SESIÓN DE APRENDIZAJE Leemos un texto para identificar los sinónimos y los an...
Hábitos alimentación y desperdicio
1. Objetivo
Tomar conciencia de los propios hábitos de alimentación y nutrición y las
consecuencias de su manera de actuar.
Ejercicio
Autoevaluación de mis hábitos de alimentación/nutrición
Rodea con un círculo:
• la S si siempre actúas así
• la CS si casi siempre actúas así
• la AV si a veces actúas así
• la CN si casi nunca actúas así
• la N si nunca actúas así
2. Suma los puntos obtenidos en cada afirmación y califícate:
Entre 36 y 48 puntos: BUENO O MUY BUENO
Entre 28 y 35 puntos: REGULAR
Entre 36 y 48 puntos: FLOJO O MUY FLOJO
Cualquiera que haya sido tu resultado siempre se puede mejorar. Realiza
propuestas para mejorar tus hábitos:
3. El desperdicio alimentario.
Llamamos desperdicio alimentario a todos aquellos alimentos que se
desaprovechan, pese a tener todavía un valor nutritivo para las personas.
Según la Unión Europea, se desperdician en Europa 89 millones de toneladas
de alimentos al año, de los cuales: el 42% proviene de los hogares, el 39% de
los procesos de fabricación, el 14% de restaurantes y servicios de catering y el
5% de las empresas distribuidoras de alimentos.
Dónde se produce el desperdicio alimentario
• En el plato: alimentos no ingeridos, restos aprovechables o alimentos
caducados.
• En los hogares: mala planificación de las compras, restos de la
preparación y cocción de los alimentos, interpretación errónea de las
fechas de caducidad o consumo preferente.
• En la restauración, caterings y colectivos (escuelas, residencias,
hospitales, etc.): alimentos no consumidos o productos mal conservados.
• En los comercios de distribución: comida retirada por el aspecto o
próximos a la fecha de caducidad o de consumo preferente.
• En el transporte y la distribución al por mayor: alimentos degradados
o mal conservados, en algunos casos por interrupción de la cadena de
frío.
• En la industria agroalimentaria: pérdidas asociadas al procesamiento
y proceso de producción y recursos que han perdido valor alimentario
(recortes, etc.).
• En el sector primario: restos de cosechas, producción excesiva de
alimentos de origen animal, partidas no vendidas.
No se puede considerar desperdicio alimentario:
• Las partes no comestibles que se eliminan durante los procesos de
transformación y preparación de la comida como mondas, huesos,
espinas de pescado, vísceras, cáscaras de huevos, etc.
Se considera desperdicio alimentario:
• Los alimentos que siendo aptos para su consumo son descartados o no
consumidos como, por ejemplo, una zanahoria que no es recta o una
galleta que no ha alcanzado en el horno el grado de cocción deseado, y
que en ninguno de los dos casos llegan a comercializarse por no
alcanzar los estándares requeridos. También es un alimento
desperdiciado aquel que el consumidor ha olvidado que tenía en su
despensa o nevera y que cuando se da cuenta, ya no está en
condiciones de ser consumido y termina en la basura.
Algunas propuestas para evitar el desperdicio alimentario:
• Servirse cantidades pequeñas, es mejor repetir que dejar comida en el
plato que acabe en la basura.
• Probar y comer de todo, no sólo por salud, sino también para evitar que
comida llena de nutrientes acabe siendo desperdicio alimentario.
4. ¿Qué podemos hacer si tenemos sobras de?
• Pollo ➞
• Pescado ➞
• Verduras ➞
• Fruta ➞
• Legumbres, pastas, arroces ➞
• Pan ➞
• Otros:
5. CONSUMO RESPONSABLE:
Objetivos específicos:
• Conocer y valorar el consumo de productos locales, de temporada y
ecológicos.
• Conocer las principales frutas y verduras de temporada.
Contenidos
Por consumo responsable entendemos la elección de los productos y servicios
no sólo en base a su calidad y precio, sino también por su impacto ambiental y
social, y por la conducta de las empresas que los elaboran.
El consumo responsable también tiene que ver con consumir menos, o consumir
mejor, de manera que realmente nos abastecemos de aquellas cosas que son
necesarias, y buscamos las opciones más respetuosas con las personas que las
han producido y el medioambiente.
