Canciones de a mentiritas a las que hicieron de a deveras.pdf
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Canciones de a mentiritas a las que hicieron de a deveras
o
Canciones-corrido sobre personajes de ficciòn transformados en realidad
institucional
Antonio Avitia Hernández
Mèxico, 2022
Partiendo del hecho de que cualquier obra narrativa puede formar parte de la
documentación susceptible de ser catalogada, citada e interpretada por los
historiadores y de que las obras narrativas de ficción ofrecen un punto de vista
ideológico en torno a la realidad, pasada o contemporánea, puede considerarse
ngañoso definir los textos de la narrativa histórica de ficción, en tanto productos
imaginativos, como complementos viables y eficaces para la redacción de textos
historiográficos, sobre todo si no pasan por el cotejo y la confrontación con otras
fuentes.
Si el principal motivo del creador de la obra de narrativa histórica, en cualquiera de
sus modalidades, es el intento de divulgación de su particular criterio o visión de la
historia que narra, el mismo proceso de creación y difusión de la obra de narrativa
histórica de ficción se transforma en una interpretación diversa de la realidad
histórica.
De esta suerte, al integrar la narrativa ficcional de los diversos puntos de vista y
parcialidades de un periodo histórico específico, se concreta un nuevo discurso de
la historia; el de la diversidad de interpretaciones y versiones de una misma historia
que, a la larga, se transforma en una fuente más del propio discurso histórico.
El creador, en su relato narrativo, puede libremente echar mano de los subjetivos
argumentos y móviles de la llamada vida privada y presentar las razones que la
documentación de la Historia no presentará.
En la narrativa de ficción histórica en ocasiones resulta difícil deslindar hasta qué
punto un texto pertenece al campo de la historia, o bien, al de la mera ficción o al
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de la historia ficcionalizada, en confusión con los textos que podrían clasificarse
como de ficción historiada. La demarcación de los linderos entre la historia y la
ficción en los textos pertenece propiamente al criterio y al juicio hermenéutico del
investigador.
De difícil censura en su creación, para el ejercicio del control ideológico de su
contenido, la producción de lírica narrativa histórica o corrido tuvo, sin embargo, las
limitaciones, omisiones, desdenes, controles y alteraciones en sus contenidos, al
difundirse en los medios masivos de comúnicación. De tal suerte que, durante varias
décadas después de su composición, muchos corridos de índole histórica
solamente se podían escuchar de boca de los corridistas populares que no tenían
acceso a las estaciones de radio, las compañías grabadoras de discos o a figurar
frente a las cámaras del cine o la televisión. Así, algunos corridos mexicanos, de
relación histórica, fueron primeramente grabados en disco de pasta o acetato en
Estados Unidos, donde sus intérpretes y compositores no tenían problemas de
censura y además resultaba más económico y factible grabar tragedias, mañanas,
bolas surianas, corridos afromestizos y corridos norteños, variedades todas
incluidas en el nombre genérico integrador de corrido.
Las investigaciones y compilaciones posteriores a los años cincuenta del siglo XX,
lograron divulgar algunos corridos históricos invisiblizados que nunca habían sido
grabados o documentados.
Así, sin mediar documentación oficial alguna, discos y radio también tuvieron su
propia censura de temas incómodos al régimen en turno y dieron prioridad a los
corridos de ficción, con letras y música limitadas a los tiempos y sonidos
comerciales, estableciendo la ficción como la verdad histórica oficial,
específicamente en los casos de las composiciones de Víctor Cordero, en torno a
los ficticios Gabino Barrera y Juan Charrasqueado, entre otros, a la reubicación
histórica de la narración de Valentín de la Sierra y Juana Gallo, transformados de
cristeros en revolucionarios, los que además; por su extensa difusión y promoción
de imagen inventada, se transformaron en personajes de ficción historizados,
oficializados y adaptados a los miles de capítulos de radionovelas, películas,
historietas y demás.
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En el caso específico de la famosa y emblemática canción, llamada corrido, La
Adelita, ésta es considerada entre las composiciones mexicanas más conocidas
internacionalmente y su melodía implica la identificación sonora inmediata con la
revolución mexicana. De La Adelita existen múltiples versiones cantadas,
instrumentales e incluso sinfónicas.
