La instrucción programada de burrhus skinner y la pedagogía por objetivos
1. LA INSTRUCCIÓN PROGRAMADA DE BURRHUS SKINNER Y LA
PEDAGOGÍA POR OBJETIVOS
Dra. Adriana Fernández Reiris
http://pedagogosensintesis.blogspot.com.ar/search/label/NEOCONDUCTISMO
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4. Desde un enfoque tecnológico de la pedagogía, el psicólogo neoconductista
Burrhus Frederick Skinner (1904-1990) propuso, en la década de los años cincuenta,
organizar la educación concibiéndola como una empresa y aplicándole las técnicas y
maquinarias que habían producido el desarrollo industrial norteamericano en el siglo XX.
Con una inquebrantable convicción en las posibilidades de la programación de entornos
de aprendizaje ajustados a los principios del condicionamiento operanteque proveyesen
a los estudiantes de refuerzos artificiales para la fijación de conductas adecuadas, brindó
la base para los desarrollos de la Instrucción Programada.
A diferencia de las conductas reflejas y automáticas, las conductas operantes, que
son la mayoría de las humanas, tienen un efecto sobre el mundo exterior u operan sobre
él. En tanto que el condicionamiento clásico se basa en la asociación encadenada de
estímulos y respuestas donde cada conducta es controlada por el estímulo precedente, en
el operante propuesto por Skinner, la conducta es controlada por sus consecuencias, los
estímulos que siguen a la respuesta. La ley del efecto de Thorndike, denominada de
refuerzo por Skinner, alude a los sucesos o estímulos que siguen a una respuesta y
tienden a reforzar la conducta o acrecentar la probabilidad de esa respuesta. Sobre este
tipo de estímulos reforzadores, Skinner ha privilegiado los positivos por ser más eficaces
en fortalecer la conducta apropiada y tienen menos subproductos objetables. La
Instrucción Programada, haciendo abstracción de diversas transformaciones, ha
mantenido tres notas principales:
1) Una secuencia ordenada de ítems.
2) Una respuesta escrita en el margen por el alumno: respuesta simple, selección entre una
serie o solución de un problema.
3) Una confirmación inmediata de la respuesta dada, o en el mismo programa o en otro lugar
del libro.
5. Las falencias que se pueden encontrar en este tipo de recursos didácticos son las
mismas que las advertidas sobre la psicología conductista que le sirve de fundamento.
Cada paso o cada cuadro de un programa de instrucción está encadenado
estrechamente con el posterior de manera que asegure el éxito del estudiante por ello se
estructura en pequeños pasos que mantienen su actividad y la frecuencia de refuerzo
contingente a cada respuesta que da. Fue utilizada en todos los niveles educativos y
diversas materias incluso la formación de conceptos, creatividad y solución de
problemas, es decir, el dominio de las capacidades más complejas donde los conductistas
han mostrado mayores debilidades. Skinner sostuvo la superioridad de este tipo de
materiales respecto de los tradicionales libros de texto y las ayudas audiovisuales en
varios puntos: intercambio continuo entre el programa y el estudiante, individualización de
la enseñanza acorde al progreso del alumno, aporte de alusiones, indicaciones,
sugerencias, etc. que lo guían, retroalimentación inmediata de la conducta del alumno que
contribuye a mantener su atención e interés.
Si bien al comienzo los programas eran excesivamente simples y lineales, luego
desde la perspectiva cibernética se introdujo la idea de ramificación por la que se
plantearon diferentes secuencias en orden de abstracción y complejidad creciente que
podían abordar los estudiantes según su grado de avance y rapidez. Ante las respuestas
fallidas se proporcionaban alternativas de recuperación. Aunque no era el autor de estos
avances, Skinner también promovió la adopción de diversos artefactos para la enseñanza
denominados máquinas de enseñar pero la característica de todos ellos es que
descansaban en los mismos principios de estructuración de secuencias instructivas
6. descompuestas en pequeños pasos, es decir, en la lógica simplificadora que caracteriza a
la Instrucción Programada, ya sea que se escribieran en forma de libros o se
materializaran en dispositivos mecánicos. De hecho, por lo general las máquinas tenían
funciones semejantes: poseían una ranura y, a través de ella, aparecía una afirmación y /
o una pregunta, una segunda abertura en la que el alumno escribía su respuesta o
solución y un tercer arreglo por el que, automáticamente, se movía una tapa corrediza
para verificar la respuesta correcta. Las máquinas se arreglaban de tal modo que era
preciso completar una pregunta antes que pueda ser vista la siguiente. Aunque podemos
hablar en pasado de este tipo de programas, revisando muchos productos de software
educativo actuales es factible registrar procedimientos de simple identificación y repetición
que remiten a estos principios porque es la misma racionalidad tecnicista la que los
inspira.