Los consumidores somos corresponsables de los impactos que tienen los
productos que consumimos, y por ello, debemos ser conscientes de nuestro
poder de compra, y de que cuando compramos no sólo estamos adquiriendo un
objeto o servicio, sino también estamos aprobando el modo en que fue producido
y/o será desechado.
Existen sencillas prácticas que podemos llevar a cabo en nuestras compras en
cuanto a alimentación que permiten mejorar nuestro entorno y el de aquellos que
han desarrollado dicho producto.
Comprando productos locales
Por productos locales se entiende todos aquellos que provienen de una
determinada zona o región geográfica. Variando el alcance, se puede entender
por productos locales, productos regionales y productos nacionales.
Beneficios de consumir productos locales
• Consumir alimentos locales supone importantes ahorros de agua y de
energía, ya que se evitan transportes innecesarios desde zonas lejanas y
necesitan menos recursos (como agua o sol) para su producción ya que
son autóctonos de la zona en concreto.
• El menor coste de transporte hace que el precio final pueda ser más
barato y el proceso más sostenible en términos medioambientales
• Los productos locales suelen ser siempre más frescos, puesto que se
reducen los tiempos entre la producción y el consumo. Desde que salen
de la tierra o del mar hasta que llegan a tu casa han pasado unas horas y
no días. Esto ayuda a que mantengan mejor sus nutrientes.
• Los productos locales contribuyen a crear empleo en la zona en la que se
producen y se genera riqueza en nuestro entorno más próximo.
• El movimiento Slow Food, promueve el consumo de alimentos de
proximidad por dos razones principales:
a) para reducir la enorme huella ecológica que conlleva el transporte de
materias primas a miles de kilómetros y para incentivar la gastronomía
local y evitar así la extinción de determinadas especies vegetales que
dejan de emplearse por la invasión de productos extranjeros.
6. b) Porque en este esquema de producción se fuerza a los cultivos a ir
más deprisa de lo que irían de forma natural a través de fertilizantes
de síntesis (para ser más productivos), los ciclos productivos son más
cortos, por lo que a las plantas no les da tiempo a acumular los
nutrientes que de forma natural sí acumulan. Crecen rápido y
acumulan mucha agua, por lo que son grandes y vistosos, pero luego
no saben a nada, y tienen valores nutricionales más bajos que los
productos que siguen un ciclo más natural de cultivo
Consumiendo productos de temporada
Por productos de temporada se entiende todos aquellos que se producen, para
una zona geográfica concreta, en un determinado período del año.
Los productos de temporada son, por su parte, aquellos que siguiendo su ciclo
natural de cultivo están en el mejor momento para ser consumidos en ciertos
meses del año. La temporalidad implica no sólo un “despiporre gustativo” sino
una importante rebaja en el precio: no es lo mismo comer naranjas recién
cogidas de un árbol que pagar su transporte desde otro continente. El coste de
distribución baja radicalmente y encima hay mayor disponibilidad, por lo que
nuestro bolsillo sufrirá mucho menos si compramos fresas en mayo que en
febrero. Por no hablar de sus cualidades organolépticas, que no se verán
disminuidas por recogerlas antes de su maduración.
Beneficios de consumir productos de temporada
• Los alimentos de temporada se cultivan en suelos ricos, con las
condiciones climáticas adecuadas y completando su calendario natural.
Ofrecen el mejor aporte nutricional, ya que en el momento de su
recolección mantienen intactas todas sus propiedades y presentan sus
mejores cualidades organolépticas: olor, sabor, textura, etc.
• Los alimentos de temporada suelen ser los más económicos. Las
cosechas (en frutas y verduras) y el ciclo de reproducción de los animales
(en pescados y carnes) permiten que, durante un periodo concreto del
año, la disponibilidad en las tiendas de estos productos sea mayor. Por lo
que, al aumentar oferta, el precio disminuye.
• Al producir y consumir alimentos de temporada se contribuye a respetar
el medio ambiente. Al respetar el ciclo natural y la zona de producción de
los alimentos, se evita la implantación de monocultivos intensivos que
agotan la tierra.