Armando de Maria y Campos, entre otros investigadores, coinciden en que La
Adelita, en su versión original, surgió de entre las tropas durangueñas del general
Domingo Arrieta León. A grandes rasgos, la historia de la canción es la siguiente:
Una vez que los revolucionarios antihuertistas ocuparon la ciudad de Durango, en
junio de 1913, el general Domingo Arrieta ordenó a su hermano Mariano que, junto
con su Brigada, se dirigiera, en septiembre de 1913, a apoyar a las tropas
constitucionalistas de los generales Àlvaro Obregón y Ramón F. Iturbe, en la toma
de la ciudad de Culiacán, Sinaloa.
A la sazón, el profesor Julián S. Reyes, era director de la banda de música de la
Brigada Arrieta. En la ciudad de Culiacán, al departir con los camaradas
revolucionarios y hacer comentarios en torno a las canciones regionales, el profesor
Reyes escuchó de un señor, de apellido Amezcua, la melodía de La Adelita, en su
versión silbada, y Amezcua le aseguró que esa tonada era de las que mayor éxito
habían alcanzado en la región y que la música, de autor desconocido, había
empezado a escucharse hacía unos dos o tres años; es decir, en el periodo de la
revolución maderista.
Al percatarse de la calidad de la melodía, Julián S. Reyes desarrolló la
audiotranscripción musical de la melodía e hizo los arreglos necesarios para la
instrumentación en banda. De inmediato, La Adelita fue incorporada al repertorio
del conjunto musical, como pieza obligada, y en todos los lugares que la Brigada
Arrieta iba ocupando, se repetía la canción. Además de la música, los intérpretes
de la banda también cantaban la letra que adquiriría fama mundial.
En diciembre del mismo año de 1913, la triunfante Brigada retornaba a la ciudad de
Durango y en la ocasión se estrenó La Adelita, posteriormente, no se dejaría de
tocar en las serenatas que semanalmente ofrecieron en la Plaza de Armas. La
constante repetición de la canción entre las tropas de los hermanos Arrieta propició
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que ésta se transformara en el himno de la División Durango y, por ello, otros
cuerpos revolucionarios les llamaron Los Adelitos.
1914. “La Adelita Canción popular / El amor cuando nace”, en: El Cancionero
popular Serie A. #15. A. Anónimo. I. Antonio Vanegas Arroyo. México. S. f.
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Muchas historias, chismes y consejas se tejieron en torno a la mujer que había
inspirado la famosa canción. No faltaron quienes, en el afán protagónico de ser La
Adelita, inspiradora de la canciòn, inventaron gran cantidad de testimonios y
pruebas poco confiables, incluida una carta del arzobispo de San Luis Potosí, quien
daba fe de que la portadora de la epístola era efectivamente la única y auténtica
Adelita.
El señor Rufino Quiñónez, subdirector de la banda de música del maestro Reyes,
se dio de baja de las tropas arrietistas y, en compañía de varios músicos se dirigió
a trabajar a la ciudad de El Paso, Texas, en donde también hicieron sonar las
belicosas y amorosas notas de La Adelita. En Estados Unidos, la canción pasó a
ser grabada en discos fonográficos de pasta, de 78 revoluciones por minuto, y la
facilidad de reproducción, en su entonces novedoso contenedor, fue un nuevo
motivo que contribuyó a la popularización mundial de la canción.
La Adelita, intèrprete: Amparo Ochoa, en:
https://www.youtube.com/watch?v=hlGtOv-QEQQ
Sin embargo, lo que más arraigó en el imaginario social mexicano para dar realidad
al personaje de ficción fue la manufactura de tres películas cinematográficas que
establecieron que La Adelita fue un personaje que realmente existió y estuvo
vinculado directamente con el general Francisco Villa.
Los filmes en cuestión son: La Adelita, rodada en 1938, por Guillermo Hernández
Gómez y Mario de Lara, en la que Esther Fernández hizo el papel de La Adelita y
su galán fue el actor Pedro Armendáriz. La segunda película que recrea al personaje
fue: Si Adelita se fuera con otro, dirigida en 1948 por Chano Urueta y protagonizada
por Jorge Negrete y Gloria Marín. La tercera y también la más confusa
“ficcionalización” de la inventada historia de La Adelita fue: Pancho Villa y La Adelita,
también conocida como Pancho Villa y La Valentina, filmada en 1960 por Ismael
Rodríguez, con Pedro Armendáriz y Elsa Aguirre.
