la Fundación Chile y Universidad Diego Portales en el apoyo al desarrollo del estudio.
  • 8. 294 Latin American Journal of Aquatic Research REFERENCIAS Aspmo, S.I., S.J. Horn & V.G.H. Eijsink. 2005. Enzymatic hydrolysis of Atlantic cod (Gadus morhua L.) viscera. Proc. Biochem., 40: 1957-1966. European Food Safety Authority (EFSA). 2009. Species- specific welfare aspects of the main system of stunning and killing of farmed Atlantic salmon: scientific opinion of the panel on animal health and welfare. [http://www.efsa.europa.eu/en/scdocs/doc/1011.pdf]. Revisado: 10 marzo 2014. Fletcher, G.L., M.H. Kao & J.B. Dempson. 1988. Lethal freezing temperatures of Arctic char and other salmonids in the presence of ice. Aquaculture, 71: 369- 378. Gallaugher, P., H. Thoransen & A.P. Farrell. 1995. Hematocrit in oxygen transport and swimming in rainbow trout (Oncorhynchus mykiss). Resp. Physiol., 102: 279-292. Humane Slaugther Association (HSA). 2005. Humane harvesting of salmon and trout: guidance notes N°5 Wheathamstead, UK: Humane Slaugther Association. [www.humanesociety.org/assets/pdfs/farm/hsus-the- welfare-of-farmed-fish-at-slaughter.pdf]. Revisado: 14 abril 2013. Jerret, A.R., J. Stevens & A.J. Holland. 1996. Tensile properties of white muscle in rested and exhausted Chinook salmon (Oncorhynchus tshawytscha). J. Food. Sci., 61: 527-532. Lambooij, E., J.W. Van de Vis, R.J. Kloosterboer & C. Oietersen. 2002. Welfare aspects of live chilling and freezing of farmed eel (Anguilla anguilla L.); neurological and behavioral assessment. Aquaculture, 210: 159-169. Lines, J.A., D.H. Robb, S.C. Kestin, S.C. Crook & T. Benson. 2003. Electric stunning: a humane slaughter method for trout. Aquacult. Eng., 28: 141-154. Lopez-Luna, J., L. Vázques, F. Torrent & M. Villarroel. 2013. Short-term fasting and welfare prior to slaughter in rainbow trout Oncorhynchus mykiss. Aquaculture, 400-401: 142-147. Robb, D.H.F., S.C. Kestin & P.D. Warris. 2000. Muscle activity at slaughter: I. Changes in flesh colour and gaping in rainbow trout. Aquaculture, 182: 261-269. Received: 10 April 2014; Accepted 4 November 2014 Robb, D.H.F., M. O´Callaghan, J.A. Lines & S.C. Kestin. 2002. Electric stunning of rainbow trout (Oncorhynchus mykiss): factors that affect stun duration. Aquaculture, 205: 359-371. Robb, D.H.F. & S.C. Kestin. 2002. Methods used to kill fish: field observation and literature reviewed. Anim. Welfare, 11: 269-282. Roth, B., O.J. Torrissen & E. Slinde. 2005. The effect of slaughtering procedures on blood spotting in rainbow trout (Oncorhynchus mykiss) and Atlantic salmon (Salmo salar). Aquaculture, 250: 796-803. Roth, B., A. Obach, D. Hunter, R. Nortvedt & F. Oyarzun. 2009. Factors affecting residual blood and subsequent effect on bloodspotting in smoked Atlantic salmon fillets. Aquaculture, 297: 163-168. Roth, B., E. Grimsbo, E. Slinde, A. Foss, L.H. Stien & R. Nortvedt. 2012. Crowding, pumping and stunning of Atlantic salmon, the subsequent effect on pH and rigor mortis. Aquaculture, 326-329: 178-180. Sattary, A. 2010. Industrial dry electro-stunning followed by chilling and decapitation as a slaughter method in Claresse (Heteroclarias sp.) and African catfish (Claria gariepinus). Aquaculture, 302: 100-105. Skjerbold, P.O., S.O. Fjera, P. Ostby & E. Olai. 2001. Live-chilling and crowding stress before slaughter of Atlantic salmon (Salmon salar). Aquaculture, 192(2- 4): 265-280. Sorensen, N.K., T. Tobiansen & M. Carleehog. 2004. How do handling and killing methods affect ethical and sensory quality of farmed Atlantic salmon? In: M. Sacaguchi (ed.). More efficient utilization of fish and fisheries products. Elsevier, Amsterdam, pp. 301-307. Smith, L.S. 1996. Blood volumes of three salmonids. J. Fish. Res. Bd. Can., 23: 1775-1790. Valenzuela, A., K. Alveal & E. Tarifeño. 2002. Res- puestas hematológicas de truchas a estrés hipóxico agudo. Gayana, 66(2): 255-261. Villarroel, M. 2013. Bienestar animal en peces: indicadores operativos. Rev. Aquat., 37: 107-112. Wilkinson, R.J, N. Paton & M.J.R. Porter. 2008. The effects of pre-harvest stress and harvest method on the stress response, rigor onset, uscle pH and drip loss in barramundi (Lates calcarifer). Aquaculture, 282: 26- 32.
  • 9. Ensilado de algas como alimento de abalones 295Lat. Am. J. Aquat. Res., 43(2): 295-303, 2015 “Proceedings of the 4th National Conference of Aquaculture, Chile” Sandra Bravo & Rolando Vega (Guest Editors) DOI: 10.3856/vol43-issue2-fulltext-4 Research Article Desarrollo del ensilado del alga Gracilaria chilensis para la alimentación del abalón rojo Haliotis rufescens Alfonso Mardones1 , Rodrigo Cordero1 , Alberto Augsburger2 & Patricio De los Ríos-Escalante2 1 Escuela de Acuicultura, Facultad de Recursos Naturales, Universidad Católica de Temuco P.O. Box 15-D, Temuco, Chile 2 Escuela de Ciencias Ambientales, Facultad de Recursos Naturales Universidad Católica de Temuco, P.O. Box 15-D, Temuco, Chile Corresponding author: Alfonso Mardones (mardolaz@uct.cl) RESUMEN. En Chile, el principal insumo usado como alimento para abalones son las algas Gracilaria chilensis y Macrocystis pyrifera. Estas algas experimentan una notable baja de disponibilidad en otoño e invierno, lo cual trae consigo un aumento considerable de los precios, al tener que depender del abastecimiento desde áreas cada vez más alejadas de los centros de cultivo de abalones y, eventualmente, generando impactos ecológicos indirectos en sus poblaciones. El objetivo fue elaborar y evaluar un ensilado del alga G. chilensis para la alimentación de abalón rojo (Haliotis rufescens), determinando la cantidad de lixiviados generados durante el proceso, el cambio en la composición proximal del alga, la preferencia y consumo del abalón rojo de ensilado de G. chilensis. Se logró un producto ensilado de buenas características físicas, químicas y de conservación, así como una buena aceptación por parte del abalón. Palabras clave: Gracilaria, alga, Haliotis, abalón, ensilaje, acuicultura. Development of algae Gracilaria chilensis silage for feeding red abalone Haliotis rufescens ABSTRACT. In Chile, the main input used as food for abalone is seaweeds Gracilaria chilensis and Macrocystis pyrifera. These seaweeds undergo a remarkable low availability in autumn and winter, which entails a considerable increase in prices, having to depend on supplies from increasingly remote areas of abalone farms and eventually generating indirect ecological impacts in their populations. As a general objective it was proposed to develop and evaluate seaweed G. chilensis silage for feeding red abalone (Haliotis rufescens), determining the amount of leachate generated during the process, the change in proximate composition of the algae, preference and consumption of G. chilensis silage by red abalone. A silage product of good physical, chemical and conservation characteristics, and well accepted by the abalone, was achieved. Keywords: Gracilaria, seaweed, Haliotis, abalone, silage, aquaculture. INTRODUCCIÓN Actualmente, Chile cultiva en forma exitosa