1. MITOS
Modelo democrático de educación: educación para todos:
Este mito intenta llamar la atención respecto a las nuevas tecnologías, ya que facilitan la
predisposición de la educación para todas las personas independientemente de la
situación temporal o espacial en que se encuentre.
Lo cierto es que el acceso a internet y a las nuevas tecnologías no llegan a todos los
lugares de la misma manera y se está haciendo cada vez más visible la brecha digital.
Mito de la libertad de expresión y la participación igualitaria de todos.
Este mito intenta propiciar la libertad de expresión y participación igualitaria para todos
una vez superada la limitación del acceso a la red.
No confundir estar conectado con participar y tener libertad de intervenir en la red,
además que tener acceso a la red no significa que desaparezcan las diferencias
culturales.
2. Mito de la amplitud de la información y el acceso ilimitado a todos los contenidos.
Este mito hace referencia a que desde el punto de vista educativo, el internet nos
proporciona una amplitud de información y el acceso ilimitado a todos los contenidos.
En la actualidad se hace necesario formar a los estudiantes para que sean capaces de
evaluar y discriminar la información.
No toda la información es de calidad y menos aún cuando se trata de la información
educativa.
El mito del valor “per se” de las tecnologías.
Es la significación que se les da a las tecnologías como elementos de cambio y
transformación de la institución educativa.
Las tecnologías son un medio y no un fin, su poder reside en la capacidad que tengamos
para producir con ellas entornos de comunicación, para que con ella los alumnos
aprendan.
3. Mito de la neutralidad de las TICs.
Los efectos positivos o negativos dependen de las personas que las aplican y de los
objetivos que persiguen en su aplicación.
La realidad es que la tecnología además de información, transmite valores y actitudes.
La tecnología arrastran los valores de la cultura que la ha desarrollado.
Mito de la interactividad.
Posibilitan que el usuario se convierta en un procesador activo y consciente de
información.
En la realidad, es que el comportamiento de los alumnos en estos entornos, consiste e
imprimir los ficheros y movilizar mecanismo de memorización de la información, igual
que en una cultura impresa.
La realidad es que existe menos interactividad en las TIC de la que nos vende la industria
(interactividad=pulsar botones).
4. Los mitos de los “más”: “más impacto”, “más efectivo”, y “más fácil del retener”.
Inundan el planteamiento de las TICs y resolverán todos los problemas educativos.
En la realidad, lo importante muchas veces no es cómo le llega la información sino qué
hace con la información y cómo llega a procesarla.
El hecho de que con las Tic la información sea capaz de llegar a más personas, no
significa que ese mayor acceso repercuta sobre la calidad de los resultados que se
consigan.
Los mitos de las “reducciones”: “reducción del tiempo de aprendizaje” y “reducción del
costo”.
No se ha confirmado que el hecho de trabajar en la red tenga unas consecuencias
inmediatas sobre la reducción del tiempo necesario para el aprendizaje.
Se le atribuye a la tecnología un papel que no es el suyo y suponen la necesidad de
realizar inversiones iniciales para la adquisición de la infraestructura necesaria, la
configuración de grupos de trabajo y la producción de material educativo de calidad,
conlleva un esfuerzo económico y temporal significativo.
La realidad es que conforme se aumenta el número de usuarios y años de utilización se
reducen y recuperan las inversiones iniciales realizadas.
5. Los mitos de las “ampliaciones”: “a más personas” y “más acceso”.
La información se puede distribuir a un mayor número de personas y a mayores
contextos por lo que “per se” ya no es un criterio de calidad educativa.
No es suficiente con que en los centros se facilite las conexiones y los recursos
necesarios, sino también que se propicie una alfabetización tecnológica para saber usar,
técnica, comunicativa y didácticamente estas tecnologías.
Las tecnologías como manipuladoras de la actividad mental.
Los medios desarrollan la agresividad y la violencia en las personas.
La influencia no es directa sino que más bien debe haber un sustrato psicológico
personal y social, para que los medios de comunicación se conviertan en elementos
potenciadores de las conductas violentas de las personas.
6. El mito de la cultura deshumanizadora y alienante.
Atribuir a todo lo humano y con comunicación “cara a cara” como natural, y al resto de
las modalidades como artificial.
Ofrece una serie de argumentos a considerar para un análisis correcto: por una parte, se
olvida que la tecnología es un producto humano y no se podrá ponerse en duda su
carácter y condición humana.
La existencia de una única tecnología. La supertecnología.
Aglutina a todas las demás y es la más potente, por lo que perseguirá objetivos y
contenidos más significativos.
No existe un medio mejor que otro, ya que cada uno nos aporta distintos criterios
Mito de la sustitución del profesor.
Cada vez que aparezca una nueva tecnología, la sociedad se digitalizará hasta el punto
de pensar que los profesores serán sustituidos.
Realmente los profesores no serán reemplazados por las tecnologías, lo que sí cambiará
será su rol y las actividades que actualmente desempeñan.
7. Mito de la construcción compartida del conocimiento.
Propician la creación de comunidades específicas de comunicación.
Los nuevos instrumentos hacen más hincapié en el almacenamiento, búsqueda y
recuperación de información.
El hecho de que exista la posibilidad de compartir conocimientos, no significa que se
compartan ni que todos lo hagan de la misma manera. Suelen existir dos niveles de
comunicación: público y privado.
Las tecnologías como la panacea que resolverá todos los problemas educativos.
Las tecnologías son solamente instrumentos curriculares y su sentido y efecto
pedagógico vendrá de las relaciones que se establezcan con el resto de componentes
curriculares.