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Fotograma de La Adelita (1938)
Afiche publicitario de Si Adelita se fuera con otro (1948)
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Soldadera revolucionaria asomàndose desde escalera de un tren. Persopnaje al
que tambièn se le ha llamado La Adelita
A la famosa y emblemática fotografía de una bella y desconocida soldadera
revolucionaria que se asoma desde un vagón de ferrocarril, también se le ha
acomodado el nombre de La Adelita. Sin proponérselo, ese mismo personaje de
ficción sirvió como modelo a las militantes del movimiento naciónal de la Resistencia
Civil Pacífica, que; en el mes de abril de 2008 salieron a las calles de la ciudad de
México, haciéndose llamar Las Adelitas de Obrador y actuando en la protesta contra
las intentonas de aprobación; por parte del gobierno de Felipe del Sagrado Corazón
de Jesús Calderón Hinojosa, de las leyes que autorizarían la privatización del
petróleo mexicano.
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Corrido de Las Adelitas de Obrador. Autor: Pedro Miguel. Inetrpoetado por: Anthar,
Margarita, Misael, Berenice y Mireya.
https://www.youtube.com/watch?v=ednq0oUxjms
Corrido de Las Adelitas
Pedro Miguel
Aquí les traigo noticia
que en abril de 2008
salieron las Adelitas
en defensa del petróleo.
Desde el 18 de marzo
Obrador dijo a la audiencia:
“Ya van a dar el albazo,
preparen la resistencia”.
Con los dueños del dinero
Calderón tiene pendientes
pues sabe que lo impusieron
contra el voto de la gente.
Como no pudo mostrar
sus raterías inmundas,
ya nos quería engañar
con cuentos de aguas profundas.
Lo sabe quien lo asesora
y lo sabe Calderón:
su ley privatizadora
viola la Constitución
Y sin embargo, el Pelele
manda la ley al Senado;
y pide que se la aprueben
sin haberla ni mirado.
Claudia Sheinbaum, con su gente,
corre a parar el albazo:
“Notifíquenle a su jefe,
señores, que aquí no hay paso.”
Van las “Enaguas Profundas”,
van los “Círculos de Estudio”,
ya las brigadas se juntan
contra la ley del espurio.
Corean las Adelitas
enfrente de Andrés Manuel
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una consigna que cita
el honor de estar con él.
Andrés Manuel les rebota
con algo que dice así:
“Con tanta mujer patriota,
el honor es para mí.”
Mientras tanto, en el Senado,
legisladores del Frente
se subieron al estrado
en forma muy consecuente.
“No se me arruguen, señores”,
les dicen las Adelitas;
“no vayan a ser traidores,
el país los necesita.”
Las Adelitas avanzan
y se plantan en la sede;
“si quieren vender la Patria,
con nosotras no se puede”.
“Y si el país nos lo pide,
o si algo se necesita,
México, no se te olvide
que aquí están tus Adelitas.”
La resistencia civil
cierra el paso a los traidores:
miren cómo llora Creel
en los brazos de Beltrones.
Larios, muy enfurecido,
regaña a una marioneta
que tiene gran parecido
con la tal Ruth Zavaleta.
No sé que traigo en los ojos
que veo puro cabrón,
y todos, puestos de hinojos
frente a Gamboa Patrón.
El Pelele, que es cobarde,
va perdiendo las maneras:
“¡Qué debate, ni qué madres,
ya voten mi chingadera!”
La conjura se te apesta,
usurpador Calderón,
y estás perdiendo la apuesta
de vender a la Nación.
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Si se te arruina el negocio
vas a tener mucho miedo
pues tus patrones y socios
te la van a hacer de pedo.
Vamos a ver de qué lado,
señores, masca la iguana,
y no hay que dar por sentado
lo que pasará mañana.
Pero de sus buenas gentes
México se vanagloria
y estas mujeres valientes
ya son parte de la Historia.
Se dirá por muchos años
esta verdad evidente:
ellas tienen más tamaños
que el espurio presidente.
Vuela, vuela, palomita,
abre tus alas al sol.
Más vale ser Adelita
que sirviente de Repsol.
Movimiento femenino por la defensa del petróleo en 2018, con vestuario emulando
una imagen de ficciòn socialmente aceptada
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La Valentina fue una canción cuya letra no tiene nada que ver con la guerra,
compuesta a principios del siglo XX, según data en la impresión de las primeras
hojas sueltas con su letra. Sin embargo, en la época de la equidad de género era
conveniente que La Valentina tuviera nombre real y que fuera de carne y hueso.