7. A pesar de obtener alta resonancia pública, en una entrevista que le realizaron
poco antes de su muerte acaecida en 1990, expresó que su falla en convencer a los
educadores de la importancia de la instrucción programada fue una de sus más grandes
decepciones. Nos preguntamos por qué no admitía su porción de influencia en las
reformas curriculares que, a partir de materiales estandarizados a prueba de profesores,
dominaron las décadas del setenta y del ochenta en EEUU y otros países. Podemos
8. decir que, de acuerdo a este marco, en la pedagogía de Skinner se traslucen claramente
las principales notas de la corriente tecnocrática de la educación, cuyo supuesto básico
expresa que la racionalidad de los sujetos está orientada especialmente por una
búsqueda de previsión y control sobre el mundo y los valores no están clarificados.
La preocupación por la eficiencia, que vimos en Europa durante el siglo XVII
claramente expresada en la obra de Comenio, cruza el sistema capitalista desde sus
orígenes y, como reflejo, al sistema educativo estadounidense desde temprano. En 1915
una Comisión de Estudios de la Economía de Tiempo en la Educación, creada bajo el
encargo de la Asociación Nacional de Educación, inició un estudio detallado de las
condiciones existentes en los sistemas escolares de las ciudades más representativas de
9. ese país. De ellas surgieron dos corrientes reformistas: una progresista que intentó dar
vida a los programas de estudio y otra conservadora, que se puso de manifiesto durante
la década del 20 y fue liderada por el ingeniero Franklin Bobbitt (1876-1952) pionero del
enfoque tecnológico del currículum, la que resultó prevaleciente cuando, a mediados del
siglo XX, EE.UU imputó a su sistema educativo las ventajas que estaba obteniendo la
U.R.S.S en la carrera espacial. De este modo, el modelo fordista-taylorista del mundo
empresarial se trasladó al ámbito educativo, en principio en la organización de las
instituciones escolares y rápidamente también a los procesos instructivos en el aula.
10. No obstante, los más destacados representantes de lo que suele identificarse
como la segunda generación de teóricos curriculares, Ralph Tyler (1902-1994) e Hilda
Taba (1902-1967) tuvieron una concepción más amplia del curriculum y de la pedagogía
que los primeros referentes. De hecho, Hilda Taba fue admiradora de la educación
progresiva a la que había estudiado con detalle y puede considerarse pionera de la
educación intercultural por su estudio para fomentar la tolerancia entre estudiantes de
diferentes grupos étnicos. Asimismo, construyó tres estrategias docentes de enseñanza
inductiva para la formación de conceptos, la interpretación de datos y la aplicación de
principios que continúan exponiéndose entre los modelos de enseñanza. Un pilar que
contribuyó a prolongar el éxito de esta pedagogía por objetivos fue la facilidad para
implementar el control y la evaluación de rendimientos escolares sobre la base de la
formulación de taxonomías de conocimientos, siendo la más difundida la elaborada por
Benjamin Bloom (1913-1999) y sus colaboradores que establecía una relación jerárquica
entre seis niveles cognoscitivos: conocimiento-comprensión-aplicación-análisis-síntesis-
evaluación en grado creciente de complejidad, la que recibió numerosas críticas tanto por
la linealidad y simplificación de su secuencia como por considerar la evaluación o el juicio
crítico como el aprendizaje más valioso, omitiendo o desvalorizando la dimensión de
producciones divergentes, innovadoras o creativas entre otras objeciones.
En forma coherente con sus supuestos positivistas y a partir de la prohibición que
sufriera el iniciador de la corriente John Watson para trabajar con seres humanos en sus
experimentos, los conductistas elaboraron sus conclusiones sobre el aprendizaje humano
extrapolándolas de las experiencias de investigación con animales. En el caso de Skinner,
principalmente, palomas y ratones. Esto asemeja a la psicología con la etología y la
reduce a los tipos de aprendizajes de nivel inferior ligados al enlace entre estímulos y
respuestas; deficiencias que han subrayado y contrarrestado las corrientes psicológicas
humanistas y, especialmente, las encabezadas por Piaget y por Vygotski. Se ignora la
complejidad y singularidad de la caja negra del pensamiento humano pues los
conductistas se niegan a abrirla tomando exclusivamente a la conducta manifiesta como
objeto de estudio.
