Nota: La presentación es muy gráfica pero está transcrita en las notas.
En esta presentación exploraremos Internet of Things y la Economía Colaborativa, entendiendo cómo pueden apoyarse ambas tendencias para la creación de nuevos servicios.
Así mismo exploraremos los riesgos y problemas que encontraremos por el camino, ofreciendo herramientas para evaluar las nuevas propuestas que surjan en estas áreas.
4. Foto por Tozzer557 CC BY-NC-SA https://www.flickr.com/photos/tozzer577/3190464687
5. Foto: Boston Magazine http://www.bostonmagazine.com/news/article/2013/04/30/end-ownership-sharing-economy/
6. Foto Blog N-Code: http://blog.code-n.org/wp-content/uploads/2012/09/Sharing-Economy-Image-ZipCar.jpg
7. "If we had computers that know everything there was to
know about things - using data gathering without any help
from us - we would be able to track and count everything
and greatly reduce waste, loss and cost. We would know
when things need replacing, repairing or recalling and
whether they were fresh or past their best."
Kevin Ashton, RFID Journal (2009)
Foto: Twitter Kevin Ashton Asthon
8. Foto Jutverson CC BY-2.0 https://secure.flickr.com/photos/jurvetson/7408451314/
9. Foto de MorePix CC-BY-SA 3.0 http://commons.m.wikimedia.org/wiki/File:Fitibit_Flex.jpg
10. Ejemplo de foto, preferible sin
texto añadido.
Foto de Loïc Le Meur CC-BY 2.0 http://commons.m.wikimedia.org/wiki/File:A_Google_Glass_wearer.jpg
11. Foto: Green Energy Futures CC BY-NC-SA https://www.flickr.com/photos/greenenergyfutures/8560808194/
12. Foto por David Pye. Lic GFDL http://commons.m.wikimedia.org/wiki/File:Nespresso_Magimix_M100.jpg
27. ¿¿Qué futuro queremos crear?
Apoyemos un
Internet abierto, fuerte y en crecimiento
para superar los nuevos retos
@elsatch
www.cesargarciasaez.com
www.isoc-es.org
#internetstrong
Hinweis der Redaktion
Gracias a todos por el interés en esta presentación. Durante los próximos 20 minutos hablaremos sobre Internet de las Cosas y la Economía Colaborativa.
Lo mejor será comenzar con un ejemplo. ¿Cuántos de vosotros disponeis de coche? 80% aprox. del público. ¿Cuántos lo utilizais más de 2 horas al día? Menos de un 5%.
Cuando compramos un coche, no solo compramos las ventajas para viajar, sino también una serie de gastos añadidos como el mantenimiento, seguro, etc. Lo que realmente queremos no es coche por lo general, sino poder desplazarnos de un sitio a otro de forma rápida y conveniente.
En la foto aparece un coche con un conejo azul, de la compañia Bluemove, que se puede alquilar por horas. Alquilar un coche no es ninguna novedad, pero si lo es que los coches estén en la calle y sean localizables por sus usuarios.
Hace un par de meses lanzaron en Madrid y Sevilla un servicio en el que una persona podía comprar ese coche a un precio reducido y utilizarlo durante 8 horas al día. El resto del tiempo estaría a disposición del resto de usaurios, que podrían reservarlo por internet y localizarlo con su móvil. El coche conectado habilita nuevos usos que antes no estaban disponibles.
Disponer de medios de transporte compartidos o alquilables no es ninguna novedad. Aquí mismo en Sevilla disponeis de Sevici, un servicio público para el alquiler de bicicletas. ¿Donde radica entonces la novedad o por qué se le llama a esto economía colaborativa?
La novedad fundamental es la entrada de nuevas plataformas como AirBNB, que permiten a cualquier persona obtener beneficios de sus habitaciones libres, asientos de coche en viajes, etc. La incursión de todos estos nuevos agentes, junto con un número enorme de individuos es la que está generando este gran cambio que hace tambalearse alguno de los modelos de negocio más tradicionales.
Al final lo que queremos es un agujero en la pared y no un taladro en el armario. Muchas veces estas herramientas no se emplean ni un 3% de su vida útil estimada, generando un enorme derroche innecesario.
