El documento describe la evolución del sistema educativo a través de las experiencias escolares del autor y su familia. Los abuelos tuvieron poca escolarización debido a la falta de recursos y necesidad de trabajar. Los padres asistieron a la escuela primaria bajo la Ley General de Educación de 1970, pero tuvieron que abandonarla temprano para trabajar. La experiencia del autor ha sido diferente con más oportunidades educativas, aunque señala que aún queda trabajo por hacer para motivar más a los estudiantes.
BIOMETANO SÍ, PERO NO ASÍ. LA NUEVA BURBUJA ENERGÉTICA
Repaso historia escolar
1. Todo en la vida evoluciona, y como no, la escuela ha sufrido cambios importantes que han hecho
modificar la estructura de la enseñanza hasta el día de hoy.
Los numerosos cambios en las leyes educativas, así como el cambio de una ley educativa a otra, que
con sus respectivas propuestas han ido o han intentado mejorar los aspectos de anteriores leyes que
quedaban en evidencia hasta llegar a la le educativa actual.
Sin embargo a día de hoy, no hemos sido capaces de encontrar esa ley educativa que contenga todo
lo necesario para poseer un sistema educativo apropiado, competente y completo.
A raíz de esta breve introducción, se narrará la historia escolar por la que ha pasado mi familia
siendo conscientes de los cambios que se han ido produciendo a lo largo de los años.
La historia escolar de mis abuelos.
Antes de iniciar la experiencia escolar, cabe destacar que ninguno de ellos poseía titulo académico
ni universitario. El trabajo era la alternativa más usual antes que la enseñanza.
Por la edad y la época en la que vivieron, mis abuelos estudiaron con la ley de Claudio Moyano de
1857. Según me relatan mis padres (hijos de mis abuelos) no tienen muchos recuerdos ni anécdotas
que contarme, ya que su paso por la escuela fue apenas insignificante en cuanto a años se refiere.
No era por capricho, la calidad de vida era cara y el abandono del colegio era lo más normal en esa
época, para poder trabajar y sacar su vida adelante. Apenas fueron capaces de aprender lo más
básico, ya sea leer, contar o escribir debido al poco tiempo que pasaron por la escuela.
Cabe destacar en mis abuelas que abandonaban la escuela para colaborar en las tareas de casa. Por
parte de mis abuelos, abandonaban el colegio para trabajar en el campo y posteriormente acudir a la
mili.
Con la historia de mis abuelos, observamos la falta de medios para acudir a la escuela y buscar
alternativas como el trabajo en el campo para poder tener una viva un tanto aliviada y de mejoría.
La educación era para privilegiados.
La historia escolar de mis padres.
El periodo escolar de mis padres, viene marcado por la ley educativa denominada Ley General de
Educación (LGE) de 1970. Ambos estuvieron bajo la vigencia de esta ley, casualidades de la vida,
ambos estudiaron en el colegio público de Albarreal de Tajo. La situación era muy distinta a la
actual, la segregación de sexos era la primera característica “notoria” que comenzaba a impartirse
en esta época.
Los libros, eran en blanco y negro, excepto la portada. Aquí vemos la enciclopedia que usaban.
2. Mis padres permanecieron en la escuela hasta acabar la Primaria. Por parte de mi madre, abandonó
el colegio por motivos económicos de la casa de sus padres dedicándose a colaborar en casa en lo
que se podía. Por otro lado mi padre, salió de la escuela para dedicarse al oficio de la construcción.
Siempre he oído hablar mucho de sus maestros, ellos siempre eran respetados, y si cometían alguna
faena como ellos dicen, no importaba darte con un pescozón, tirarte de la oreja, o tirarte horas y
horas de pie con los brazos abiertos sujetando los libros más grandes que hubiese en el colegio, y ya
por no olvidarme de ello, los golpes en la mano con la regla de madera.
Aquí vemos el boletín de notas de aquella época.
La continuidad del estudio venía marcada por la clase social y la faceta económica. Solo
privilegiados podían acceder a cursos superiores.
Aquí podemos ver la segregación de la época, donde figura mi madre.
3. Mi etapa como estudiante.
Mi vida como estudiante ha sido completamente distinta a la de mis abuelos o a la de mis padres.
He pasado por distintas leyes como puede ser la LOGSE o la LOE con sus respectivas
modificaciones o sus pretensiones que no se han llevado a cabo.
Mi etapa ha sufrido muchos cambios en lo que a educación y centros se refiere. Empecé en un
colegio de monjas llamado San José y Santa Elvira en la provincia de Torrijos sin segregación
alguna. Al cabo de un año, otro colegio de la localidad, se fusionó con el mío. Todos conocimos
profesores y compañeros nuevos. Cursé parte de la primaria hasta que se creó un nuevo centro
donde todos tendríamos mejoras, no solo en estructuras sino en profesorado y recursos. Allí acabe la
ESO, se trataba de un colegio concertado y las tasas mensuales eran elevadas, por lo que terminé
acabando Bachillerato en el IES Alonso de Covarrubias. Posteriormente hice un módulo de grado
superior de Administración y Finanzas en la Puebla de Montalbán. En la actualidad me encuentro
en el segundo año del Grado de Educación Primaria en la Universidad de Castilla la Mancha de
Toledo. Tras comentar un poco mi currículo académico, puedo hacer una reflexión acerca de los
años vividos como estudiante.
El boletín de notas ha pasado a ser digital, por medio de esta plataforma.
Con el paso del tiempo es verdad que las cosas han cambiado pero siempre hay cosas que se
conservan. El trato con el profesorado siempre ha sido distante, nunca ha habido un trato cercano y
amigable entre profesor-alumno. Él debe ser un referente para sus alumnos, capaz de conseguir que
sus alumnos aprendan. En muchas de las ocasiones los profesores han pasado un poco del tema
dedicándose a pasar su horario laboral y a lavarse las manos en cuanto se refiere al desarrollo del
alumno.
Las clases han cambiado igualmente, antes no había mas detrás de la pizarra tradicional, ahora con
el proyector y la pizarra digital, los avances han sido elevados, pero todo tiene sus inconvenientes y
4. sus ventajas. La dinámica de impartir clase, sigue siendo similar, el profesor transmite sus
conocimientos y el alumnado intenta conseguir captar esos conocimientos para luego evaluar
mediante examen, lo cual no debería ser la única forma de evaluación, desde mi humilde opinión
como estudiante y futuro maestro.
Las clases normalmente aburrían, cerraban nuestros intereses y se basaban en lo escrito en los
libros, más allá de ellos no existía nada, no era motivador para nosotros y hacía perder el poco
interés que teníamos.
Era difícil de entender, muchos nos preguntábamos ¿Por qué tengo que saber esto si en mi profesión
no lo necesito para nada?
Bien es cierto, que hoy estamos trabajando duro para conseguir que esto no ocurra, queremos ser
motivadores, desarrollar a nuestros alumnos para que sean útiles en el día de mañana, que sepan
valorar las cosas, que sean capaces de resolver cualquier duda mediante el uso de sus habilidades.
Para ello estamos convirtiéndonos en su MAESTRO. Todo es necesario para ellos como para
nosotros, cualquier aspecto cada día nos hace crecer más y ser más competentes a la hora de educar.
Educando abrimos mentes para luchar contra el fracaso escolar creando mejores humanos para
nuestra sociedad.