El documento describe el atentado terrorista del 7 de septiembre de 1986 contra el Presidente Pinochet y la subsiguiente investigación policial para encontrar a los responsables. La Policía de Investigaciones de Chile asumió el desafío de resolver el caso como su máxima prioridad. Usando métodos científicos y técnicos como el análisis de huellas digitales, lograron identificar a los primeros autores en menos de dos días y continuar la investigación hasta arrestar a más de 20 personas vinculadas al ataque terrorista, incluyendo a cuatro miembros
LA DILIGENCIA DEL SIGLO: LA INVESTIGACIÓN DEL ATENTADO A PINOCHET
1.
2. EDITORIAL:
“INMENSA SATISFACCION POR MERITORIA INVESTIGACION”
El siete de Septiembre de 1986 pasará a la Historia Nacional como una de las
fechas más denigrantes de nuestro diario acontecer. Ese día, en un lugar denominado El
Mirador, en el camino de San José de Maipo a Santiago, el Presidente de la República,
Capitán General AUGUSUTO PINOCHET UGARTE, fue víctima de un infame y
cobarde atentado que costara la vida a cinco miembros de su escolta y heridas a otras
nueve.
Esa misma fecha marcó para la Policía de Investigaciones el inicio de uno de
los desafíos más difíciles de cumplir. Ubicar y detener a los autores de este ataque
inicuo e inédito en las páginas sagradas de la Patria.
Con perseverancia admirable y métodos incuestionablemente científicos los
Peritos y Policías Institucionales se abocaron resuelta e inclaudicablemente a su trabajo
de cumplir el mandato dado por la Superioridad y que el consenso nacional exigía
ejecutar a la Institución, dadas sus misiones fundamentales como también por su
capacidad internacionalmente reconocida.
Latente se encontraba la reciente impotencia de la policía de Suecia para dar
solución al homicidio de Olaf Palme, Primer Mandatario de aquella Nación, como otros
hechos terroristas acaecidos en el mundo de características similares y donde los cuerpos
policiales de esos países fueron incapaces de lograr resultados favorables tanto desde el
punto de vista policial, como judicial; de allí que se comprendiera que el desafío era
tremendamente difícil, por no decir imposible para la Policía Civil chilena.
3. Sin embargo, la capacidad científica y el esfuerzo constante y talentoso de
quienes cumplían diligencias tendientes a esclarecer el difícil enigma delictual, era la
mejor garantía que en este caso la Policía Chilena, a diferencia de lo sucedido en otras
latitudes, encontraría a los autores, evitando que otro magnicidio quedara impune.
Hoy, al mirar con tranquilidad y sin zozobras lo acaecido a partir del 25 de
octubre pasado, cuando se pusiera a disposición del Fiscal a los primeros cinco autores
directos del alevoso atentado y cuando mas de otros veinte sujetos vinculados al hecho
se han entregado a la justicia, contando entre ellos a cuatro altamente ligados a la
Jerarquía del Partido Comunista, artífice de este execrable delito, y que también
estuvieron participando como cooperadores del hecho; el Director experimente una
integral y legítima satisfacción, por la meritoria investigación que ha permitido que, el
prestigio de la Policía de Investigaciones se mantenga inalterable en el máximo nivel.
Sin dudas, se ha dado cumplimiento con éxito y brillantez, digna de elogios, a la
diligencia policial más destacable del siglo.
No alcanzamos a sufrir la amargura de la derrota, ni nos envanece la
exaltación de la victoria. Sólo compensa y enaltece nuestro esfuerzo, el reconocimiento
y honra ciudadana.
4. LA DILIGENCIA DEL SIGLO
Revista Institucional Nº 59 Policía de Investigaciones de Chile
Págs. 1 – 14.
- SUBCOMISADIO LUIS GONZALEZ CUEVAS
(BRIGADA INVESTIGADORA DE ASALTOS
- INSPECTOR MARCOS RAMIREZ BENAVIDES,
(BRIGADA INVESTIGADORA DE ASALTOS)
- COMISARIO (J) OSCAR LAGOS BUSTAMANTE
EL 7 DE SEPTIEMBRE DE 1986 UNA PAGINA NEGRA SE AGREGÓ A LOS
ANALES DE LA HISTORIA PATRIA. ESE DIA, EL BRAZO ARMADO DEL COMUNISMO
INTERNACIONAL EN CHILE, MOVIMIENTO AUTODENOMINADO “FRENTE MANUEL
RODRIGUEZ”, LLEVO A CABO LA “OPERACIÓN SIGLO VEINTE”, PLANIFICADA EN CUBA
Y FINANCIADA DESDE LA UNION SOVIÉTICA, CUYO OBJETIVO ERA LA LUCHA
FRATICIDA ENTRE CHILENOS PARA INSTAURAR UNA DICTADURA MARXISTA,
DESCANDENADA MEDIANE EL MAGNICIDIO DEL JEFE DE ESTADO Y QUE ORIGINO
DOLOR Y LUTO A NUMEROSAS FAMILIAS DE ESFORZADOS SERVIDORES DE LA
DEFENSA NACIONAL, REMOVIENDO LA CONCIENCIA CIVICA DE TODO CHILENO BIEN
NACIDO, SIN DISTINCIÓN.