Por resumir, la economía colaborativa está haciendo propios estos cinco pilares de los modelos de servicio abiertos (Chesbrough, 2012):
Priorizar el acceso frente a la propiedad de los bienes
Optimizar el uso de recursos ya existentes
Orientados a servicio y no a producto
Articular grandes redes dispersas de bienes y proveedores
Producir más con menor gasto (ej. Ampliación de las plazas para turistas sin construir nuevos hoteles)
Veamos ahora como encaja dentro de este panorama Internet of Things
Internet of Things es hoy en día un término bastante popular, aunque recibió antes muchos otros nombres como Ubiquitous Computing, Machine to Machine (M2M). Todos esos nombres eran bastante complicados y nos presentaban un escenario autónomo. Fue Kevin Asthon, mientras trabajaba en el Auto-ID Center del MIT quien acuño el término Internet of Things en 1999. La descripción completa del témino apareció en un artículo publicado en el RFID Journal en 2009, que decía así:
However, only in 1999 did the field start gathering momentum. Bill Joy envisioned Device to Device (D2D) communication as part of his "Six Webs" framework, presented at the World Economic Forum at Davos in 1999.[27] Kevin Ashton proposed the term "Internet of Things" in the same year.[28]
In a seminal 2009 article for the RFID Journal, "That 'Internet of Things' Thing", Ashton made the following assessment:
Today computers—and, therefore, the Internet—are almost wholly dependent on human beings for information. Nearly all of the roughly 50 petabytes (a petabyte is 1,024 terabytes) of data available on the Internet were first captured and created by human beings—by typing, pressing a record button, taking a digital picture, or scanning a bar code. Conventional diagrams of the Internet … leave out the most numerous and important routers of all - people. The problem is, people have limited time, attention and accuracy—all of which means they are not very good at capturing data about things in the real world. And that's a big deal. We're physical, and so is our environment … You can't eat bits, burn them to stay warm or put them in your gas tank. Ideas and information are important, but things matter much more. Yet today's information technology is so dependent on data originated by people that our computers know more about ideas than things. If we had computers that knew everything there was to know about things—using data they gathered without any help from us—we would be able to track and count everything, and greatly reduce waste, loss and cost. We would know when things needed replacing, repairing or recalling, and whether they were fresh or past their best. The Internet of Things has the potential to change the world, just as the Internet did. Maybe even more so.[29]
—Kevin Ashton, "That 'Internet of Things' Thing", RFID Journal, July 22, 2009
Obtenido: http://en.wikipedia.org/wiki/Internet_of_Things
Si lo pensamos este modelo nos recuerda un poco a fábricas como esta de Tesla, enormemente robotizadas en las que no se ve a ninguna persona en la imagen.
Aunque seguramente muchos estemos pensando más en herramientas para monitorizar nuestra actividad como esta pulsera fitibit que contabiliza nuestros pasos a lo largo del día.
O en estas Google Glass, que nos permiten obtener una visión expandida de nuestro entorno…
O Los termostatos Nest, comprados recientemente por Google por 3.2 billones de dolares.
La clave en cualquier caso vuelve a no estar en el dispositivo. El cacharro es prácticamente lo de menos. Internet of Things es una herramienta que nos permite fundamentalmente transformar objetos en servicios. Es este el cambio fundamental y donde se está produciendo un mayor avance a nivel de mercado.
Aquí tenemos dos cafeteras de Nesspreso. En las últimas cafeteras ofrecidas a empresa, se están ofreciendo ya cafeteras con conexión a internet, que se auto-monitorizan y cuentan el número de capsulas empleadas. Cuando se prevee que las cápsulas se vayan a acabar, en base a los análisis de consumo previo, Nesspreso manda cápsulas de forma anticipada. En cierto sentido ya no pagamos por una cafetera, sino por tener café. Estamos en la era del Café as a Service.
Todos los ejemplos que hemos visto los podemos re-entender de esta forma como calor como servicio (Nest) o asistente personal como servicio (Google Glass). Será en los servicios donde se ofrezcan las innovaciones en Internet of Things.
(Para mas información sobre esta slide y la rebeldía de las máquinas nada como consultar la web de su creador Simon Rebaudengo y su magnífico proyecto Addicted Toasters) (La info de esta slide para los asistentes al #EBE14. Gracias por venir!)
