El humanismo y el Renacimiento se caracterizaron por un interés en lo clásico y en valorar al ser humano desde una perspectiva secular en lugar de teológica. El ideal del Renacimiento fue ayudar al renacimiento humano a través de las artes, ciencias e investigación volviendo a los orígenes humanos en lugar de a Dios. Esto llevó a una exaltación de la libertad individual tanto en lo teológico como en lo social y cultural.