La publicidad es una de las fuerzas más poderosas de la actual civilización. Los anuncios no solo venden productos; venden imágenes, valores, objetivos, conceptos de quiénes somos y quiénes deberíamos ser; moldean nuestras actitudes, que a su vez moldean nuestra conducta. Dado que no podremos quitarnos la publicidad de encima, más vale averiguar cómo trabaja y cómo puede influir en cada uno de nosotros.