2. Muchos se preguntaran porque la
dureza de mis palabras, hace
algún tiempo un hermano de la
iglesia me dio trabajo, era un gran
empleo, tenia disponibilidad de
tiempo, podía sacar permisos
para la obra de Dios y todo eso,
pero un día cambio, ya no era el
mismo, me comenzó a prohibir
poner música cristiana en el
negocio, le comenzó a molestar
que saque permisos para asistir a
los eventos congregacionales, su
enamorada domina más su vida
que Dios, gasta su dinero en
salidas a bares, paseos etc,
simplemente vive religiosamente,
un día dije este ya no es cristiano.
3. En eso Dios me dio una
visión que fue mas dura
para mi que para el,
precisamente la del hijo
prodigo, Yo te sirvo
fielmente Señor, he
trabajado duro para el y ni
siquiera me ha reconocido
todos los años de trabajo,
ni nada que por ley me
corresponde, pero lo dejo
en tus manos Señor, esas
fueron mis palabras, en eso
Dios me puso en mi
verdadero lugar.
4. Yo soy el hermano religioso que le reclamo al Padre,
Yo te he servido fielmente Padre mío y este que esta
gastando tu dinero con prostitutas lo has recibido
tan bien, no puede ser.
No puedo justificar a mi hermano, ni su proceder,
pero entendí, que tengo dos opciones
5. Ya que Dios me dijo que
soy en otras palabras ese
mal hermano solo puedo
hacer dos cosas:
Una es quejarme por la
manera como lo ha
recibido o
Dos es decirle bienvenido
hermano de nuevo a casa
mi Padre y yo te estábamos
esperando.
Prefiero Cambiar la historia
y alegrarme por el perdido
que va a regresar a casa.
Espero que tu también.