El número de objetos conectados a Internet esta creciendo de forma exponencial y se esperan más de 50 billones de objetos para el año 2020. Los beneficios esperados también serán increiblemente grandes. Observad que la parte azul son los objetos conectados y es ahí donde se dará el crecimiento acelerado. La población seguirá aumentando a ritmo más lento, lo que llevará a crecimientos moderados en móviles, pcs, etc. ¿Por qué se da ahora este fenómeno?
La potencia del cálculo es cada día más barata y podemos incorporar pequeños chips prácticamente en cualquier parte
Por otra parte, disponemos de unas infraestructuras de las que no disponíamos hace unos años. Hoy en día casi todos tenemos potentes ordenadores en nuestros bolsillos, en forma de teléfono móvil, conectado a una basta red de comunicaciones de alta velocidad. Los puntos wifi son cada día más comunes y muchos de los servicios se ofrecen desde el cloud, donde es mucho más fácil escalar nuestras necesidades bajo demanda.
Desde el punto de vista colaborativo, sitios de financiación colectiva como Kickstarter han permitdo la creación de nuevas plataformas de hardware abierto. Lo que antes se tardaba varios años en construir hoy se fabrica a un ritmo mucho más rápido.
Parte de esta velocidad se consigue gracias también a los espacios de fabricación digital, como Makespace Madrid. En estos espacios se dispone de herramientas de prototipado rápido y la gente puede encontrarse con otras personas con las mismas ideas y entusiasmo para investigar y lanzar cosas nuevas. Si no lo conoceis, os recomiendo que le deis un vistazo a la web http://makespacemadrid.org o que os paseis por el espacio cualquier martes a partir de las 19:00 h.
Todo lo que hemos visto hasta ahora ha sido bastante positivo, bastante optimista, pero lo cierto es que para conseguir desplegar todo el potencial de Internet of Things todavía tenemos que superar una serie de pasos fundamentales. Quisiera ofreceros 6 herramientas que os pueden ser útiles para analizar proyectos o propuestas tanto de Internet de las Cosas como de economía colaborativa, para que podais observar estos proyectos con una mirada crítica y eminentemente práctica.
El diseño de los objetos debe cambiar y hacerse transparente para las personas
Hace unos meses descubrieron que uno de los mayores enviadores de SPAM era una nevera conectada. El dueño nunca habría podido descubrirlo, puesto que nada en el objeto le sugería que su nevera estuviera haciendo nada aparte de enfriar la comida. Necesitamos que el diseño nos ofrezca información útil, que nos asista y que no oculte lo fundamental.
En la foto podeis ver una smart TV. El año pasado se descubrió que los datos de los programas que estaba viendo el usuario eran enviados al fabricante de la TV. El usuario revisó los menús y observó que había una opción que podía deshabilitar. Al deshabilitarla y revisar los datos que enviaba observó cómo el botón no tenía efecto. Desde mi punto de vista estos objetos son objetos perversos, programados y diseñados para explotar el desconocimiento o engañar al usuario. ¿Pagaríamos igual si nos ofrecieran un medidor de audiencia para vender los datos de todo lo que vemos a terceros?
¿Que tipo de estructuras estamos creando o apoyando?
En estos tres gráficos podemos ver redes centralizadas, dispersas o distribuidas. Cuando pensamos en colaborativo a menudo obviamos una de las mayores infraestructuras compartidas de todos los tiempos: Internet. Internet ha favorecido una enorme creación de riqueza dentro de su ecosistema abierto de múltiples actores, gracias a su estructura distribuida que permitía a cualquier punto de la red comunicarse con otro.
Muchas de las plataformas e iniciativas que están surgiendo ahora mismo están alentando otros modelos mucho más centralizados o de un sólo actor. ¿Pueden dos personas cualquiera compartir su habitación o su taladro o tienen que pasar por una de estas infraestructuras centralizadas? ¿Estamos poniendo todos los huevos en la misma cesta? ¿Estamos trabajando para crear estructuras más abiertas y horizontales o por el contrario estamos centralizando todo en unos pocos proveedores? Debemos aprender de las buenas prácticas en la creación de Internet y ser capaces de replicarlas en estos nuevos escenarios.
