1. Universidad Panamericana del Puerto
(Unipap)
Facultad de Ciencias Económicas y Sociales
Escuela de Contaduría Pública.
Catedra: Diseño y Evaluacion de Proyectos.
Facilitador:
Anthonellys Padrinos
V-27.754.803
Profesor:
M.Sc. Luis Alfredo Gómez Rodríguez
Puerto Cabello, Febrero del 2021
2. INTRODUCCION
La Economía Naranja es un modelo de desarrollo en el que la diversidad cultural y
la creatividad son pilares de transformación social y económica del país, desde las
regiones. Este modelo cuenta con herramientas de desarrollo cultural, social y
económico. Se fundamenta en la creación, producción y distribución de bienes y
servicios culturales y creativos, que se pueden proteger por los derechos de
propiedad intelectual.
3. La economía naranja debe su nombre a la asociación que suele hacerse del color
naranja a la cultura y la industria creativa, además del lucro, la economía naranja
persigue el desarrollo y el fomento de la cultura. Esta economía hace referencia al
mundo de la cultura, la industria creativa y la creación de contenido. Se denomina,
por tanto, universo naranja a todas aquellas actividades que transformen el
conocimiento en un bien o un servicio que trate de fomentar, además del beneficio
económico, el desarrollo de la cultura y la creatividad. Es decir, actividades que, al
igual que el cine, se encuentran dentro del mundo de la cultura.
En este sentido, una serie de actividades que consistan en la transformación de
ideas en bienes y servicios Así, podemos resumir las actividades que integra esta
economía en las siguientes: Economía cultural, Industrias creativas, Soporte a la
creatividad, Productos, servicios o desarrollos que se encuentren relacionados con
el mundo de la cultura. No obstante, al tratarse de un término que está en
desarrollo, podrían incorporarse más actividades a la relación.
Origen de la economía naranja
El concepto se hace público por primera vez en 2013. Durante una conferencia del
Banco Interamericano de Desarrollo (BID), se presentó la publicación de un libro
que trataba sobre la economía cultural y creativa. Una economía que los autores
de dicho libro denominaron “economía naranja”. En este sentido, Iván Duque y
Felipe Buitrago, consultores del BID, daban forma a un concepto que, bajo su
criterio, se presentaba como “una oportunidad infinita”. Así, los autores resaltaban
la necesidad de, al igual que la economía verde, acuñar un concepto que tratase
de potenciar la cultura y la ideación en los países. Es dicha línea, se seleccionó el
color naranja, dada la relación existente entre dicho color y el mundo de la cultura.
Así nace lo que hoy, cada vez más personas, denominan economía naranja
siendo el objetivo de su nacimiento el potenciar una serie de sectores, entre los
que se encuentra el cultural y el creativo, que se consideraban poco impulsados
por los Gobiernos. Esto, con el objetivo de potenciar y fomentar dichos sectores,
los autores de dicho libro publicaron una serie de cifras que mostraban los
grandes beneficios de la economía naranja, así como los de potenciar el talento y
la cultura en los países. Especialmente en aquellas economías que están en pleno
desarrollo, donde la cultura sigue siendo un gran problema a la luz de los
indicadores. Lo que busca la economía naranja es el tratar de potenciar la cultura
en aquellos países en los que no se está potenciando. Dadas las necesidades de
fomentar la cultura que presentaban muchas economías emergentes, agentes del
BID acuñaron el término para tratar de desarrollar dicho déficit. En este sentido,
4. fomentando la cultura y la creatividad, lo que se persigue es profesionalizar un
sector que, históricamente, nunca ha estado profesionalizado.
En definitiva, la economía naranja aparece como un movimiento que busca dar
voz a este sector. A través de este concepto, el BID, así como los autores,
buscaban el potenciar un sector de vital importancia para el desarrollo de las
personas. Por esta razón, teniendo en cuenta la capacidad de dicho sector, los
autores propusieron el desarrollo de planes de actuación y líneas de trabajo para
fomentar el concepto en aquellos países con mayor escasez de cultura.
Por último, en resumen, podríamos decir que la economía naranja busca el
profesionalizar la creatividad y la innovación. Además, fomentando la transmisión
de conocimiento, así como de la cultura a generaciones venideras. Así, la idea
principal se basaba en el desarrollo y la extracción del potencial económico del
sector cultural y creativo. A su vez, generando unas condiciones para la
sostenibilidad de las organizaciones y agentes que integran dicho sector. Muy en
la línea de, también, como afirmaron los autores, los Objetivos de Desarrollo
Sostenible (ODS).
CONCLUSION
La economía naranja es uno de los grandes beneficiarios que contribuye al
desarrollo y reconocimiento de nuevos talentos, habilidades, innovaciones,
cambios tecnológicos, abriendo grandes oportunidades de negocios. En el
reconocimiento, por lo que es una revolución de cambios tecnológicos e
industriales.
Oportunidad Naranja, es uno de los frentes de trabajo para aprovechar la
revolución digital, enfrentando riesgos al mismo tiempo abriendo grandes
oportunidades de desarrollo socio-económico.
La cadena de valor sectorial se crea cuando las empresas tienen una visión
compartida y metas comunes, cuando reúnen objetivos específicos de mercado
para satisfacer las necesidades de los clientes y/o usuarios. Los procesos de
soporte y complementarios de las industrias culturales (información, formación,
regulación, archivo y preservación del patrimonio) son los que aseguran el buen
funcionamiento de la cadena de valor, en virtud de unos insumos a nivel de
conocimiento y normativa. Cada subsector de la cadena de valor de la industria
cultural tiene su propia cadena de valor, de acuerdo con los procesos específicos
desde la creación, hasta el consumidor final.