Este ensayo analiza las competencias aleatorias y las competencias integrales en el contexto de la educación en México. Argumenta que el modelo actual de competencias en la educación mexicana carece de sustento teórico y empírico, y que las competencias se describen de manera dispersa en lugar de definirse claramente. También señala que el modelo no toma en cuenta factores contextuales como las necesidades socioculturales de los estudiantes. El ensayo concluye que una educación basada en competencias debe enfocarse de manera integral en el desarrol
BIOMETANO SÍ, PERO NO ASÍ. LA NUEVA BURBUJA ENERGÉTICA
Competencias aleatorias e integrales
1. 1
INSTITUTO DE ESTUDIOS UNIVERSITARIOS, A.C.
ENSAYO
Competencias Aleatorias y Competencias Integrales
PRESENTADO POR:
Bruno Armando de la Cruz Chuzeville
MAESTRA:
Myriam Castillo Espinoza
MATERIA:
Didáctica y Evaluación de la Educación Superior
Xalapa, Ver. Marzo 2015.
2. 2
“A que le tiras cuando sueñas mexicano”
Dicho popular
3. 3
PREFACIO
Antes de que el lector se adentre en el contenido del presente trabajo quiero recalcar algunos
puntos importantes que se relacionan con el mismo. Cuando bosquejé este ensayo,
inmediatamente visualicé los problemas que enfrentaba en mi labor docente en ese
momento, así como los problemas que tuve en mi propio proceso de enseñanza, tanto
escolar como familiar. Duele recordar situaciones tan penosas que ocurrieron por seguir
costumbres y hábitos erráticos, llenos de desesperación, coraje, frustración, dolor, avaricia,
etc. A partir de ahí volví al presente con el modelo de competencias que se implementó en
México de 2012 a 2018. Me di cuenta inmediatamente que en su estructura al leerlo, había
inconsistencias. Era como leer un montón de ideas y deseos que no encajaban entre sí, sino
que los puntos principales me parecieron dispersos. Y fue cuando dije, “estas no son
competencias definidas, sino que están regadas de forma aleatoria con palabras
rimbombantes para impresionar al más crédulo individuo. En fin de ahí el título de este
ensayo, el cual cuando lo presenté ante mi clase de maestría causó revuelo por dos cosas.
La primera fue el título, cuyo motivo expliqué anteriormente, la segunda porque parecía que
filosofaba en el contenido; y lo hacía a un nivel inentendible para cierto grupo de personas.
No es que tratara de hacerme el gran erudito del tema, sino que mi intención fue poner el
dedo en la herida (no en la llaga) causada por muchos procesos educativos que sólo han
desencadenado tragedias y han lastimado y siguen lastimando a la población de México.
Estos modelos o convencionalismos siguen lacerando, y de sus lastimosas aplicaciones del
pasado a la fecha, hay heridas que no terminan de cicatrizar.
Por otro lado, le mostré mi trabajo a una gran amiga que todo el tiempo me ha apoyado en
esto de escribir, en cuanto a estilo de redacción y contenido. A ella no le pareció un tratado
de filosofía complicado. Ella, Irma Nolasco me dejó comentarios e ideas propias que luego de
que el trabajo fue presentado, sin dichos agregados, decidí que en una versión posterior
debía incluirlos debido a que su pensamiento es afín a una mala situación social
generalizada, porque los procesos educativos en México han sido malos también. Por ello el
lector encontrará fragmentos que no son propios del autor y que se señalan mencionando el
nombre de la persona que los elaboró, en un tamaño de letra menor.
Xalapa, Ver. Febrero de 2019.
4. 4
INTRODUCCIÓN.
“Competencia” y “competente” parecen términos ligados, pero, si se escudriña en su
etimología y uso a través del tiempo, surgen distinciones que colocan a estas dos palabras
en una posición distante una de otra. Una competencia, bien es el acto de competir por un
premio o logro, o es la capacidad para responder con efectividad en una situación de
competitividad (deportiva, escolar, artística) u operacional (en el trabajo, el hogar); para darle
resolución a ciertos dilemas, y, a la vez, sostenimiento del engranaje social de las relaciones
de producción. La validez del término “competencia” puede variar según la interpretación que
deriva de acuerdo a la necesidad utilitaria en la vida diaria. Entre más competente es un
individuo mejor se adaptará a los vaivenes del mundo global y sus posibilidades de
realización son mayores. Por lo tanto, la persona mejorará su situación económica y social;
algo así como el pentatleta quien domina varias disciplinas, lo que al final lo convierte en un
súper atleta.
Un ser competente entonces es un sujeto capaz de resolver cualquier problemática, encarar
cualquier situación sin importar el grado de dificultad, adaptarse a cualquier contexto y al final
es una persona realizada y exitosa. ¿Entonces, por qué estas perspectivas no se reflejan en
el desarrollo social y económico de un país? En este estancamiento social, la autorreflexión y
la autocrítica puede ayudar a enderezar el camino y depurar elementos que no son de
utilidad para lo que al final todos queremos: el bien común.