Clasifica la fruta y verdura según su temporada:
Fruta de temporada
Verdura de temporada
Pescados
9. Ahora vamos a realizar un estudio de mercado, publicidad y distribución
de los productos que compramos en los diferentes hipermercados (sí
estudio de marketing, pero hay expresiones en castellano)
Vais a buscar información en un hipermercado, mejor si no vais todos/as al
mismo para ver si hay algún patrón que se repite.
- Si es tú hiper habitual has detectado que las cosas no estén siempre en
el mismo sitio y tengas que andar buscándolas. Si la respuesta es si
especula sobre las causas. Buenoooo vamos a ser científicos enuncia
hipótesis.
- Dónde se localizan, respecto a la entrada (lejos, cerca, medio) los
siguientes productos: leche, aceite, papel higiénico, embutidos, pan del
día. Da explicaciones a estas localizaciones.
- Ahora te vas a fijar la altura a la que se encuentran los diferentes
alimentos, bebidas y productos. Si detectas algo curioso trata de dar una
explicación. Recuerda que tratan de vendremos todo lo que pueden.
- ¿Hay música? ¿Te habías fijado antes?
- Te llama la atención la luz en alguno de los espacios.
- Algún olor que llame tú atención.
- Cuando vas a pagar qué te encuentras mientras esperas en la fila, anótalo
todo con cuidado y después analiza las razones de esa localización para
esos productos.
- Si hay algún otro detalle que llame tú atención y creas importante
señalarlo anótalo y comenta lo que creas necesario.
10. Te harán recorrer todo el establecimiento
Muchos de los productos de 'atracción', es decir, los que seguro que llevas en la
lista de la compra, suelen estar siempre al fondo del establecimiento: leche,
aceite, pan, fruta... Hasta llegar a ellos te harán transitar por pasillos -diseñados
estratégicamente para que veas lo que quieren que veas- con los denominados
'productos irracionales', que son aquellos que no tenías previsto comprar... pero
que acabarán en tu cesta o carrito.
El truco está, precisamente, en que no se note, pero situar los productos de
primera necesidad alejados de la salida y los caprichos más a mano es,
evidentemente, algo muy pensado. Tras 40 minutos de compras – aseguran
diversos estudios – todas nuestras decisiones razonadas sobre la compra se
agotan y comienza la locura. Y la fiesta para el supermercado.
Pero la fruta y las verduras suelen estar nada más entrar, señalará el
comprador más observador. Exacto. Así, tras comprar los productos más
sanos nos sentiremos menos culpables al arrasar la sección de dulces y bollería
Al llegar a la estantería
Los productos están colocados en cuatro niveles, en función de lo que interese
vender. El 9% de lo que se vende está en la parte de arriba, el 52%, a la altura
de los ojos, el 26%, a la de las manos, y el 13% a la del suelo. Normalmente,
se colocan las marcas blancas a la altura de la vista porque son los que tienen
más margen para el supermercado y, además, fidelizan. Un poco más abajo o
más arriba se ubican las marcas líderes y en los extremos los productos con
precios más bajos o las promociones de un solo producto a un precio muy bueno
para que se lleve a cabo una compra impulsiva.
Altura de los diferentes productos:
Incluso hay una palabra técnica para este maléfico arte: “planograma”. Según
esta ciencia casi perfecta, compramos más – mucho más – lo que tenemos a
la altura de nuestros ojos o justo por debajo. Precisamente por eso los
productos más caros están puestos ahí. ¿Prefieres algo más barato? Tocará
bajar la vista, buscar y agacharse.
Que estén a la altura precisa para que los más pequeños puedan echarles el
guante y lanzarlas de forma distraída al carro también es algo que, seguro, algún
genio del marketing propuso un día. Y es que, no sólo la disposición general de
los productos en el supermercado está estudiada, sino también la altura de cada
uno de ellos en la estantería.
Rotación de productos: ¿Hay algo más molesto que entrar en nuestro
supermercado habitual para comprar un litro de leche y descubrir que la han
cambiado de sitio? Bien, pues esto no se debe a un complot secreto de los
reponedores para volvernos locos, sino que tiene una vez más una intención
comercial. El objetivo es que no lleguemos a aprendernos nunca el «plano» del
sitio y tengamos que recorrer todos los pasillos buscando el producto deseado.
