La Sostenibilidad Corporativa. Administración Ambiental
Velázquez
1.
2. Fue un pintor barroco español, que nació en Sevilla en 1599.
A los once años empieza su aprendizaje en el taller de Francisco
Pacheco donde estuvo hasta los 18 años. Al año siguiente se casa con
Juana Pacheco, hija de su maestro, con quien tendrá dos hijas.
Autorretrato 1643
Con 24 años se traslada a Madrid donde obtiene el título de Pintor del
Rey Felipe IV que era amante de la pintura, empieza su ascenso en la
Corte española, realizando retratos del rey.
Con 30 años viaja a Italia, donde estudia las obras de otros
autores, como Miguel Ángel. Dos años después vuelve a Madrid
donde recibe importantes encargos para el Palacio del Buen Retiro
como Las Lanzas. En palacio es Ayudante de Cámara y Aposentador.
Con 50 años hace su segundo viaje a Italia, donde demuestra sus excelentes cualidades
pictóricas, triunfando ante el papa Inocencio X, al que hace un excelente retrato.
En los últimos años de su vida está obsesionado por conseguir la distinción de Caballero de la
Orden de Santiago, que suponía el ennoblecimiento de su familia, por lo que pinta muy
poco, destacan Las Hilanderas y Las Meninas.
Muere en Madrid el 6 de agosto de 1660, a la edad de 61 años.
3.
4. Por su popularidad es una de las escenas más
significativas del Barroco español.
Fue una novedad, ya que nadie se había atrevido
a representar en la pintura española una escena
tan trivial como ésta. Vemos a una anciana
cocinando unos huevos en un hornillo de barro
junto a un muchacho que sostiene un melón.
Las dos figuras resaltan sobre un fondo
oscuro, es una de las características del
tenebrismo.
A la derecha vemos uno de los mejores bodegones del arte español, formado por varios
elementos metálicos, vasijas de cerámica y una cebolla colorada.
Destaca el realismo de los personajes, la suciedad del paño con el que se cubre la
cabeza la anciana o el corte del pelo del muchacho, son imágenes que contemplaba a
menudo Velázquez. Se piensa que la anciana podría ser el retrato de su suegra y el
muchacho sería un ayudante de su taller.
5. El cuadro representa el momento en que el
gobernador de Breda (ciudad de
Holanda), entrega las llaves de la ciudad al
general vencedor, Ambrosio de Spínola.
Tras un año de sitio por parte de las tropas
españolas. Fue el 5 de junio de 1625.
Velázquez no representa una rendición
normal sino que Spínola levanta al vencido
para evitar una humillación al derrotado.
Las tropas españolas aparecen a la derecha, tras el caballo, son hombres con experiencia
y de más edad que las tropas holandesas que están a la izquierda.
Las tropas españolas, llevan picas que fueron consideradas lanzas por error y dan título
al cuadro.
Entre los soldados españoles identificamos el autorretrato de Velázquez, que sería el
último hombre de la derecha, al fondo las humaredas de la batalla y una vista de la zona
de Breda.
Breda volvió para siempre a pertenecer a Holanda en 1639.
6. Inocencio X tendría 66 años cuando le retrató
Velázquez, pero dicen que se conservaba muy
bien, siendo famoso por su vitalidad, además
de por su fealdad, que algunos pensaban
incluso que le descalificaba para ser papa.
El artista sigue el modelo establecido
por Rafael al colocar al papa de media
figura, sentado y girado hacia su derecha.
Los ropajes están captados con el mayor
realismo, obteniendo una increíble calidad en
las telas a pesar de la pincelada suelta. Pero sin
duda lo mejor es el rostro de Inocencio X que
tenía fama de estar siempre alerta y
desconfiado en el desempeño de su cargo.
En la mano izquierda lleva un papel donde el pintor se identifica como el autor de esta
excelente obra. "Demasiado real", cuentan que dijo el protagonista cuando vio el cuadro
acabado.
7. Es la única obra conservada de
Velázquez en la que aparece una
mujer desnuda, aunque sabemos
que pintó alguna más.
El cuadro apareció en 1651 en un
inventario como propiedad del
Marqués de Eliche.
Se piensa que puede representar a
su esposa o a una de sus amantes.
El pintor coloca el rostro del
espejo difuminado para así reflejar
el cuerpo desnudo de la dama que
el marqués amaba.
El pintor quiere resalta el cuerpo de la mujer gracias al contraste con el paño azul y blanco, o el
cortinaje rojo que da un aire erótico a la escena.
En 1914 una inglesa acuchilló el cuadro siete veces, pero apenas se nota.
Da la sensación de que el artista ha sorprendido a Venus mientras Cupido, sostiene el espejo en el
que se refleja el rostro.
En cuanto a la técnica, el pintor utiliza una pincelada suelta, que produce la sensación de que entre
las figuras circula aire, el famoso aire velazqueño.
8. Las Meninas es la obra más famosa de Velázquez.
En el cuadro vemos a 11 personas de la corte de la infanta
Margarita que esta en el centro y a su lado las meninas, a la
izquierda Velázquez con sus pinceles, ante un enorme
lienzo. A la derecha dos enanos y uno jugando con un
perro. Detrás de la Infanta hay otras dos personas y
reflejadas en el espejo están Felipe IV y su segunda
esposa, al fondo la figura del aposentador cuya misión era
abrir las puertas de palacio a los reyes.
El misterio está en lo que no se ve, en el cuadro que está
pintando Velázquez. Que podría ser un retrato del Rey y de
su esposa por eso se reflejan sus rostros en el espejo.
Lo que más impacta es la profundidad de la escena que consigue difuminando los contornos de los
personajes, especialmente las figuras del fondo que quedan más oscuras. La infanta es el centro del
grupo, destaca con mucha luz y parece flotar ya que no se ven sus pies.
Fue pintada en 1656 sin embargo, Velázquez aparece con la Cruz de la Orden de Santiago en su
pecho, honor que consiguió en 1659. La mayoría de los expertos coinciden en que la cruz fue pintada
por el artista cuando recibió la distinción y otros que fue el propio rey Felipe IV el que la pintó.
9. Vemos a cinco mujeres que preparan
las lanas para la fabricación de
tapices. A la izquierda una de ellas
manejando la rueca, otra en el centro
recoge las lanas del suelo, con un gato
a sus pies y a la derecha otras dos
preparan la lana.
Es una de sus mejores
pinturas, Velázquez ha sabido dar
sensación de movimiento, como se
aprecia en la rueca a la que no vemos
los radios.
En el fondo hay otras cinco mujeres rodeadas de tapices. Esta escena es la que da título al
cuadro, ya que representa la fábula en la que la joven Aracne, al presumir de tejer como
las diosas, es retada por Atenea a la confección de un tapiz. El jurado decidió un empate
pero Atenea castigó a Aracne convirtiéndola en araña para que tejiera durante toda su vida.
En primer plano hay un instrumento musical y detrás a la izquierda Atenea con su casco y
su lanza, acompañada de una dama. Aracné está en el centro y a la derecha dos miembros
del jurado.