UN DESAFIO PROFESIONAL
Cuando el 7 de Septiembre de 1986
un grupo de terroristas del Partido Comunistas,
pertenecientes al autodenominado FRENTE
MANUEL RODRIGUEZ atentó en contra de la
vida del Presidente de la República, General
don Augusto Pinochet Ugarte, segando la vida
de cinco miembros de su escolta e hiriendo de
gravedad a otros once, se planteó el más
trascendente y difícil desafío a la Policía de
Investigaciones de Chile, ya que la comisión de
este hecho delictual, inédito en nuestra historia,
calzaba con precisión matemática en la misión
más importante y prioritaria de esta Institución.
No habrían transcurrido más de
quince minutos desde que se produjera el
ataque en contra de la Comitiva Presidencial,
cuando ya el teléfono interno de la Policía de
Investigaciones de Chile sonaba ruidosamente
en la residencia del Director
General. Personalmente el General Fernando
PAREDES PIZARRO recibió la noticia del
atentado, por intermedio de la Central de
Radiopatrullas, ordenando de inmediato
ALERTA ROJA y enviando todos los carros
disponibles al sitio de suceso; otros carros y
personal se destinaron aquellos puntos
estratégicos donde pudieren buscar refugio los
autores de esta felonía.
Comprendiendo la conveniencia de
informar a las máximas autoridades nacionales
de la situación acaecida, el Director General se
trasladó inmediatamente al Palacio de l La
Moneda, llegando allí alrededor de las 20.30
horas, entrevistándose en el Ministro del
5. Interior con el Ministro Ricardo GARCIA. Los
instantes era, naturalmente, preocupante, ya
que, aunque se tenía noticias que el Presidente
había logrado eludir el cerco extremista, se
desconocía si estaba ileso. No fue hasta
transcurridos algunos instantes en que el
Ministro del Interior pudo conversar con el
Presidente y verificar que estaba sin problemas.
No obstante, al mismo tiempo continuaban las
noticias inciertas desde el sitio del atentado,
recibiéndose informaciones sobre muertes y
heridos del personal de la Escolta y sin saber
con certeza si los terroristas habían logrado huir
o aún algunos permanecían en las
inmediaciones.
El Director de la Policía de
Investigaciones de Chile, comprendiendo que
su presencia en dicho Ministerio ya no era
indispensable y constatando que prácticamente
todos los miembros del Gabinete Ministerial
estaban en La Moneda, resolvió dirigirse a sus
Oficinas en General Machenna, donde se llevó
a efecto una importantísima reunión que, más
tarde, tendría consecuencias inimaginables. en
el resultado posterior de la investigación
policial, al punto que puede ser considerada
como la generadora de la más brillante y
destacada diligencia en la historia de la Policía
de Investigaciones de Chile.
En efecto, llamó a su despacho al
Subdirector Operativo, a los dos Jefes de la
Brigada de Homicidios y de la Brigada de
Investigaciones de Asalto y a un Experto en
Huella Dactilares, señalándoles en forma
perentoria, urgente y prioritaria, que todos los
medios de sus dependencias debían abocarse a
encontrar a los autores de ese ataque que habría
recibido Su Excelencia el Presidente de la
República. Se les instruyo, además, para que
semanalmente intercambiasen informaciones
con la máxima reserva, manteniendo
permanentemente informado al Director
General por intermedio del Subdirector. En
todo momento se hizo hincapié al carácter
científico-técnico de la Policía de
Investigaciones, razón por la cual el trabajo de
los peritos en huellas, como el de otros expertos
del Laboratorio de Criminalistica, tendría una
gravitación importantísima en el
esclarecimiento del delito. Era, según palabra
del Director, “un desafío profesional”.
Así, día tras día, semana tras
semana, los Policías y Peritos recorrieron
pacientemente el lugar del hecho o aquellos
sitios donde pudiesen haber estado sus autores,
interrogando y encuestando una y otra vez a los
testigos presenciales o de oídas, como también
recabando aquellas evidencias y huellas que
pudieran derivar la investigación hacia quienes
habían participado en la comisión del delito.
Ese trabajo, metódicamente científico,
efectuado sin precipitación, fue paulatinamente
e inexorablemente arrojando frutos. El propio
Director General, con el equipo investigador, se
trasladó en dos oportunidades al sitio del
suceso, para reconstruir teóricamente las horas
previas al momento del ataque, la acción misma
y la forma como los extremistas abandonaron el
lugar.