Así, un día recibí una llamada telefónica del entonces Instituto Nacional de Estudios
Históricos de la Revolución Mexicana, INEHRM, institución que consideraba historia
menor la de la lírica narrativa.
La persona que me llamaba quería que le proporcionara datos sobre este personaje
y le contesté que para mí se trataba de una canción de un personaje totalmente
ficticio, pero ella insistió en que se trataba de Valentina Gatica y mencionò una serie
de datos que quería que yo le corroborara.
De la misma manera que a La Adelita, a La Valentina se le han adjudicado múltiples
nombres de damas inspiradoras e incluso se le ha puesto nombre y uniforme, así
como una historia inventada, que es imposible si se cotejan fechas y datos. Se trata,
de hecho, de la historificación oficial de una ficción, con sus respectivas películas y
demás invenciones.
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La Valentina, cantada por Los Hermanos Zaizar
https://www.youtube.com/watch?v=qkENP6VqmP4
Afiches de las dos pelìculas intituladas La Valentina (1938 y 1969)
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El Corrido de Valentín de la Sierra es, sin lugar a dudas, el más famoso de la
rebelión cristera y, en el contexto del folklore mexicano, su melodía es de las más
conocidas, reconocidas y cantadas. El corrido originalmente fue compuesto por
Lidio Pacheco, en Huejuquilla El Alto, Jalisco. Pacheco fue oriundo de la Ciénaga
de los Pacheco, municipio de Huejuquilla.
El texto original de Lidio Pacheco ha sufrido múltiples transformaciones,
adaptaciones y mutilaciones en su explotación comercial. La transformación
más grave es la del propio crédito del autor, toda vez que, en la mayoría de las
reproducciones comerciales, el Corrido de Valentín de la Sierra se anuncia con el
crédito de arreglo del cantante Luis Pérez Meza E l Trovador del Campo y, por lo
regular, su autor primigenio, Lidio Pacheco, casi nunca es mencionado.
Se calcula que, para su explotación comercial, el Corrido de Valentín de la Sierra
fue recortado, de sus aproximadamente 28 pentetas originales a únicamente ocho,
con la finalidad de c]ue su duración se limitara a los tres minutos de tiempo estándar
de las canciones transmitidas en las estaciones comerciales de radio. De la misma
manera, el contenido y el orden de las pentetas fue alterado, haciendo muy confusa
la narración original de Lidio Pacheco.
Valentìn de la Sierra, una versión comerecial cantada por Ana Gabriel.
https://www.youtube.com/watch?v=0UoughDaPg4
Corrido de Valentín de la Sierra. Caantado por Morales, Ángel; Morales, Juan
Manuel, en: Mediateca INAH
https://mediateca.inah.gob.mx/repositorio/islandora/object/musica%3A134
En la séptima década del siglo XX se filmaron dos películas de ficción en las que el
personaje principal es Valentín de la Sierra: Valentín de la Sierra, dirigida por René
Cardona, en 1967, y cuyo actor protagónico fue Antonio Aguilar. La otra cinta fue El
caudillo, dirigida por Alberto Mariscal, también en 1967, con la actuación estelar de
Luis Aguilar.
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En las dos películas se ubicó temporalmente a sus ficcionalizados protagonistas,
durante el periodo de la revolución y no en la rebelión cristera, como históricamente
les correspondería.
Según Antonio Estrada, el texto del Corrido de Valentín de la Sierra fue alterado y
parodiado por las tropas federales, y como los corridos que se producían en la
región sur de la Sierra Madre Occidental, no llegaban más que a las ciudades de
Durango y Zacatecas llevados por los grupos que tenían mayor movilidad, como los
soldados y los fayuqueros, la versión más conocida fue la alterada y parodiada por
los soldados federales. Así, mientras que en su versión original, Valentín Ávila
(nombre original de Valentín de la Sierra), es un traidor a la causa cristera; en la
versión alterada, con un hilo narrativo contradictorio, el personaje se transformó en
un mártir cristero.
El mismo Antonio Estrada hizo un recuento de los versos alterados y los comparó
con los originales. Enseguida se hace la transcripción de los versos originales que,
según Estrada, sufrieron cambios, comparándolos con los de las versiones
recogidas por Irene Vázquez Valle, Cuauhtémoc Esparza y Armando de Marìa y
Campos.
En la penteta que reza:
El general le decía:
“Yo te concedo el indulto,
pero me vas a decir,
cuál es el curato
y la casa de Justo.