dos especie de abalón, Haliotis rufescens (abalón rojo o californiano) y Haliotis discus hannai (abalón verde o japonés) (Saltarini, 2001). Así, Chile es el único país de sudamérica que realiza cultivos de este recurso (Susuki, 2001) y en el 2013, se convirtió en el tercer productor mundial con 943 ton (SERNAPESCA, 2014). La problemática para el cultivo del abalón son sus fuentes de alimentación, ya que todo nuevo cultivo demanda una búsqueda de insumos baratos. En el caso del alimento, éste debe cumplir con las exigencias mínimas, como buena calidad, poseer un fácil manejo, durabilidad, capacidad de almacenamiento y que cumpla con todos los requerimientos nutricionales de la especie de cultivo. Generalmente, la engorda es la fase más costosa de cultivo del abalón, los costos de partida son altos y es la etapa con el mayor tiempo de duración. Es importante para la reducción de los costos, lograr un rápido crecimiento y la clave para lograr esto son la temperatura y la alimentación (Fallu, 1991). En el norte de Chile, se alimenta principalmente con Lessonia spp. y Macrocystis integrifolia y en menor cantidad de Gracilaria spp. y Ulva spp., mientras que en el sur de Chile, se alimenta con G. chilensis y
  • 10. 296 Latin American Journal of Aquatic Research Macrocystis pyrifera (Mardones et al., 2013). La forma de alimentar a los abalones consiste, para el caso de los cultivos en hatchery, en depositar el alga en los estanques. En los cultivos suspendidos, ésta es depositada dentro de los sistemas de confinamiento (tambores o jaulas), una o dos veces por semana, por lo que un determinado alimento debe mantener sus características microbiológicas en el agua (Pizarro, 2003). El principal problema del alimento artificial es su alto costo, al igual que su duración en el agua, lo que dificulta las operaciones y el manejo en la alimentación (Von Stillfried, 2000). También es importante y decisivo el mayor precio que alcanza el abalón cuando es alimentado con dietas naturales, por ello las algas frescas siguen siendo el principal insumo alimenticio en los cultivos de abalón en el país (Pizarro, 2003). Fallu (1991) señala que cuando disminuye la disponibilidad de las algas más consumidas por los abalones, los productores utilizan otras algas disponibles, modifi- cando los componentes nutritivos e incluso mejorando la dieta. En este sentido varios autores coinciden en la utilización alternativa de mezclas de varias especies de algas como: Gracilaria spp., Porphyra spp. y Ulva spp. (Hahn, 1989; Shepherd et al. 1998; Viana, 2002). Los bosques de algas, se caracterizan por una marcada estacionalidad en su tasa de crecimiento, lo que se ve reflejado en la alta disponibilidad en algunas estaciones del año y escasa en otras. Como los requerimientos alimenticios de los animales son relativamente constantes a lo largo del año, es necesario suplir esta escasez de alimento, recolectando el insumo en las temporadas de alto crecimiento, para conservarlo por algún medio y entregarlo en la época de baja productividad (Pizarro, 2003). Por lo anterior, se optó por ensilar G. chilensis, mediante una metodología comúnmente usada en la agricultura tradicional y que permite la preservación y conservación de forrajes por un período de tiempo, hasta su utilización. De acuerdo a la experiencia del área agrícola, lo más indicado para la conservación de forrajes es la henificación o secado natural, si se cuenta con un clima adecuado y estable (M. Toneatti, com. pers.). La zona sur de Chile, no presenta las mejores condiciones climáticas para henificar, principalmente debido a la alta pluviosidad, optándose por la posibilidad del ensilaje. Buxadé (1995), definió al ensilado como un método para la conservación de forrajes (u otros alimentos), con elevado contenido de humedad, protegido del aire, luz y humedad exterior, con un mínimo de pérdida en materia seca y valor nutritivo, buena palatabilidad y sin productos tóxicos para los animales. Las reacciones bioquímicas que se producen en la biomasa vegetal, dividen el proceso de ensilaje en tres fases claramente definidas: la primera fase, llamada aeróbica, en presencia de oxígeno (presente en el aire intersticial que contiene el silo), donde los carbo- hidratos solubles de la planta (azúcares), serán metabolizados por las propias células de la planta y por organismos epífitos aeróbicos y convertidos en CO2, agua y calor (productos metabólicos). Este proceso se mantiene hasta que se hayan agotado los carbohidratos o bien el oxígeno, y se extiende desde el corte del forraje hasta algunas horas después que el silo se ha sellado; esta fase en condiciones correctas dura pocas horas (Buxadé, 1995; Pizarro, 2003). Luego que la respiración celular y la actividad de los microorganismos aeróbicos han agotado el oxígeno atrapado en el silo, se inicia la segunda fase, la anaeróbica o fase fermentativa, donde comienza la fermentación caracterizada por el crecimiento de bacterias que producen ácido acético (otras cepas heterofermentativas de bacterias), liberando así, por fermentación de hexosas (glucosa y fructosa) y pentosas (xilosa y ribosa), ácido acético, etanol, ácido láctico y CO2 (Hiriart, 1998). El descenso en el pH bajo 5, inhibe posteriormente el crecimiento de estas bacterias, esto señala el fin de esta fase que generalmente no dura más de 24 a 72 h. Luego sigue una fase de estabilización del proceso, que tiene un tiempo indefinido de preservación, siempre que conserve el medio anaeróbico. La fase final comienza cuando se abre el silo, es decir se estaría frente a la segunda etapa aeróbica del proceso, lo que es difícil de controlar, afectando la estabilidad y utilización posterior del ensilaje (Hiriart, 1998; Pizarro, 2003). En la fase anaeróbica o de fermentación, actúan tres grupos de microorganismos: bacterias lácticas (Lacto- bacillus casei, Streptococcus faecium), bacterias del género Clostridium y levaduras, que compiten entre sí por las fuentes energéticas presentes en el ensilaje. Por lo tanto, es de vital importancia el resultado de la competencia, para la calidad final del producto (Buxadé, 1995; Pizarro, 2003). El proceso de fermentación en el ensilaje de pradera, en general, está dado por tres puntos críticos: cantidad de carbohidratos solubles en el forraje; porcentaje de materia seca del forraje y capacidad buffer que presenta el forraje. En resumen, una alta cantidad de carbohidratos solubles disponibles, un alto porcentaje de materia seca en el forraje y una baja capacidad buffer, ayudarán a que el ensilaje resulte exitoso (Pizarro, 2003). Aplicar un pre-secado o pre-marchito o secado parcial al forraje, aumenta el contenido de carbohi- dratos solubles en la materia seca del ensilaje y eleva la concentración de ácido láctico del total de ácidos en el proceso (Buxadé, 1995; Hiriart, 1998; Pizarro, 2003). El pre-secado previene la generación abundante de
