1. “LA VERDAD DE LAS MENTIRAS” Mario Vargas Llosa
“Las cosas no son como las vemos, sino como las recordamos”,
escribió Valle Inclán. Se refería sin duda a cómo son las cosas en la
literatura, irrealidad a la que el poder de persuasión del buen escritor, y la
credulidad del buen lector confieren una precaria realidad.
Para casi todos los escritores, la memoria es el punto de partida de la
fantasía, el trampolín que dispara la imaginación en su vuelo impredecible
hacia la ficción. Recuerdos e invenciones se mezclan en la literatura de
creación de manera a menudo inextricable para el propio autor, quien
aunque pretenda lo contrario, sabe que la recuperación del tiempo perdido
que puede llevar a cabo la literatura es siempre un simulacro, una ficción
en la que lo recordado se disuelve en lo soñado y viceversa.
Por eso la literatura es el reino por excelencia de la ambigüedad. Sus
verdades son siempre subjetivas, verdades a medias, relativas, verdades
literarias que con frecuencia constituyen inexactitudes flagrantes o mentiras
históricas. Aunque la cinematográfica batalla de Waterloo que aparece en
Los miserables nos exalta, sabemos que esa fue una contienda que libró y
ganó Víctor Hugo, y no la que perdió Napoleón. O, para citar un clásico
valenciano medieval, la conquista de Inglaterra por los árabes que describe
el Tirant le Blanc es totalmente convincente y nadie se atrevería a negarle
verosimilitud con el mezquino argumento de que en la historia real jamás
un ejército árabe atravesó el Canal de la Mancha.
ANÁLISIS DEL TEXTO:
I Parte
Cómo es la realidad en la literatura:
-Argumento de autoridad frase de Valle Inclán
-Realidad en la que el escritor y el lector son cómplices.
II Parte
-La posible separación de recuerdos e invenciones en la literatura de
ficción.
-La literatura es el reino de la ambigüedad y de la subjetividad.
Ejemplos que ratifican esta idea Los miserables de Víctor Hugo y
Tirant lo blanc, el clásico valenciano medieval.
2. Resumen:
La literatura es una realidad creada con la complicidad del autor y el
lector. En ella se mezclan recuerdos e invenciones, que a menudo no
pueden separarse. Por eso las verdades de la literatura son siempre
subjetivas, que pueden entrar en conflicto con las verdades históricas
sin que ello pierda verosimilitud.
Tema:
La literatura de ficción es el reino de la ambigüedad y de la
subjetividad.
Valoración Crítica:
El texto¨ La verdad de las mentiras¨ del escritor Mario Vargas Llosa
diserta sobre cómo es la realidad en la ficción literaria. El autor
afronta un tema de contenido humanístico y lo expone de forma
subjetiva y personal, con el propósito de hacer reflexionar al lector.
Tales características nos permiten clasificar el texto como un ensayo,
uno de los géneros o formas de expresión más representativos de la
cultura contemporánea. Este tipo de textos suelen seguir la estructura
de los textos expositivos-argumentativos como puede comprobarse.
Así parte de una cita de Valle Inclán para introducir el planteamiento
del texto: La irrealidad de la literatura; seguidamente, desarrolla la
idea indicando que en la literatura se mezclan recuerdos e
invenciones y que estos son subjetivos. Acaba con la conclusión: La
visión de la realidad que ofrece la literatura es ambigua, subjetiva y
puede llegar a contradecir verdades históricas. Por último añade dos
ejemplos literarios que justifican tales ideas.
Opinión personal:
No distingue entre la literatura fantástica de la literatura que analiza
la realidad. El autor de cualquier obra literaria no sólo se basa en sus
recuerdos, es hijo de su tiempo, de su época, y refleja el modelo
histórico de una sociedad concreta.