Estandarización
Cuando vamos a comprar bombillas tenemos que fijarnos en muy pocos detalles: luminisidad y casquillo grande o pequeño. Ahora mismo con Internet of Things no estamos ni ahí! Cada proveedor esta tratando de liberar sus estándares, haciendo que sean estándares de facto y así ser el primero en imponer sus reglas. Para los consumidores esto nos lleva a situaciones inverosímiles. ¿Por qué cada fabricante hace una nueva bombilla conectada con una nueva app en el móvil? ¿Cuantas app podemos llevar para controlar lo que tenemos en casa? ¿Alguien sabe de memoria de qué marca son las luces de su salón?¿Y de su mesilla?
Debemos exigir esta estandarización, huyendo de proveedores cerrados que nos buscan para permanecer para siempre en estos silos cautivos.
Brecha digital
Al tiempo que avanzamos en todos estos temas, no debemos olvidar que todavía hay mucha gente que no puede hacer uso de estos nuevos servicios. Existe una brecha digital que puede dejar fuera a buena parte de la población. En este sentido, pertenezco al capítulo español de Internet Society (ISOC), una entidad internacional que busca facilitar el acceso a Internet a través de la educación y las nuevas tecnologías a la mayor cantidad de personas.
Cuando participemos de proyectos o queramos votar con la cartera (“comprando”) pensemos si estamos contribuyendo a ahondar esta brecha o a reducirla. Os animo a todos a conocer más sobre ISOC-ES en la página web www.isoc-es.org así como en la web de ISOC www.isoc.org
Brecha debida la creciente desigualdad económica
En la foto Neil Harbisson, un músico que nació sin poder ver los colores. Con la ayuda de la Universidad de Barcelona, Neil ha podido desarrollar un dispositivo que le permite escuchar los colores de una forma única. Neil es director de la Cyborg foundation, una entidad para fomentar el estudio y la aceptación social de las personas que hacen uso de todas estas nuevas tecnologías para expandir y mejorar sus capacidades. Creo que estamos en un momento clave, en el que los wearables y las tecnologías se integrarán cada vez más en nuestras vidas (y quizás nuestros cuerpos). La labor que realiza Harbisson es como un faro hacía el futuro, pero no debemos olvidar lo que puede ocurrir si se profundiza la brecha social actual.
En Estados Unidos hay lugares donde llaman a las Google Glass las gafas del 1%, de la gente más rica, de la gente que quiere y puede diferenciarse. Hay lugares ya donde han prohibido que la gente las lleve, por considerarlas un símbolo de snobismo y desconsideración hacía el resto. La preocupación fundamental radica en la consideración de que el 99% (figurado) no está pudiendo acceder a este nivel de vida. Debemos ser vigilantes en este sentido, alentando aquelllas iniciativas que sean capaces de empoderar a todas las personas, para evitar una sociedad a dos velocidades.
Privacidad y seguridad
Hoy en día la privacidad y seguridad de nuestros datos está en boca de todos, a raiz de las revelaciones de Snowden, NSA, etc. Muchos de los proyectos de IoT están omitiendo pasos clave a la hora de garantizar la seguridad de nuestros datos, pensando que puede ser un añadido a posteriori.
Hay una frase que dice: “Si no estás pagando por el producto, tú eres el producto”. Cuando nos acerquemos a un proyecto de IoT o de economía colaborativa, pensemos ¿Dónde están mis datos? ¿Puedo llevarme los datos a otro sitio? ¿Esta plataforma abierta colaborativa me permite acceder a mis datos de forma abierta y colaborativa? Si lo observamos así, no estamos hablando sólo de seguridad o privacidad, sino también de nuestra libertad como usuarios y nuestra presencia en la red.
Ya no estamos hablando del futuro, estamos hablando de presente. Internet cada vez estará más presente en nuestros entornos, a través de más objetos conectados y más posbilidades para conectar con otras personas. Está en nuestra mano apoyar aquellas iniciativas que nos auguren un futuro mejor y evitar aquellas que nos cautiven con cantos de sirena.
Podemos aprender enormemente del desarrollo de Internet para mirar y proponer a futuro y es por eso que me gustaría finalizar la presentación haciendo propias las palabras de la campaña de Internet Society “Keep the Internet Strong”: Apoyemos un Internet abierto, fuerte y en crecimiento para superar los nuevos retos.
¡Gracias!