Shadenfreude: La presuncion de inocencia, en vias de extincion
1. Noticias de Gipuzkoa Sábado, 19 de febrero de 2011 OPINIÓN 5
Colaboración
P O R C A R L O S A I T O R Y U S T E A R I J A ( * )
Yibuti, algo más que
una simple base
N
O hace mucho leíamos
queunodelosimplicados
–según la prensa– en la
OperaciónGalgoapareció
ahorcado en su domicilio. Se podría
pensar que “algo habría hecho”.
Pero, ¿y si lo que pasó fue que no
aguantaba más tener todos los dedos
acusadores dirigidos hacia él?
Elartículo11delaDeclaraciónUni-
versaldelosDerechosHumanosesti-
pula con toda claridad que toda per-
sona acusada de delito tiene derecho
a que se presuma su inocencia mien-
tras no se pruebe su culpabilidad,
conforme a la ley y en un juicio
público en el que se le hayan asegu-
rado todas las garantías necesarias
a su defensa.
La presunción de inocencia es, por
tanto un derecho humano funda-
mental,yunamáximajurídicopenal
que establece la inocencia de la per-
sona como regla. Solamente a través
de un proceso o juicio en el que se
demuestre la culpabilidad de la per-
sona, podrá el Estado imponerle una
pena o sanción. Incluso aplicando
medidas precautorias, jueces y fis-
cales deben tener la presunción de
inocencia como norte en sus actua-
ciones.Dichodeotramanera,entan-
to no medie una sentencia condena-
toria firme, la persona acusada o
imputada es inocente, sin merma
alguna en sus derechos y deberes,
incluidos, por supuesto, su derecho
a la imagen y al honor.
Schadenfreude es una palabra ale-
mana que designa el sentimiento de
alegría creado por el sufrimiento o
la infelicidad del otro. En castellano,
regodearse, “complacerse malicio-
samenteconunpercance,apuro,etc.,
que le ocurre a otra persona”. En un
recienteepisodiodeunaseriedetele-
visión se hacía alusión a este senti-
miento, cuando el abogado protago-
nista intenta defender a una millo-
naria que es culpada sin pruebas, y
a la que el público declara culpable,
con el único fin de verla derrotada.
El shadenfreude vende cuando, por
ejemplo, a pesar del secreto de un
sumario, los medios de comunica-
ción reflejan contenidos del mismo
que solamente pudieron obtener a
través de alguna filtración por parte
de alguien con acceso al mismo; y
cuando los medios reflejan precisa-
mente aquellos indicios del sumario
quepuedenresultarincriminatorios,
dejando de lado otros aspectos ate-
nuantes o exculpatorios. Y no se res-
peta ni el derecho a la intimidad de
las personas, ni su posible condición
de menor de edad ni ninguna otra
circunstancia, porque lo que vale es
el schadenfreude.
En otoño de 2009, Diego P.V. trasla-
dó apresuradamente a la hija de su
novia a los servicios médicos de
Tenerife. Un primer reconocimien-
to revelaba una parada cardiorres-
piratoria pero, además, la niña pre-
sentaba indicios de posiblemente
haber sido objeto de abusos y malos
tratos, y falleció a pesar de los inten-
tos por reanimarla. Diego P.V. fue
detenidocomopresuntoresponsable.
Afortunadamente para él, pudo salir
en libertad sin fianza después de que
se demostrase que la causa de la
muerte de la pequeña fue una caída
de un columpio días antes. No obs-
tante, en el breve periodo de tiempo
en que estuvo siendo investigado, el
mecanismo de schadenfreude fun-
cionó con una intensidad mayor de
la habitual. Era inocente, pero casi
fue linchado, y mediáticamente se le
inculpó de forma inmediata ¿De qué
medidas de resarcimiento se ha
beneficiado Diego P.V. después de
este lamentable episodio?
Otro caso reciente ha ocurrido en
Tierra Estella. M. Ángeles Germán,
vecina de Urbiola, desapareció en
agosto pasado y su cadáver fue halla-
do en enero en una acequia cerca de
su casa. En realidad fue víctima de
un accidente de tráfico, pero inicial-
mente su desaparición fue imputada
a un amigo, que fue detenido y des-
pués tenía que acudir cada quince
días a firmar en el juzgado de guar-
dia,enesperadejuicio.Unavezlibre,
¿alguien ha leído, visto u oído en
algún medio alguna disculpa, auto-
crítica o noticias sobre un posible
resarcimiento?