De los dos últimos versos, la versión comercializada propagó el absurdo:
Cuál es el jurado
y la causa que juzgo.
Otra penteta arreglada fue la que dice:
Valentín muy asustado,
de todo les dio razón:
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“Por una ofensa que tengo
de Ignacio Serrano
me quiero vengar”.
En las grabaciones comerciales, esta penteta se escucha con las siguientes
modificaciones:
Valentín como era hombre,
de nada les dio razón
“Yo soy de los meros hombres
los que han inventado
la Revolución”.
En su relato, Antonio Estrada nos da fe de la causa original del fusilamiento de
Valentín Ávila con la siguiente penteta:
Luego que les dijo esto,
se vieron unos a otros:
“Si esto lo haces con aquellos,
mañana o pasado
lo harás con nosotros”.
Los versos anteriores fueron ignorados u olvidados por los diversos interpretes, y
los compiladores no lograron encontrarlos. Lo mismo sucedió con la siguiente
estrofa:
El general le pregunta:
“¿Quiénes son los alzados?”,
“Justo Jaime, Herminio Madera
y Pedro Quintanar,
andan en malos caballos
y ni parque traen”.
Es de notar que este último conjunto de versos se excede en la métrica normal de
las Mañanas de Valentín de la Sierra y tal vez ésa haya sido la causa de su omisión,
al no poderse cantar con la misma melodía.
El nombre del lugar que Valentín Avila delata a los agraristas, como el sitio en el
que están sus propias fuerzas, ha sido confundido o inventado como: Hacienda de
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Holanda, Potrero de los Andas y Rancho de Holanda, entre otros. Sin embargo,
Estrada lo ubica como Hacienda de Los Landa y en la mapografía (Huejuquilla,
Carta Geológica F-13-B-64, INEGI) se puede observar la ubicación del Rancho de
Los Landa junto al arroyo Los Landa, en el municipio de Huejuquilla El Alto, Jalisco.
Con relación a la penteta que canta:
Antes de llegar al cerro
Valentín quiso llorar:
“Madre mía de Guadalupe,
por tu religión,
me van a matar”.
Es posible que, en lugar de el cerro, se trate de la población de El Cedro, cercana
a Huejuquilla y ubicada en el trayecto directo hacia El Salto, lugar que también
aparece mencionado en el corrido. De los tres últimos versos de la penteta anterior,
Estrada nos dice que se referían a que el cristero se hincó ante sus captores
agraristas para pedir clemencia, pero su texto se perdió. Mientras que Cuauhtémoc
Esparza encontró y consignó otra versión:
Al pasar por Charco Largo
Tiva, comenzó a gritar:
“Madre mía de Guadalupe,
por tu religión
lo van a matar”.
Tiva fue el apócope de Natividad González González, mejor conocida como La
Generala, quien fungía como jefa de las Brigadas Femeninas Santa Juana de Arco,
o Bi-Bi, de Huejuquilla, que avituallaban a los cristeros de la zona. En el penúltimo
verso del corrido comercial se escucha:
de un hombre valiente
Pero Estrada afirma que originalmente se cantó:
de un hombre traidor
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Ángela Ramos Aguilar, nacida en la ciudad de Zacatecas, el primer día de
noviembre de 1876, fue una niña que; por peleonera y malhablada, se ganó el mote
de Juana Gallo y se transformó en un personaje popular de la localidad. De adulta,
Juana Gallo se dedicó a la venta de tacos y gorditas en el centro de la ciudad de
Zacatecas. Aficionada a la bebida, Ángela Ramos también se esmeró en la defensa
de los ministros y los templos de la religión católica en Zacatecas, durante la
persecución religiosa por parte de los constitucionalistas.
El 21 de noviembre de 1958, en su natal Zacatecas, Ángela Ramos falleció. Como
se puede observar, la filiación y el actuar político de Juana Gallo no fueron en favor
del gobierno emanado de la revolución, sino más bien en contra de éste, y se le
podría considerar como partidaria de la primera rebelión cristera.
Durante la década de los cincuenta, del siglo X X , el compositor zacatecano Ernesto
Juárez Frías, al saber del famoso personaje y de su popular mote Juana Gallo,
compuso un corrido épico en el que no se narraba historia alguna, que fue ubicado
temporalmente durante el periodo de la revolución y cuya sexteta más famosa reza:
Àbranla que ahí viene Juana Gallo,
va gritando en su caballo:
“¡Viva la Revolución!”
