El documento describe los principios de la economía azul, la cual propone soluciones sostenibles y creativas para usar los recursos disponibles localmente de manera que generen alimentos, energía y trabajo. En lugar de usar aceite de palma que destruye el Amazonas, se propone cultivar hongos y alimentar animales con el resto, generando abono y biogás. Además, señala que actualmente los productos dañinos para la salud y el medio ambiente son más baratos, aunque implican mayores costos a largo plazo.