El documento habla sobre varios temas relacionados con el mundo del espectáculo. Menciona que Joseph Gordon-Levitt protagoniza la película de ciencia ficción "Looper" donde interpreta a un asesino a sueldo que se convierte en Bruce Willis. También indica que Ashton Kutcher fue el actor mejor pagado de la televisión estadounidense entre 2011-2012 con US$ 24 millones. Además, comenta que la legendaria orquesta de salsa puertorriqueña El Gran Combo se presentará en Montevideo el 1 de noviembre
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21 de octubre de 2012 - Martina Iñíguez - Prontuario de Gardel del año 1915 - Diario El País de Montevideo
1. D1
. espectaculos@elpais.com.uyMontevideo. Domingo 21 de octubre de 2012 EL PAIS
Sección
DESPECTÁCULOS
La versión juvenildel
veterano Bruce Willis
Joseph Gordon-Levitt protagoniza Looper,
asesinos del futuro, una aventura de cien-
cia ficción en la que interpreta a un ma-
tón a sueldo que con el paso del tiempo
se convierte en Bruce Willis. El film va
en el Festival de Cine y luego se estrena.
Espectáculos / D3
Es el dinero que ganó
Ashton Kutcher entre mayo de
2011 y mayo de 2012. Es el mejor
pagado de la televisión en EE.UU.
24 millones
Una institución de la
salsa visita Uruguay
El Gran Combo de Puerto Rico, liderado
por el legendario Rafael Ithier, está embar-
cado en una gira mundial que el 1º de no-
viembre recalará en el Teatro de Verano. En
entrevista con El País el director asegura
que la salsa está en un excelente momento.
Espectáculos/ D5
IÑIGUEZ
MARTINA
“Nos contaron algo
que no tiene nada
que ver con Gardel”
BUENOS AIRES ■ VICTORIA MOLNAR
—¿Hay un interés argentino de que
Gardel sea francés?
—Ninguno. En nuestro caso quere-
mos demostrar, y tenemos elemen-
tos para hacerlo, que Carlos Gardel
nació en Uruguay y se nacionalizó
argentino. Si cae la nacionalidad
uruguaya, cae también la argenti-
na, así que defender el origen
oriental de Gardel es defender tam-
bién su nacionalidad argentina,
única jurídicamente vigente, ya
que nunca fue anulada. Significa
que dos países del Río de la Plata
compartimos al cantor de tangos
más importante de la historia. No
hay razón para pelear por eso, el
problema es que deja orgullos heri-
dos y, sobre todo, en este momento
contradice fanatismos que sostie-
nen lo contrario.
—¿A qué obedece ese “fanatismo”
por la versión francesa, y qué opi-
nión le merece el libro “El padre de
Gardel”?
—Puede ser por razones emotivas o
por ignorancia. También porque
hubo un fraude, y quienes lo sostu-
vieron durante muchos años ahora
● ● ● Sigue en pág. 2
Martina Íñiguez cuestiona
el libro “El padre de Gar-
del”, del argentino Juan C.
Esteban y los franceses
George Galopa y Monique
Ruffiè.
l trabajo de Esteban y sus
colegas franceses ocupó
semanas atrás los titula-
res de los medios de todo
el mundo, especialmente
con la afirmación del
“descubrimiento” de la
partida de nacimiento de
Gardel (o más bien de
Charles Romuald Gardes)
en Toulouse, Francia.
La investigadora Íñi-
guez afirma que El padre
de Gardel es un “engaño
sensacionalista y descali-
ficador que no aporta
nada nuevo”, señalando
entre otras cosas que la
partida en cuestión era
conocida desde hace más
de ochenta años.
2. D2
Montevideo. Domingo 21 de octubre de 2012D2 | ESPECTÁCULOS EL PAIS
Parecido (1). Adviértanse las semejanzas entre Carlos Gardel y Clelio Oliva, su presunto primo hermano de Tacuarembó.
no quieren reconocer que se
equivocaron. No es posible,
analizando a fondo la historia,
no darse cuenta de todas las
inconsistencias que hay en ese
relato. Nos contaron un cuen-
to que no tiene nada que ver
con la biografía de los prime-
ros años de Gardel, y del que
está probada su falsedad. El
padre de Gardel es una publi-
cación engañosa en la que ni
siquiera tuvieron en cuenta los
testimonios del nieto de Paul
Lasserre, presunto padre fran-
cés. Se le ha dado publicidad
en todo el mundo con un en-
foque sensacionalista y para
vender libros, anunciando el
supuesto “hallazgo” de una
partida de nacimiento que se
conoce desde hace 80 años.
