El documento presenta una carta abierta a la sociedad uruguaya escrita por Luis Aguerre Enríquez. En la carta, el autor critica fuertemente a José Mujica, candidato presidencial del Frente Amplio, refiriéndose a él como un terrorista, asesino, ladrón y secuestrador debido a su pasado como guerrillero de los Tupamaros. El autor argumenta que debido a su historial criminal y sus controvertidas opiniones, Mujica no debería ser elegido como el próximo Presidente de Uruguay.

1. Cartelera Social
Carta abierta a la sociedad uruguaya
El domingo 25 octubre 2009 se realizaron en Uruguay elecciones parlamentarias y
presidenciales, en las cuales se definió el próximo parlamento uruguayo, y en las
cuales se estableció que habría segunda vuelta para la definición presidencial, nueva
convocatoria que según la ley electoral uruguaya se deberá realizar el próximo
domingo 29 noviembre 2009.
En esta nueva instancia electoral, los ciudadanos uruguayos deberán elegir una
fórmula presidencial, optando entre la encabezada por José Mujica Cordano
(candidato del Frente Amplio), y la encabezada por Luís Alberto Lacalle Herrera
(candidato del Partido Nacional).
Luís Alberto Lacalle compite nuevamente por el cargo presidencial, pues en realidad
ya ocupó ese alto mandato en un período anterior, en una legislatura anterior. Por el
contrario el nominado por el Frente Amplio es candidato por la primera vez.
En buena medida la atención periodística y de determinados círculos está centrada en
el personaje del Pepe Mujica, por su campechana e informal manera de ser y de
actuar, y sobre todo por haber sido guerrillero urbano en su juventud, pues
perteneció y pertenece al Movimiento Tupamaro, agrupación que se movió en la
clandestinidad y en la lucha armada según el modelo castrista cubano, y que luego
fue legitimada como fruto de una generosa amnistía otorgada a la salida de la
dictadura uruguaya, otorgada a la salida del período de gobierno autoritario liderado
por el llamado proceso cívico-militar uruguayo.
Y bueno, ésta es una realidad. La personalidad de Mujica y sus antecedentes, hacen
que muchos presten atención en este controvertido personaje, quien sin duda
despierta adhesiones en una parte de la ciudadanía uruguaya, pero que también
provoca francos y categóricos rechazos.
Obviamente son muchas las informaciones y los documentos que circulan por
Internet y en especial a través del correo electrónico, comentarios y mensajes
espontáneos de ciudadanos, a veces firmados, a veces anónimos, que aluden a tal o
cual aspecto sobre el proceso electoral uruguayo y sobre alguno de los candidatos
involucrados. Cierto, muy cierto, estas opiniones son fragmentarias y de ellas no
puede extraerse validez estadística, pero allí se recogen distintos esquemas de
pensamiento y de argumentación manejados y compartidos por muchos uruguayos
en relación a los asuntos políticos, los que generalmente no suelen manifestarse por
otros canales pues muchas de las personas que así piensan son ciudadanos comunes
y corrientes, que no tienen una militancia activa ni están vinculados con los grandes
medios de comunicación social.
1 / 6 – Autor: Juan Carlos Anselmi Elissalde
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2. Más abajo se transcribe una CARTA ABIERTA A LA SOCIEDAD que está
circulando por correo electrónico. En el mensaje no se establece filiación política de
quien firma Luis Aguerre Enríquez, pero bueno, este ciudadano podría tener
cualquier filiación política, o tal vez ninguna en especial. Y llamamos la atención
sobre los argumentos allí recogidos pues pensamos que vale la pena conocer esta
manera de pensar y de razonar y de sentir, pues seguramente concuerda con la de
muchos uruguayos que por lo general no militan políticamente en forma especial,
que en aspectos ideológicos se mueven silenciosamente, pero que tal vez fueron
presionados en su momento por la izquierda en sus lugares de trabajo o de estudio.
Entonces, ante la prepotencia sufrida y que posiblemente en su momento les obligó a
bajar la cabeza, por miedo, para no tener problemas personales, para no tener que
responder con argumentos que no se tenían muy elaborados, ahora, ante la
perspectiva de ser dirigidos durante toda una legislatura por un ex guerrillero desde
el máximo cargo y rodeado por comunistas y tupamaros, se revelan y se violentan, y
en alguna medida sufren y estallan.