  • 11. Ensilado de algas como alimento de abalones 297 lixiviados, los que se relacionan con importantes pérdidas nutritivas del forraje, principalmente sus- tancias nitrogenadas, ácidos orgánicos, minerales y carbohidratos solubles (Alomar et al., 1993). Se han diseñado silos experimentales, de volumen reducido, que permiten controlar los factores que intervienen en el proceso de ensilado (Alomar et al., 1991). Una particularidad más acabada de silos de laboratorio, consiste en tubos plásticos (PVC), de 75 a 100 cm de largo y 10,5 cm de diámetro (Hargreaves et al., 1986; Pizarro, 2003). El modelo de silo utilizado en este estudio está basado en las características antes mencionadas. Hahn (1989) se refiere al uso de las algas en los cultivos en Australia y USA. como un suplemento alimenticio en las dietas de abalón, incluyendo algas rojas, pardas y verdes. Los abalones prefieren usual- mente algas pardas, pero existen algunas excepciones, como en el caso de algunos abalones en California que comen algas pardas (Macrocystis spp., Nereocystis spp., Egregia spp. y Eisenia spp.), algas rojas (Gigartina spp., Gelidium spp. y Plocamium spp.) y algas verdes (Ulva spp.). El mismo autor, señala que los abalones de Nueva Zelandia (Haliotis iris y H. australis), prefieren las siguientes algas: Gracilaria spp., Glossophora spp., M. pyrifera, Lessonia variegata, Champia spp., Ulva lactuca y Pterocladia spp. La posibilidad de elaborar un ensilado con G. chilensis, sobre la base de una metodología agrícola tiene por objetivo producir un alimento que sea económicamente accesible, de bajo costo, que cumpla con ciertas características básicas, que compita con los alimentos artificiales para H. rufescens, y sobre todo, que sea un suplemento de los alimentos que común- mente se les administra en los meses donde baja la disponibilidad de algas frescas. El desarrollo experimental de este estudio, consistió en dos etapas, la primera fue hacer un producto ensilado de G. chilensis, determinando su composición proximal, y la segunda etapa consistió en evaluar la aceptabilidad, consumo y preferencia de este ensilado por parte de H. rufescens. MATERIALES Y MÉTODOS El trabajo de investigación constó de dos etapas, la primera realizada en la Escuela de Acuicultura de la Universidad Católica de Temuco, entre septiembre y diciembre 2003, allí se realizó el pre-secado, ensilado del alga Gracilaria chilensis proveniente de Chiloé y los análisis de laboratorios, para la caracterización proximal de alga fresca y de alga ensilada. La segunda etapa, se realizó en la estación experimental Quillaipe de Fundación Chile, en enero 2004, donde se empleó el mejor ensilado en función al mayor porcentaje de proteína, olor, consistencia, textura y mantención, para suministrárselo a un grupo de 152 abalones. Etapa 1: Preparación del silo y ensilado El modelo de silo utilizado, fue una adaptación de un silo experimental propuesto por Hargreaves et al. (1986), que describe la comparación entre dos silos experimentales para la investigación de ensilaje de praderas (Pizarro, 2003). El silo fue construido con tubos de PVC de 16 cm de diámetro por 75 cm de altura (Fig. 1). En los extremos se usaron tapas de PVC, siendo la tapa superior removible y la inferior sellada con pegamento de PVC. En el tubo de PVC, se adhirió exteriormente una cánula para la evacuación de lixiviados (Alomar et al., 1993). Dentro del silo, se colocaron piedras de 1 cm de diámetro aproximadamente, dispuestas sobre los orificios para el drenaje, evitando que el alga obstaculizara la salida de los líquidos. Las piedras fueron desinfectadas con cloro diluido al 10%. Se instaló una manga plástica estéril de 1 m de alto, 20 cm de diámetro y 0,25 mm de espesor, para revestir las paredes al interior del silo. Sobre las algas se colocó un disco de madera de 1½ pulgadas de grosor, del mismo diámetro del tubo de PVC, para homogenizar el peso aplicado sobre el ensilado, ayudando también en la función de sellado. Se colocaron bolones de 4 kg para apretar el ensilado, desinfectados con cloro al 10% y puestos sobre el disco de madera; posteriormente, el silo fue sellado con silicona. Se fabricaron nueve silos y una vez sellados, se instalaron en un mesón de soporte de madera. Pre-marchito o pre-secado Para secar el alga, se extendió en suelo de cemento bajo techo, dispuesta en un lugar donde circulara bastante corriente de aire, por un período de 3 y 6 días. Durante todo el período de secado se revolvían las algas, para que G. chilensis que estuviera en la parte inferior pasara a la parte superior y así poder deshidratar todas las algas. Proceso de ensilado Se ensilaron las algas de la siguiente forma: a) Grupo control (C): alga fresca con 15% materia seca; b) tratamiento 1 (T-1): con un secado de 3 días, 20% materia seca, y c) tratamiento 2 (T-2): con secado parcial de 6 días y 23% materia seca. Cada tratamiento tuvo tres réplicas. El proceso de ensilado, se realizó según las recomendaciones de Pizarro (2003), detalladas a continuación:
  • 12. 298 Latin American Journal of Aquatic Research Figura 1. Silo de PVC y sus diferentes componentes. 1) Picado: se limpió el alga de epífitos y restos de basura, para luego picarla usando un machete y una tijera de cortar pasto, 2) llenado de los silos: el proceso se efectuó en 30 min por cada tratamiento, 3) compactación y sellado: se colocaron 6 kg de algas por silo, en capas, y se ejerció presión manual, repitiendo el proceso hasta que el silo se llenara, se dobló la manga plástica en pliegues y posteriormente se dispuso el disco de madera, al que se le aplicó presión manual, y luego se ejerció una mayor presión usando un tubo de PVC de 10 cm de diámetro y 1 m de largo; 4) una vez que el alga del silo estuvo compactada se puso el peso de 4 kg de bolones, se puso la tapa del silo y se selló con silicona, y 5) una vez que los silos se sellaron se mantuvieron durante 70 días hasta la estabilización del proceso. Recolección de fluidos Durante 15 días post-sellado de los silos, cada tres días se recolectaron y midieron los fluidos que lixiviaban, recogiéndose en una probeta de 500 mL, graduada cada 5 mL. Apertura de silos y análisis proximal Los silos fueron abiertos 70 días después de haber iniciado el proceso. Una muestra de cada silo fue puesta en una bolsa esterilizada y se envió al laboratorio para su análisis proximal. El producto ensilado que obtuvo los mejores porcentajes de proteína, apariencia, olor, forma y consistencia fue utilizado para las evaluaciones de consumo. Etapa 2: Evaluación del consumo de ensilados de algas versus alga fresca En un primer experimento se evaluó durante cinco días el consumo, de los abalones del ensilado de G. chilensis y de alga fresca (Macrocystes pyrifera). Se utilizaron seis jaulas de rejilla plástica con una malla de 1 cm2 , de 18 cm de ancho, 25 cm de alto y 27 cm de largo, con una abertura al centro de 19 cm de largo por 15 cm de ancho, para permitir la entrada de los abalones. Las jaulas se colocaron en un estanque circular de 1,5 m de diámetro, con altura de 0,9 m y una columna de agua de 0,8 m con un flujo de 20 L min-1 a una temperatura media del agua de 18°C.
