El autismo es una alteración neurológica que genera dificultades para establecer relaciones sociales y comunicarse. Aunque no tiene cura, un tratamiento temprano puede mitigar los síntomas y mejorar la calidad de vida. Las causas del autismo incluyen factores genéticos, ambientales y biológicos.
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El autismo
1. El autismo
¿Qué es el autismo?
Se conoce con el nombre de autismo a una de las alteraciones neurológicas
ubicadas en el complejo “trastornos del espectro autista”, los que a su vez se
ubican en el grupo de los “trastornos generalizados del desarrollo”, más
frecuentemente conocidos como TGD.
El autismo genera dificultades para establecer relaciones sociales, pues se altera
la capacidad de comunicación y de interacción. En el autismo suelen existir
conductas estereotipadas, a menudo repetitivas.
Es importante saber que el autismo es una alteración de por vida; sin embargo,
con un abordaje precoz bajo la guía de profesionales idóneos es posible mitigar los
síntomas y mejorar la calidad de vida del paciente y de su familia.
¿Cuál es la causa del autismo?
Los expertos aún no están seguros de todas las causas del autismo. Lo más seguro es que haya causas
múltiples en vez de sólo una. Parece ser que un número de circunstancias diversas, que incluyen
factores ambientales, biológicos y genéticos, sientan las bases para el autismo y hacen que un niño/a
sea más propenso a padecer el trastorno.
Existen razones para creer que los genes juegan un papel fundamental en el desarrollo del autismo. Se
ha encontrado que los gemelos idénticos tienen más probabilidades de verse ambos afectados que los
gemelos fraternales (aquellos que no son idénticos genéticamente). En una familia con un niño/a autista,
la probabilidad de tener otro hijo/a con autismo es alrededor de 5 por ciento, o 1 de cada 20, más alta
que en la población normal.
En pocos casos, el comportamiento autista es causado por:
Rubéola (a veces llamado “sarampión alemán” en inglés) en la madre embarazada
Esclerosis tuberosa (un trastorno genético raro que causa tumores benignos que crecen en el
cerebro, así como en otros órganos vitales)
Síndrome de X frágil (la forma más común de retraso mental hereditario)
Encefalitis (inflamación del cerebro)
Fenilcetonuria (PKU, por sus siglas en inglés) no tratada, cuando el cuerpo carece de una
enzima necesaria para el metabolismo normal
Otras causas potenciales del autismo son toxinas ambientales, que incluyen pesticidas y metales
pesados como el mercurio. No hay duda de que los metales pesados se encuentran más comúnmente
en el ambiente hoy que en el pasado. Puede ser que las personas con autismo, o aquellos con mayor
riesgo de desarrollarlo, sean más sensibles a estas toxinas que otras.
2. Características del autismo
Diagnóstico:
Los expertos consideran que el autismo se puede diagnosticar a partir de los 3
años de edad, aunque nuevas evidencias apoyan la idea de que se podría
diagnosticar incluso bastante antes (alrededor de los 6 meses). El diagnóstico no
es sencillo, uno de los síntomas clásicos del niño autista es la ausencia de la
llamada “sonrisa social” al cabo de los 4 meses de vida.
Tratamiento:
Lamentablemente el autismo es una entidad no prevenible y que tampoco se
puede curar. Por eso es muy importante realizar una intervención tan pronto como
sea posible. Los esfuerzos deben enfocarse en el desarrollo de las capacidades de
comunicación, de socialización y cognitivas, que pueden mejorar
considerablemente mediante el trabajo constante. En este sentido, se ha
demostrado que se pueden lograr grandes avances con terapias novedosas, como
las terapias asistidas con animales, sobre todo con perros y caballos.
Frecuencia:
Se estima la frecuencia del autismo estadísticamente es de entre 4 y 20 cada 10.000 niños
de la población general y, curiosamente, es 4 veces más frecuente entre los niños que
entre las niñas. Se cree que esto podría relacionarse con alguna anomalía en el
cromosoma X. Se puede presentar en cualquier grupo étnico y ha demostrado ser
independientemente del nivel socioeconómico, de la ubicación geográfica y de otros
factores.
3. Trastornos TGD
El autismo se ubica junto con los otros cuatro trastornos generalizados del
desarrollo (TGD) que actualmente reconoce el Manual Estadístico y Diagnóstico de
Trastornos Mentales DSM-IV editado por la American Psychiatric Association, que
son el síndrome de Asperger, el síndrome de Rett, el trastorno de desintegración
infantil y el trastorno generalizado del desarrollo no especificado.
Síntomas generales
El niño con autismo (autismo infantil) tiende a aislarse y a evitar el contacto visual
con otros individuos, tiene dificultades para comunicarse, ya sea verbalmente o
mediante el lenguaje corporal. No puede comprender las emociones ajenas (es
decir, carece de empatía), al ser incapaz de internalizar las pautas sociales
convencionales, como los tonos de voz y las expresiones del rostro. A veces se
suman a estos otros síntomas, como los trastornos del sueño, las convulsiones, los
tics. Les resulta sumamente difícil registrar los cambios en el entorno, cuando lo
hacen esto les produce enorme angustia.
Retraso en la adquisición del lenguaje
Este es otro de los síntomas característicos del autismo y el que motiva en gran
parte el problema de comunicación que padecen estos niños.
Imposibilidad de intervenir en el juego social
A raíz de la dificultad de comunicación, los niños autistas no logran participar de
juegos con otros niños. Asimismo, poseen una capacidad imaginativa muy acotada,
lo que les impide intervenir en los típicos juegos de simulación de la infancia.
Conductas compulsivas
Es muy común en el niño autista la alineación de los objetos que lo rodean; se
aboca a estas tareas con un afán excesivo, desinteresándose por casi todo lo
demás.
Movimientos estereotipados y repetitivos
A la constelación de síntomas descriptos se suman movimientos fijos repetitivos (mecerse,
girar), los que a veces resultan auto lesivos.
4. Qué pueden hacer los padres para ayudar al niño autista
Los padres que sospechan que su niño puede ser autista, deben consultar al
pediatra para que los refiera a un psiquiatra de niños y adolescentes, quien puede
diagnosticar con certeza el autismo, su nivel de severidad y determinar las
medidas educacionales apropiadas. El autismo es una enfermedad y los niños
autistas puede tener una incapacidad seria para toda la vida. Sin embargo, con el
tratamiento adecuado, algunos niños autistas pueden desarrollar ciertos aspectos de
independencia en sus vidas.
Los padres deben de alentar a sus niños autistas para que desarrollen esas destrezas que hacen
uso de sus puntos fuertes, de manera que se sientan bien consigo mismos. El psiquiatra,
además de tratar al niño, puede ayudar a la familia a resolver el estrés; por ejemplo,
puede ayudar a los hermanos, que se sienten ignorados por el cuidado que requiere el
niño autista, o que se sienten abochornados si traen a sus amigos a la casa. El psiquiatra
de niños y adolescentes puede ayudar a los padres a resolver los problemas emocionales
que surgen como resultado de vivir con un niño autista y orientarlos para que puedan
crear un ambiente favorable para el desarrollo y la enseñanza del niño
Distinción entre síndrome de Asperger y autismo
Coeficienteintelectual generalmente porencima
de lo normal
Coeficiente intelectualgeneralmentepordebajode
lonormal
El diagnóstigo se realiza normalmente
después de los 3 años
El diagnóstigo se realiza normalmente antes de los 3
años
Gramática y vocabulario por encima del
promedio
Gramática y vocabulario limitados
Interés generalen las relaciones sociales.