Viene a la mente, en nuestro entor-
no más inmediato, el caso del diario
Egunkaria, donde los procesados no
se beneficiaron fuera de los tribuna-
les de la presunción de inocencia –lo
cual a menudo tiene su influencia
dentro de ellos– para que al final la
sentencia firme estipulara clara-
mente que “las acusaciones no han
probado que los procesados tengan
la más mínima relación con ETA, lo
que por sí determina la absolución
contodoslospronunciamientosfavo-
rables”. ¿Alguien se ha responsabi-
lizado de resarcirles por el daño que
se les ha causado en su imagen y
honor, y por el sufrimiento ocasio-
nado a sus familias en años de pro-
Mientras no medie una
sentencia condenatoria
firme, la persona
acusada o imputada
es inocente
-
Una vez libre, ¿alguien
ha leído, visto u oído
una disculpa o
autocrítica sobre un
posible resarcimiento?
E
L 2 de septiembre de 1945,
en la bahía de Tokio y
sobre la cubierta del
gigantesco acorazado USS
Missouri, se escenificó el último
acto de la Segunda Guerra Mun-
dial: la rendición incondicional de
los ejércitos del hasta entonces
temible imperio japonés. Repre-
sentando a los aliados estaba pre-
sente el general Douglas MacAr-
thur, convertido desde ese momen-
to y durante la siguiente década, en
el auténtico virrey de los Estados
Unidos en el archipiélago.
Sin embargo, el egocéntrico gene-
ral americano resultó ser un admi-
nistrador bastante mejor de lo espe-
rado. Haciéndose acompañar por los
mejores cerebros de los EEUU, como
William Deming, el padre del moder-
no concepto de calidad empresarial,
levantó una economía destrozada
por años de guerras y meses de
intensísimos bombardeos que, y esto
sin contar con las bombas atómicas,
habían dejado más de medio millón
de muertos y el tejido industrial
japonés reducido a escombros.
Al mismo tiempo, ordenó la dero-
gación de la antigua Constitución
japonesa y la redacción de una nue-
va que se apoyase en tres principios
elementales: el papel simbólico del
emperador, la renuncia a la guerra
y el respeto a los derechos huma-
nos. En el belicista Japón estaban
ya tan asqueados de tanta sangre
propia y ajena, que la nueva Carta
Magna sentó como el bálsamo de
fierabrás.
Y así ha sido hasta ahora. Sin
embargo, los tiempos cambian, y el
Japón de 1945 ya no es el de 2011. Y
tampoco lo son sus enemigos. Aho-
ra, por ejemplo, los que asoman
como más amenazantes son los
piratas del Índico, auténtica pesa-
dilla para una nación que vive del
mar y que se ve obligada a enviar a
la mayor parte de su flota a surcar
esas peligrosas aguas.
Así pues, y en gran parte azuzado
por su opinión pública, el Gobierno
japonés, soslayando eso del “no a la
guerra”, ha decidido llegar a un
acuerdo con los dirigentes de Yibu-
ti para que les permitan montar
una base aeronaval en su territorio.
Un territorio dos veces más grande
que Navarra, aunque allí situado,
al norte del Cuerno de África, entre
el Mar Rojo y el Océano Índico y
rodeado de naciones enormes, se
vea microscópico.
Ni Francia, la antigua metrópoli
de Yibuti, ni los EEUU, han visto
mal el deseo japonés. Nadie cree
que una simple base militar sea el
principio de un nuevo renacer del
Imperio del Sol Naciente. Sin
embargo, tampoco conviene perder
de vista otras consecuencias de esta
decisión.
