2. Cualquier herida que se produce al tener contacto con
los dientes de una persona.
La herida podría ser profunda y provocar lesión a los
huesos, músculos y otras partes del cuerpo.
Las mordeduras de humano son a menudo más graves
que las de animales.
Es más probable que las heridas se lleguen a infectar a
causa de los microbios en la boca de una persona.
drugs.com. (2015). Obtenido de https://www.drugs.com/cg_esp/mordedura-de-humano.html
3. Puede existir la denominada lesión
por puño cerrado como
consecuencia de un golpe de puño en
la boca y los dientes de alguien.
En este caso, si hay heridas deben
considerase como mordedura de
humanos.
Silvio Aguilera, M., & Kenneth V. Iserson, M. (2015). Reeme arizona. Obtenido de Mordedura humana:
http://www.reeme.arizona.edu/materials/MordedurasHumanos.pdf
Estas lesiones tienen secuelas graves
como infección, pérdida de la función,
y posiblemente amputación si no se
tratan.
Sospecharlas siempre que hay lesión en el dorso
de la región metacarpofalángica del puño.
4. Cortaduras, moretones o inflamación
Sangrado o pus
Enrojecimiento, sensibilidad y calor alrededor de la
herida
Dificultad para mover el área de la herida o la piel
deforme
Fiebre o escalofríos
drugs.com. (2015). Obtenido de https://www.drugs.com/cg_esp/mordedura-de-humano.html
5. Es clínico, basado en anamnesis y examen físico buscar signos de infección
Se apoya en estudios como:
- Cultivo y serología
- Radiografía.
drugs.com. (2015). Obtenido de https://www.drugs.com/cg_esp/mordedura-de-humano.html
6. Las heridas infectadas son polimicrobianas
(aerobios y anaerobios), siendo los gérmenes
más frecuentes:
- Estreptococo viridans
- Estafilococo áureas.
Se ha descrito transmisión de hepatitis B
por mordedura de una persona infectada.
Silvio Aguilera, M., & Kenneth V. Iserson, M. (2015). Reeme arizona. Obtenido de Mordedura humana:
http://www.reeme.arizona.edu/materials/MordedurasHumanos.pdf
7. En caso de mordeduras en manos siempre se
deben realizar radiografías.
Sobre todo si existe sospecha de compromiso óseo,
articular o de algún cuerpo extraño
González, F. Á. (2013). Infecciones por mordeduras y heridas. En S. d. Compostela, Protocolos
diagnóstico-terapéuticos de la AEP: Infectología pediátrica (págs. 177-188).
8. El tratamiento depende de qué tan severa es la herida, su ubicación y si otras áreas están
afectadas. Podría también depender del tiempo de evolución de la lesión.
El tratamiento incluye:
o Limpieza de la herida
o Suturas
o Antibióticos profilaxis
drugs.com. (2015). Obtenido de https://www.drugs.com/cg_esp/mordedura-de-humano.html
9. Irrigación y lavado de la herida con suero salino estéril.
Desbridamiento (la mínima cantidad posible) de tejidos desvitalizados prevenir el
núcleo de infección y promover una adecuada curación de la herida.
Escisión de los bordes irregulares y dentados y de restos de tejidos no viables en los que
aumenta la posibilidad de inoculación, replicación bacteriana y la necrosis posterior.
González, F. Á. (2013). Infecciones por mordeduras y heridas. En S. d. Compostela, Protocolos
diagnóstico-terapéuticos de la AEP: Infectología pediátrica (págs. 177-188).
10. 1. Silvio Aguilera, M., & Kenneth V. Iserson, M. (2015). Reeme arizona. Obtenido de
Mordedura humana:
http://www.reeme.arizona.edu/materials/MordedurasHumanos.pdf
2. Fernández García, A. (2011). Manejo quirúrgico urgente de heridas
faciales por mordedura humana. Cirugía Plástica Ibero-
Latinoamericana.
Las mordeduras en manos no se suturan. El método
preferido para cerrar una herida de la mano es el cierre
primario diferido o la cicatrización por segunda
intención.
Las heridas en otros sitios como cara, cabeza y cuello se
someten a cierre primario después de irrigarlas y
realizar la desbridación necesaria.
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La reparación urgente es el tratamiento de elección en
las mordeduras faciales humanas.
El cierre diferido se reservará para casos con gran
destrucción tisular, elevado riesgo anestésico-
quirúrgico o infección.
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11. González, F. Á. (2013). Infecciones por mordeduras y heridas. En S. d. Compostela, Protocolos
diagnóstico-terapéuticos de la AEP: Infectología pediátrica (págs. 177-188).
12. Las heridas con infección leve (celulitis circunscrita en un individuo sin factores de riesgo) se
tratan en forma ambulatoria con antibiótico orales, inmovilización y vigilancia.
En infecciones moderadas a graves manifestadas por fiebre, taquicardia, celulitis diseminada,
linfangitis o extensión hasta los tejidos profundos se de debe internar al paciente y administrar
antibióticos endovenosos.
Todo paciente con herida producida por mordedura humana cuya localización sea cara o cuello
para administrar antibióticos por vía endovenosa.
Silvio Aguilera, M., & Kenneth V. Iserson, M. (2015). Reeme arizona. Obtenido de Mordedura humana:
http://www.reeme.arizona.edu/materials/MordedurasHumanos.pdf
13. Las heridas por mordeduras son propensas a la infección por tétanos por lo que el estado de
inmunización contra el este, del paciente tiene que ser revisado en cualquier herida que
fragmenta la piel.
Se deben administrar el toxoide tetánico y/o gammaglobulina antitetánica durante la primera
consulta según el número de dosis de vacuna antitetánica que haya recibido el paciente, el
tiempo trascurrido y la cuantía y grado de contaminación de la herida.
González, F. Á. (2013). Infecciones por mordeduras y heridas. En S. d. Compostela, Protocolos
diagnóstico-terapéuticos de la AEP: Infectología pediátrica (págs. 177-188).
14. González, F. Á. (2013). Infecciones por mordeduras y heridas. En S. d. Compostela, Protocolos
diagnóstico-terapéuticos de la AEP: Infectología pediátrica (págs. 177-188).
15. El riesgo de esta infección se ha de tener en cuenta en pacientes mordidos por una persona con
antígeno AgHBs positivo.
Los pacientes no inmunizados deben recibir inmediatamente gammaglobulina hiperinmune humana
antihepatitis B e iniciar simultáneamente la vacunación contra la hepatitis B.
Los pacientes que han recibido las tres dosis de la vacunación primaria no necesitan protección por
la buena respuesta y persistencia de memoria inmunológica incluso después de 10 años de la
vacunación.
González, F. Á. (2013). Infecciones por mordeduras y heridas. En S. d. Compostela, Protocolos
diagnóstico-terapéuticos de la AEP: Infectología pediátrica (págs. 177-188).