2. A veces cuando estamos enfermos médicos o otros
profesionales de la salud nos dicen que necesitamos hacer
tres cosas: tomar mucha sopa, descansar bien y beber
muchos líquidos. Sin embargo, muchos estudios recientes han
confirmado que ingerir una cantidad alta de agua puede ser
dañino a la salud.
Para evitar más enfermedades o náusea durante este tiempo,
es importante que recuerda consumir el mismo nivel de agua
o hasta cincuenta por ciento más. Tomar más de esta
cantidad de agua es innecesario (con la excepción
deshidratación), ya que mucha gente recibe agua mediante
alimentos tal y como vegetales, frutas, ect.
3. Por ejemplo, frutas o vegetales como pepinos, sandía y otros
tipos de melón contienen mucha agua que no estáincluída en
los tradicionales “ocho vasos de agua cada día”. Dado esto,
por ejemplo en Inglaterra, se recomienda que cada individuo
toma entre seis a ocho vasos de agua (incluyen bebidas frías o
calientes).
“Para contrarrestar este riesgo, los médicos dicen, “asegúrate
de beber mucho líquido”. Esto ha hecho que se perpetúe el
mito de que hace falta beber litros y litros de agua”, explica
Maryann Noronha, coautora de algunos estudios enfocados
en salud y hidratación.
4. Algunos alimentos con mucha azúcar y sal (factores
deshidratantes): • Pescados ahumados (tal como el atún)
• Quesos, sobre todo el queso tipo curado (manchego)
• Frutas secos, porque consumen líquidos en nuestro cuerpo
• Carnes curadas
• Comidas fritas
• Postres y meriendas (también dulces)
5. Aunque la hidratación depende de varios factores como la
dieta, el clima, la genética y el nivel de actividad física que
haga cada día, todos estas variables funcionan en conjunto
para crear un equilibrio. Por lo general, la hidratación evita
fatiga y dolores de cabeza.
De todas formas, la hidratación cambia día tras día. La clave
estáen sacar un tiempo a través del día en la oficina, la
escuela o en su práctica privada para mantener su cuerpo
bien hidratado. Un cuerpo bien hidratado también aumenta la
eficiencia física, emocional y mental.