Quienes participaron en la
investigación tenían confianza en llegar pronto
a una solución. Los peritos, tras agobiante labor
habían logrado armas tres huellas de una mano,
juntando segmentos encontrados en diferentes
sectores de la casa de seguridad de calle El
Volcán Nº 235, La Obra, con otros hallados en
las cercanías de El Mirador. Tenían ya la
seguridad que, por lo menos, dos o tres
extremistas podrían ser prontamente
identificados. Uno de éstos, naturalmente, era
más cercano: aquél del cual ya se había logrado
reconstruir tres dedos.
Como quien concurre a la biblioteca
a buscar un dato necesario para una
investigación, se hurgó en el Archivo
Institucional; sin embargo, por tener éste
mayoritariamente consignadas huellas de
delincuentes comunes, no entregó la respuesta
adecuada. Debió entonces recurrirse al Archivo
del Gabinete Central de Identificación, empero
dicha labor iba a demandar un mínimo de 20 a
25 días, pues era necesario cotejar los siete u
ocho millones de huellas que posee este
registro. Ante esta alternativa, el Director
General se contactó con el Subdirector de la
C.N.I. (Central Nacional de Informaciones),
requiriéndole la autorización para efectuar en su
Archivo el Cotejo correspondiente.
6. La diligencia dio resultado antes de
cuarenta y ocho horas; los peritos de
Investigaciones habían dado con el nombre del
primer autor y venía ahora la delicada tarea de
encontrarlo, como también a los cómplices más
inmediatos con los cuales habría participado en
el repudiado acto terrorista. El desafío
planteado por funesto hecho y asumido como
objetivo por el Director General, se había
resuelto favorablemente. La ciencia y la
tecnología aplicada a la investigación policial,
habían producido la eficiencia que la
comunidad reclama de una institución como la
Policía de Investigaciones de Chile.
Pero no todo fue tan simple y fácil
como la lectura de estas líneas podría sugerir.
Los cuarenta y cinco días que demoró la
científica investigación policial, fueron como
una espada de Damocles pendiente sobre el
prestigio de nuestra Policía de Investigaciones
de Chile, ya que toda la opinión pública
reclabama urgencia en la ubicación de los
autores de este criminal atentado terrorista y,
naturalmente, se exigía a la Policía Civil su
pronto esclarecimiento.
La estrategia de trabajo del grupo
investigador tuvo varias premisas orientadoras,
siendo entre ellas las más importantes aquellas
que puntualizaban el más completo e integral
secreto en la labor de búsqueda; que los núcleos
institucionales no debían hacer trascender, bajo
circunstancia alguna, la labor que estaban
cumpliendo; y, finalmente, que sólo los jefes de
grupos podrían reunirse para informar al
Director General con respecto a los avances
logrados. Además requirió de los peritos una
entrega absoluta a su labor, de manera de ubicar
y utilizar adecuadamente las evidencias y
huellas encontradas en el lugar y sitios aledaños
a éste.
Toda la variada gama de actividades
que abarcó el proceso investigativo, fue posible
sólo con el respaldo de la orden amplia de
investigar que emitió el Fiscal Ad-hoc don
David ERLBAUM. Gracias a ella es que a
nuestra institución pudo actuar con absoluta
libertad e independencia, situación que, de no
haber sido así, pudo descoordinar la búsqueda
de datos importantes para la pesquisa. En su
metodología de trabajo, el Fiscal ERLBAUM
reunió semanalmente a las tres instituciones que
de una u otra forma estaban ligadas en la
investigación.
El sistema de trabajo, varió con la
llegada del nuevo Fiscal designado, don
Fernando TORRES SILVA, quien concurría
personalmente a cada institución o citaba a sus
equipos especializados par actualizar su
información en relación al caso, modalidad de
trabajo que permitió un conocimiento acabado
entre los Policías de la Brigada Investigadora de
Asaltos y Brigada de Homicidios con la
autoridad Judicial. Se puede deducir de lo
anterior el alcance y valor que el Instructor
Judicial atribuía a la labor de esta Institución
Policial, en el convencimiento que solo las
evidencias reunidas en las encuestas policiales,
podrían, única y exclusivamente, devenir en un
resultado exitoso de la investigación, cuan
barco que navega en aguas procelosas en busca
de las luces que lo conduzcan a un puerto
seguro. Las luces que orientarían la
investigación eran el conjunto de antecedentes
que con denominado esfuerzo habían
acumulado los integrantes de la Policía de
Investigaciones de Chile.
El resto de los hechos son de
conocimiento público. A los primeros cinco
detenido sindicados de autores directos, se ha
sumado otros quince catalogados de “ayuditas”,
y finalmente, los cuatro que entregaron las
armas para el atentado y que además, tendrían
manifiesta vinculación con la internación ilegal
de armas.
No obstante la visión simplista de
los hechos una vez aclarados y que se debió a
una labor exclusiva de la Policía de
Investigaciones de Chile, es necesario informar
adecuadamente la forma como se gestó el
atentado, las circunstancias que rodearon su
ejecución, los detalles del trabajo investigador y
las perspectivas futuras en relación a este
suceso que ha conmovido los cimientos más
íntimos de la vida nacional.
