2. * 1. LA ENSEÑANZA
DE LA REVELACIÓN SOBRE LA
LEY NATURAL
* 2. LA LEY NATURAL, EXPRESIÓN DEL SENTIDO
MORAL ORIGINAL DE LA PERSONA HUMANA
* 3. EL MAGISTERIO DE LA IGLESIA Y LA LEY
MORAL NATURAL
*
3. • Pensar por separado en la ley moral natural y
en la sobrenatural no tiene que llevar a
pensarnos que se dan yuxtapuesta o que
obedecen a distintos designios de Dios, están
íntimamente vinculada y se compenetran
mutuamente
4. IMPORTANCIA DE LA LEY NATURAL
• - ÁMBITO DONDE PODEMOS ENTENDERNOS
TODOS LOS HOMBRES
• - FUNDAMENTO Y GARANTÍA DE LOS
DERECHOS HUMANOS
• - CRITICADA, OLVIDADA, NEGADA
• HOY EN DÍA TODO EL DERECHO NO ES
IUSNATURALISTA, SINO IUSPOSITIVISTA
5. CRÍTICAS
• Fisicalista, sustantivista, fijista
• Doctrina moral más ontológica que
antropológica, más cercana a la
naturaleza universal del hombre que a
la persona abstracta y concreta, sin
considerar la singularidad de cada
individuo
• Todo ligado a la especificidad de la
moral cristiana y a la moral autónoma
6. 1. LA ENSEÑANZA DE LA
REVELACIÓN SOBRE LA
LEY NATURAL
1.1. LA SAGRADA ESCRITURA
1.2. LOS SANTOS PADRES
1.3. EL MAGISTERIO DE LA IGLESIA
7. 1.1. LA SAGRADA ESCRITURA
• No hay tratamiento sistemático,
pero hay muchos textos Dt 30, 1115 “estos mandamientos que yo te
prescribo no son superiores ni están
fuera de ti”
• Los diez mandamientos son los
preceptos derivados de los primeros
principios de la ley natural
• Gn 12,10-20 reprobación de la
conducta de los paganos
8. NUEVO TESTAMENTO
•
•
•
•
MUCHAS REFERENCIAS A EXIGENCIAS ÉTICAS
NOS FIJAMOS SÓLO EN 2
Rm 1-2 Existencia de la ley natural
“Cuando los gentiles, que no tienen ley
cumplen naturalmente las prescripciones de la
ley, sin tener ley, para sí mismos son ley“
• Mt 19,4-9: En el principio no fue así…
9. 1.2. LOS SANTOS PADRES
Tratan mucho de la ley natural, casi siempre
comentando los textos que hemos leído
Tratan de esta cuestión para salvar la bondad de
Dios… porque no es injusto por no haber dado a
los gentiles la ley mosaica
S.Justino habla de que vivir según la razón
equivale a vivir según Cristo
Clemente de Alejandría 2 leyes una eterna
objetiva transcendente y otra inmanente y
próxima, en el interior del hombre, la ley natural
10. El Logos, la ley eterna que es Cristo
gobierna el mundo, el hombre tiene que
ordenar su ley interior a la ley externa
El logos del hombre es participación del
Logos divino
Recta razón es un concepto griego, que
equivale al concepto bíblico de imagen de
Dios
Nada natural debe ser suprimido sino
mesurado, lo natural es imagen de Dios
11. S.Agustín
• ¿Qué es hacer el bien y evitar el mal?
Conformar lo vivido por el hombre (actos
humanos) con lo pensado por Dios (la ley)
• La ley a la vez es interior y transcendente
• ¿Por qué se necesita que sea interior?
• ¿Por qué transcendente?
12. 1.3. EL MAGISTERIO DE LA IGLESIA
• Siempre ha hablado de la ley natural; sobre
todo a partir de León XIII
• Concilio Vaticano II pone el criterio moral en el
valor de la persona como imagen de Dios.
• Pero no olvida la ley natural, ley que está
dentro del hombre, participación de la
sabiduría divina. De la obediencia a esa ley,
que no procede de sí mismo, depende que el
obrar moral responda a la dignidad que le
corresponde como persona humana
15. • TERCERA PARTE
LA VIDA EN CRISTO
• PRIMERA SECCIÓN
LA VOCACIÓN DEL HOMBRE:
LA VIDA EN EL ESPÍRITU
• CAPÍTULO TERCERO
LA SALVACIÓN DE DIOS:
LA LEY Y LA GRACIA
16. • ARTÍCULO 1
LA LEY MORAL
• 1950. La ley moral es obra de la Sabiduría
divina. Se la puede definir, en el sentido
bíblico, como una instrucción paternal, una
pedagogía de Dios. Prescribe al hombre los
caminos, las reglas de conducta que llevan a la
bienaventuranza prometida; proscribe los
caminos del mal que apartan de Dios y de su
amor. Es a la vez firme en sus preceptos y
amable en sus promesas.
17. • 1951 La ley es una regla de conducta proclamada
por la autoridad competente para el bien común.
La ley moral supone el orden racional establecido
entre las criaturas, para su bien y con miras a su
fin, por el poder, la sabiduría y la bondad del
Creador. Toda ley tiene en la ley eterna su
verdad primera y última. La ley es declarada y
establecida por la razón como una participación
en la providencia del Dios vivo, Creador y
Redentor de todos. “Esta ordenación de la
razón es lo que se llama la ley” (León XIII, Carta
enc. Libertas praestantissimum; citando a santo
Tomás de Aquino, Summa theologiae, 1-2, q. 90,
a. 1):
18. • «El hombre es el único entre todos los seres
animados que puede gloriarse de haber sido
digno de recibir de Dios una ley: animal
dotado de razón, capaz de comprender y de
discernir, regular su conducta disponiendo de
su libertad y de su razón, en la sumisión al que
le ha sometido todo» (Tertuliano, Adversus
Marcionem, 2, 4, 5).
19. • 1952 Las expresiones de la ley
moral son diversas, y todas están
coordinadas entre sí: la ley
eterna, fuente en Dios de todas
las leyes; la ley natural; la ley
revelada, que comprende la Ley
antigua y la Ley nueva o
evangélica; finalmente, las leyes
civiles y eclesiásticas.
20. • 1953 La ley moral tiene en
Cristo su plenitud y su
unidad. Jesucristo es en
persona el camino de la
perfección. Es el fin de la
Ley, porque sólo Él enseña
y da la justicia de Dios:
“Porque el fin de la ley es
Cristo para justificación de
todo creyente” (Rm 10, 4).
21. • I. La ley moral natural
• 1954. El hombre participa de la sabiduría y la
bondad del Creador que le confiere el dominio de
sus actos y la capacidad de gobernarse con miras
a la verdad y al bien. La ley natural expresa el
sentido moral original que permite al hombre
discernir mediante la razón lo que son el bien y el
mal, la verdad y la mentira:
• «La ley natural [...] está inscrita y grabada en el
alma de todos y cada uno de los hombres porque
es la razón humana que ordena hacer el bien y
prohíbe pecar. Pero esta prescripción de la razón
humana no podría tener fuerza de ley si no fuese
la voz y el intérprete de una razón más alta a la
que nuestro espíritu y nuestra libertad deben
estar sometidos» (León XIII, Carta enc. Libertas
praestantissimum).
22. • 1955 La ley divina y natural (GS 89) muestra al
hombre el camino que debe seguir para practicar
el bien y alcanzar su fin. La ley natural contiene
los preceptos primeros y esenciales que rigen la
vida moral. Tiene por raíz la aspiración y la
sumisión a Dios, fuente y juez de todo bien, así
como el sentido del prójimo en cuanto igual a sí
mismo. Está expuesta, en sus principales
preceptos, en el Decálogo. Esta ley se llama
natural no por referencia a la naturaleza de los
seres irracionales, sino porque la razón que la
proclama pertenece propiamente a la naturaleza
humana:
23. • «¿Dónde, pues, están inscritas [estas normas]
sino en el libro de esa luz que se llama la Verdad?
Allí está escrita toda ley justa, de allí pasa al
corazón del hombre que cumple la justicia; no
que ella emigre a él, sino que en él pone su
impronta a la manera de un sello que de un anillo
pasa a la cera, pero sin dejar el anillo» (San
Agustín, De Trinitate, 14, 15, 21).
• La ley natural «no es otra cosa que la luz de la
inteligencia puesta en nosotros por Dios; por ella
conocemos lo que es preciso hacer y lo que es
preciso evitar. Esta luz o esta ley, Dios la ha dado
al hombre en la creación. (Santo Tomás de
Aquino, In duo pracepta caritatis et in decem
Legis praecepta expositio, c. 1).
24. • 1956 La ley natural, presente en el
corazón de todo hombre y establecida
por la razón, es universal en sus
preceptos, y su autoridad se extiende a
todos los hombres. Expresa la dignidad
de la persona y determina la base de
sus derechos y sus deberes
fundamentales:
• «Existe ciertamente una verdadera ley:
la recta razón, conforme a la naturaleza,
extendida a todos, inmutable, eterna,
que llama a cumplir con la propia
obligación y aparta del mal que
prohíbe. [...] Esta ley no puede ser
contradicha, ni derogada en parte, ni
del todo» (Marco Tulio Cicerón, De
republica, 3, 22, 33).
25. • 1957 La aplicación de la ley natural varía
mucho; puede exigir una reflexión adaptada a
la multiplicidad de las condiciones de vida
según los lugares, las épocas y las
circunstancias. Sin embargo, en la diversidad
de culturas, la ley natural permanece como
una norma que une entre sí a los hombres y
les impone, por encima de las diferencias
inevitables, principios comunes.
26. • 1958 La ley natural es inmutable (cf GS 10) y
permanente a través de las variaciones de la
historia; subsiste bajo el flujo de ideas y
costumbres y sostiene su progreso. Las normas
que la expresan permanecen substancialmente
valederas. Incluso cuando se llega a renegar de
sus principios, no se la puede destruir ni arrancar
del corazón del hombre. Resurge siempre en la
vida de individuos y sociedades:
• «El robo está ciertamente sancionado por tu ley,
Señor, y por la ley que está escrita en el corazón
del hombre, y que la misma iniquidad no puede
borrar» (San Agustín,Confessiones, 2, 4, 9).
27. • 1959 La ley natural, obra maravillosa del
Creador, proporciona los fundamentos sólidos
sobre los que el hombre puede construir el
edificio de las normas morales que guían sus
decisiones. Establece también la base moral
indispensable para la edificación de la
comunidad de los hombres. Finalmente
proporciona la base necesaria a la ley civil
que se adhiere a ella, bien mediante una
reflexión que extrae las conclusiones de sus
principios, bien mediante adiciones de
naturaleza positiva y jurídica.
28. • 1960 Los preceptos de la ley natural no son
percibidos por todos, sin dificultad, con firme
certeza y sin mezcla alguna de error. En la
situación actual, la gracia y la revelación son
necesarias al hombre pecador para que las
verdades religiosas y morales puedan ser
conocidas “de todos y sin dificultad, con una
firme certeza y sin mezcla de error” (Concilio
Vaticano I: DS 3005; Pío XII, enc. Humani generis:
DS 3876). La ley natural proporciona a la Ley
revelada y a la gracia un cimiento preparado por
Dios y armonizado con la obra del Espíritu.
29. VERITATIS SPLENDOR
• LIBERTAD Y LEY NO SÓLO SE CONTRAPONEN
DEBEN COMPENETRARSE
• ES LA RAZÓN HUMANA LA QUE NOS MANDA
HACER EL BIEN
• LA LEY NATURAL ES LA MISMA LEY ETERNA,
ÍNSITA EN LOS SERES DOTADOS DE RAZÓN
30. • 35. Leemos en el libro del Génesis: «Dios
impuso al hombre este mandamiento: "De
cualquier árbol del jardín puedes comer, mas
del árbol de la ciencia del bien y del mal no
comerás, porque el día que comieres de él,
morirás sin remedio"» (Gn 2, 16-17).
