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Mi hijo no valía plata.
1. “Mi hijo no valía plata”
“Pasaron uno, dos, tres años y está la hora que no me dan respuesta”. A los dos Días de
haber enterrado su hijo, Gudiela de Jesús Palacio Rodríguez, Representante en la Mesa
Departamental de las Víctimas, fue llamada por la personería para tomar su declaración
como víctima y ser reparada, entregó la papelería requerida y quedó a la espera de una
respuesta. En el año 2008 nuevamente declara, y es hasta el año 2010 que recibe una carta
emitida por Acción Social “es posible confirmar que el caso cuenta con los criterios
necesarios para el reconocimiento de la calidad de víctima según el decreto 1290 de 2008”.
Pero hoy en día sigue esperando.
Así como Palacio Rodríguez, algunos habitantes víctimas del Bloque Metro en el municipio
de Yolombó están a la espera a que sus derechos sean cumplidos. Y es que entre el año
1998 y 2003, según Doris Acevedo, secretaria de la Personería “fueron más de 800
desplazados”, esto sin contar a quienes se fueron y nunca más regresaron a declarar su
situación de víctima.
El desplazamiento
Los campesinos debían desplazarse para las grandes ciudades o pueblos. A Mario Alberto
Hernández Chaverra, en el año 2001 los paramilitares le exigieron que debía colaborarles
o de lo contrario acabarían con su hogar “tan pronto me dijeron eso, salí corriendo, yo vivía
en la vereda la Carolina, tenía animales, cultivos y todo eso se perdió”, hoy en día no ha
retornado a su finca, fue reconocido hace un año como víctima por la UARIV, pero este es
el momento que solo ha recibido un subsidio de $850.000, cuando debería recibir cada tres
meses esta suma.
La situación de Florany Álzate Álzate es diferente, ella nunca declaró “yo decidí volver,
porque acá tengo toda mi familia, pero nunca hice mi declaración como víctima del
desplazamiento, además aquí brindan mucha ayuda con el programa viviendas en acción.
Así construí mi hogar”. En el municipio habitan personas que nunca declararon, algunas
por miedo, otras porque tenían una vida digna, y la tercera parte simplemente porque no
conoce sus derechos.
Un viaje sin regreso
El 26 de enero del 2000, Jhon Edison Arias Rúa perdió a su padre Jesús Daniel Arias
Castaño, en manos de los paramilitares “mi papá era conductor, ese día salió a eso de las
2. 3:00am con un viaje para Medellín, cuando llegó a la partida Presencio un atraco que
miembros del Bloque Metro estaban realizando, ese fue su único error, lo mataron porque
sí, sin razón justa”.
Pero aquí no termina la historia de la familia Arias Rúa, fueron víctimas en el año 2000,
llevaron el acta de difusión, la declaración a la UARIV hace dos años, y esta es la hora que
no se le han reconocido sus derechos.
La Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas (UARIV), anteriormente
Acción Social, encargada de atender y reparar integralmente a las víctimas, debe contestar
la solicitud a los tres meses “a veces las personas no reclaman sus respuestas, como
también muchas veces pasan tres meses y no lo hemos llamado, en este caso deben
elaborar un recurso de reposición “Explica, Sandra*, orientadora de la UARIV.
El Rubí corregimiento afectado
Media hora en carro chivero, camino destapado, un sitio muy poblado, gente amable,
humilde y sencilla, un lugar que no parece haber sido escenario de guerra, pero que fue
marcado por la violencia. “Recuerdo un día que nos hicieron tirarnos al piso a todos, mujeres
y hombres. Rayaron todas las paredes del negocio, fue horrible, estaban en busca de un
comerciante pero el nada que llegaba” relata Eliza Arias Castaño, habitante del
corregimiento.
Los pobladores recuerdan el dolor causado, los rastros que nunca serán borrados, el
recuerdo de quienes fueron asesinados injustamente, un camino de piedra donde cuerpos
de víctimas fueron enterrados y nunca más identificados.
Las víctimas no incluidas
La UARIV estudia el caso a partir de las declaraciones, en primera estancia esta
organización trabaja con el derecho de la buena fe “para uno la persona que está al frente
es víctima” aclaró, orientadora de la UARIV, además dice que el motivo de no ser incluidos,
es porque muchas veces las declaraciones no concuerdan con la fecha que hicieron
presencia los grupos al margen de la ley.
La personería brinda la asesoría, el apoyo necesario para que la víctima pueda ser incluida
y pase a ser reparada, solo deben acercarse y llevar la resolución que explique el porqué.
“les hacemos un recurso de reposición, si ese recurso de reposición vuelven y lo niegan ya
3. les hacemos una acción de tutela, ya si le niegan la tutela, hasta ahí llegamos nosotros”.
Argumenta, Doris Acevedo.
“señor alcalde mi Dios se lo pague”
Como esta señora de aparente edad que caminó hasta donde el alcalde a decirle estas
palabras, algunas de las víctimas como Álzate, manifiestan estar agradecidos por las
ayudas que brinda la administración, en este año fueron entregadas un total de 100
viviendas, 76 para la comunidad en general y 24 para víctimas del conflicto. Las ayudas no
terminan aquí, según el alcalde Pablo Arturo Vásquez Arboleda, “en el año 2009 se logró
con el Incoder, la adquisición de un predio para doce familias, una finca cercana, con todas
las condiciones, ya hace 20 días se socializó para empezar la construcción y restablecerle
todos los derechos a las víctimas”.
En cuanto a la seguridad el comandante de la policía, William Hernández Ciro, asegura que
hoy en día todo está más tranquilo gracias al plan cuadrante, el cual tiene un acercamiento
con la comunidad indagando si han visto personas desconocidas, además asegura que en
el año se han realizado tres capturas a miembros de las Bacrim. Pero gracias al esquema
de seguridad no se han presentado hechos con gran relevancia.
Pero la tranquilidad no es completa pues ya hace tres semanas integrantes de la Mesa
Departamental a las víctimas, han sido amenazados “amenazaron a 8 integrantes,
mandaron un papel con los nombres y todo” denuncia, la representante de la Mesa
Departamental.
Si mi corazón no olvida, que tampoco sienta rencor”
El 18 de noviembre, es el día de las víctimas en Yolombó. La Alcaldía realizó un mural Bajo
la frase “si mi corazón no olvida que tampoco sienta rencor”, algunas víctimas plasmaron
un mensaje: “Javier Antonio Sierra Osorio, siempre en nuestros corazones”. Rafael
Martínez García, enlace municipal de víctimas menciona la creación de un jardín para la
vida, espacio donde las víctimas pueden sembrar un arbolito, una planta, en representación
a sus familiares.
Cansada de declarar doña Gudiela solo dice “mi hijo no valía plata, yo solo quiero saber la
verdad, porque me lo mataron”. La primera masacre cometida por el Bloque Metro fue el
18 de noviembre del 98, por ese tiempo los titulares del periódico el Nordeste hacían
referencia a masacres, “Yolombó bajo el signo de la masacre”, “Yolombó ensangrentado
4. por 3° vez”, “Nunca sangro tanto Yolombó”, fue esta la época más dura que los yolombinos
enfrentaron “cerca de 7.000 víctimas dejo el Bloque Metro” asegura Martínez García.
Nota: el nombre de la orientadora, fue cambiado a petición de la misma.
Por: Tatiana Gómez Quiceno
Correo: llyke2309@gmail.com
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