3. “El Espíritu de nuestro tiempo”
Raoul Hausmann (1919)
Es una escultura de talla en
madera, a la cual se le han añadido
elementos de apariencia azarosa e
incongruente como una regla, un
trozo de metro, unas ruedecillas de
latón, etc.
Nos muestra claramente la
descontextualización de los objetos
mundanos y simples que se están
utilizando; al mismo tiempo van
perdiendo su funcionalidad
pasando a un plano donde la
escultura se va construyendo lejos
de irse moldeando.
El azar toma un papel importante
en el proceso y quizá delata la
improductividad de los elementos
empleados.
4. “Retrato de una muchacha americana en
estado de desnudez”, Francis Picabia
(1915)
Esta pieza consiste en una bujía de
automóvil, que ha sido ligeramente
manipulada con una inscripción en la parte
media: “FOR-EVER”(para siempre) que
posiblemente alude a la duración de dichos
objetos mecánicos pero dado el título de la
obra da un cambio radical a nuestra
concepción. Es decir, nos muestra una
ironía quizá de la cultura estadounidense
inmersa en un mundo capitalista e
industrial. La paradoja de nombrar a una
bujía Retrato de una muchacha americana
en estado de desnudez ¿una burla a la
banalidad? ¿una relación Hombre-
maquina? ¿Una cultura industrial que ha
trastocado lo espiritual, bello, privado?
El escándalo del espectador seguro estuvo
presente.
6. “Étant donnés”, Marcel Duchamp
(1946-1966)
El inicio de esta pieza es una puerta
grande con varios orificios, como se
muestra en la foto de la izquierda.
Provoca una curiosidad en el
espectador, el cual se hace
participe en la obra, sin darse
cuenta inicialmente. Mira a través
de los orificios, que encontrará a la
altura de su rostro.
Posteriormente, percibirá algo
inesperable y sorprendente. Es ahí
donde comienza lo paradójico de la
pieza. Una puerta tratando de
ocultar algo, ese algo que yace
libremente sin ataduras ni tapujos,
sin nada que esconder, expuesta
completamente.
7. Una figura femenina desnuda,
arrojada en un lecho de ramas secas
sostiene con su mano izquierda una
lámpara de gas; al fondo, en un
paisaje montañoso muy realista, se
percibe la caída de una cascada de
agua.
“Una puerta cerrada separa al voyeur
del objeto de su pasión; la novia es
accesible a su mirada (el muro es
transparente) pero no se puede
poseer”
El espectador forma parte viva de la
obra, es ahí donde podemos percibir
el desdibujamiento de las fronteras
entre el arte y la vida. Una línea muy
delgada donde es muy fácil ir de un
lado a otro. Un acto de
contemplación pero que lleva de la
mano a una acción para poder
experimentar la pieza.
8. Marcel Duchamp L.H.O.O.Q. (1919)
La apropiación de la famosa Gioconda de
Leonardo da Vinci con bigotes y barbilla. Las
letras de la parte inferior, leídas de prisa en
francés, significan: “Ella tiene calor en el
culo”.
Primera intención agresiva y desmitificadora
al comportamiento artístico con
provocaciones humorísticas, en esta en
particular, considerada de muy mal gusto.
Duchamp comenzó con los “ready mades”,
como lo observamos en esta pieza. Pequeña
pero escandalosa y polémica intervención,
donde se dice que una de sus intenciones fue
la unificación de los contrarios (masculino y
femenino).
Con los “ready mades” ,por lo generar, el
discurso que se maneja es la
descontextualización del objeto. Utilizado
para crear algo completamente diferente,
como se muestra claramente aquí;
simplemente con otorgarle otro nombre, la
percepción cambia radicalmente.