2. Concepto
Es el proceso de unión entre el óvulo y un espermatozoide.
Cuando esta unión se convierte en un huevo o cigoto, es
decir, el óvulo fecundado, y se implanta en el endometrio
(parte interna del útero de la mujer), ocurre un embarazo
3. Antes de que tenga lugar la fusión de los dos pronúcleos
(haploides y con 1n DNA, es decir con 23 cromosomas), cada
uno debe duplicar su DNA. En caso contrario cada célula del
cigoto en estado bicelular tendría la mitad de DNA de lo
normal. Después de la síntesis de DNA, los cromosomas se
colocan en el huso y los 23 paternos y 23 maternos se hienden
longitudinalmente a nivel del centrómero (como en una
división mitótica normal). Las mitades resultantes se segregan
al azar y se desplazan a los polos opuestos, dando a cada
célula el número normal de cromosomas y de DNA (2n). La
célula se une en su zona central y el citoplasma se divide en
dos partes.
Proceso
4. Los espermatozoides, atraídos por las substancias que emite el
ovocito, atraviesan el cuello del útero, la cavidad uterina y se
encuentran con el óvulo en una de las trompas de Falopio, cuyas
vellosidades son las encargadas de transportar al óvulo hacia la
cavidad uterina. La velocidad con la que el ovocito se mueve a través
de la trompa es de 1,22 mm por minuto. Los espermatozoides, por su
parte, se desplazan a 2-3 mm por minuto. El tiempo que tarda un
espermatozoide en llegar hasta el ovocito es de unos 50 minutos.
5. La unión del primer espermatozoide a la membrana plasmática desencadena tres hechos:
1. Formación del cono de fertilización o protusión en el citoplasma del óvulo.
2. Los cambios iónicos (de calcio, sodio e hidrógeno) y el citosol causan una despolarización
instantánea y temporal de la membrana.
3. Los gránulos corticales expulsan su contenido al espacio que les rodea. Esta reacción cortical altera
los receptores de glicoproteinas de la zona pelúcida, bloqueando la adherencia de más
espermatozoides al huevo.
Una vez dentro, el ovocito termina su meiosis II, liberando el
segundo corpúsculo polar y los cromosomas se colocan en un
núcleo vesicular llamado pronúcleo femenino. Al propio tiempo,
el ovoplasma se contrae y se hace visible un espacio entre el
ovocito y la zona pelúcida llamado espacio perivitelino.
El espermatozo avanza hasta quedar junto al pronúcleo
femenino, se hincha su núcleo y forma el pronúcleo masculino.
La cola se desprende de la cabeza y degenera.
6. El cigoto comienza su división celular. Las células del cigoto se van dividiendo
sucesivamente en 2, 4, 8, hasta llegar a 16. Es entonces cuando el cigoto transforma su
estructura llegando al estado de mórula. Este estado se llama así por su forma parecida a
una mora. La mórula mide unos 0,2 milímetros.
• La mórula alcanza el interior del útero y comienza una nueva transformación celular
en la que las células se dividen en dos grupos. Uno de ellos comienza a formar el blasto
embrión, que es lo que será el futuro embrión. El otro grupo de células van a componer
lo que se denomina trofoblasto, que es la capa que va a proteger el embrión y a su vez le
va a ayudar a implantarse en el endometrio.
El óvulo fecundado es una nueva
célula que vuelve a tener 46
cromosomas, ya que tendrá los
23 cromosomas del óvulo más
los 23 del espermatozoide y se
denomina huevo o cigoto que
comenzará un viaje "de retorno"
hasta implantarse en el útero.
7. El trofoblasto segrega una serie de encimas que provocan que el endometrio sea
más receptivo. El blastocito puede entonces comenzar la anidación agarrándose a
las paredes del útero. El endometrio comienza a segregar la hormona hCG. Por
efecto de esta hormona, el cuerpo lúteo no suspende la producción
de progesterona. Es por eso que el ciclo menstrual se interrumpe y la matriz
comienza a prepararse para el embarazo.
8. Al mismo tiempo, una vez que ha tenido lugar este proceso se ponen en marcha
una serie de mecanismos para que en el embarazo todo vaya sobre ruedas: se
forma en la cérvix o cuello uterino un tapón mucoso que impedirá que nada
penetre en el útero y moleste al nuevo y frágil ser que se está formando; los
músculos del útero se vuelven blandos y elásticos y los vasos sanguíneos que se
encontraban por debajo del endometrio emergen para el intercambio de
nutrientes. Entretanto, en el interior compacto del blastocito se hace líquido, para
preparar el saco amniótico y el embrión crece hasta alcanzar 1,5 milímetros.
Tapón Mucoso
9. A lo largo del embrión se ahueca un surco que se convertirá en la médula espinal.
Esas primitivas células que aún no son ni tan siquiera unas neuronas, serán las que
van a dar las órdenes necesarias para que el resto de las células se especialicen y
estén perfectamente coordinadas entre sí, como si fuesen los instrumentos de una
inmensa orquesta, para la formación de los diferentes órganos. A ambos lados del
conducto neural sobresalen unas protuberancias: son las somitas, que con el
tiempo se convertirán en el esqueleto y los músculos del bebé.
