Presenta el caso de una mujer de 47 años que acude a urgencias con síndromes que sugieren un infarto bulbar lateral o síndrome de Wallenberg, el cual es confirmado mediante resonancia magnética. Se describe la presentación clínica del síndrome de Wallenberg y sus características de diagnóstico. Se revisa la literatura sobre este síndrome que resulta de una lesión isquémica en la parte posterior lateral del bulbo.
Angiomas tronco encefálico: diagnóstico y tratamiento
1.
2. Representan un problema
especial, tanto para las
pacientes como para los
neurocirujanos. El conducto
angosto del tronco cerebral
esta repleto de muchos
núcleos Cualquier masa
adicional o introducción de
fluidos, como la sangre de
una hemorragia
puede comprimir o aplastar
las fibras nerviosas
importantes . Es decir, la
intrusión mas pequeña
puede causar síntomas
considerables que incluso
pueden amenazar la vida.
Los nervios que se
encuentran por el tronco
cerebral controlan las
funciones básicas e
involuntarias del cuerpo
El angioma pude afectar
tanto a los nervios
craneales como a los
nervios del gran tracto
(de todo el cuerpo). Para
las pacientes, un
angioma cavernoso en el
tronco cerebral puede
causar muchos y diversos
síntomas, dificultando el
diagnostico
como la respiración, el
reflejo de arcada, la
regulación del latido de
corazón, la temperatura del
cuerpo la percepción de
dolor y calor, y el hipo,
además de otras funciones
voluntarias como el
movimiento del ojo, la
deglución, el control de los
músculos faciales, el andar,
y el habla.
3. Aunque todavía no entendemos lo que causa las
hemorragias, si existen unas recomendaciones
de consenso específicamente relacionadas con
la coordinación o el tratamiento de los casos de
angioma cavernoso del tronco cerebral
Observar y esperar
(coordinación
conservadora). Consiste
en saca imágenes
periódicas y de rutina por
resonancia magnética
para observar los cambios
de la lesión.
Con tal de que la lesión
parezca estable, sin
evidencia de otros
síntomas ni hemorragias,
normalmente esta opción
es la más aconsejable.
La extirpación quirúrgica
(la reseccion ) puede
considerarse si por lo
menos una de las
siguientes condiciones
existe [3]
C. La hemorragia aguda es
externa e la cápsula de la
lesión. Es decir, la sangre
de la hemorragia ha
llegada a los tejidos
cerebrales que rodean el
angioma cavernoso
A. La lesión toca la
superficie del tronco
cerebral que es adyacente
a la piamadre, la cubierta
exterior del cerebro (una
lesión exofitica).
B. Las hemorragias
repetidas están causando
deficiencias cada vez mas
graves.
4. MP. Sexo masculino. 26 años. Sin antecedentes patológicos. En mayo de 1998
presentó episodio brusco de pérdida de fuerzas de los cuatro miembros,
desviación de rasgos a derecha y diplopia. Al examen se constató una afectación
de los nervios craneanos V, VI y VII a izquierda, síndromes neocerebeloso y
vestibular izquierdos y un síndrome piramidal de los cuatro miembros.
La TC mostró un hematoma pontino y la RM (figura 1) caracterizó la imagen
como un AC único, ponto-mesencefálico Vol. 16 Nº 2 Setiembre 2000 Angiomas
cavernosos del tronco cerebral 153 lateralizado a izquierda y asomando al piso
del cuarto ventrículo, de 1 cm de diámetro. Fue operado el 21 de mayo de 1998 (
E.W.) mediante abordaje suboccipital transventricular, realizándose resección
total del angioma. La RM de control (figura 2) confirmó la exéresis y la anatomía
patológica confirmó el diagnóstico de AC. En la evolución posoperatoria se
observó una regresión lenta de la signología neurológica, manteniendo un año
después sólo una leve paresia facial izquierda
Material clínico
Caso 1 -
5. MA. Sexo femenino. 28 años. Sin antecedentes patológicos. En abril de 1999 presentó
brusco déficit sensitivo de hemicuerpo izquierdo sin cefaleas ni vómitos, agregando
luego pérdida de fuerzas de miembros izquierdos de evolución progresiva en días,
trastornos de la deglución y diplopia. Al examen se constató paresia del velo del
paladar, hemiparesia, hemihipoestesia y síndrome neocerebeloso a izquierda.
La TC no fue concluyente. La RM (figura 3) mostró tres AC, uno pequeño de
hemisferio cerebeloso, otro rolándico derecho y otro en parte posterior de bulbo
lateralizado a izquierda, de 1 cm de diámetro y con indicios de sangrado reciente. Se
operó el 17 de mayo de 1999 (E.W.) por abordaje suboccipital mediano, abriendo
cisterna magna y parte inferior del techo del cuarto ventrículo, exponiendo bulbo y el
AC emergente, realizándose exéresis total. En el posoperatorio mejoró rápidamente el
déficit motor de miembros y más lentamente los trastornos sensitivos y de la
deglución. A los seis meses persistían dismetría y trastornos de la sensibilidad
profunda a izquierda. El estudio anatomopatológico confirmó el AC y la RM
posoperatoria (figura 4) no reveló angioma residual.