En el mundo global se necesita de estos sujetos competentes descritos anteriormente,
formados en distintos tipos de competencias, dotados de conocimientos que pueden ser
llevados a la práctica, y flexibles de acuerdo al tipo de trabajo a realizar en cualquier ámbito
de la vida. Este ensayo describe la urgencia de tener un enfoque educativo en competencias
útiles, así como también, la falta de sustento definido en una educación que pomposamente
dice basarse en dichas competencias. Este modelo educativo no termina de cuajar en las
sociedades actuales que se jactan de pertenecer a la “modernidad” de los avances
tecnológicos y la sociedad de conocimiento. Entonces cabe detenerse a reflexionar si hay
que quitarlo, redefinirlo o bien hacerle correcciones.
5. 5
¿Se necesita de un enfoque educativo basado de competencias?
La educación de tipo enciclopedista no ha rendido los frutos esperados, ni tampoco es
coherente con los rápidos cambios en el mundo. Las competencias se convierten en un
modelo emergente para corregir el camino. Pero este modelo es espontáneo, sin sustento
teórico y empírico, y además funciona indirectamente como una forma de legitimar los grupos
de poder político, interesados en sólo obtener una ganancia material; más que en formar
seres humanos trabajando por el bienestar grupal. Max Weber decía que el poder es aquello
que se impone sobre toda relación social y no conoce resistencia; y se entiende entonces
que ninguna persona o teoría puede hacer algo para cambiar dicha situación.
Las competencias en educación se manifiestan en un momento de urgencia por competir en
las relaciones de mercado a nivel mundial. Esta necesidad está mediada por intereses que
no son colectivos; pues están cargados de vicios y conductas enfermizas que terminan
haciendo a un lado cualquier buena intención de superar las adversidades que aquejan a
cualquier país.
La tarea de establecer un modelo de educación basado en competencias recae en personas
quienes hacen gala de retóricas especializadas; y que a simple vista dan la esperanza de un
cambio positivo. La necesidad de tener sujetos que cuenten con distintos conocimientos
aplicables es un punto importante. La persona se capacita en muchas áreas y eso le da el
impulso necesario para buscar nuevas metas y mejorar su estatus social. Sin embargo, esta
idea general no va de la mano con la situación real de cada lugar donde se pretende incluir el
enfoque de competencias en educación. Las razones son de dos tipos: por un lado se
encuentra un letargo idiosincrático reacio a querer desligarse de malos hábitos tradicionales
en cuanto a educación y desempeño laboral, y por otra parte, las empresas monopólicas con
una visión explotadora de capital humano que requieren de sujetos dispuestos a cumplir
funciones específicas sin cuestionamiento.
[Irma] Muy buen punto, Bruno. En cuanto a la primera razón, además de no haber mucha diversidad
en cuanto al método de enseñanza en las escuelas públicas, la mayoría de la gente no está al tanto
de las diferentes opciones, ya sea por desinterés o bien falta de información disponible) o quizá
también por comodidad pues se les hace más fácil enviar a sus hijos a la escuela y sanseacabó.
Ahora, en cuanto a la segunda razón, tan sólo hay que ver la diferencia de beneficios laborales de
empresas como McDonald’s que sus empleados, comparando los de Estados Unidos a los de
6. 6
México) reciben o no. En una clase sobre diversidad cultural aprendí cómo un gerente
estadounidense, dependiendo de la idiosincrasia de los ciudadanos de ciertos países, debía llevar la
empresa. Se vio que en los países latinoamericanos como en los asiáticos los empleados estaban
acostumbrados a obedecer, siendo así que estos siempre esperan a que se les den órdenes y
solamente los que ocupaban un alto rango o tenían a otros bajo su supervisión proponían ideas. En
cuanto a los empleados en países industrializados como en Alemania se vio que el gerente esperaba
que los empleados compartieran ideas y estas se tomaban en cuenta.
No se duda que el enfoque de competencias en educación tiene validez, pero son los medios
de llevarla a cabo los que generan muchas preguntas. Es una idea relativamente nueva sin
evidencia histórica positiva. Un modelo de competencias como se conoce, no pasa de ser un
esquema descriptivo de objetivos los cuales no definen los procedimientos para llegar a ellos.
La descontextualización es otro factor que influye de forma importante. Si en el enfoque de
competencias se requiere preparar a estudiantes en muchas áreas importantes para la vida,
entonces cada lugar donde se aplique debe contar con las facilidades para responder a este
modelo planteado por el estado. Esto no ocurre siempre debido a diversos factores como:
poca valoración de la educación en algunas comunidades marginadas, inseguridad, poco
interés del profesorado en cambiar el modelo educacional enciclopedista, la sociedad en
general no está dispuesta a cambiar su idiosincrasia, corrupción política, falta de cultura del
buen uso de herramientas pedagógicas (computadoras, libros, internet) etc.