  • 13. Ensilado de algas como alimento de abalones 299 Los abalones fueron sometidos a una etapa de ayuno durante una semana. Se comparó el consumo realizado por 10 abalones encerrados en de cada jaula con 400 g de alimento ensilado y 400 g de alga fresca que se reponían diariamente, con tres réplicas, entre el control y el tratamiento T-1, durante cinco noches por un período de 12 h, luego se calculó la diferencia porcentual del alimento residual versus el suministrado, utilizando una balanza analítica. Una segunda experiencia consistió, en disponer en un estanque 152 abalones en su centro y 5 jaulas equidistantes del centro, cada una con 400 g de ensilado de cuatro algas: U. lactuca, M. pyrifera, Durvillaea antarctica y G. chilensis y una con 400 g de M. pyrifera fresca. La experimentación tuvo una duración de cinco noches, con observaciones cada 3 h por un período de 12 h, de la cantidad de abalones que entraban o estaban comiendo en las jaulas y del porcentaje de la diferencia porcentual del alimento residual versus el suministrado. Análisis estadístico Los resultados del análisis proximal de los tres ensilados, se transformaron de valores porcentuales, mediante la función arco seno, donde f(x) = sen-1 (Sokal & Rohlf, 1996), para homogenizar los datos. Previa verificación del cumplimiento de los supuestos de normalidad, se realizó un análisis de varianza (ANOVA) para determinar la existencia de diferencias significativas entre las medias de los ensilados se aplicó el test de Tuckey con un 95% de confianza (Canavos, 2001). Para comparar los resultados de las dos experiencias de consumo entre el control y los tratamientos, se realizó un análisis de comparación de medias. Para realizar los cálculos de la función arco seno, homogeneidad de varianzas, test de Tukey y la creación de los gráficos, se utilizaron los programas computacionales Excel XP y StatMost 3.0. RESULTADOS Los silos de Gracilaria chilensis mantuvieron su hermeticidad, sin detectarse descomposición aeróbica en el alga ensilada, gracias al diseño y a los distintos materiales utilizados (manga de polietileno, disco de madera, etc.). Las piedras ayudaron de forma segura a drenar los líquidos lixiviados del material ensilado. Los silos abiertos luego de 70 días después de sellados, presentaron las siguientes características: Grupo control C: presentó un olor dulce-ácido suave; con una textura muy parecida al alga fresca, consistente, de buen aspecto y de color más oscuro. Este tratamiento sin pre-secado, generó más fluidos lixiviados, hasta el día 15 post-sellado. Tratamiento 1: presentó la mejor apariencia en cuanto a textura, olor dulce-ácido suave y consistencia parecida al alga fresca, que no varió en todo el proceso. Tratamiento 2: presentó un olor más fuerte, diferente al C y T-1, conservó la característica de olor ácido no tan dulce, el producto es más bien pastoso, poco consistente, se despedaza y desintegra fácilmente. Los lixiviados del ensilaje fueron de color rojizo, con un tono violeta al inicio, para luego tornarse a color rojizo-ladrillo. Su consistencia en los primeros días fue líquida para luego transformarse en un producto más espeso. El Control generó la mayor cantidad de lixiviados, con un total de 1.648 mL, ya que para el tratamiento T-1, sólo comenzó a escurrir el fluido a partir del día 8 post-sellado, con un total acumulado en los 15 días de 646 mL. Para el T-2, sólo a partir del día 14 eliminó mucus, en cantidad de 25 mL. El lixiviado del Control registró un pH de 5,71 al día 3 y de 4,89 al día 15. Para el tratamiento T-1 el pH varió de 4,97 al día 9 y a 4,85 al día 15. Análisis proximal La composición proximal de los ensilados y las diferencias estadísticas encontradas (Ρ > 0,05), se indican en la Tabla 1. Las diferencias fueron significativas (Ρ > 0,05), entre la materia seca del alga fresca con los tratamientos. La materia seca aumentó con el tiempo de secado del alga, alcanzando su mayor valor en el T-2 con 17,5% en base seca y su menor valor para el T-1 con 13,7%. Las proteínas y fibras presentaron diferencias significativas (Ρ > 0,05) entre el alga fresca y todos los tratamientos. El valor máximo de las proteínas correspondió al T-1 con 22,2% y un valor mínimo para el alga fresca de 20,0%. Para la fibra el alga fresca presentó un valor de 5,7% y el T-1 alcanzó a 7,9%, debido al porcentaje de humedad con que se inician los tratamientos de ensilajes. No se encontraron diferencias significativas (Ρ > 0,05) entre el alga fresca y los tratamientos en el extracto etéreo, cenizas y extracto no nitrogenado. Consumo de distintos ensilados versus Macrocystis pyrifera fresca En la primera experiencia, al comparar el consumo del ensilado de G. chilensis, versus el consumo de M. pyrifera fresca, se observó un mayor consumo del ensilado por parte de los abalones, cuyos porcentajes de ingesta diario fueron de 33,5%, 28,8%, 18,3%, 38,8% y 52%, desde el día 1 hasta el día 5 (Fig. 2).
  • 14. 300 Latin American Journal of Aquatic Research Tabla 1. Composición proximal de Gracilaria chilensis (% en base seca). Los valores corresponden a la media con la desviación estándar (n = 3 réplicas). MS: materia seca, PT: proteína, EE: extracto etéreo, FB: fibra, CT: cenizas totales, ENN: extracto no nitrogenado. Composición proximal Alga fresca Control Tratamiento 1 Tratamiento 2 MS 14,25 ± 0,0000 16,9567 ± 0,0016 13,6800 ± 0,005 17,4967 ± 0,0086 PT 19,97 ± 0,0023 21,2274 ± 0,0104 22,2243 ± 0,0085 20,1855 ± 0,0078 EE 0,32 ± 0,0006 0,5978 ± 0,0048 0,3277 ± 0,0049 0,7645 ± 0,0028 FB 5,65 ± 0,0008 7,8450 ± 0,0037 7,9369 ± 0,0052 6,9463 ± 0,0070 CT 27,47 ± 0,0044 33,7471 ± 0,0039 36,1447 ± 0,0128 36,2498 ± 0,0081 ENN 46,59 ± 0,0081 36,5950 ± 0,0103 33,3664 ± 0,0120 35,854 ± 0,0015 En la segunda experiencia, el mayor consumo fue de alga fresca M. pyrifera (32,2%), luego siguió el ensilado de G. chilensis (22,4%), ensilado de U. lactuca (17,1%), ensilado de M. pyrifera (13,1%) y finalmente, el ensilado de D. antarctica (5,3%) (Fig. 3). DISCUSIÓN Preparación del silo y ensilados Si bien sólo se conoce una experiencia similar de ensilaje para algas, realizada con Macrocystis pyrifera (Pizarro, 2003), no se conocen experiencias similares para Gracilaria chilensis, los resultados señalan que es posible ensilarla. El mejor ensilado se obtuvo en el tratamiento T-1, con un pre-secado de hasta tres días, ya que fue el silo con mayor porcentaje de proteínas, consistencia, textura, olor y apariencia, con caracte- rísticas muy parecidas al alga fresca. Los silos utilizados propuestos por Hargreaves et al. (1986) y Pizarro (2003), fueron adecuados por la facilidad de manejo y hermeticidad. La propuesta en este trabajo, se basó principalmente en la experiencia agrícola del ensilado de praderas, logrando crear un alimento preservado, palativamente neutro y muy similar al alga fresca. Dentro del silo, los componentes como la manga plástica y el disco de madera funcionaron satisfac- toriamente para