Del día 19 al 21 El embrión adopta una forma como de suela de zapato. Es
simétrico, posee vasos sanguíneos propios y comienza a formarse el corazón. Crece
hasta 2,5 milímetros.
10. Entre los días 23 al 27 el sistema central nervioso comienza a desarrollarse. El
embrión mide de 3 a 4 milímetros y se muestra en forma de C. La cabeza
destaca a simple vista. Ojos y orejas comienzan a formarse. El corazón
comienza a desarrollar sus válvulas y tabiques. Empieza la formación de
órganos digestivos.
11. Al cumplirse casi 6 semanas de gestación, comienzan a organizarse funciones vitales, tales como la
respiración. Se forman la boca y la lengua. Aparecen unos pequeños estigmas que darán origen a las
extremidades. Se forman las primeras células de la piel y a partir de este tiempo comienza el
desarrollo de la cabeza y el cerebro se desarrollan rápidamente. Comienza la división cerebral de los dos
hemisferios.
Se empieza a desarrollar el primer sentido: el olfato. El centro coordinador de hormonas, la
hipófisis, también ha concluido su desarrollo. En las extremidades aparecen los fundamentos de los
dedos de la mano y el pié. El esqueleto, aún blando, comienza a endurecerse. Aparece la
pigmentación cutánea. Los riñones producen por primera vez orina.
Los ojos están desarrollados casi completamente. Los dedos se desarrollan y aparecen unidos por
una membrana como en los anfibios. El corazón ha alcanzado su desarrollo total.
A partir del día 55 la mayoría de los sistemas orgánicos han concluido su formación. Los dedos están
completamente desarrollados. A partir de aquí el embrión se va a denominar feto.
12. En el transcurso de la semanas 11 a la 27 se experimentan los siguientes cambios
en el feto: el cerebro crece rápidamente y alcanza el desarrollo completo. En la
cara comienzan a apreciarse facciones humanas. Se han formado las cuerdas
vocales y el feto es capaz de emitir sonidos. Aparecen las uñas. El feto muestra
reflejos, su piel es sensible.
Muestra bastante actividad, moviendo a menudo su cabeza, brazos y piernas.
Comienzan a formarse las huellas dactilares, también necesita dormir y comienza a
buscar una posición agradable para ello. En esta etapa se le suele encontrar
chupando su pulgar. Además oirá la voz, la respiración y los latidos del corazón de
la madre y los vasos sanguíneos de los pulmones comienzan a desarrollarse para
aclimatar al futuro bebé a respirar aire. La columna vertebral ha concluido su
desarrollo. El feto puede abrir sus ojos, los cuales ya poseen pestañas.
13. Ya a partir de la semana 28 a la 37 el feto mide unos 37 centímetros
aproximadamente, el cerebro se encarga ahora regular su respiración y su
temperatura corporal. Se establece la comunicación entre las células nerviosas y el
cerebro. La pupila puede distinguir la luz y es capaz de contraerse. En la matriz
queda poco sitio y el feto comienza a adoptar la típica posición fetal y Los ojos
permanecen abiertos cuando el feto está despierto para cerrarse cuando duerme.
Comienza a formarse el sistema inmunológico. Además de al llegar a la semana 37
comienza a cambiar de posición girando su cabeza hacia abajo y ahora puede llegar
a medir 47 centímetros.
14. Llegada la semana 38 el lanugo que cubría su cuerpo prácticamente ha
desaparecido, así como la vérnix casesosa, la grasilla que también cubría su cuerpo.
Aunque esté listo para nacer, no pasa nada porque se quede dentro de ti dos
semanas más.
Sus pulmones se encontrarán más preparados para recibir la primera bocanada de
oxígeno. Recuerda que esos órganos han sido los últimos en desarrollar. De hecho
los alvéolos continúan su desarrollo hasta los dos años de vida.
Tampoco sus huesos han completado su formación aún le queda mucho por crecer
Tiene 215 huesos, nueve más que un adulto. Y es que algunos se fusionarán a lo
largo de la infancia. Por ejemplo, el sacro, que ahora consta de cuatro vertebras
completamente independientes entre sí.
Y aquellas vigorosas patadas son un recuerdo imborrable para cualquier mamá.
Apenas le queda espacio para moverse con la libertad de hace un mes.
15. En la semana 42 Los huesos del cráneo del bebé tienen una característica: están
separados entre sí por surcos de tejido conectivo, las suturas. Donde se encuentran
más de dos huesos, las suturas son más anchas y se denominan fontanelas.
Esa peculiar estructura tiene una función muy específica, tanto en el momento del
parto como en los primeros años de vida del niño: permiten que los huesos del
cráneo se superpongan entre sí mientras atraviesa el estrecho canal del parto
(proceso denominado modelado).
Después del nacimiento los huesos vuelven a su posición primitiva. También
favorecen el desarrollo del cerebro que se produce en un 80 por ciento el primer
año de vida y el 20 por ciento restante hasta el cuarto año de vida.