¿QUÉ PASA EN EL
CEREBRO DE UN
ADOLESCENTE?
El cuerpo del niño pasa por cambios
físicos que son obvios para todos los
padres. Menos obvios son los
cambios vitales que se producen en
el cerebro del niño, particularmente
cuando comienzan la adolescencia. El
cerebro, después de todo, es parte
del cuerpo y, lo que es más
importante, es el órgano que controla
-o trata controlar- las actividades del
cuerpo.
DOS CARACTERÍSTICAS
CLAVES PARA COMPRENDER
EL FASCINANTE CEREBRO
ADOLESCENTE:
ETAPA DE SENSIBILIDAD MÁXIMA DEL
CEREBRO A LA DOPAMINA, UN
NEUROTRANSMISOR QUE ACTIVA LOS
CIRCUITOS DE GRATIFICACIÓN E
INTERVIENE EN EL APRENDIZAJE DE
PAUTAS Y TOMA DE DECISIONES. ESTO
AYUDA A EXPLICAR LO RÁPIDO QUE
APRENDEN LOS ADOLESCENTES, SU
EXTRAORDINARIA RECEPTIVIDAD A LA
RECOMPENSA Y SUS REACCIONES
EXTREMAS ANTE EL ÉXITO Y EL FRACASO.
EL ADOLESCENTE SE GUÍA MÁS QUE NADIE
POR ACTIVIDADES QUE LE PRODUCEN
PLACER. NO PODEMOS DESCONOCER
ESTE ASPECTO PARA ENTENDER CÓMO
TOMAN SUS DECISIONES.
EL CEREBRO ADOLESCENTE ES
ESPECIALMENTE SENSIBLE A LA
OXITOCINA, OTRA HORMONA
NEUROTRANSMISORA, QUE ENTRE OTRAS
COSAS HACE MÁS GRATIFICANTES LAS
RELACIONES SOCIALES. LA OXITOCINA A
MENUDO TRABAJA SINÉRGICAMENTE
CON LA DOPAMINA PARA VINCULAR LAS
CONEXIONES SOCIALES CON LOS
SENTIMIENTOS DE RECOMPENSA. POR
ESO LA RESPUESTA DEL CEREBRO
ADOLESCENTE A LA EXCLUSIÓN DEL
GRUPO DE PARES ES MUY SEMEJANTE A
LA QUE SE OBSERVA EN EL CEREBRO
ANTE SITUACIONES DE AMENAZA FÍSICA
O FALTA DE ALIMENTO.
LA ADOLESCENCIA ES UN PERÍODO
CRUCIAL PARA EL DESARROLLO
DEL CEREBRO, EN EL QUE
AUMENTA LA VELOCIDAD DE
CONEXIÓN DE LAS REDES ENTRE
SUS DISTINTAS ÁREAS. DURANTE
ESTE TIEMPO EL CEREBRO
TERMINARÁ DE CABLEARSE Y SE
REMODELARÁ COMPLETAMENTE.
COMO SI FUERA UNA
COMPUTADORA, DURANTE LA
ADOLESCENCIA EL CEREBRO ESTÁ
EN PLENA ACTUALIZACIÓN DE SU
SOFTWARE, PARA ADAPTARSE AL
ENTORNO Y QUEDAR LISTO PARA
FUNCIONAR EN EL RESTO DE LA
VIDA ADULTA.
ANTES CREÍAMOS QUE ESTE
PROCESO TERMINABA A LOS 6
AÑOS Y ERA LA GRAN VENTANA
DE OPORTUNIDAD PARA EL
DESARROLLO.
Existen cuatro cerebros: el rojo, el verde, el azul y
el amarillo.
Esta es la metáfora que usa Rafa Guerrero, psicólogo infantil y doctor en Educación, en
su libro El cerebro infantil y adolescente, claves y secretos de neuro educación que
tiene como objetivo explicar a mayores y pequeños las funciones cerebrales de estas
cuatro aéreas de una forma pedagógica, útil y sencilla: “El cerebro funciona como un
todo, está interconectado, y el objetivo que tenemos nosotros como padres, madres,
profesores y terapeutas es pegar, unir, esas cuatro zonas. Para hacerlo muy sencillo
decidí diferenciarlos por colores”, subraya Guerrero. “Primero hablo del color rojo, que
representaría la parte más primitiva, más intuitiva y orientada a la supervivencia; este
cerebro no siente emociones, no piensa, no coordina, no ejecuta, solo le interesa estar
bien alimentado, estar descansado, es muy básico y lo compartimos todos los
animales”, prosigue el experto. Luego la cosa se va complicando. “Después, estaría el
cerebro verde. Es un cerebro emocional, y es donde se codifican los vínculos, la
sociabilidad, la amabilidad, el apego y conceptos muy básicos, como la memoria o el
aprendizaje”, explica Guerrero. En resumen, el verde es el cajón de las emociones.
LOS CEREBROS AZUL Y AMARILLO
se encuentran en el neocórtex, que es la
parte más externa del cerebro. Las dos
terceras partes posteriores serían el
azul, “y ahí almacenamos informaciones,
nuestra memoria a largo plazo, todos
nuestros recuerdos, nuestros
conocimientos, el lenguaje, todo lo que
hemos ido aprendiendo, los valores que
nos han dado nuestros padres, todo el
conocimiento que hemos adquirido en
la escuela