El artista Pablo Ramiro Viracocha presenta una carta abierta a la Ministra de Culturas y Turismo para denunciar la eliminación arbitraria de su obra mural ganadora de un concurso nacional. El artista detalla el proceso de selección de su obra como ganadora y su posterior anulación por parte de una nueva comisión ministerial que valoró aspectos políticos sobre artísticos. El artista alega que esta decisión vulnera sus derechos y la legalidad del concurso, siendo un acto de discriminación y censura hacia su obra.
Código de Procedimiento Minero de la Provincia de Mendoza
Eliminación arbitraria de la obra mural ganadora del Concurso Nacional para la Casa Grande del Pueblo
1. La Paz, 02 de abril de 2018.
Señora:
Lic. Wilma Alanoca Mamani
MINISTRA DE CULTURAS Y TURISMO
Presente.-
Ref.: CARTA ABIERTA POR ELIMINACIÓN ARBITRARIA DE LA OBRA MURAL GANADORA DEL
CONCURSO NACIONAL PARA LA “CASA GRANDE DEL PUEBLO”
De mi consideración:
Esta correspondencia tiene el propósito de transmitir una experiencia innecesaria y reprochable.
Por la misma, revelo la diferenciación, la exclusión y el perjuicio ejercido por el Ministerio de
Culturas y Turismo; con los artistas y en particular, con las obras ganadoras del Concurso Nacional
para la realización de murales en la Casa Grande del Pueblo.
En líneas generales, le recuerdo que el pasado año, el ministerio convocó a la presentación de
propuestas artísticas publicando la Convocatoria “Expresando la identidad y la fuerza de nuestras
culturas”. Concurso que establecía temáticas diferenciadas para la presentación de las obras;
señalando además, la conformación de un Jurado Calificador compuesto por reconocidas
personalidades del ámbito artístico encargadas de seleccionar, calificar y emitir un fallo final
inapelable que elegiría a los ganadores del concurso en la modalidad: selección por expresión de
interés y adjudicación del trabajo de ejecución y realización de los murales seleccionados en la “Casa
Grande del Pueblo”.
Fue así, como el día lunes 23 de octubre de 2017, en presencia del señor Feliciano Vegamonte,
Viceministro de Interculturalidad, se llevó a cabo el acto de premiación donde los miembros del
Jurado presentaron la lista de ganadores en el Patio Cultural del ministerio.
Con posterioridad al evento de premiación, fui notificado por los funcionarios de esa cartera para
realizar una inspección al edificio y verificar in situ las dimensiones del muro; como también, llenar
la “Carta de presentación y propuesta” dirigida a la Directora General de Patrimonio Cultural;
modificando a sugerencia de ella, el cambio del muro inicial por otro ubicado en el mismo nivel
catalogado M-17 y M-18, de 28.98 m2
en total; dimensión similar al muro inicial propuesto aunque
dividido en dos planos aproximados de 14 m2
c/u.
2. Unas semanas después, asombrado, recibí la comunicación que el Ministerio de Culturas y Turismo,
anularía la participación de los artistas ganadores del concurso por decisión arbitraria de una nueva
comisión que, luego de valorar aspectos políticos y no artísticos, determinarían las personas
encargadas de pintar los murales.
Fue entonces, que por las circunstancias del caso comprendí los prejuicios contenidos en la
administración actual de culturas que opera excluyendo, anulando y perjudicando a personas por
su condición social o cultural; desconociendo la CPE, que para abreviar en el artículo 9 señala, los
fines y funciones esenciales del Estado: de construir una sociedad justa y armoniosa, sin
discriminación para consolidar las identidades plurinacionales; donde además, el artículo 14
(parágrafo II) menciona: que el Estado es quien prohíbe y sanciona toda forma de discriminación
fundada en razón de sexo, color, origen, cultura, ideología, filiación política o filosófica, tipo de
ocupación (entre otros), que tengan por objetivo o resultado anular o menoscabar el
reconocimiento, goce o ejercicio, en condiciones de igualdad de los derechos de todas las personas.
Aunque a propósito, también es conveniente citar la Ley n° 045 “Contra el racismo y toda forma de
discriminación”. Ley que tiene el objetivo de eliminar conductas de discriminación consolidando
principios de igualdad real y equidad; y que cuenta con una reglamentación anexa, donde en el
Capítulo III sobre la Administración Pública, y en específico, artículo 9 de las obligaciones de los
servidores públicos, dicta: ejercer el Servicio Público aplicando el principio de igualdad y no
discriminación en todos sus actos. Como también, el Título III de Faltas y sanciones que constituyen
racismo y discriminación, Capítulo I del ejercicio en la función pública, que en segundo apartado del
artículo 15, considera injusta: la denegación de acceso al servicio, entendido como la restricción o
negación injustificada o ilegal de un servicio por motivos racistas o discriminatorios.
De todas maneras, siento que algo ocurre cuando vemos desvalorizado el trabajo creativo, por eso,
creo necesario llamar a todas las cosas por el nombre que tienen, señalando los actos de exclusión
que vulneran la dignidad de los artistas, hoy expropiados de los muros de la casa grande que dicen,
pertenece a todo el pueblo. En todo caso, el exabrupto genera incertidumbre y desconfianza por la
serie de diatribas que me llevan formular las siguientes conjeturas:
Por qué en la gestión actual se vulnera el derecho al trabajo obtenido de manera legal y legítima,
cuando la función de la institución en culturas es, consolidar políticas públicas de protección y
fomento a los productores culturales.
Por qué las obras murales debieran contener argumentos políticamente direccionados, al servicio
de una interpretación interesada, intolerante y parcial de la realidad que ignora la visión subjetiva,
poética y libre de los artistas.
Por qué se investiga nuestra filiación política cuando está claro que el verdadero arte no profesa
dogma alguno, siendo ajeno a la propaganda, no responde a fines pragmáticos para asegurar votos.
3. Aunque todavía, quedará preguntarnos: ¿Cuándo los artistas tendremos el respeto de los que tienen
el poder?
Por eso, no creo infructuosa esta demanda porque me encuentro alejado de condescender ante el
ostracismo y la cultura del silencio. Como pintor, siento fidelidad por la verdad y la palabra crítica, y
desde ahí, imagino un mundo en donde todos puedan pintar lo que les guste; como lo hizo el gran
artista Candido Portinari, que dijo: “el pintor social es también mensajero de los sentimientos de su
pueblo porque siempre busca la paz, la justicia y la libertad”.
Suscribe, Pablo Ramiro Viracocha Morales, artista plástico, C.I. 4790298 LP; que participó en el
Concurso Mural con el seudónimo “Arawi”, en la categoría temática “Empoderamiento de los
movimientos sociales indígenas y populares”; adjudicándose la realización del mural “Aguayo”,
boceto escala 1:10, acrílico s/cartón; con nombre de catalogación M-6 de 39.28 m2
, muro ubicado en
el 2do. piso de la Casa Grande del Pueblo.
Sin otro particular, saludo su atención.
Atentamente
Pablo Ramiro Viracocha
Artista Plástico
CI. 4790298 LP
Adjunto:
-Fotocopia CI
-Hoja de Vida
-Convocatoria del Concurso
-Imagen de la obra premiada
-Notas de prensa, presentación convocatoria
-Notas de prensa, acto de premiación
-Video de la premiación
-Carta Presentación de la Propuesta