Los periodistas que en las últi-
mas semanas reprodujeron tal
falsedad fueron sorprendidos
en su ignorancia y en su buena
fe. Fue algo hecho expresa-
mente, porque ahora Juan
Carlos Esteban, el autor argen-
tino del libro y miembro del
Centro de Estudios Gardelia-
nos (CEG) dice que no des-
miente públicamente lo de la
partida para no causar más
confusión, y por otro lado
agrega que “no hay mal que
por bien no venga porque así
todo el mundo sabe que Gar-
del era francés”. Esteban ha
descalificado y difamado siste-
máticamente a todo aquel in-
vestigador que hubiera apor-
tado pruebas que contradigan
la “historia oficial”, o que hu-
biera cambiado de idea al en-
tender la falsedad de la mis-
ma. Nos acusa de negociar con
Gardel, de fabuladores, agrede
a investigadores en vez de re-
futar argumentos. Hasta hubo
quienes dijeron que tengo te-
rrenos en Tacuarembó que van
a aumentar de manera expo-
nencial si Gardel resulta uru-
guayo.
—¿Quién dio origen a esa “bio-
grafía falsa”? ¿Había tanto di-
nero en juego?
—Sí, tras su fallecimiento ha-
bía mucho dinero en juego
que vendría por derechos de
autor de sus películas y discos.
No tengo cifras certeras, por-
que en algunos casos no hay
registros o se niegan a darlas,
pero se estima que los dere-
chos de Gardel dieron entre
300.000 y 800.000 dólares por
año durante 70 años. La bio-
grafía apócrifa del Gardel fran-
cés fue creada por quien fuera
su apoderado, Armando Defi-
no. A través de un testamento
ológrafo irregular, que habría
sido fraguado o falaz —nadie
puede cambiar su identidad
ni nacionalidad después de
muerto—, se nombró albacea
testamentario y comprometió
en el fraude a Berta Gardes,
asegurándose así el silencio y
dependencia de sus decisiones
de la misma. Defino se movió
rápido para difundir la versión
del origen francés, nacionali-
dad que necesitaba afianzar
para detener la repatriación
de los restos que comenzaba a
gestionarse en Uruguay. La tan
mentada “partida de naci-
miento” fue un documento
original con la que engañaron
a los jueces, pero investigacio-
nes posteriores demostraron
que en realidad pertenecía a
Charles Romuald Gardes, na-
cido en Toulouse en 1890, hijo
natural de Berta como madre
soltera y que habría muerto al
entrar en la adolescencia. A
Defino le hubiera sido fácil pa-
garle a algún empleado del Re-
gistro Civil para que eliminara
su nombre de los registros de
defunción. Charles era menor
que Carlos Gardel, quien ha-
bría sido fruto de una relación
prohibida entre Carlos Escayo-
la y María Lelia Oliva, su cuña-
da de 13 años de edad. Carlitos
estuvo indocumentado hasta
● ● ● Viene de página D1
“Gardel
pensaba
terminar
su vida en
Uruguay”
Parecido (2). Primeros planos similares de los ojos de Carlos Gardel y de su presunto abuelo uruguayo, Juan Bautista Oliva.
■ En junio de 2012, Fran-
çois Lasserre, nieto de Paul
Lasserre (supuesto padre de
Gardel según la tesis france-
sista) solicitó apoyo a “los
amigos de Carlos Gardel”
para la realización de un
análisis de ADN que despeje
las dudas y abrió un blog
para juntar firmas a tal fin
(http://adngardel.blogspot.
com).
En julio, Lasserre envió
cartas de puño y letra y en
los idiomas francés y espa-
ñol a cuatro autoridades de
la cultura argentina: Jorge
Coscia, secretario de Cultura
de la Presidencia de la
Nación Argentina;
Hernán Lombardi, ministro
de Cultura de la ciudad de
Buenos Aires; José Gobello,
presidente de la Academia
de Lunfardo; y Horacio Fe-
rrer, presidente de la Acade-
mia de Tango.