Para los que son calumniadores,
para todos los traidores
trae bien puesto el corazón.
El corrido en cuestión tuvo gran éxito en su difusión radiofónica y discográfica y fue
interpretado por los más famosos cantantes del momento. Como era costumbre en
la industria cultural de esos años, el corrido dio origen a un guión cinematográfico
escrito por Miguel Zacarías que, a su vez, se transformó en la película Juana Gallo,
en el año de 1960.1
Se desconoce si el corridista Ernesto Juárez Frías, quien tuvo
intervención actoral en la película, y Miguel Zacarías, el director guionista y
productor de la cinta, conocieron la verdadera historia y la filiación política de Juana
Gallo, o si, de manera intencional, inventaron la historia del filme, ubicándolo en el
1
Emilio García Riera, 1994. Historia documental del cine mexicano, vol. 10, pp. 202-207.
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periodo de la revolución. Para la realización de Juan a Gallo se contó con el apoyo
decidido del Gobierno de la República y del Ejército Mexicano.
El argumento de la película es muy sencillo: Después de haber sido asesinados su
padre y su prometido por soldados huertistas, la campesina Àngela Ramos se
convierte en la coronela Juana Gallo (María Félix). A partir de entonces la obedecen
y siguen cientos de campesinos y aun revolucionarios y exfederales, con una que
otra excepción de revolucionarios que se niegan a obedecer las órdenes de una
mujer. La protagonista perdona la vida del capitán federal Guillermo Velarde (Jorge
Mistral), pero al poco tiempo éste se une a las filas de la coronela; al ver la
corrupciòn de su jefe federal e identificarse con la revolución. Velarde se convierte
en el consejero intelectual y militar de Juana Gallo. Durante una batalla, de las varias
que se representan, la revolucionaria cae herida y Velarde la pone a salvo, la cura
y la cuida por varios días. Como era de esperarse, la pareja se enamora, y es aquí
cuando la historia de amor (rodeada de dos triángulos amorosos) reemplaza, o por
lo menos opaca, a la trama revolucionaria.
La relación entre Ángela y Guillermo resulta muy difícil de sostener debido, por un
lado, al rango y al sexo de aquélla, y, por el otro, a causa de las humillaciones que
éste sufre por parte de otros oficiales y soldados revolucionarios.
Así, aunque tiene que seguir a las órdenes de Juana Gallo, el militar decide terminar
su noviazgo para salvar su honor de macho y de soldado. Sin embargo, todavía
enamorado y creyéndose traicionado por ella, se sacrifica en la última batalla del
filme; que es la de Zacatecas.
Desde el inicio de la obra se percibe el tono heroico nacionalista que se intenta
proyectar a través de la cinta con la Marcha dragona que abre y cierra la película.
Asimismo, la propaganda nacionalista se palpa a través de las palabras que Velarde
dice a Juana Gallo sobre el porqué de la lucha revolucionaria, y este discurso
también cierra la película.
Juana Gallo, película que, por su personaje primigenio debió ser de tema cristero y
que, partiendo únicamente del mote del personaje, en su traslación y ficcionalización
resultó en una de las más espectaculares producciones de la cinematografía
mexicana, tuvo éxito comercial y, aún en la actualidad, se consigue con facilidad en
24. 24
formatos de videos y en lìnea. En la cinta destacan las escenas de acción de la toma
de Zacatecas de 1914, realizada por la División del Norte, al mando del general
Francisco Villa, contra el ejército huertista. De manera inopinada, el éxito del corrido
y del filme llevó a que la militante cristera Ángela Ramos Aguilar, alias Juana Gallo,
ficcionalizada como revolucionaria, tuviera una sala especialmente dedicada a ella
en el Museo Toma de Zacatecas, ubicado en el Cerro de la Bufa, de la ciudad de
Zacatecas, en el estado del mismo nombre.
En el absurdo histórico nacional se crearon y recrearon ficciones institucionalizadas
y se les otorgò categoría de autenticidad y academicismo, en aras de la búsqueda
de la legitimación no lograda por los méritos propios de las acciones y decisiones
gubernamentales, al tiempo que los movimientos, las acciones y los relatos
vergonzantes fueron invisibilizados o reprimidos.
Cotrido de Juana Gallo. Autor: Ernesto Juárez Frías. Cantado por Guadalupe del
Carmen, en: https://www.youtube.com/watch?v=FVaaW2gdbiY