11. Estos materiales programados aparecieron como una variante de los libros de
texto que no dejó de convertirlos en una especie de catecismos laicos que dirigían un
aprendizaje puramente instructivo y en caminos algorítmicos, incitándoles a una
participación acotada a brindar las respuestas esperadas, en muchos casos, simplemente
completar una palabra por párrafo y negándoles la exploración de alternativas originales.
No es sorprendente, entonces, que Skinner puesto a disertar sobre el estudiante creador
recurriera a argumentos tales como la explicación de la emergencia del descubrimiento
científico y la invención literaria y artística por una azarosa programación de las
contingencias necesarias.
La función del docente en el conductismo se limita a seleccionar y presentar los
estímulos, disponer las contingencias o condiciones de refuerzo para que el alumno
aprenda más deprisa que si lo hiciera naturalmente. Puede inferirse que esta tecnología
educativa pretende, en su discurso oculto, prescindir del profesorado, concentrando las
capacidades de decisión en unos pocos programadores. Por su parte, el estudiante debe
responder a las propuestas y consignas del docente en un ambiente pautado en forma
muy precisa y se descarta, por ineficaz, todo método de enseñanza natural, dialógico o
por descubrimiento.
12. El acentuado ambientalismo de Skinner lo llevó a plasmar su utopía tecnocrática
en la novela Walden dos en 1948, en la que explícitamente tomó ideas del escritor Henry
Thoreau y del socialismo soviético al cual le veía cuatro puntos débiles: disminución del
espíritu experimental, el abuso de la propaganda, la utilización de los héroes y,
especialmente, que el experimento comunista se basara en el poder, utilizado los mismos
métodos que el capitalismo. Pero, tal como ocurrió en ese sistema que objetaba, en su
utopía una élite poseedora del poder y del control decide planificar una sociedad
imponiendo sus propios ideales donde los planificadores se convierten en ingenieros
sociales y los sujetos planificados sólo tienen que responder y adaptarse pasivamente.
Esa convicción en el poder del medio externo, de concebir a la cultura como un
ambiente social planificable le imbuía de un optimismo en cuanto a las posibilidades de la
educación pero no pensando en las escuelas tal como las conocemos por ello, algunos
autores lo relacionan, aunque desde postulados diversos, con la corriente de la
desescolarización.
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14. “...el objetivo de la educación se puede formular en términos
comportamentales: el maestro prepara las contingencias bajo las cuales el
estudiante adquiere el comportamiento que le será útil bajo otras
contingencias más tarde. Las contingencias instruccionales se deben
preparar; no hay otra forma de hacerlo”(1994:167)
“El comportamiento del individuo se cambia fácilmente diseñando nuevas
contingencias de refuerzo. En campos tales como la educación, la
psicoterapia, la penología y los incentivos económicos se diseñan
explícitamente nuevas prácticas culturales” (1994:186)
“Nadie interviene realmente. La humanidad ha creado lenta pero
erráticamente ambientes en los cuales las personas se comportan más
15. efectivamente, y sin duda disfrutan de los sentimientos que acompañan al
comportamiento de éxito. Este es un proceso continuo”. (1994:187)
“Los niños constituyen nuestro recurso más válido y, en cambio, es una
vergüenza que se encuentren sumidos en el olvido. Durante los primeros
años de la vida pueden conseguirse cosas portentosas de un niño y sin
embargo lo dejamos en manos de gente cuyos errores se escalonan desde el
abuso a la protección excesiva y al derroche del afecto cuando la conducta
no es la apropiada. (...)Todo esto presenta un cariz completamente diferente
cuando los niños, desde el principio de su vida, forman parte de una
comunidad más amplia (...) Las comunidades reducidas constituyen el
marco ideal para un nuevo género de educación, liberada de la interferencia
de administradores, políticos y asociaciones docentes”. (1985:10-11)
“Posiblemente los asuntos sociales y políticos han desempeñado un papel
más importante de lo que parece, y algunos de ellos se han manifestado de
modo palpable recientemente. La idea de que es poco o nada lo que se debe
al ambiente ha influido en la educación. Los estudiantes se clasifican
principalmente en aquellos que no necesitan que se les enseñe y aquellos a