7. LA GENESIS DEL ATENTADO
CUBA es una isla situada en la Mar
Caribe, ubicada frente a Estados Unidos,
separados por el Estrecho de La Florida. Tiene
una superficie de 110.022 kilómetros cuadrados
y desde el año 1950 se rige por un sistema
dictatorial absoluto, subordinado a la órbita
soviética. Esta isla constituye el mayor foco
redifusión de elementos terroristas que, en las
diferentes “escuelas” tales como “Punto Cero”,
“Pinar del Río” y otras, reciben adiestramiento
subversivo, que luego ponen en práctica en
aquellas naciones libres del Cono Sur,
contrarias a su ideología marxista.
Fue en este lugar donde, una
asociación de tales indeseables, planificó
acabadamente el asesinato de nuestro
Presidente, hecho que se puso en práctica el día
7 de septiembre pasado, y que se vio frustrado
por esos imponderables que inclinan la balanza
de la Justicia a quien lo merece.
LO INEXPLICABLE: Este
nefasto plan, concebido hasta en sus menores
detalles, se planificó con la sola idea de dar
muerte al señor Presidente de la República, a
fin de que una vez consumado este hecho y con
los medios que proporcionó la Unión Soviética,
levantar al país en armas, desencadenando una
lucha fraticida entre civiles y militares, con la
finalidad última de instaurar una dictadura
comunista.
LOS MEDIOS: El aporte
financiero provino de la Unión Soviética y se
tradujo en internación clandestina de
armamento, explosivos, adquisición y
acondicionamiento de medios materiales
(barretines) para el ocultamiento de los mismos.
Los recursos humanos, serían proporcionados
mayoritariamente por Cuba, donde se
perfeccionan “Comandantes” que mantienen
una carrera de armas que dura cinco años y
cuya practica la mantienen vigente en
Nicaragua. Tales sujetos poseen la capacidad
de dirigir a su arbitrio a sujetos carentes de la
capacidad de discernir y que, sin una idea clara,
son reclutados a sueldo y utilizados en las más
bajas acciones. En estas acciones, no son
capaces de percatarse que atentan contra la vida
de personas inocentes, entre ellas mujeres y
niños, y que destrozan, además, bienes
materiales que son patrimonio de la Nación y/o
particulares, siendo el saldo de sus actividades,
siempre, lamentable desde todo punto de vista.
Quienes planificaron este atentado,
son los mismos que promovieron con
anterioridad el ingreso clandestino de armas:
extranjeros y chilenos preparados para acciones
guerrilleras, cuyo desprecio por la vida humana
les permite disponer e involucrar en los riesgos
calculados la muerte de inocentes, de sus
propios ejecutores y de las presuntas víctimas.
EN LO TEORICO A LO
PRACTICO:
Finalizado el estudio acabado del
hecho que significaría el asesinato del
Presidente de la República, General don
AGUSTO PINOCHET UGARTE, se dio
comienzo a la fase dinámica, que con un fin
didáctico se puede dividir en:
A) ACCIONES PREVIAS:
1) Ingreso clandestino, por el
Norte de Chile, especialmente Carrizal, de
armamento y munición de grueso calibre,
explosivos y lanzacohetes del tipo “LOW” y
“KATIUSKA”, portadores de la tecnología más
reciente y en cantidades que no dejan lugar a
dudas sobre la veracidad del objetivo planteado
para el atentado. Sumado al alto costo del
material bélico, se puede advertir el elevado
aporte financiero necesario para el traslado,
desembarco y posterior ocultamiento y difusión
hacia los centros urbanos predeterminados.
2) Ingreso de Extranjeros: el
recurso material está supeditado al recurso
humano apropiado y adiestrado en el empleo de
ellas, por cuanto fue necesario incorporar
extranjeros, que abusando de su condición y de
su no detección, aportaran antecedentes que
aseguraran su misión. También se utilizó a
chilenos de actividades subversivas no
detectadas o poco conocidas, como CESAR
8. BUNSTER ARISTIA, que procuraron
vehículos e inmuebles a utilizar más tarde,
como se detallará.
3) Exploración y chequeo, con el
fin de determinar lugar y hora adecuados par
asegurar sus oscuros fines. Esta labor en su
mayoría fue efectuada por una ciudadana
extranjera, la que concurrió y utilizó a personas
de la zona, que entregaron información sin
tener noción de lo que esta persona tramaba.
En el contexto de la Operación, esta mujer fue
conocida como SILVIA, quien se valió
ilimitadamente de sus atributos físicos para
llevar a cabo con éxito su misión.
4) Renta de inmuebles: Se
preparó un inmueble de fachada, cuya finalidad
era:
Observar el movimiento de la
Comitiva Presidencial, apreciando en sus
menores detalles el número de vehículos que la
componen, ocupantes de los mismos,
armamento que se aprecia que portan y rutina
que efectúan.