Carta Abierta a la Sociedad, por Luis Aguerre Enríquez, un ciudadano consciente
y preocupado
Uruguayos todos, a todos los uruguayos me dirijo: blancos, colorados, rosados,
negros, del partido que sean, de la religión que sean, sin importar la raza u
orientación sexual que tengan. Uruguayos, éste es un llamado a la reflexión, a la
conciencia, a la memoria.
En noviembre 2009 debemos elegir entre dos candidatos a la Presidencia; quien
obtenga la mayoría de votos será nuestro Presidente por los próximos cinco años.
¿Qué implica ser Presidente? El Presidente de la República es el Jefe del Estado, el
Jefe del Gobierno, y la Suprema Autoridad Administrativa.
El Presidente de la República simboliza la unidad nacional y debe dar
cumplimiento a la Constitución y a las leyes, y también debe garantizar el respeto
de los derechos y libertades de todos, procurando la conservación del orden y la
tranquilidad. En sus manos tiene el mando superior de todas las Fuerzas Armadas,
entre muchas otras competencias.
Muchos decimos que votamos un partido, una fórmula, sin embargo, lo que
estamos haciendo es depositar nuestra confianza, la dirección de un país, en manos
de una persona, que debe ser apta para cumplir con tan importante función y aún
más grande responsabilidad.
Debemos desmitificar también cuál es la función del Vicepresidente.
De esta figura, la Constitución Uruguaya únicamente habla en dos oportunidades
(sólo dos), fijando como sus únicas funciones la presidencia del Senado y de la
Asamblea General. El Vicepresidente no forma parte regular del Poder Ejecutivo,
y únicamente lo integra y participa de él cuando suple al Presidente estando éste
ausente del país
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3. Y ahora, brevemente mencionadas las responsabilidades a las que un Presidente
debe enfrentarse, y dejado en claro que, en términos de dirección del país, el
Vicepresidente no tiene influencia destacada, llega el momento de reflexión.
¿Queremos que José Antonio Mones Morelli sea nuestro Presidente?
“José Antonio Mones Morelli”, ese era el nombre “artístico” del “Pepe”, su alter
ego, durante los años en que se dedicó a combatir a la democracia, a torturar
gente, a asesinarla, a secuestrarla, a saquear bancos, a atentar contra la
Constitución, a cometer delitos de lesa humanidad, a copar escuelas y lugares de
diversión, y a provocar daños contra la propiedad, etc, etc, y mil veces etc.
Realmente en lo personal consideramos que esta persona es:
(1) Un terrorista – Porque atentar violentamente en contra de la democracia es terrorismo.
(2) Un asesino – Porque al menos, los siete balazos por la espalda dados a José Leonardo Villalba el
11 febrero 1971, lo hacen un asesino.
(3) Un ladrón – Porque por más de que él haga alusión a “expropiar” justificando lo injustificable,
lo cierto es que robó, descaradamente robó: “Yo expropié recursos para la lucha en la que soñaba
con cambiar la realidad, ¿ta? Robar es cuando usted se la guarda para usted y se la gasta usted.”
(4) Un secuestrador – Porque al menos mandó secuestrar, lo que lo convierte también en
secuestrador.
(5) Un involucrado en desapariciones, asaltos, robos, muertes, saqueos, asesinatos, POR ÉL
MISMO ABIERTAMENTE CONFESADOS.
Y nos preguntamos: ¿Esta persona puede ser nuestro Presidente?
¿El máximo jerarca del Uruguay realmente queremos que así sea?
¿Realmente consideramos que los 12, 13, o 14 años de prisión cambiaron su forma
de ver la vida, su desprecio hacia quienes por su esfuerzo o dicha tienen más
porque trabajaron más? ¿Realmente queremos que un ex-convicto sea nuestro
Presidente?
¿Vamos a dejar que alguien que no puede expresarse de manera civilizada,
coherente y entendible, sea quien mejore la educación de nuestros hijos, hermanos,
vecinos, y de nuestra propia educación? ¿No parece esto irónico y por demás
contradictorio?
¿Vamos a creer realmente en alguien que nos llama “atorrantes”, “platudos”,
“chorizos”, “sabandijas”, y que nos discrimina según el barrio en que vivimos?
¿Vamos a dejar nuestro futuro y el de nuestros seres queridos, el del país entero,
en manos de alguien que se levantó y sublevó contra un régimen democrático, y
que se santifica por haber recibido balas en su cuerpo, olvidándose que en el
momento en que las recibió en sus propias manos sostenía una pistola?