Según señala Íñiguez, has-
ta la fecha, las academias
acusaron recibo pero no se
recibió respuesta de los mi-
nisterios. Dice François Las-
serre: “Si bien creo sincera-
mente que Carlos Gardel na-
ció en 1890, en Toulouse,
Francia, por honradez inte-
lectual respeto la tesis uru-
guaya. Sólo la comparación
del ADN puede desempatar
definitivamente las posturas
(…) y clausurar para siempre
un antiguo debate, a menu-
do encrespado, sostenido a
lo largo de setenta y siete
años. (…) La lógica indica
que habría que comparar
primero la impronta genéti-
ca de Berthe Gardes con la
de Carlos Gardel; luego, la
de Carlos Gardel con mi pro-
pia impronta genética, que
ofrezco espontáneamente”,
dice en la misiva, y agrega:
“Solicito el apoyo de todos
los interesados en la verdad
histórica, para lograr llevar a
cabo todas las investigacio-
nes científicas que fueran
necesarias. Entonces, sin
mirar atrás, sin animosidad
ni pesar, voy a adherir al ve-
redicto indiscutible”.
Lasserre también señala
en su carta: “Agradezco el
apoyo de los gardelianos de
todas las opiniones, y parti-
cularmente al señor Marcelo
O. Martínez, por su dedica-
ción personal y su modo in-
teligente y objetivo de obrar
en la búsqueda de la verdad
histórica. Me agrada pensar
que si Carlos Gardel estuvie-
ra todavía entre nosotros,
apreciaría tal actitud y apo-
yaría nuestra petición”.
El pedido es apoyado
también por uruguayos re-
presentados por Gonzalo
Vázquez Gabor, sobrino
bisnieto de Carlos Escayola.
“El señor Lasserre cuenta
con nuestro apoyo y el de
todos los investigadores y
seguidores de Gardel que
quieren conocer la verdad
sin medias tintas”, expresa
el uruguayo en una misiva
publicada en ese blog.
Piden una
vez más
la prueba
de ADN
Hace un par de sema-
nas, los argentinos Ricar-
do Ostuni y Martina Íñi-
guez se toparon con un
“importante documento
inédito” del Mago. Hallaz-
go que los investigadores
hicieron llegar a “El País”
permitiendo la publica-
ción de algunas de sus
páginas escaneadas en
esta nota.
“Se trata de un pron-
tuario argentino de Gar-
del fechado el 14 de
agosto de 1915, cuando
se presentó espontánea-
mente a solicitar una cé-
dula de identidad que le
fue otorgada y con la que
pudo viajar a Brasil el 17
de agosto de ese año.
Prueba, entre otras co-
sas, que cinco años antes
de hacer el registro de
nacionalidad uruguaya,
Carlitos se decía nacido
el 11 de diciembre de
1887. Algo muy importan-
te ya que la partida de na-
cimiento de Charles Ro-
muald Gardes, lo dice
nacido en 1890”, adelantó
Íñiguez.
En una de sus pági-
nas, con su nombre artís-
tico, firma de puño y letra
y huella dactilar, declara
ser “natural argentino”
nacido en La Plata, hijo
de Carlos Gardel, de pro-
fesión “empleado”, y de
Berta Gardel. Artimañas
de una personalidad cuya
vida estuvo signada por
el rechazo familiar.
“Creo que las compli-
caciones fueron el resul-
tado de su indocumenta-
ción, sumadas a que no
podía confesar un origen
escandaloso”, sostiene
Íñiguez, agregando: “La
vida de Carlitos fue una
vida de abandono, caída y
redención”. La novedad
más importante de este
reciente descubrimiento
radica en que prueba que
Gardel “tuvo algunos pro-
blemas con la policía”.
Detalles que están siendo
analizados por los inves-
tigadores argentinos, de
los que dijeron, informa-
rán a la brevedad.