aislar el alga del medio aeróbico; el disco de madera cumplió una función de soporte para el peso de los bolones, prensando y distribuyendo el peso homogéneamente sobre el alga, concordando con estudios del área agrícola que recomiendan una alta presión para lograr un producto de calidad (Hargreaves et al., 1986; Alomar et al, 1991). El pH de los lixiviados de los ensilados fue disminuyendo tal como lo señalan Hiriart (1998) y Pizarro (2003); su color pardo-rojizo está dado por la existencia de biliproteínas, ficoeritrina y ficocianina, que contribuyen a enmascarar el color verde de la clorofila. La producción de estos fluidos ocurre principalmente en los primeros días post-ensilado, similar al ensilaje de praderas (Hargreaves et al., 1986; Ruiz, 1996; Aguila, 1997; Hiriart, 1998). El proceso de ensilado de G. chilensis generó diferencias estadísticamente significativas (Ρ > 0,05), entre los tratamientos respecto al extracto no nitrogenado, fibra, proteínas y cenizas totales, sin afectar al extracto etéreo, puesto que la concentración de lípidos son relativamente constantes a través del año (Viana, 2002; Westermeier et al., 2012). A mayor tiempo de secado parcial la cantidad de materia seca, se incrementó significativamente (Ρ > 0,05), tal como ocurre en los ensilados de praderas (Hargreaves et al, 1986; Ruiz, 1996; Aguila, 1997; Hiriart, 1998; Pizarro, 2003). Se observó una disminución del extracto no nitrogenado, con respecto al material fresco al tener una alta concentración de estos compuestos en las algas, podría ser una razón clave del buen resultado del ensilaje, ya que constituyen el sustrato nutricional del cual depende primordialmente la acción de la micro- flora fermentativa del material a ensilar (Hargreaves et al., 1986; Ruiz, 1996; Aguila, 1997; Hiriart, 1998; Pizarro, 2003). La fibra demostró un leve aumento en los tratamientos de ensilados respecto del alga fresca, de casi 2%, siendo escasa la variación de ella entre los tratamientos. Las cenizas totales al igual que las proteínas, mostraron un aumento durante el ensilaje, encontrán- dose diferencias significativas (Ρ > 0,05) entre el alga fresca y los tratamientos, que alcanzó su mayor valor en el T-1(22,2%), aumentando un 2% respecto al alga fresca (20,0%), es una diferencia mínima cuando se piensa en la variación estacional que presenta el recurso en el estado natural (Pizarro, 2003). La evaluación de la calidad de los ensilajes de praderas, se guían principalmente en la medición del nitrógeno amoniacal (N-NH3), que es considerado un factor importante y clave (Ruiz, 1996; Aguila, 1997; Hiriart, 1998). Una mala fermentación puede producir una desaminación significativa, como liberación de NH3,
  • 15. Ensilado de algas como alimento de abalones 301 Figura 2. Consumo del ensilado de Gracilaria chilensis versus el alga fresca Macrocystis pyrifera. Figura 3. Consumo total de los abalones de los diferentes ensilados de algas. generando pérdidas en el nitrógeno disponible para el animal y afectando directamente el consumo del ensilado (Pizarro, 2003). La cantidad de proteína y de carbohidratos pueden ser buenos indicadores de la calidad en el ensilaje de algas, considerando que el ensilaje es un proceso de conservación, que acarrea inevitablemente pérdidas de masa y deterioro del valor nutritivo de la planta (Ruiz, 1996). En un estudio realizado para determinar los niveles máximos y mínimos de nutrientes, se estableció que M. pyrifera obtuvo su máximo nivel de proteína en otoño-invierno; de lípidos en primavera-otoño y de carbohidratos en primavera-verano (Westermeier et al., 2012). Evaluación del consumo de ensilados de algas versus alga fresca Los abalones consumieron el ensilado de G. chilensis ingiriendo un 18% más que alga fresca M. pyrifera durante el período de esta prueba de consumo entre G. chilensis y M. pyrifera. Los tratamientos con que se alimentaron los abalones, correspondieron a los que obtuvieron características parecidas al alga fresca en cuanto a composición nutricional y estructura, siendo escogidos el control y T-1, el tratamiento T-2 fue descartado de acuerdo a su deficiente estado, con un aspecto de pasta, mala consistencia y desintegración en el agua. El mayor consumo del ensilado del tratamiento (T-1) en relación al alga fresca, se debería a que una vez hidratado, este se disuelve en el agua, obteniéndose un mayor porcentaje de pérdida que el alga fresca. Además, los ensilados son llamativos organolépti- camente para los abalones, que podría explicar también su mayor consumo, en comparación a la ingesta de alga fresca. En la segunda experiencia sobre consumo, la preferencia principal fue por el alga fresca M. pyrifera, los abalones estaban acostumbrados a consumir dicha alga, al ofrecer un mix de algas como alimento, consumieron primero el alga habitual, consumiendo con posterioridad los ensilados de G. chilensis, U. lactuca, M. pyrifera y D. antarctica. La segunda preferencia por consumo fue para el ensilado de G. chilensis, el tercer lugar fue para el ensilado de U. lactuca, seguida de M. pyrifera y finalmente D. antarctica. En la tercera noche los abalones consumieron de todos los ensilados, por lo que es necesario un mayor análisis del comportamiento de esta especie, ya que es difícil determinar qué factores actúan como atractantes, como ejemplo: el aroma del ensilaje más fuerte, color más llamativo, sabor ácido-dulce, consistencia más dura o cercano a su alcance, etc. Se recomienda estudiar el proceso bioquímico dentro de los silos, ya que en las algas marinas al
  • 16. 302 Latin American Journal of Aquatic Research provenir de un hábitat distinto a los vegetales terrestres, el proceso fermentativo podría ser diferente, para ello es necesario conocer el compor-tamiento del pH, temperatura, ontogénesis enzimática, composición microbiológica y evolución real de los nutrientes. CONCLUSIONES Es factible ensilar el alga Gracilaria chilensis, así como otras algas marinas, logrando la mejor textura, consistencia y apariencia al aplicar un pre-secado de hasta tres días, alcanzando la estabilización del proceso de fermentación del ensilado después de 70 días. Las diferenciaciones en la composición nutritiva de G. chilensis, después de ser ensilada son mínimas, por lo que se conservan sus propiedades nutritivas después de un período de conservación mediante el ensilado. El abalón rojo H. rufescens, ante dos alimentos consumió ambos y en mayor cantidad el ensilado de G. chilensis por sobre el alga fresca M. pyrifera. Frente a cinco alimentos consumió de todos, pero la mayor cantidad fue de alga fresca, M. pyrifera, dejando al ensilado de G. chilensis como una segunda opción de consumo. AGRADECIMIENTOS Se agradece a la Universidad Católica de Temuco, a su Escuela de Acuicultura y a la Fundación Chile, en la persona de don Alberto Augsburger Bachmann, quienes aportaron sus instalaciones para el desarrollo de este trabajo. Se reconoce el gran aporte de mis ex_ alumnos y actuales colegas: Rodrigo Pavéz Moreno, Cristián Pizarro Tonioni y Rodrigo Cordero Canales, con quienes hicimos este estudio y preparamos esta publicación. REFERENCIAS Alomar, D., L. Latrille, A. Ferrando, R. Anrique, O. Balocchi & R. Fuchslocher. 