El documento discute el papel crucial de la familia en la socialización de los hijos y la transmisión de valores. Señala que la familia con autoridad recíproca es la más adecuada para el desarrollo de los niños. También explica que los valores se aprenden primero en la familia, que comparte un proyecto vital y ofrece apoyo durante los cambios y crisis, aunque los hijos también son agentes activos en su construcción a través de la relación bidireccional con los padres.