Confeccionar un túnel
subterráneo (barretín), con el fin de ocultar
armas y explosivos; aquéllas para utilizarlas en
el ataque y éstos para hacer volar la carretera,
en el caso de que fallara el atentado.
El inmueble mencionado se
presentó como una amasandería artesanal,
localizado frente a la entrada principal del
Autódromo “Las Viscachas”, en donde siempre
se produce, los días domingos, un atochamiento
de vehículos, que pudieran ser utilizados por
estos sujetos. La atención de esta “fachada”
siempre estuvo a cargo de hombres y mujeres,
que. simulando ser familiares, integraban el
comando de delincuentes subversivos, pero su
renta la llevaron a cabo “ayudistas”.
Siempre tratando el logro de la
misión encomendada por la Unión Soviética,
estos sujetos arriendan una casa vacacional en
la localidad de La Obra y que corresponde al
inmueble de calle El Volcán Nº 235, a cuyo
propietario se la alquiló, en una elevada suma
de dólares y por varios meses, el ya
mencionado BUNSTER ARISTIA.
Este inmueble, cumplía con los
siguientes requisitos: tiene un muro protector
que los aísla completamente desde el exterior;
sus ocupantes pueden llevar una vida muy
privada; en su antejardín, dotado de una buena
piscina, se pueden estacionar y ocultar varios
vehículos de diferentes características y
dimensiones considerables; posee varias
habitaciones y un sótano, con capacidad para
muchas personas, que pueden permanecer en su
interior en forma independiente, aisladas de
otros, sin que pierda comodidades el inmueble;
finalmente, se comunica con el exterior
mediante un teléfono. Otra de las características
por las cuales se escogió este lugar como casa
de seguridad, es el hecho de que se encuentra
en la misma vía utilizada por la Comitiva
Presidencial y a tres minutos escasos del lugar
determinado para atentar contra la vida del
Presidente.
5) El mismo CESAR BUNSTER
tiene participación mayoritaria en la renta de los
medios de movilización a ocupar, entre ellos un
Station Toyota, con capacidad de doce
personas. Además se procuran un vehículo con
casa rodante, una camioneta de doble cabina y
un automóvil Datsun 1.8 que sería utilizado en
la huida y traslado de armas,
6) El Frente Terrorista “Manuel
Rodríguez”, como brazo armado del Partido
Comunista, actúa bajo el sistema de células,
compartimentadas y subordinadas a las órdenes
de la Dirección Nacional, las que se difunden a
los “Jefes de Grupos de Combate”. El
combatiente tiene la obligación de ejecutar
dichas imposiciones y no de interpretarlas.
De acuerdo a este contexto, los
delincuentes subversivos son citados en
diferentes puntos de Santiago y trasladados en
vehículos, compartimentados, a distintas casas
de seguridad y posteriormente a la casa de la
Comuna de La Obra. A este lugar, ingresan el
día jueves28 de agosto del año en curso y
9. permanecen a la espera de poder ejecutar su
acción para el día 31 del mismo mes, la que se
frustra a raíz de que el señor Presidente de la
República no concurre a su casa de El
Melocotón. Como todos los participantes
habían sido informados de lo que se gestaba y
con el fin de evitar la filtración de este hecho,
que habían denominado “Operación Siglo
Veinte”, los obligan a mantenerse en la zona,
con la fachada de pertenecer a una comunidad
religiosa, que se encontraba en un retiro
espiritual. Premunidos, entonces, de libros
religiosos, se alojan en una Hostería de San
Alfonso, donde permanecen por espacio de
cuatro días, hasta que, el jueves 4 de
septiembre, reciben la orden de reintegrarse a la
casa de calle El Volcán Nº 235, lo que efectúan.
7) Para no despertar sospechas en el
vecindario, se monta un matrimonio “de
fachada”, conformado por CESAR BUNSTR y
la ciudadana extranjera “SILVIA”.
La madrugada del domingo 7 de
septiembre, el mencionado BUNSTER visita a
algunos delincuentes que participaron en este
hecho y se despide de ellos sin que
posteriormente se tuviera conocimiento de su
paradero.
B) INICIO DE LA OPERACIÓN
SIGLO VEINTE: El cúmulo de antecedentes
descritos anteriormente, no revela la fría
premeditación para la comisión de este hecho,
que culminará con la cobarde emboscada,
preparada en sus mínimos detalles, que les
permitió restar toda defensa al personal de la
Escolta Presidencial.
A las 18,22 horas, desde la
localidad de San José de Maipú,
específicamente desde el “Restaurante Inesita”,
ubicado en las esquinas de la Cañada Norte y
calle Comercio, se activa una operación, hasta
entonces inconcebible e inédita para nuestra
idiosincrasia e historia, y que curiosamente
comienza con la intervención de una ciudadana
extranjera y de quien ya hemos hablado bajo el
nombre de “SILVIA”. Esta persona, al ver
pasar la Comitiva Presidencial por las calles
señaladas, llama telefónicamente a la casa de
La Obra y alerta a sus ocupantes del viaje del
presidente, utilizando para ello una clave,
previamente acordada, consistente en la
emisión musical del Himno del Frente
subversivo antes aludido.