quienes no se les puede enseñar, y la doctrina de la educación universal se
combate con el argumento de que hay niños a los cuales por esencia no se
les puede enseñar. Pero los papeles de la herencia y el ambiente se deben
descubrir por medio de la observación, no se deben asignar de acuerdo con
una creencia política” (1994:200)
“En Walden Dos tenemos un objetivo diferente: Hacer de cada hombre un
hombre de valor. Todos vencen los obstáculos. Algunos necesitan más
preparación que otros, pero todos los vencen. El modo tradicional de
combatir la adversidad es elegir al fuerte. Nosotros, en cambio, controlamos
la adversidad para crear fortaleza”. (1985:108)
“En nuestra comunidad casi podemos decir que la escuela es la familia, y
viceversa. Podemos adoptar los mejores métodos educativos, y evitar, al
mismo tiempo, todo el mecanismo administrativo que las escuelas necesitan
con el fin de adaptarse a una estructura social desfavorable. No tenemos que
preocuparnos por seguir programas oficiales con el fin de permitir a los
alumnos pasar de una escuela a otra, ni valorar o controlar la actividad de
colegios particulares. Tampoco exigimos de nuestros niños que todos
desarrollen las mismas habilidades o talentos. Ni ponemos especial interés
en un grupo de asignaturas determinado” (1985:113)
“Ahora, tras la experiencia reciente de Walden Dos, vi. que esto no podía
seguir así. Pero también comprendí que los propios educadores no podían
resolver la situación por sí mismos. Las causas eran demasiado profundas,
demasiado remotas. Implicaban toda la estructura de la sociedad. Lo que
hacía falta era un nuevo concepto del hombre, compatible con nuestro
conocimiento científico, el cual podría conducir a una filosofía de la
educación que tuviera alguna repercusión en las prácticas educativas. Pero
para conseguir esto, la educación tendría que abandonar las limitaciones
técnicas que se había impuesto a sí misma para introducirse en un ámbito
superior de la ingeniería humana. Esto sólo sería posible mediante una
16. revisión total de la cultura”(1985:276)
(Los números entre paréntesis corresponden a las páginas en las ediciones
electrónicas de “Sobre el conductismo”(1994) y “Walden Dos”(1985)
anotadas en el apartado de fuentes)
“Aunque una tecnología de la enseñanza tenga sobre todo por objeto el
comportamiento del estudiante, hay en el mundo de la educación otras
figuras a las que se ha de aplicar un análisis experimental. Necesitamos un
mejor conocimiento no sólo de los que aprenden, sino también de: 1) los que
enseñan; 2) los que se dedican a la investigación; 3) los que administran los
centros docentes; 4) los que dirigen la política educativa, y 5) los que
sostienen la educación. Todas estas personas están sometidas a
contingencias de reforzamiento que tal vez hayan de modificarse para que la
educación, como institución, mejore y progrese” (1979:227)
“El ideal sería que un sistema de educación maximizase las posibilidades de
que la cultura no sólo se planteara y resolviera sus problemas, sino que
aumentara rápidamente su capacidad de hacerlo. Para plantear tal sistema
tendríamos que saber: 1) qué problemas se le presentarán a la cultura; 2)
qué tipos de comportamiento humano contribuirán a su solución, y 3) qué
tipos de enseñanza generará ese comportamiento. A una tecnología de la
enseñanza le compete la última de estas cuestiones; la segunda cae dentro
del alcance de un análisis experimental del comportamiento. En cuanto a la
primera cuestión, es de un orden enteramente diverso (…) La cultura que
con más exactitud prevea los problemas que se le vayan a presentar y más
efectivamente acierte con el tipo de comportamiento idóneo para
solucionarlos, será, a buen seguro, la que mejor pondrá a punto una
tecnología de la enseñanza” (1979:231-232)
“A la larga, el principal servicio que puede prestar una tecnología de la
enseñanza es el de aumentar la productividad del profesor. Sencillamente,
porque le permite enseñar más: más de una materia determinada, más
materias y a más estudiantes. Y no se quiera ver aquí ningún asomo de
explotación industrial en cierne, pues el ser más productivo no significa
trabajar más. Por el contrario, significa trabajar en mejores condiciones y
por una compensación más proporcionada al mayor fruto” (1979:254)
-Skinner, Burrhus F. Tecnología de la enseñanza. Labor. Barcelona.1979.
-Skinner, Burrhus F. Walden Dos. Orbis / Hyspamerica. Madrid. 1985.
-Skinner, Burrhus F. Sobre el conductismo. Planeta-De Agostini. Barcelona.
1994.