China construyó ocho nuevos estadios para los Juegos Olímpicos de 2008 en Pekín, incluido el Estadio Nacional de Pekín, también conocido como Nido de Pájaro, que albergó las ceremonias de apertura y clausura. Los estadios incorporaron tecnología de punta y diseños innovadores, y se construyeron para ser sostenibles y dejar un legado para el deporte y la comunidad china después de los Juegos.