Alertados por la llamada telefónica,
los subversivos hacen abandono de la casa de
seguridad y, viajando en los vehículos que les
fueron destinados con anterioridad, pasaron a
ocupar sus puestos en la ladera del cerro, frene
al lugar denominado “El Mirador”.
Parapetados tras las rocas que hay en el lugar,
en un número de doce individuos, dispersos en
una línea de cincuenta metros, los sujetos
esperan la señal que les dará uno de sus
compañeros, quien se encuentra al borde del
camino, simulando pedir que lo lleve algún
vehículo. A su vez, esta señal, también alertaría
a tres sujetos que permanecerían en un vehículo
que arrastraba una casa rodante y cuyas paredes
se encontraban reforzadas, para resistir un
enfrentamiento, con placas de mármol. Estos
sujetos tenían la misión de cortar el paso a la
Comitiva Presidencial, atravesando el vehiculo
que tenían a su cargo en al camino. Había otro
grupo, un tanto alejado del sector escogido, que
tenía como misión perseguir a la Comitiva y
cerrar la retaguardia, con el fin de evitar
cualquier intento de regreso.
A la señal del sujeto que simulaba
“hacer dedo”, los ocupantes del vehículo que
arrastraba la casa rodante, la cruzan en el
camino y, en forma inmediata, empiezan un
intenso tiroteo de fusiles hacia la Comitiva. A
su vez, los delincuentes que formaban parte de
la retaguardia, disparan sobre los diferentes
vehículos de la Escolta sus lanzacohetes
“Low”, impactando uno de ellos sobre el último
vehículo del Grupo Presidencia.
El artero y desigual combate a que
se ve enfrentado el grupo de escoltas, quienes
abandonan sus vehículos, sacrificando sus
vidas, se prolonga por escasos siete minutos, en
los cuales los delincuentes subversivos,
10. dispararon más de 1.200 cartuchos y algunos
proyectiles lanzacohetes, granadas de mano y
del tipo “vietnamita”, pero la pericia del
conductor del vehículo en que viajaba el señor
Presidente, le permitió a éste eludir el cerco,
salvando ileso. Los extremistas huyeron del
lugar en los mismos vehículos en los cuales
habían llegado, dejando tras su acción un
panorama desolador de cinco escoltas muertos
y once heridos graves.
Como previamente habían
acordado, cada coche fue camuflado con una
baliza procurando confundirse con los
transportes de las Fuerzas Policiales y de
Seguridad que allí convergieron; ello les
permitió alejarse sin ser detectados y en la
mayor impunidad, abandonando luego,
vehículos y armamentos, en la periferia de
Avenida Vicuña Machenna, paradero 26 y
calles adyacentes.
Una vez que habían alcanzado
cierta distancia de los vehículos que los
trasladaron hasta allí, cada cual, y por sus
medios se fue a sus casas, con la excepción de
aquellos que fueron Jefes de Agrupación
durante la emboscada, los cuales en forma
compartimentada, concurrieron a la Estación
Pajaritos” del Metro, lugar donde los recogió
una mujer que los llevó ocultos en el piso del
vehículo hasta una casa de seguridad, en la que
permanecieron por espacio de varios días.
Otros, sin embargo, se detuvieron en un
negocio de fuente de soda en calle Santa Rosa y
Victoria, lugar desde el cual telefónicamente
entregaron a una de las denominadas “casa
buzón” su señal de normalidad. Durante unos
días permanecieron inactivos, observando el
curso de los acontecimientos, esperando a que
su instancia superior, nuevamente los
contactara y les entregara nuevas instrucciones.
LA INVESTIGACIÓN POLICIAL
Como señaláramos en la
introducción de este trabajo, siguiendo las
directrices trazadas por el señor Director
General, se inició la ardua labor policial, que
intentaremos detallar a continuación:
A los pocos instantes de conocerse
la noticia del atentado en nuestra Institución, la
Brigada de Homicidios y la Brigada
Investigadora de Asaltos, con la asesoría de los
peritos del Laboratorio de Criminalística y
Expertos en Huellas, se hicieron presente en el
sitio del suceso, iniciando la difícil tarea de
reconstituir los acontecimientos, de fijarlos y de
rescatar material para estudio, pese a que la
protección había sido deficiente, debido a la
profusa concurrencia de todos aquellos que
tenían la mejor intención de cooperar en el
esclarecimiento del luctuoso hecho.
En un paréntesis, creemos
pertinente hacer una acotación al lector, en el
sentido de que cada especialista, ya sea policía
o perito, se desenvolvió acertadamente en la
búsqueda y recolección de evidencias,
sobreponiéndose a la natural reacción
emotividad que por condición humana
despertaba el pavoroso cuadro que mostraban
muertos y heridos.