Por una parte, el hecho de que
Japón disponga de una base en Áfri-
ca no deja de ser una bofetada, dada
con todo el apoyo de Europa y los
EEUU, en la cara de China, que está
expandiendo sus influencias en Áfri-
ca a pasos agigantados y a los que
está directamente extinta desde
hace mucho tiempo. Toda persona
que se vea involucrada en un caso
que luego es objeto arrojadizo entre
partidos fuera de los tribunales, ya
puede despedirse de la presunción
de inocencia, aunque se sepa ino-
cente. Prueba de ello es el caso de
un concejal vitoriano del PP, Jorge
Ibarrondo, condenado en septiem-
bre de 2009 al pago de una multa, y
a su inhabilitación durante siete
años como concejal, por conceder
la licencia para construir siete cha-
lés en una parcela donde sólo
cabían seis. Pues bien, en marzo de
2010 fue absuelto por la Audiencia
de Álava del delito de prevaricación
urbanística al que fue condenado,
por considerar el tribunal que el
asunto tenía “ínfima trascenden-
cia”. También allí hubo mucho de
schadenfreude. Algo parecido está
ocurriendo en el tratamiento infor-
mativo que se está dando a los
imputados en los casos que se inves-
tigan en dos comisiones especiales
en el Parlamento Vasco en estos
momentos. Apenas levantado el
secreto de sumario de uno de los
casos investigados, ya se había
“decretado” públicamente la cul-
pabilidad de los afectados.
Los derechos humanos no son algo
decorativo. Precisamente fueron
objeto de consenso internacional
como los principios rectores que
deben ser respetados en su integri-
dad. Nadie puede emprender y desa-
rrollar actividades o realizar actos
tendentes a la supresión de cual-
quiera de los derechos y libertades
proclamados en la Declaración Uni-
versaldelosDerechosHumanos.Por
tanto, nadie, ni siquiera amparán-
dose en el derecho a la libertad de
información o de opinión, puede
suprimir el derecho a la presunción
de inocencia. Ni siquiera el scha-
denfreude vale como excusa.
*EnrepresentacióndelaAsociaciónPro
DerechosHumanosArgituz
A China se le pueden
dar bofetadas, pero
nadie olvida que es
el comprador número
uno de deuda pública
Tribuna Abierta
P O R A N D R É S K R A K E N B E R G E R , J O N L A N D A Y S A B I N O O R M A Z A B A L ( * )
‘Shadenfreude’:Lapresunciónde
inocencia,envíasdeextinción
toda injerencia, y más si viene des-
de Tokio, les parece una amenaza.
Por otra parte, el hecho de que
otro aliado de los EEUU siente sus
reales cerca de Somalia, parece ser
otra pista más indicando que éste
será el próximo campo de batalla,
el próximo escenario de una inva-
sión militar.
Evidentemente, ya no estamos en
la Guerra Fría: a China se le pueden
dar muchas bofetadas, pero nadie
olvida, y menos que nadie ellos, que
son ahora mismo los compradores
número uno de deuda pública, así
que tras cada una de las tortas siem-
pre van un par o cien de cariñosas
caricias. Y tampoco se olvida que la
última vez que se intervino en
Somalia –tal vez hayan visto Black
Hawk derribado–, la aventura ter-
minó en un estrepitoso fracaso.
Sin embargo, de momento, lo que
tenemos es que se ha instalado una
nueva base militar. Y como decía el
genialTalleyrand,lasbayonetaspue-
den servir para muchas cosas,
menosparasentarseencimadeellas.
*Historiador
ONDA VASCA 94.8/95.6 FM
El lapitzero
Marruecos
Atención a Marruecos. Es difícil calibrar a priori la fuerza real de los convocantes de las protestas
previstas para mañana. Pero la ola revolucionaria llama a las puertas de Mohamed VI con reivin-
dicaciones muy básicas: salarios dignos, no pagar sobornos, reconocer la lengua tamazig y la diver-
sidad cultural del reino, acabar con la corrupción, libertad de prensa o fin de la represión policial.
Ojalá también se abra una oportunidad para el pueblo saharaui. Se lo merece.
cesamiento? Ahora, con los inte-
grantesdeUdalbiltza,hapasadoalgo
similar, ya que tampoco se aprecia
relación con ETA.
En honor a la justicia, no estaría de
más, en lo relativo a otros casos del
País Vasco, abordar un estudio sobre
cuántagentehasidodetenidaypues-
ta en libertad sin cargos poco des-
pués; y a su vez, cuántas personas de
las detenidas acabaron siendo con-
denadas. Sería asimismo interesan-
te estudiar la cobertura que recibió
la detención y compararla con la
recibida por la puesta en libertad sin
cargos.
Y si nos adentramos en el panta-
noso campo de la confrontación
entre partidos, la presunción de ino-
cencia no está en vías de extinción: