3. La participación fue variada, la mayoría no intervino en la
política y continuo desempeñando sus funciones sin
importar el gobierno.
Otros fueron victimas de la política y padecieron desde el
retraso temporal o indefinido de sus sueldos hasta el
cese por haber colaborado con el enemigo.
Participaron a lado de los revolucionarios como
ideólogos, escribanos, secretarios y consejeros de los
jefes, organizadores y dirigentes de campesinos y
obreros.
•Otros llegaron a ser jefes
políticos y militares.
4. Los pedagogos, ideólogos o dirigentes magisteriales
esgrimieron sus conocimientos y habilidades especializados
(extraídos de la experiencia o de las escuelas normales),
como principal argumento para reclamar el monopolio sobre
los principales cargos directivos del ramo.
Nacionalismo profesional en doble sentido:
• El profesorado primario representaba al carácter nacional
• El magisterio había ganado terreno la idea de consolidar
un proyecto educativo y un sistema pedagógico dotado
de un fuerte sentido nacional, orientado por el imperativo
de la integración, que atendiera a la realidad plurirracial y
pluricultural de los habitantes del territorio nacional.
5. Los maestros en servicio, normalistas o no, fueron
transformados por la revolución.
El patriotismo profesional y el nacionalismo educativo y
pedagógico del magisterio se combinaron y
contribuyeron a acentuar la politización del magisterio,
principalmente en:
• Una mayor intervención directa del profesorado para
designar a sus autoridades en diversas entidades
federativas incluido el D. F.
• Una mayor participación del profesorado para decidir
las políticas educativas y pedagógicas.
• Una mayor participación del magisterio en la vida
política nacional
• Una penetración mucho más visible y directa de la
política y los políticos en el ramo de la instrucción
pública.
6. Los maestros fueron a la revolución, influyeron en los
discursos y en los programas de algunos grupos
revolucionarios.
Los maestros pudieron incorporarse con facilidad al
discurso revolucionario y posrevolucionario, se sintieron
parte del pueblo, de los sectores populares, de la clase
trabajadora y hasta del proletariado.
Guerra sugiere que la participación de los maestros en la
revolución fue mayor que la de los otros profesionistas.
Los maestros se sumaron a la Revolución en los Estados
y ayuntamientos que se oponían a Díaz
7.
8. El maestro primario representar mejor el carácter nacional
que los catedráticos y los egresados de las escuelas
universitarias.
Transmite y produjo los valores del orden y los del cambio.
Influyeron en los discursos y en los programas de algunos
grupos revolucionarios.
Pertenecían a una profesión de Estado.
Los maestros se vinculan y trabajan para los jefes
revolucionarios como docentes, militares, escribanos,
asesores, publicistas, propagandistas
9. Los maestros continuaron prestando sus servicios en los
sucesivos gobiernos locales, en las diversas regiones del
país.
Los maestros normalistas formaban parte de una
especie de sociedad nómada o seminómada, integrados
por migrantes del resto del país.
En el D.F los maestros gozaban de mayor estabilidad,
tanto en el empleo como e el pago de sus sueldos.
Difundían en el país la formación básica de los
mexicanos, de acuerdo a los programas y consultas
educativas.
10. Enfatizaba en la enseñanza de disciplinas, higiene,
civismo, historia patria, ética.
Los maestros se desempeñaron en la revolución como
protagonistas, espectadores o víctimas.
Los maestros cumplían funciones de orden político,
tales como actividades de propaganda constitucionalista
que varios maestros realizaron dentro y fuera del país.
11.
12. La profesión docente sufrió una serie de modificaciones
en sus características esenciales como su formación,
reclutamiento y estilos de dirección técnica, administrativa y
escolar.
Mayor inestabilidad en las condiciones de trabajo, el
empleo, irregular pago de sueldos, en la politización del
reclutamiento y en la movilidad del magisterio en el
servicio.
Transformo la designación y composición de los órganos
de dirección y consulta en el ramo. En algunas entidades
federativas se introdujeron sistemas electivos o
semielectivos para nombrar a las autoridades educativas y
escolares
13. Se aumentó la participación directa de los maestros,
directores e inspectores escolares en la integración y la toma
de decisiones de los órganos colegiados.
La creciente intromisión política en la dirección educativa y
escolar, tanto en la definición de los proyectos más
generales como en las decisiones administrativas y técnicas,
como el reclutamiento, la estabilidad laboral y la movilidad en
el servicio.
La expansión escolar aparece de un modo más visible
como una oferta político-electoral de los candidatos que
ocupaban los cargos ejecutivos y de representación popular.
La formación de asociaciones magisteriales ya no solo es
de carácter pedagógico y mutualista sino con fines sindicales
y políticos más o menos explícitos.
14. Ya veían a los maestros como un potencial político
individual y colectivo y comenzaron a cumplir estas
funciones.
Se iniciaron las primeras huelgas magisteriales.
El magisterio tuvo mayores oportunidades para arribar a
posiciones políticas.
Había más maestros en la cámara de diputados,
ayuntamientos, gubernamentales y la administración
pública.
A los maestros ya no les interesaba la docencia sino
solo los cargos públicos.
15.
16. La normal para obtener bases comunes en toda la
republica.
Se construyeron escuelas normales con el fin de
introducir cursos técnicos de carácter práctico.
Durante la revolución se encontraron profesores
titulados, normalista y no normalistas.
Las escuelas normales fueron nidos conservadores y
cuna de revolucionarios.
No todos los maestros del país han sido revolucionario
sin importar que sea normalista.
Los maestros normalistas construyeron un número mas
alto que el de los otros profesionistas, principalmente por la
unión de los normalistas a diferencia de los norteños.
Después de la Revolución muchos normalistas siguieron
trabajando en colaboración con los gobiernos.