El valioso aporte entregado por los
expertos de balística, nos permite identificar
tipo de armas y posiciones de tiros empleadas
por los terroristas. También el trabajo efectuado
por los peritos de fotografía y planimetría nos
permite, en forma posterior y por varias veces,
“trasladar” las imágenes del sitio del suceso a la
Oficina, a fin de procesarla, sacar conclusiones
y mantener correctamente informado al señor
Juez Instructor de la causa criminal.
Importante resultó el acabado
desempeño de los expertos en Huellas, que en
mérito a su experiencia, pudieron recoger
material útil para los objetivos de la
investigación. Debemos recordar que, por estos
lugares, habían pasado muchas personas,
quienes habían levantado y movido todo tipo de
evidencias. La mayor cantidad de huellas se
levantó en la “casa de seguridad” de La Obra,
inmueble detectado inmediatamente de
11. cometido el hecho y reiteradamente allanado
por personal militar.
Paralelamente a lo anterior, los
investigadores policiales se daban a la difícil
tarea de buscar testigos oculares de este hecho,
empadronando un sector que abarcó desde la
zona de Las Viscachas hasta el sector
denominado “El Ingenio”, que corresponde a
una extensión de cuarenta kilómetros. Este
lento trabajo se efectúa por varios días y, en el
desarrollo de él, personal de la Brigada de
Homicidios pudo relacionar a CESAR
BUNSTER ARISTIA con una ciudadana
extranjera, encargada de la “fachada” de la casa
de seguridad. En forma posterior, otro
empadronamiento efectuado por personal de la
Brigada Investigadora de Asaltos, permitió
detectar el lugar desde el cual se efectuó una
llamada telefónica que puso en movimiento el
atentado, logrando establecer que, en esta parte
del plan, nuevamente actuó la mencionada
extranjera, la que está debidamente
individualizada.
Estos empadronamientos,
efectuados con tanta dedicación y constancia,
logran inquietar a los lugareños, quienes,
sorprendidos ante el abandono subrepticio de
un negocio de amasandería que funcionaba
frente a una de las salidas del Autódromo Las
Viscachaz, concurren a dar cuenta del hecho a
Carabineros.
Estos se constituyen en el lugar
donde comprueban la existencia de un túnel
bajo la carretera, desde el cual retiran una
cantidad indeterminada de materia explosivo.
Oficiales de la Brigada de
Homicidios, por su arte, logran identificar a las
personas que arrendaron el mencionado local de
“fachada” y, en forma posterior, Oficiales de la
Brigada Investigadora de Asalto relacionan a la
dependiente del negocio, con la mujer que
participa activamente en el comando terrorista
bajo el nombre político de “FABIOLA”,
identificándola totalmente.
Toda la información obtenida en las
especialidades precitadas, fueron discutidas y
analizadas por el equipo investigador y el señor
Director General. Se trató, por tanto, de una
labor centralizada en su dirección y
descentralizada en su ejecución.
Cuando habían transcurrido
cuarenta y cuatro días de la Investigación,
Expertos de la Sección Huellografía, trabajando
en el estudio de huellas que fueron recogidas en
la casa de seguridad de La Obra, entregaron el
más valioso aporte, al individualizar a JUAN
MORENO AVILA.
Conocida la identidad de Juan
MORENO AVILA, inmediatamente el señor
Directo deriva la información hacia la Brigada
Investigadora de Asaltos, a cuyo personal le
correspondió la difícil misión de ubicarlo y
detenerlo; esclareciendo su verdadera relación
con la casa de seguridad y con el atentado
mismo.
La misión necesitó de toda la
entrega y esfuerzo de los funcionarios
policiales, ya que el terrorista se encontraba
totalmente desvinculado de su grupo familiar.
Sólo la constancia, dedicación absoluta y las
noches de vigilia, permitieron delimitar un
sector en donde vivía circunstancialmente el
individuo. El consecuente empadronamiento,
finalmente, llevó a los Policías hasta el
inmueble planteándose –entonces- el problema
de su detención. Se requería detenerlo ileso,
evitando que atentara contra su persona, pues su
versión de los hechos y el conocimiento de los
demás actuantes era primordial. Felizmente el
allanamientote de su domicilio fue perfecto y la
detención de MORENO AVILA se realizó sin
contratiempos.
Muy atemorizado al verse
descubierto, el delincuente no tardó en revelar
los entretelones de la denominada
“OPERACIÓN SIGLO VEINTE”, aportando
además la información cuyo manejo hizo
posible ubicar y detener a los demás integrantes
de su célula y a su Jefe, al que le cupo el rol de
12. conducir el vehículo con remolque que cerró el
paso de la Comitiva Presidencia.