31. • Con esta imagen, la Revelación enseña que el
poder de decidir sobre el bien y el mal no pertenece
al hombre, sino sólo a Dios. El hombre es
ciertamente libre, desde el momento en que
puede comprender y acoger los mandamientos de
Dios. Y posee una libertad muy amplia, porque
puede comer «de cualquier árbol del jardín». Pero
esta libertad no es ilimitada: el hombre debe
detenerse ante el árbol de la ciencia del bien y del
mal, por estar llamado a aceptar la ley moral que
Dios le da. En realidad, la libertad del hombre
encuentra su verdadera y plena realización en esta
aceptación. Dios, el único que es Bueno, conoce
perfectamente lo que es bueno para el hombre, y
en virtud de su mismo amor se lo propone en los
mandamientos.
32. • La ley de Dios, pues, no atenúa ni elimina la
libertad del hombre, al contrario, la garantiza y
promueve. Pero, en contraste con lo anterior,
algunas tendencias culturales contemporáneas
abogan por determinadas orientaciones éticas,
que tienen como centro de su pensamiento un
pretendido conflicto entre la libertad y la ley. Son
las doctrinas que atribuyen a cada individuo o a
los grupos sociales la facultad de decidir sobre el
bien y el mal: la libertad humana podría «crear
los valores» y gozaría de una primacía sobre la
verdad, hasta el punto de que la verdad misma
sería considerada una creación de la libertad; la
cual reivindicaría tal grado de autonomía
moral que prácticamente significaría su soberanía
absoluta.
33. • 41. La verdadera autonomía moral del
hombre no significa en absoluto el rechazo,
sino la aceptación de la ley moral, del
mandato de Dios: «Dios impuso al hombre
este mandamiento...» (Gn 2, 16). La libertad
del hombre y la ley de Dios se encuentran y
están llamadas a compenetrarse entre sí, en el
sentido de la libre obediencia del hombre a
Dios y de la gratuita benevolencia de Dios al
hombre
34. • Y, por tanto, la obediencia a Dios no es, como
algunos piensan, una heteronomía, como si la
vida moral estuviese sometida a la voluntad
de una omnipotencia absoluta, externa al
hombre y contraria a la afirmación de su
libertad. En realidad, si heteronomía de la
moral significase negación de la
autodeterminación del hombre o imposición
de normas ajenas a su bien, tal heteronomía
estaría en contradicción con la revelación de la
Alianza y de la Encarnación redentora, y no
sería más que una forma de alienación,
contraria a la sabiduría divina y a la dignidad
de la persona humana.
35. • Algunos hablan justamente de teonomía, o
de teonomía participada, porque la libre
obediencia del hombre a la ley de Dios implica
efectivamente que la razón y la voluntad
humana participan de la sabiduría y de la
providencia de Dios. Al prohibir al hombre que
coma «del árbol de la ciencia del bien y del
mal», Dios afirma que el hombre no tiene
originariamente este «conocimiento», sino
que participa de él solamente mediante la luz
de la razón natural y de la revelación divina,
que le manifiestan las exigencias y las
llamadas de la sabiduría eterna
36. • Por tanto, la ley debe considerarse como una
expresión de la sabiduría divina.
Sometiéndose a ella, la libertad se somete a la
verdad de la creación. Por esto conviene
reconocer en la libertad de la persona humana
la imagen y cercanía de Dios, que está
«presente en todos» (cf. Ef 4, 6); asimismo,
conviene proclamar la majestad del Dios del
universo y venerar la santidad de la ley de
Dios infinitamente trascendente.Deus semper
maior.
37. *2.1. EL CONOCIMIENTO DE LA LEY NATURAL
*2.2. UNIVERSALIDAD E INMUTABILIDAD DE LA LEY
NATURAL
*2.3. LOS PRECEPTOS DE LA LEY NATURAL
*
38. • Natural: no quiere decir
naturaleza de los animales,
sino racional
• El hombre con su razón
puede conocer el bien y
con su voluntad destinarse
a él
• Esto no es algo confesional,
debería ser válido para
todos los hombres
39. 2.1. EL CONOCIMIENTO DE LA
LEY NATURAL
• Se conoce por la razón más en concreto por la
sindéresis, que no puede oscurecerse
totalmente
• La sindéresis no sólo dice “haz el bien y evita
el mal” sino que señala y preceptúa los fines
de las virtudes: conservación de la vida,
transmisión, convivencia, conocimiento de la
verdad, etc.
• Establece las verdades o principios prácticos
que son el modo de regulación racional de las
inclinaciones naturales
42. UNIVERSALIDAD
• Todas las personas tienen esta ley natural
• No depende de su aceptación o rechazo
• Expresa la dignidad de la persona y determina
la base de sus derechos y deberes
fundamentales
• Precisamente que haya puntos de disenso es
una demostración de que en todo lo demás
estamos de acuerdo?¿?¿ Cómo lo explica el
vídeo?
43. INMUTABILIDAD
• No excluye la historicidad, la reclama; la ley
eterna se desarrolla en la multiplicidad de
circunstancias históricas
Los cambios no pueden
afectarla en lo esencial,
sí en el descubrimiento
de nuevos aspectos,
siempre se puede
expresar la verdad de
mejor manera
44. 2.3. LOS PRECEPTOS
DE LA LEY NATURAL
• 3 clases de preceptos:
• A-. Evidentes y conocidos por sí mismo sólo
con el despliegue de la razón, la razón los
percibe de manera espontánea, primeros
principios
• B.- Secundarios: Se derivan de los primeros
con un simple razonamiento, coinciden con el
Decálogo
45. • C.- Se derivan de los secundarios con un
razonamiento más o menos complejo:
prohibición del divorcio, métodos
anticonceptivos, etc. Pueden ser conocidos
por “los más sabios”
46. No cabe ignorancia inculpable de los
primeros principios
• La razón los capta de modo evidente, para no
hacerlo ha de oscurecerse la luz natural de la
inteligencia y esto no puede pasar sin culpa
47. Cabe ignorancia inculpable de los
preceptos secundarios
• Pero sólo por un tiempo,
puede haber situaciones
en los que alguien yerre
de buena fe.
• El hombre actuando con
rectitud puede conocer
la ley natural, expuesta
en sus principales
preceptos en el
Decálogo
49. La gracia y la revelación son
necesarias para que las verdades
religiosas y morales puedan ser
conocidas por todos y sin dificultad
con una firme certeza y sin mezcla
de error
50. 3. EL MAGISTERIO DE LA IGLESIA
Y LA LEY MORAL NATURAL
• 3.1. LA RELACIÓN ENTRE LA
LEY NATURAL Y LA
EVANGÉLICA
• 3.2. LA NECESIDAD DE
OBSERVAR LA LEY NATURAL
PARA LA SALVACIÓN
• 3.3. LA AYUDA DEL
MAGISTERIO DE LA IGLESIA
EN EL ÁMBITO DE LAS
NORMAS MORALES
CONCRETAS
51. 3.1. LA RELACIÓN ENTRE LA LEY
NATURAL Y LA EVANGÉLICA
• Sólo existe un designio de salvación, por eso la
observancia de la ley natural encuentra su
plenitud en la ley evangélica
• Cristo lleva a plenitud todo lo humano
• El magisterio interpreta la Revelación y por eso
tiene autoridad para interpretar el orden moral
natural
• La autoridad del Magisterio se extiende a
aquellas cosas sin las cuales el depósito de la fe
no se puede custodiar e interpretar
auténticamente, incluyendo los principios del
orden moral que fluyen la naturaleza humana
52. 3.2. LA NECESIDAD DE OBSERVAR LA
LEY NATURAL PARA LA SALVACIÓN
• Como recuerda
Trento, para
salvarse no basta
creer hay que
cumplir los
mandamientos
de Dios y de la
Iglesia, es decir
incluye el
cumplimiento de
la ley natural
53. 3.3. LA AYUDA DEL MAGISTERIO DE LA
IGLESIA EN EL ÁMBITO DE LAS
NORMAS MORALES CONCRETAS
• Siempre es posible un mayor conocimiento.