Pese a todo esto que es visible pero no atendido, se insiste en impulsar y avanzar en una
falacia que resquebraja aún más la visión que se tiene de un país, por parte de los mismos
ciudadanos que lo habitan. La globalización así lo exige en su idealizado afán de un mundo
homogéneo que sólo se dedica a producir bienes materiales para unos cuantos.
Innovar en educación va de la mano con innovar en conducta y valores para construir un
sistema integral de principios destinados a mejorar de forma individual, hasta la sociedad en
general. Las competencias pretenden darle un cambio súbito a la educación pero no
atienden cuestiones como si en verdad todos quieren dicha transformación y si existe la
disposición para alcanzarla. Las competencias para la vida son las que enfatizan en
aprendizaje permanente, convivencia o manejo de situaciones. “Cuando el espíritu era
sumiso y reverente, el arrogarse el derecho de crear nuevos valores le parecía una
aberración, algo así como un […] estropicio de aves de rapiña” (Nietzche, F. Así habló
Zaratustra). Cabe señalar que faltaría el formar hombres con autonomía de pensamiento y
7. 7
libertad de juicio; estos aspectos son los que trascienden la simple monotonía de una vida
entregada a las relaciones de producción en masa y que llenan de gozo al espíritu.
[Irma] Yo recuerdo que desde niños en la escuela sólo se nos enseñaba a memorizar. No hay, que
yo lo sepa, o al menos no había, alguna clase que se enfocara en la comprensión de lectura. Leemos
por leer y a veces ni siquiera eso pues muchos se saltan, por ejemplo, las puntos o comas al leer.
Cuando, hablando en general, un niño lee es por tarea y se les hace un fastidio si tienen que
responder a un cuestionario de comprensión de la lectura. Hay que tomar en cuenta que no se les ha
acostumbrado a los niños a leer por placer y, para acabar, el acceso a los libros es casi nulo puesto
que hay pocas bibliotecas. Además que no hay esa cultura donde los niños visiten la biblioteca por
cuenta propia, y escasean los libros infantiles. (Claro, esto es solo enfocándome a los más
pequeños.)
Otra parte importante que no abarca el modelo de competencias es una instrucción
atendiendo las necesidades socioculturales y emocionales de los estudiantes. En cada lugar
existen situaciones muy variadas que condicionan el comportamiento: desde el entorno
familiar, relaciones entre compañeros de escuela, trabajo, de pareja, etc. Estos factores
determinan el grado de interés y valor del tipo de instrucción dada. Pero si el currículo no es
flexible al contexto inmediato, el objetivo nunca se va a lograr. El enseñar cualquier tema
bajo cualquier enfoque requiere un proceso integral de elementos intra y extra escolares, que
ayuden a fomentar el interés en una buena preparación; aunado a contenidos y actividades
de enseñanza orientadas a buscar un aprendizaje significativo y duradero.
El enfoque de “competencias” en educación también debe ser un método integral de todos
los elementos que definen a un ser humano, y a la vez orientado a la creación de seres de
pensamiento independiente, creativos, analíticos, reflexivos y cooperativos. De esta forma se
puede empezar a delimitar procesos enfocados a lograr que el modelo basado en
competencias por fin tenga validez; al demostrar en la práctica que si funciona para llegar al
bien común, lo que al final se postula en cualquier tratado o modelo sobre educativo para que
un país mejore y trascienda.
8. 8
Conclusión.
Una educación basada en competencias no sólo debe romper con los paradigmas antiguos
del saber erudito, sino enfatizar en un carácter pragmático. No se puede soslayar las
cuestiones de orden político que inciden en el funcionamiento de un programa tan novedoso,
que no ha sido fundamentado coherentemente, sino interpretado de forma emergente sobre
situaciones sociales críticas. Un modelo con objetivos definidos debe tener procesos
igualmente perfectamente delineados y contextualizados. Las relaciones de producción no
deben de estar por encima de las necesidades de trascendencia de una persona. Es al final
el bienestar social lo que debe prevalecer en cualquier enfoque educacional, sea de
“competencias” o cualquier otro que venga a futuro.
REFERENCIAS:
Moreno Olivos, Tiburcio (2009). Competencias en Educación Superior: un alto en el camino para
revisar la ruta del viaje. Perfiles Educativos, Vol XXXI, Num 124 pp 69-92. Universidad
Nacional Autónoma de México. En Antología “Didáctica y Evaluación de la Educación
Superior. Instituto de Estudios Universitarios, Junio (2010).
Nietzche, Friedrich. (2010) Asi habló Zaratustra. Clásicos Literatura. Grupo Editorial Tomo, S.A de
C.V. México D.F.