Las siguientes detenciones que se
efectuaron, requirieron de una perfecta
planificación, ya que se ignoraba la identidad y
domicilios de los extremistas, debiendo
cumplirse en lugares de reunión, previamente
concertados con el detenido MORENO AVILA
para el intercambio de una supuesta
información.
En esta primera etapa, además de
MORENO AVILA, se detuvo a VICTOR
LEODORO DIAZ CARO, de nombre político
“ALFONSO”; a LENIN FIDEL PERALTA
VELIZ, de nombre político “CARLOS” o
“SERGIO”; a JORGE MARIO ANGULO
GONZALEZ de nombre político “CARLOS” o
“PEDRO”; todos los cuales habían viajado a
Cuba donde recibieron instrucción para
integrarse a guerrillas. El Jefe de este Grupo
resultó ser ARMANDO HERNAN ARENAS
BEJAS, de nombre político “JOEL”,
“MILTOS” o “MITO”, con una vasta
trayectoria terrorista en el Frente Manuel
Rodríguez, cuyo hermano es miembro de la
Comisión Política de dicha agrupación
clandestina.
Trabajando con insistencia en la
ubicación de la ciudadana extranjera, cuya
participación ya se conoce, fue detenido su
conviviente MARCIAL CRISOSTOMO
MORAGA CONTRERAS, de nombre político
ANTONIO” y “DANIEL ENRIQUE”,
encargado de logística en el “Frente Manuel
Terrorista Manuel Rodríguez”, con formación
paramilitar en Cuba, amplia permanencia en
Suiza e hijo de un destacado miembro de la
Dirección del Partido Comunista, zonal
Rancagua.
En su declaración MORAGA
CONTRERAS, revela su participación en el
reparto de armas que ingresaron por la zona
Norte del país, algunas de las cuales fueron
utilizadas en el atentado a S.E. el señor
Presidente de la República. Señala, además, la
existencia de un taller para el
acondicionamiento de vehículos, antecedentes
que permite detener a OSVALDO MELITON
QUEZADA QUEZADA, de nombre político
“ENRIQUE” o “EL MAESTRO”, técnico en el
camuflaje de vehículos; a LAUTARO CRUZ
SANDOVAL, de nombre político
“SEBASTIAN”, encargado de trasladar las
finanzas hacia los Grupos Subversivos de la
Zona Sur; y a VASILI GUILLERMO
CARRILLO NOVA, de nombre político
“MARIAS” , “ERNESTO”, “EDUARDO”,
“ROBERTO”, “ANTONIO”, “CLAUDIO”,
“SERGIO SANCHEZ” Y “JULIO
BASCUÑAN”, Jefe de Armamentos del Frente
Manuel Rodríguez, implicado en el
contrabando de armas desde la zona norte, en la
entrega de las mismas para el atentado al
Presidente y en la comisión de numerosos actos
terroristas en la Quinta Región, en donde se
desempeñó como jefe zonal de la organización
clandestina.
MARCIAL CRISOSTOMO
MORAGA, confiesa, por último, haber estado
presente en Cuba, cuando se planificó la
denominada “Operación Siglo Veinte”.
En esta etapa de la investigación
podemos afirmar categóricamente que:
- El atentado fue planificado en Cuba y
ejecutado por miembros del Frente
Terrorista Manuel Rodríguez;
- En el hecho operativo participaron
cuatro agrupaciones de cinco
combatientes, con un “Comandante” a
la cabeza, apoyados por un grupo
cercano al centenar en carácter de
“ayudistas”. Dichos delincuentes
dividieron sus funciones de la siguiente
manera:
Un Grupo que se abocó a la
planificación y estudio del lugar que les
resultara más favorable para la
ejecución del cometido.
13. Un grupo logístico que permitió la
entrega oportuna de los medios
necesarios para la realización de la
emboscada.
Un grupo de estudio que efectuó una
labor inspectiva y de observación del
lugar, en forma previa al hecho.
Cinco grupos menores que conformaban
un comando armado para la realización
del atentado y su posterior alejamiento
del lugar.
- El financiamiento de la operación
proviene de la Unión Soviética.
- La finalidad de dar muerte al Presidente
de la República buscaba desatar un
enfrentamiento armado entre civiles y
uniformados, para entronizar en el país
una Dictadura Marxista.
La Policía de Investigaciones, tiene la
firme convicción de haber efectuado una
muy exhaustiva y completa investigación,
logrando un éxito sin parangón en la
Historia Judicial chilena. Efectivamente, se
ha encontrado a los autores de un atentado
brutal y tendiente a causar la muerte del
Primer Mandatario de la Nación, con las
consecuencias dables de imaginar. No
obstante este éxito inicial, se continuará
trabajando, de manera de agotar
integralmente esta sin par investigación a
fin de que el total de quienes han
participado en la gestación, planificación y
ejecución de este delito, sean puestos a
disposición de la Justicia. Cuando ello se
halla logrado quedaremos tranquilos
trabajando en beneficio de la sociedad a la
que en virtud de la ley tenemos la sagrada
misión de proteger.