Los indígenas americanos cazaban bisontes y otros animales para alimentarse. Los hombres eran grandes cazadores mientras que las mujeres se encargaban de tareas domésticas como cocinar, recolectar leña y cuidar a los niños. La tribu estaba liderada por un jefe valiente y generoso, y contaba con un chamán que realizaba rituales y curaba con plantas. Se comunicaban a distancia mediante señales de humo.