Tom Peters nació en 1942 en Estados Unidos y se ha destacado como consultor y escritor de negocios. Obtuvo títulos universitarios en ingeniería y economía y trabajó para el gobierno de EE.UU. y McKinsey. En 1981 comenzó su propia consultora. Es conocido por su libro de 1982 "En busca de la excelencia" que promovió nuevos enfoques de gestión. Desde entonces ha escrito varios libros más y dado cientos de conferencias a nivel mundial sobre temas de liderazgo e innovación
1. PETERS, Tom (2003): RE-IMAGINA!
Thomas J. Peters nació el 7 de Noviembre del 1942 en Baltimore. Estudió
ingeniería civil en Cornell University y después economía en Stanford University donde
ha obtenido un M.B.A. y Ph.D. En 2004 ha recibido un doctorado honorario de la
Universidad Nacional de Management de Moscú.
Ha servido en la marina de los Estados Unidos entre 1966-1970. Ha trabajado en
la Casa Blanca entre 1973-1974 durante la administración de Nixon.
En el período 1974-1981, ha trabajado como consejero en management en
McKinsey & Company, convirtiéndose en uno de los miembros y lideres.
En 1981, se independizó.
Es un gurú del management de los negocios desde los años 70 hasta hoy. Saltó a
la fama tras la publicación de "En Busca de la Excelencia" en 1982, un libro en el que
incitaba a los dirigentes a enfocar los negocios de un modo radicalmente distinto.
La revista Fortune llamó a Tom Peters el Ur-guru (gurú de los gurús) de la
dirección y lo comparó con Ralph Waldo Emerson, Henry David Thoreau, Walt
Whitman y H.L. Mencken. The Economist lo etiquetó como Uber-guru. Y sus
innovadores puntos de vista hicieron que Business Week lo describiera como "el mejor
amigo y la peor pesadilla de los negocios."
Tom participa en casi 100 seminarios cada año y ha hablado recientemente en
España, Alemania, Ecuador, Argentina, Chile, Brasil, Nueva Zelanda, Australia,
Malasia, Reino Unido, Holanda, Suecia, Turquía, Arabia Saudita, India, Dubai,
Suráfrica, Zimbabwe, Corea del Sur, Singapur y Tailandia.
También ha firmado cientos de artículos en periódicos y revistas populares y
profesionales, entre ellos en Business Week, The Economist, the Financial Times, The
Wall Street Journal, The New York Times, Inc., Fast Company, The Washington
Monthly, California Management Review, The Academy of Management Review,
ForbesASAP y The Harvard Business Review.
Su libro "Revolución de la gestión y reinvención de la empresa" presenta a Tom
Peters y el estimulante desafío que plantea a los directivos y a las empresas para que
abandonen la tradición y los enfoques convencionales y tengan éxito en los mercados
globales, siendo, de manera constante y en los niveles más altos posibles, imaginativos,
dotados de una alta capacidad de respuestas. En cuatro casos para estudio (ABB Asea
Brown Boveri, Oticon, Imagination y Lane Group), Tom Peters nos muestra cómo la
descentralización, las estructuras organizativas 'achatadas', los estilos de dirección
abiertos y una verdadera obsesión por el cliente, pueden conducir al logro de
extraordinarias ventajas competitivas.
Desde el momento de su consolidación como genio empresarial, Peters se
convirtió en un consultor y escritor siempre a la vanguardia de la gerencia, defendiendo
una actitud de permanente predisposición al cambio. Provocador, heterodoxo, coloquial
y directo, sus obras rompen esquemas y son fuente de innumerables "pensamientos
empresariales" de gran calado.
2. Es excesivamente exagerado en su descripción del colegio: “cada vez que paso
por una cárcel o un colegio, siento pena por los que están dentro”. Es una durísima
crítica al sistema educativo, muy directa, comparando el colegio con la cárcel hace
referencia a la invalidez del sistema y a su aspecto retrógrado.
Tom Peters, en una primera parte, reivindica la “no reforma”, porque ello
supondría un alejamiento de la iniciativa individual y la creatividad y proporcionaría un
sistema educativo para formar “uniformes” como en la Revolución Industrial.
En una segunda parte, nos idealiza el colegio, que el proceso enseñanza-
aprendizaje debe ser natural y apasionado. Se debe fomentar la creatividad de los
alumnos y no crear autómatas.