• La plenitud moral es Cristo y a Cristo llegamos
por la Iglesia, la plenitud de la conciencia se
da en la Iglesia
• La ayuda del magisterio no menoscaba la
libertad de conciencia, sino que ayuda a la
conciencia a que pueda ser libre (otra vez
concepto libertad)
55. Romanos 7.7: "¿Qué diremos, pues? La ley es
pecado? En ninguna manera. Pero yo no conocí el
pecado sino por la ley; porque tampoco conociera
la codicia si la ley no dijera: No codiciarás"
Gálatas 3.10: "Porque todos los que dependen de la
obra de la ley están bajo maldición, pues escrito
está: Maldito todo aquel que no permaneciere en
todas las cosas escritas en el libro de la ley, para
hacerlas"
Santiago 2.8-9: 8"Si en verdad cumplís la ley real,
conforme a la Escritura: Amarás a tu prójimo como
a ti mismo, bien hacéis; 9 pero si hacéis acepción
de personas, cometéis pecado, y quedáis convictos
por la ley como transgresores“
56. 1- La naturaleza de la ley de Dios
a) No hay nada incorrecto con la Ley en sí.
Romanos 7.12: "...la ley a la verdad es santa, y el
mandamiento santo, justo y bueno"
b) No es arbitraria.
c) Dios era consciente de que el hombre no la guardaría.
2. El propósito de la ley de Dios.
a) Fue dada al hombre para intensificar su conocimiento del pecado
Romanos 3.19-20: "Pero sabemos que todo lo que la ley dice,
lo dice a los que están bajo la ley, para que toda boca se
cierre y todo el mundo quede bajo el juicio de Dios... porque
por medio de la ley es el conocimiento del pecado"
57. Romanos 5.13: "Pues antes de la ley, había pecado en el mundo;
pero donde no hay ley, no se inculpa de pecado"
Romanos 7.13: "¿Luego lo que es bueno, vino a ser muerte para mí?
En ninguna manera; sino que el pecado, para mostrarse pecado,
produjo en mí la muerte por medio de lo que es bueno, a fin de
que por el mandamiento el pecado llegase a ser sobremanera
pecaminoso"
b) Revela la santidad de Dios.
Romanos 7.12: "De manera que la ley a la verdad es santa, y el
mandamiento santo, justo y bueno"
c) La ley fue dada para traer hombres a Cristo:
Romanos 10.4: "Porque el fin de la ley es Cristo, para justicia a todo
aquel que cree"
Gálatas 3.24: "De manera que la ley ha sido nuestro ayo, para
llevarnos a Cristo, a fin de que fuésemos justificados por la fe"
58. Ayo: Paidagogos = Pedagogo: "Un siervo de confianza en una
familia adinerada, que tenía la responsabilidad de
supervisar el cuidado general de un hijo desde alrededor de
los seis años de edad hasta los dieciséis"
La ley hacía conscientes a los hombres de su pecado y de la
necesidad de Cristo, por medio de la fe.
Gálatas 3.13: "Cristo nos redimió de la maldición de la ley,
hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito
todo el que es colgado en un madero)..."
Romanos 7.14: "Así también vosotros, hermanos míos, habéis
muerto a la ley mediante el cuerpo de Cristo, para que seáis
de otro, del que resucitó de los muertos, a fin de que
llevemos fruto para Dios"
Efesios 2.15: "Aboliendo en su carne las enemistades, la ley
de los mandamientos expresados en ordenanzas..."
59. Colosenses 2.14:
"Anulando el
acta de los
decretos que
había contra
nosotros, que
nos era
contraria,
quitándola de
en medio y
clavándola a la
cruz...“
60.
"El creyente no está bajo la ley sino
bajo la gracia:
Romanos 6.14: “No bajo la ley, sino
bajo la gracia"
Gálatas 5.18: "Pero si sois guiados
por el Espíritu no estáis bajo la
ley"