1991. Un modelo de silo experimental. Agro Sur, 19(2): 140-142. Alomar, D., L. Latrille, A. Ferrando, R. Anrique, O. Balocchi, R. Fuchslocher & A. Quezada. 1993. Efecto de adicionar heno, coseta o afrechillo de trigo a un ensilaje de pradera permanente de corte directo en la Décima Región. Agro Sur, 21(1): 52-58. Aguila, H. 1997. Pastos y empastadas. Editorial Univer- sitaria, Santiago, pp. 117-129. Buxade, C. (Coord.). 1995. Zootecnia, bases de producción animal. Tomo III, Alimentos y racionamiento. Editorial Mundi-Prensa, México D.F., 207 pp. Canavos, G. 2001. Probabilidad estadística. Aplicaciones y métodos. Editorial Mc Graw-Hill, México, 615 pp. Fallu, R. 1991. Abalone farming. Fishing New Books, Osney Mead, Oxford, 191 pp. Hahn, K. 1989. Handbook of culture of abalone and other marine gastropods. CRC Press, Florida, pp. 135-153. Hargreaves, A., N. Butendieck & M. Hiriart. 1986. Comparación de dos silos experimentales para investi- gación de ensilajes. Agricult. Téc., 46(2): 185-191. Hiriart, M. 1998. Ensilados, procesamiento y calidad. Editorial Trillas, México D.F., 98 pp. Mardones, A., A. Augsburger, R. Vega & P. de Los Ríos- Escalante. 2013. Growth rates of Haliotis rufescens and Haliotis discus hannai in tank culture systems in southern Chile (41.5ºS). Lat. Am. J. Aquat. Res., 41(5): 959-967. Pizarro, C. 2003. Evaluación de una técnica de ensilado para el alga Macrocystis pyrifera y observación de su consumo por parte de abalón rojo (Haliotis rufescens). Tesis de Licenciatura en Ciencias de la Acuicultura, Universidad Católica de Temuco, Temuco, 50 pp. Ruiz, I. 1996. Praderas para Chile. Instituto de Investi- gación Agropecuaria INIA, Ministerio de Agricultura, pp. 395-428. Saltarini, D. 2001. Evaluación técnica económica compa- rativa en 2 modelos de sistemas de cultivo para abalón japonés Haliotis discus hannai. Tesis de Licenciatura en Ciencias de la Acuicultura, Universidad Católica de Temuco, Temuco, 111 pp. Servicio Nacional de Pesca (SERNAPESCA). 2014. Anuario Estadístico de Pesca. Ministerio de Economía de Chile. [http://www.sernapesca.cl]. Revisado: 6 Enero 2014. Shepherd, S.A., J.R. Turrubiates-Morales & K. Hall. 1998. Decline in the abalone fishery at La Natividad, Mexico: overfishing or climate change? J. Shellfish Res., 17: 839-846. Sokal, R. & F. Rohlf. 1996. Biometría. Ediciones H. Blume, Madrid, 403 pp. Susuki, K. 2001. Estudio de la industria productora de semillas de abalón rojo (Haliotis rufescens) y japonés (Haliotis discus hannai). Un diagnóstico actual y potencial del abalón en Chile. Tesis de Licenciatura en Ciencias de la Acuicultura, Universidad Católica de Temuco, Temuco, 126 pp. Viana, T. 2002. Avances en la nutrición, fisiología digestiva y metabolismo del abalón. Instituto de Investigaciones Oceanográficas, Universidad Autóno- ma de Baja California, 15 pp. Von Stillfried, G. 2000. Evaluación de alimentos artificiales y parámetros fisiológicos para abalón rojo Haliotis rufescens. Tesis de Grado de Biología Marina, Universidad Austral de Chile, Valdivia, 55 pp.
  • 17. Ensilado de algas como alimento de abalones 303 Westermeier, R., P. Murúa, D.J. Patiño, L. Muñoz, A. Ruiz & D.G. Muller. 2012. Chemical composition and energy content in natural and genetically defined cultivars of Macrocystis from Chile. J. Appl. Phycol., 25: 639-642. Received: 20 May 2013; Accepted: 16 November 2014
  • 18. Digestibilidad de proteínas en Oplegnathus insignis 1Lat. Am. J. Aquat. Res., 43(2): 304-308, 2015 “Proceedings of the 4th National Conference of Aquaculture, Chile” Sandra Bravo & Rolando Vega (Guest Editors) DOI: 10.3856/vol43-issue2-fulltext-5 Research Article Coeficientes de digestibilidad total y de proteínas en alimentos experimentales para juveniles de Oplegnathus insignis (Kner, 1867) (Perciformes, Oplegnathidae) Avelino Muñoz1,4 , Elio Segovia2,4 , Masatoshi Futagawa1 , Christopher Marchant1 & Héctor Flores3 1 Área de Desarrollo Acuícola, CORDUNAP, Av. Playa Brava 3256, Iquique, Chile 2 Facultad de Recursos Naturales Renovables, Universidad Arturo Prat, Av. Arturo Prat 2120, Iquique, Chile 3 Departamento de Acuicultura, Facultad de Ciencias del Mar, Universidad Católica del Norte Larrondo 1281, Coquimbo, Chile 4 Programa Magister en Acuicultura, Facultad de Ciencias del Mar, Universidad Católica del Norte Larrondo 1281, Coquimbo, Chile Corresponding author: Avelino Muñoz (avelino.munoz@cordunap.cl) RESUMEN. Los alimentos para peces están formulados con diversos ingredientes, donde la harina de pescado es la principal fuente de proteína. Sin embargo, este insumo tiene un alto costo que lleva a la necesidad de evaluar nuevas fuentes de proteínas y probarlas en especies marinas. Oplegnathus insignis (San Pedro, Pacific beakfish) es una especie omnívora en su etapa intermareal y carnívora en su etapa submareal, que ha sido cultivada de manera experimental, siendo necesario incorporar dietas formuladas. Este estudio reporta la experiencia en alimentación y nutrición, de juveniles de O. insignis alimentados con dietas formuladas con distintas fuentes de proteína. Se efectuó una experiencia con juveniles de O. insignis provenientes de un cultivo experimental. Se formularon cuatro alimentos, uno en base de harina de pescado (referencia) y tres modificando la fuente de proteína del alimento de referencia, intercambiando un 30% de harina de pescado, por harina de soya, harina de moluscos y harina de quinoa. Se experimentó con 180 ind de 295,6 g y de 450 días post-eclosión, distribuidos en 12 estanques rectangulares de 1,6 m3 . La alimentación fue a saciedad. Se efectuaron análisis próximales de los alimentos experimentales de las heces colectadas. Se determinó los coeficientes de digestibilidad total y proteína. El alimento con mayor contenido de proteína fue el que contenía harina de moluscos. El mayor coeficiente de digestibilidad total lo tienen los alimentos con harina de pescado (68,0%) y harina de moluscos (67,1%), mientras que en los alimentos en base a harinas vegetales, la digestibilidad total para la harina de soya fue de 62,7% y para harina de quinoa de 64,1%. Estos resultados indican que es factible reemplazar un 30% de la harina de pescado por harinas de origen vegetal. Palabras clave: Oplegnathus insignis, San Pedro, nutrición, análisis proximal, quinoa, acuicultura. Total digestibility coefficients and protein content in experimental food for juvenile of San Pedro, Oplegnathus insignis (Kner, 1867) (Perciformes, Oplegnathidae) ABSTRACT. Fish feeds are formulated with different ingredients, where fishmeal is the main source of protein. However, this input has a high cost, which leads to the need to evaluate new sources of protein and test them on marine