Caso 2
6. RESUMEN
Presentación de una serie de casos operados debido a
Angioma tronco encefálico cavernoso. Todo se había
desangrado hasta menos una vez y tenía deterioro
neurológico grave o moderada. Diagnóstico , en todos los
casos , se hizo RM y confirmado por estudio histológico la
lesión. La presentación clínica , los hallazgos quirúrgica y
evolución son similares a las que ya establecida. La
evolución fue favorable en cinco casos . ella una muerte
ocurrió debido a las complicaciones propias la gravedad
de la enfermedad, pero no a causa de complicaciones
postoperatorio. Ponemos el énfasis en los beneficios de la
la cirugía a pesar de los episodios hemorrágicos graves
que angioma cavernoso que puede PRESENTAR
8. es un síndrome
bulbar expresión de una lesión
anatómica de la retro-
olivary.Este síndrome debe ser
distinguido del síndrome de
Babinski-Nageotte cuando la
lesión afecta a la totalidad
de un medio de bulbo.
Omolateralemente a las lesiones: el
síndrome de Bernard-
Horner, nistagmo, a veces la
ataxia, hipoestesia termodolorifica
facial, parálisis de los músculos
laríngeos
Contralateral a la lesión:
termodolorifica cuerpo hipoestesia,
hemiparesia.
A menudo el síndrome de Wallenberg
se debe a lesiones vasculares bulbar
miocardio como la
trombosis o embolia de una o más
ramas de la 'arteria cerebelosa
posteroinferior (PICA), sino también
una de las ramas de la' arteria
vertebral o, más
raramente,siringobulbia, aneurismas y
malformaciones vasculares
Características Patogenesis
9. Síndrome de Wallenberg
Resonancia magnética de difusión que muestra una
lesión isquémica para cargar la parte trasera lateral
de la bombilla
10. Paciente de 47 años de edad, sin antecedentes hereditarios de importancia; migraña desde hace 30 años,
diagnosticada con hipertensión arterial sistémica y diabetes mellitus desde hace dos años y medio; en tratamiento
actualmente con captopril 25 mg VO cada 12 horas y metformina 1 000 mg VO por día, respectivamente. Refiere haber
sido diagnosticada hace un año con fibrilación auricular sin tratamiento actualmente; es alérgica a la penicilina.
Inicia su cuadro motivo de ingreso al Hospital General de México "Dr. Eduardo Liceaga" (HGM) 24 horas antes de ser
hospitaliza, al despertarse a medianoche por cefalea en región occipital; de moderada a intensa. Acude a médico
particular en donde se advierte presión arterial de 140/90 mmHg; se administra medicamento sublingual y regresa a
su domicilio, dos horas más tarde despierta con diaforesis profusa, náuseas, vómito, vértigo a la postración, disartria,
voz nasal, disfagia, pérdida de fuerza en hemicuerpo izquierdo y marcha lateralizada hacia la izquierda; por lo que
acude al HGM para diagnóstico y tratamiento
Presentacion del Caso
11. Resonancia magnética que demuestra
el área del infarto (flecha).
El síndrome de Wallenberg es
conocido también como síndrome
lateral bulbar o síndrome de la
PICA; es la manifestación de una
enfermedad que ocasiona una
lesión isquémica y necrosis de la
zona lateral del bulbo raquídeo,
que se encuentra posterior al
núcleo olivar inferior
Los factores de riesgo
incluyen hipertensión,
hiperlipidemia, diabetes
mellitus tipo 2, tabaquismo,
así como padecer alguna
cardiopatía de alto riesgo
embolígeno.
El 20% de los eventos isquémicos
involucran la circulación
vertebrobasilar.Aunque se
desconoce la incidencia del
síndrome, se sabe que hay una
relación entre sexo masculino y
femenino de 3:1,
respectivamente, con un
promedio de 60.7 años.
Existen casos secundarios a
hiperextensión abrupta o
movimientos rotatorios
excesivos de la cabeza sin
fractura o dislocación
12. Por ello, es importante para el
médico general y el
especialista tener un alto
índice de sospecha, y poseer la
pericia para diagnosticar el
síndrome de Wallenberg y sus
variantes.
Conclusiones
El IBL es un padecimiento
fácilmente diagnosticado por
el médico, sin embargo, puede
no ser así si se presenta como
un síndrome incompleto o se
desconoce esta variedad de
infarto encefálico, descrita
hace más de un siglo.
Tratamiento
El objetivo del tratamiento
es reperfundir el tejido
hipóxico que aún se
encuentre viable (ventana
para reperfusión).
tratamiento también puede
incluir angioplastia y colocación
de stents, esto se valora de
acuerdo a la etiología y
naturaleza de las oclusiones
arteriales. Estos procedimientos
conllevan un alto riesgo de
complicaciones.21 Además, es
importante tratar la etiología
subyacente
13. Resumen
Se presenta el caso de una mujer de 47 años de edad,
que acude al Servicio de Urgencias con bradilalia,
síndrome de Claude-Bernard Horner, ataxia al lado
izquierdo e hipoestesia en hemicara izquierda y
hemicuerpo derecho.
Mediante la exploración física se diagnostica
síndrome de Wallenberg o infarto bulbar lateral (IBL)
"típico"; que actualmente es una presentación poco
común.
Las distintas presentaciones del IBL mimetizan otros
infartos cerebrales, debido a esto puede convertirse
en un reto diagnóstico, que es confirmado mediante
resonancia magnética (RM), angiorresonancia
magnética o ultrasonido Doppler transcraneal. Se
hace una revisión de la literatura del síndrome de
Wallenberg.