UN DOCUMENTO INÉDITO: LA TAPA DEL PRONTUARIO POLICIAL DE CARLITOS
el 8 de octubre de 1920 cuando
regularizó su situación ante el
Consulado uruguayo en Bue-
nos Aires donde le fue expedi-
do un registro de nacionali-
dad, con el que tramita su na-
cionalización argentina. Es
más, Francia no reconoce que
Carlos Gardel y Charles Ro-
muald Gardes hayan sido una
misma persona. Yo le pregunté
a Galopa (uno de los autores
franceses del cuestionado li-
bro) por qué no inscribían la
muerte de Carlos Gardel en el
acta del nacimiento de Charles
Romuald Gardes y me dijo:
“Porque para eso habría que
demostrar que fueron una
misma persona”. Fueron dos
personas diferentes y eso se
hizo evidente a través del aná-
lisis antropomórfico de foto-
grafías infantiles que Berta en-
tregó para reforzar esa biogra-
fía falsa a nivel mediático,
necesaria dada la magnitud de
la figura de Gardel. Una es el
retrato oval de su hijo francés
(que aparece en la portada del
libro El padre de Gardel) y otra
de Carlitos Gardel cursando
primer grado inferior. Median-
te comparaciones entre las ca-
racterísticas edilicias de la foto
y un plano de la Escuela de Va-
rones Nº 27, ubicada en la ca-
lle Durazno 337 (según nume-
ración antigua) del Barrio Sur
de Montevideo, se demostró
que se trataba del mismo
lugar.
—Signado por el abandono y la
indocumentación debe haber
sentido un gran desamparo…
—Sin duda. Berta Gardes cui-
dó y apoyó a Carlitos desde un
principio, permitiendo que
adoptara la identidad de su
hijo fallecido para poder de-
senvolverse en sociedad, lo
que luego fue aprovechado
por Armando Defino. Carlitos
aprendió a querer a Berta y de-
bió sentir un gran agradeci-
miento porque ella lo quiso
como a su propio hijo. De ser
francés resulta incomprensible
que pudiendo documentarse
con esa partida francesa en
1908 estuviera mendigando
documentos apócrifos a sus
amigos políticos hasta 1920.
Presumo que, a pesar de todo,
esperaba ser reconocido en al-
gún momento por su familia
biológica. Carlitos cantó Mi
Buenos Aires querido, pero
existen pruebas documenta-
das de que estaba programan-
do pasar sus últimos días en
Montevideo. ¿De dónde sale
ese amor de Gardel al Uruguay
de no haber sido porque era su
tierra?
—¿Cuál es la opinión actual de
los descendientes de Carlos
Escayola?
—No están todos de acuerdo
al respecto. Hay quienes no
quieren hablar del tema por-
que lo consideran vergonzante
y otros que quieren reconocer-
lo como parte de la familia e
incluso sostienen que Carlos
Gardel hasta le habría recla-
mado a Carlos Escayola que lo
reconociera. Ante la contro-
versia entre la teoría francesis-
ta y la uruguaya, fue solicitada
por François Lasserre la reali-
zación de un ADN, que es apo-
yada por integrantes de la fa-
milia Escayola, una gestión
que en Buenos Aires fue impe-
dida a nivel judicial porque
el Centro de Estudios Garde-
lianos dijo a la jueza encarga-
da que no había controversia.
Esteban, si bien reconoce en
su último libro que el ADN es
la única forma de saber la ver-
dad, no apoya esta solicitud.
En principio habría que defi-
nir si el cuerpo que está en el
Cementerio de la Chacarita es
el de Carlos Gardel. Las autori-
dades uruguayas podrían soli-
citar que se realice el estudio
a través de Cancillería, pero
como la situación entre Argen-
tina y Uruguay ya tiene una
cantidad de temas espinosos
creo que no consideran apro-
piado el momento.
“La biografía del Gardel
francés se inventó
porque había mucho
dinero en juego”.
“Francia no reconoce
que Carlos Gardel y
Charles Romuald
sean uno solo”.
Hace diez años que la
argentina Martina Íñi-
guez dedica sus investi-
gaciones a la figura de
Carlos Gardel, y adhiere a
la teoría que afirma que
el cantor nació el 11 de
diciembre de 1887 en Ta-
cuarembó, producto de
una relación ilícita, por lo
que habría sido entrega-
do en cuidado a la fran-
cesa Berta Gardes.
Íñiguez contó a El País
que recibió la posta del
investigador uruguayo
Nelson Bayardo, autor de
Carlos Gardel, a la luz de
la historia, quien antes
de fallecer la nombró
“cónsul de la causa uru-
guaya” en Argentina. De
hecho, el tiempo ha dado
frutos y está por terminar
de escribir un libro que,
con nuevos hallazgos,
abona su teoría y des-
miente mediante una in-
mensa lista de pruebas lo
que considera “la historia
oficial de un Gardel fran-
cés, inventada para poder
acceder a su herencia a
través de un testamento
falaz”.
La cónsul
de Gardel
uruguayo