species. Oplegnathus insignis (San Pedro, Pacific beakfish) is an omnivorous fish during its intertidal life stage switching to carnivore when it lives in subtidal habitats. This species has been reared experimentally, being necessary to incorporate formulated diets. To this end, this study reports the experiments in food and nutrition in juvenile O. insignis fed with formulated diets with different protein sources. The experiments were performed with hatchery-produced juvenile fish. Four foods, one based on fishmeal (reference) and three modified, replacing 30% of fish meal by other protein sources derived from soybean meal, mollusc meal and quinoa meal. We experimented with 180 ind. of 295.6 g and 450 days post-hatching, distributed in 12 rectangular tanks of 1.6 m3 . The feed was offered to satiety. Proximal analysis of experimental foods was performed in the feeds and faeces collected. Digestibility coefficients and total proteins were determined. The food with higher protein content was the flour containing molluscs meal. The higher total digestibilitycoefficient was determined in those foods made with fishmeal (68.0%) and molluscs meal (67.1%), while in those foods containing vegetable meals, total digestibility values were 62.7% for soybean meal and 64.1% for quinoa meal respectively. These results indicate that it is feasible to replace up to 30% fishmeal by vegetable flours. Keywords: Oplegnathus insignis, Pacific beakfish, feeds, proximal analysis, quinoa, aquaculture. 304
  • 19. 2 Latin American Journal of Aquatic Research INTRODUCCIÓN La acuicultura de peces marinos en Chile, es un tema incipiente, a nivel comercial, sólo se cultiva Scophthal- mus maximus (turbot), que es introducida. En especies nativas, hay diferentes experiencias tendientes a evaluar y desarrollar tecnologías de cultivo (Flores & Rendic, 2011), donde la alimentación es una de las variables importantes de estudiar. Los alimentos para peces son formulados con distintos ingredientes, donde la harina de pescado es la principal fuente de proteína, debido principalmente a su alto contenido de proteína bruta y perfil de aminoácidos esenciales, así como su alta digestibilidad de materia seca, energía y nitrógeno (Zhoug et al., 2004). Sin embargo, este insumo, es de alto costo y se requiere evaluar nuevas fuentes de proteínas y probarlas en especies marinas. Oplegnathus insignis (Kner, 1867) conocido comúnmente como San Pedro, es una especie de interés pesquero, que no figura en las estadísticas nacionales de pesca y cuya extracción ha disminuido conside- rablemente. Su musculatura es firme, consistente y de interesante demanda, que la hacen una especie factible de ser cultivada, tal como ocurre con Oplegnathus fasciatus (Kumai, 1984; Lipton, 2007; Liu et al., 2008; Hai et al., 2010). O. insignis se distribuye desde las Islas Galápagos, Ecuador a Antofagasta, Chile (Chirichigno, 1974), habitando el litoral rocoso. Es una especie cuya biología se conoce poco, los juveniles se encuentran temporalmente en pozas litorales, principalmente en otoño e invierno (Berríos & Vargas, 2000). Su alimentación es omnívora en base a algas e inverte- brados (Grove & Lavenberg, 1997). En las pozas litorales se alimenta de macroalgas, poliquetos, copépodos, anfípodos, cirripedios y porcelánidos; con un importante consumo de algas que puede llegar al 35%, donde el ítem principal son algas clorófitas (Berríos & Vargas, 2004). Los peces que habitan el submareal, son carnívoros y su alimentación se basa principalmente en moluscos (Fisurella sp. y Chiton cumingsi), cirripedios (Austromegabalanus psittacus) y equinodermos (Tetrapigus niger) (Medina et al., 2004). Su cultivo se ha desarrollado experimentalmente en la Universidad Arturo Prat (Iquique), con estudios concretos en consumo de oxígeno (Segovia et al., 2012) y evaluación a la respuesta de estrés (Tapia et al., 2012). La incorporación de algas en la alimentación natural en los juveniles de esta especie, es una oportunidad para el desarrollo de la acuicultura de O. insignis, que permite proponer dietas formuladas con ingredientes de origen animal y vegetal. Este trabajo reporta la experiencia en alimentación y nutrición, de juveniles de O. insignis alimentados con dietas formuladas con distintas fuentes de proteína. MATERIALES Y MÉTODOS Los experimentos se efectuaron con juveniles de O. insignis (San Pedro, Pacific beakfish) proveniente de un cultivo experimental en hatchery. Se formularon cuatro alimentos experimentales, uno en base de harina de pescado (alimento de referencia) y tres modificando la fuente de proteína del alimento de referencia, intercambiando un 30% de harina de pescado, por harina de soya, harina de moluscos y harina de quinoa (Tabla 1). Para determinar la digestibilidad de estos cuatro alimentos, se utilizó como marcador óxido de cromo III (Cr2O3), adicionado en un 1% en la preparación. Para la formulación definitiva de los alimentos se utilizó el programa computacional Zmix 3.1, y se determinó las cantidades porcentuales de cada ingrediente y se estimaron los porcentajes proximales de cada formulación. Para el experimento se seleccionaron 180 peces de peso promedio de 295,61 ± 8,85 g, de 450 días de edad post-eclosión. El total de peces se distribuyó en 12 estanques rectangulares de fibra de vidrio de 1,6 m3 de capacidad total, a los cuales se les instaló una jaula de malla plástica de 80x80x50 cm, confinando en su interior 15 ejemplares por estanque, en un volumen útil de 0,32 m3 . La biomasa promedio dentro de cada jaula fue de 4,43 ± 0,13 kg y la densidad promedio fue de 13,86 ± 0,42 kg m-3 . Los 12 estanques utilizados se dividieron en cuatro grupos con tres réplicas, donde cada estanque se mantuvo con flujo continuo de agua de mar sin tratamiento, a una tasa de renovación de tres veces al día el volumen total y con aireación constante. Diariamente se registró la temperatura (ºC) y oxígeno disuelto (mg L-1 ) a las 08:30, 14:30 y 17:00 h, durante cuatro semanas. La alimentación de los peces fue a saciedad hasta un máximo de 40 g por día, en dos raciones, una en la mañana y otra después de medio día (09:00 y 14:00 h). Las heces fueron recolectadas después de 2 h de entregada la última ración de alimento (16:00 h), éstas se lavaron con agua destilada y se congelaron a -50ºC. Se recolectó en total por cada estanque de 50 g de heces, luego se secaron en una estufa a 60ºC por 24 h hasta lograr una masa constante. Los análisis proximales de los alimentos y heces fueron realizados en el Laboratorio de Nutrición de la Universidad Católica de Temuco. Los coeficientes de digestibilidad total (DT) y proteína (DNP) se calcularon según Bureau et al. (1999). Para el análisis estadístico de los datos se utilizó el programa estadístico R (ver. 2.15.1), para determinar la normalidad de los datos se 305