¿Vamos a dejar que se fomente aún más la apología de la vagancia, de la
ignorancia, a través de políticas generadoras de mediocridad, de conformismo, que
rinden culto al lumpenaje, quitando dignidad a las personas a través de limosnas
estatales?
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4. ¿Vamos a seguir dejando que nos saquen las ganas de trabajar, de triunfar, de
salir adelante, de superarnos?
¿Vamos a seguir dejándonos llenar el ojo con que cada niño tenga una
computadora (intención por demás digna y admirable), cuando esas computadoras
están muchas de ellas en condiciones deplorables a los pocos meses de uso, y
cuando las más de las veces se las usa para jugar o para sacar fotos? Y además,
cuando esas computadoras son utilizadas por sus hermanos mayores, a veces
arman redes de venta de pasta base o apoyan el delito de alguna forma. Y además,
cuando a veces esas computadoras son “vaciadas” para “tener más memoria”, y
así poder bajar juegos e implementar allí vaya a saber qué cosas.
¿Qué ejemplo podemos darle a nuestros niños cuando ven que una persona mal
hablada, inculta, agresiva, calentona, que ofende, grita y destrata a los demás, que
es desaliñado en el vestir (y con esto no pretendo etiquetar o elaborar un
comentario clasista o superficial), que es ordinario y vago en el discurso, puede
llegar a ser su Presidente en este bendito Uruguay?
¿Cómo podemos siquiera considerar que alguien así de ignorante e intolerante,
que hace público su desprecio por la ley, su descreimiento en la Justicia, y su
desconfianza en el Sistema, nos gobierne por cinco años y se someta a dicho
Sistema?
¿Cómo podemos confiar y creer en alguien que justifica sus robos y delitos, y los
califica de buenos, de manera jocosa y con un semblante rebosante de orgullo?
¿Cómo podemos permitir que alguien tan bárbaro y con un pensamiento tan
troglodita respecto a la participación de la mujer en la sociedad, sea el Presidente
de nuestras hijas, hermanas, madres, abuelas, amigas, novias? Recordemos dichos
de Mujica: “¿Vos te creés que el problema importante es la representación política
de la mujer y todo lo demás? A la inmensa mayoría de las mujeres no les interesa la
política, les interesan otras cosas. Fenómeno, viva la cara de ellas. ¡Las mujeres con
mejor escolaridad en la universidad, no estoy en contra, pero no me masco esa
pastilla de esa mujer intelectual que está postergada, por favor!”
Parece increíble que tenga que escribir estas líneas. Uno pensaría que ya en el siglo
XXI, con un poco de conciencia y responsabilidad, razón y lógica y ejercicio
responsable de la voluntad, alcanzaría para entender que no podemos dejar que
ese ser, que antes se hacía llamar José Antonio Mones Morelli, y que detrás de esa
identidad ocultaba al asesino y mil veces delincuente, sea el Presidente de nuestro
hermoso y querido Uruguay.
Despertemos uruguayos, cambiemos la cabeza.
Tenemos una segunda oportunidad, el 29 de noviembre, no votemos movidos por
la pasión, no dejemos que nuestras condiciones socioculturales nos limiten ni nos
determinen, no nos dejemos comprar, no nos dejemos engañar, abramos los ojos.
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5. ¡Vamos uruguayos!
Luis Aguerre Enríquez – 27 octubre 2009
Bueno, la opinión de este honorable ciudadano por cierto es dura, es muy dura y muy
terminante, pero las cosas que hizo el Pepe Mujica en su juventud, y las aberrantes
ideas que incluso hasta hoy día defiende, muy posiblemente merecen esa extrema
dureza. Las manifestaciones del candidato frenteampliasta a los medios de prensa,
revelan que el personaje tiene realmente las ideas muy entreveradas.
¿Mujica estará en sus cabales? ¿Estará mentalmente apto para gobernar? ¿Por qué
la prensa uruguaya no se refiere a su estado mental y a su capacidad para gobernar?
Sus recalcitrantes pensamientos de juventud parecen no haberle abandonado.
Obviamente si queremos paz en este bendito Uruguay, el Presidente debe
representarnos a todos o a casi todos, y con certeza Mujica no podrá representar
nunca a quienes ven en la guerrilla un desvío muy indeseado, llámese esa guerrilla
Tupamaros, o FARC, o ETA.
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