Armando Nerio Hanoi Guedez Rodríguez - Te traemos algunas de las anécdotas más graciosas y extravagantes de los mejores ajedrecistas del mundo, Parte IV
2. LA APERTURA CATALANA ESPOLACA
La apertura catalana fue creada por un polaco, Savielly Tartakower. En el año 1929,
Francesc Armengol quería una apertura propia de su país, igual que como la tenían
Francia y Sicilia, así que abrió un concurso para que algún ajedrecista inventara una
nueva apertura a la que se pudiera bautizar como "la catalana". Así pues, el ajedrecista
más ingenioso que ha existido, aprovechó la ocasión para ganar 150 pesetas a cambio de
crear un sistema de juego que llevaría el nombre de la tierra natal de Armengol. Esto fue
durante su partida con Monticelli, en el Torneo Internacional de la Exposición de
Barcelona.
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3. A Armengol no le importaba qué tipo de apertura fuera, sólo quería que alguna tuviera el
nombre que él deseaba. Esta combinación del gambito de dama con el fianchetto del alfil
rey hizo historia hasta tal punto, que ha sido empleada frecuentemente por jugadores
como Botwinnik o Petrosian.
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4. GANAR MOVIENDO SÓLO LOSPEONES
Desde que aprendemos a jugar ajedrez descubrimos la importancia del desarrollo en el
juego, de sacar las piezas a jugar, de los tiempos, etc. Luego, empezamos a practicar
aperturas cerradas y vemos que el desarrollo pierde algo de importancia y empieza a
considerarse más la ausencia de puntos débiles, la estructura de peones, etc.
Ahora bien, es algo muy distinto que se pueda ganar una partida sin desarrollar una sola
pieza, es decir, moviendo sólo peones. Sólo se conoce una partida, publicada en "300
miniaturas" de Roizman, en la que un jugador puede ganar moviendo sólo peones, contra
otro que sí desarrolla piezas; evidentemente quien perdió la partida cometió graves
errores, pero no deja de ser interesante verla.
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5. Ahora bien, es algo muy distinto que se pueda ganar una partida sin desarrollar una sola
pieza, es decir, moviendo sólo peones. Sólo se conoce una partida, publicada en "300
miniaturas" de Roizman, en la que un jugador puede ganar moviendo sólo peones, contra
otro que sí desarrolla piezas; evidentemente quien perdió la partida cometió graves
errores, pero no deja de ser interesante verla.
La partida en cuestión es la disputada entre Cuyet - Faschingbauer (USA 1958)
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