  • 20. Digestibilidad de proteínas en Oplegnathus insignis 3 Tabla 1. Composición porcentual de ingredientes en alimentos experimentales para el cultivo de juveniles de San Pedro (Oplegnathus insignis). Alimento referencia: Harina de pescado; Alimento 1: 30% H. soya; Alimento 2: 30% H. moluscos; y Alimento 3: 30% H. quinoa. aplicó el estadístico de Shapiro-Wilk (P = 0,05) y para la homegenidad de las varianzas el estadístico de Bartlett (P = 0,05). Posteriormente, para determinar diferencias significativas en los tratamientos se aplicó la prueba de ANOVA de una vía (P = 0,05), con comparación múltiple de Tukey entre tratamientos (P = 0,05). RESULTADOS Durante el experimento la temperatura del agua fluctuó entre 16,25 y 17,33ºC y el oxígeno disuelto entre 6,12 y 6,25 mg L-1 . Durante el experimento no se registró mortalidad de peces en ninguno de los estanques. El consumo de alimento fue normal en cuanto a las condiciones y conducta de alimentación observadas previamente para O. insignis producidos en hatchery, consumiendo aproximadamente un promedio del 78,5% del alimento entregado diariamente. Se visualizó una mejor apetencia en la última ración del día. Después de cuatro semanas, los peces de los cuatro grupos experimentales registraron una ganancia en peso entre 173,96 y 231,73 g, con un factor de conversión alimenticia promedio de 5,89 para todos los tipos de alimentos probados. El alimento con mayor porcentaje de proteína resultó ser con harina de moluscos, mientras que los alimentos en base a harina de pescado y soya, tuvieron porcentajes de proteína semejante, mientras que el alimento con harina de quinoa, es el que tuvo el menor porcentaje de proteína (Tabla 2). El análisis proximal de las heces indicó que el porcentaje de proteína fue similar para los cuatro alimentos (Tabla 3). En los porcentajes de proteína bruta se determinaron diferencias significativas entre los grupos experi- mentales (F = 2,204, df = 7, P < 0,0001), aunque, entre los alimentos con harina de pescado y soya no hubo diferencias estadísticas (P < 0,05). En la proteína bruta presente en las heces, no se encontraron diferencias significativas entre los distintos alimentos (F = 1,733, df = 11, P = 0,2374). El alimento que contiene harina de pescado (alimento de referencia) es el que tiene el mayor coeficiente de digestibilidad total (DT, %) de los alimentos probados (Tabla 4). No existe diferencia entre los distintos alimentos probados (F = 2,037, df = 11, P = 0,1873) y tampoco existe diferencias signifi- cativas entre los tratamientos y al interior de ellos (F = 1,652, df =11, P = 0,2533). DISCUSIÓN En el cultivo de peces, existen varias investigaciones orientadas a buscar nuevas fuentes proteicas, donde se destaca el uso de harinas de origen animal (carne, pluma, sangre, lombriz), harinas vegetales (soya, raps, lupino, quinoa), ensilados de pescado y empleo de flora microbiana (Llanes et al., 2010). Para tener la seguridad que uno de estos nuevos ingredientes es un aporte nutricional, es necesario determinar la digestibilidad del alimento, debido a que este indicador es funda- mental en la evaluación nutricional de un ingrediente para ser usado en alimentación animal (Allan et al., 2000). Experiencias semejantes se han efectuado en O. fasciatus, con reemplazo parcial de harina de pescado Ingredientes Alimento referencia Alimento 1 Alimento 2 Alimento 3 Harina de pescado 49,80 34,86 34,86 34,86 Harina de soya 0 30,00 0 0 Harina de moluscos 0 0 30,00 0 Harina de quinoa 0 0 0 30,00 Harina de arroz 10,00 7,00 7,00 7,00 Harina de maíz 10,00 7,00 7,00 7,00 Harina de trigo 18,00 12,60 12,60 12,60 Harina de sangre 5,17 3,62 3,62 3,62 Aceite de pescado 2,50 1,75 1,75 1,75 Premix de vitaminas 2,00 2,00 2,00 2,00 Celulosa 1,52 0,16 0,16 0,16 Oxido de cromo (Cr2O3) 1,00 1,00 1,00 1,00 100,00 100,00 100,00 100,00 306
  • 21. 4 Latin American Journal of Aquatic Research Tabla 2. Análisis proximal de alimentos experimentales utilizados. Alimento referencia (Ref.): harina de pescado; Alimento 1: 30% harina de soya; Alimento 2: 30% harina de moluscos; y Alimento 3: 30% harina de quinoa. DE: desviación estándar. Análisis proximal de alimentos experimentales Alimento (Ref.) Alimento 1 Alimento 2 Alimento 3 Nutriente (%) % DE % DE % DE % DE Proteína bruta 49,78 0,12 49,85 0,13 54,98 0,03 37,45 0,41 Extracto etéreo 8,69 0,24 7,89 0,07 10,55 0,01 8,55 0,27 Extracto no nitrogenado 28,17 0,33 28,15 0,07 20,96 0,13 41,84 0,54 Cromo (marcador) 0,97 0,10 0,96 0,22 1,03 0,15 1,15 0,24 Total nutrientes 86,64 85,89 86,49 87,84 Total nutrientes + marcador 87,61 86,85 87,52 88,99 Materia seca (%) 92,79 0,17 92,35 0,07 92,61 0,02 94,23 0,10 Tabla 3. Análisis proximal a las heces de los peces en estudio. Alimento referencia (Ref.): harina de pescado; Alimento 1: 30% harina de soya; Alimento 2: 30% harina de moluscos; Alimento 3: 30% harina de quinoa. DE: desviación estándar. Análisis proximal de las heces Alimento (Ref.) Alimento 1 Alimento 2 Alimento 3 Nutriente (%) % DE % DE % DE % DE Proteína bruta 23,47 3,62 25,12 5,04 26,20 0,20 20,71 0,98 Extracto etéreo 3,82 0,66 2,98 0,61 3,87 0,43 3,65 1,20 Extracto no nitrogenado 8,33 0,85 3,41 2,40 20,75 0,17 16,02 2,18 Cromo (marcador) 3,17 0,49 2,58 0,18 3,13 0,06 3,24 0,44 Total % nutrientes 35,62 31,51 50,82 40,38 Total % nutrientes + marcador 38,80 34,09 53,94 43,63 Materia seca 30,86 6,59 30,38 1,63 95,69 1,76 34,19 2,86 Tabla 4. Coeficiente de digestibilidad total y de proteína bruta de los alimentos probados (%). Alimento referencia (Ref.): harina de pescado; Alimento 1: 30% harina de soya; Alimento 2: 30% harina de moluscos; Alimento 3: 30% harina de quinoa. DE: desviación estándar. Digestibilidad total (%) DE Digestibilidad proteína bruta (%) DE Alimento 1 62,67 2,65 81,07 4,65 Alimento 2 67,05 0,61 84,30 0,42 Alimento 3 64,13 4,53 80,19 2,45 Alimento Ref. 68,98 4,43 85,21 3,92 por harina de semilla de algodón y soya (Lim & Lee, 2009). Con aportes de espirulina, no sólo como reemplazo de la fuente proteica, sino que como estimulador del sistema inmune (Kim et al., 2013). Se ha incorporado harina de soya fermentada por Aspergillus oryzae, que permite mejorar la disponi- bilidad de fósforo en la harina de soya (Kim et al., 2009). De acuerdo a los resultados es posible indicar que las harinas de origen vegetal, como la soya y quinoa, presentan altos índices de digestibilidad total en O. insignis, con 62,7 y 64,1% de DT respectivamente. Es conveniente mencionar que la digestibilidad total de los alimentos y de las proteínas que lo componen, son digestibles con valores no significativamente diferentes para los coeficientes de digestibilidad total y de digestibilidad de proteína bruta. Sin embargo, queda de manifiesto que los alimentos formulados en base a ingredientes de origen animal (harina de pescado y de moluscos), son los que presentan los porcentajes más altos del coeficiente de digestibilidad total, con 68,0 y 67,1% respectivamente. Lo mismo ocurre con el coeficiente de digestibilidad de la proteína bruta, donde el alimento en base a harina de pescado tiene un 85,2% 307