De este modo, seguramente que antes o después nos veremos tentados por un
producto que no habíamos visto en nuestros paseos habituales y terminemos
comprando más de lo que preveíamos inicialmente.
A esto se suma que los anteriormente mencionados productos de primera
necesidad (como pueden ser el pan, el papel higiénico o la lejía) se encuentran
distribuidos por todo el supermercado, obligando al cliente a realizar un recorrido
completo por todos los pasillos para hacerse con ellos.
La iluminación ayuda a aumentar el impacto visual de determinados
productos
11. Las luces rosadas en las secciones de carnicería y charcutería potencian el color
de esos alimentos; las luces muy brillantes en la pescadería acentúan los
reflejos de las escamas de los peces, que parecen más frescos; las luces
cálidas en frutas y hortalizas aumentan su atractivo€
Los colores también llaman tu atención
Los expertos utilizan el blanco como color neutro, normalmente como fondo,
aunque cada vez más se asocia también con tecnología. El negro resalta el lujo
-por eso es habitual en perfumería o en la zona de las bebidas 'premium'- o
potencia los colores dorados y plateados. Para transmitir la sensación de que un
producto es natural y respeta el medioambiente, los responsables de las tiendas
optan por el marrón y el verde. Este último se utiliza también para destacar
artículos nuevos, mientras el amarillo representa los que ya están consolidados
y, junto al naranja, se relaciona también con los productos veraniegos.
El azul se emplea en las zonas es las que se quiere dar una sensación de
frescura y limpieza, como en lo relacionado con la higiene y cuidado del hogar.
El rojo, por su parte, llama más la atención, por lo que potencia el consumo
rápido. Tradicionalmente, el rosa se ha asociado con productos femeninos. Sin
embargo, en los últimos tiempos se está optando más por el violeta, que,
además, aporta un toque de sofisticación
Los olores se potencian
Los olores se potencian, especialmente, en las secciones de alimentación, como
el de pan recién hecho o el de fruta fresca en zonas de frutería y verduras.
Asimismo, en la zona de perfumería es habitual vender el producto 'por la nariz'.
La temperatura
La temperatura no debe ser ni demasiado alta ni demasiado baja -lo ideal, entre
21 y 26º; muchos centros comerciales la muestran en una pantalla a la entrada.
En muchos centros comerciales no hay ventanas, para que te centres en el
interior... y no te percibas del paso del tiempo.
Ausencia de ventanas: En la mayoría de los supermercados, hipermercados y
grandes centros comerciales, la iluminación de los mismos suele ser artificial.
Esto no solo se debe a las propias características del edificio, sino que tiene
también como objetivo que, al no tener referencia del exterior, perdamos la
noción del tiempo y nos demoremos más, comprando por consiguiente más
productos. Asimismo, permite controlar la intensidad lumínica para hacer más
atractivos los productos de una sección concreta mediante el uso de luces
direccionales.
Hilo musical: Por último, la música juega también un papel crucial en el
deambular de los clientes por el centro. Así, en las horas de baja afluencia, la
música escogida suele ser pausada, para que nos tomemos la compra con calma
y nos demoremos más tiempo. Por el contrario, en los momentos de mayor de
afluencia de público se elige música más animada con el objetivo de que los
clientes se muevan más rápidamente y concluyan antes sus compras. Y esto no
solo ocurre en los supermercados, claro está
Cuando vas a pagar
En la zona de cajas, se sitúan los productos que más impulsivamente puedes
comprar -chicles, pilas, productos para niños...
Mostradores de caja: Una técnica que casi todo el mundo conoce y percibe más
o menos conscientemente es la de los expositores de producto situados justo en
la línea de cajas. En ellos suelen encontrarse productos que de otra forma no
12. compraríamos intencionadamente (chicles, caramelos, tarjetas telefónicas…), o
de los que no solemos acordarnos (cuchillas de afeitar). La razón de situarlos en
dicho lugar es que, muchas veces, mientras estamos haciendo cola para pagar
nuestra compra, terminamos también picando el anzuelo y comprando alguno de
estos productos, por puro aburrimiento.
Con la técnica del 'one shoot'
También conocida como 'disparo', que consiste en anunciar una oferta o
campaña que sólo dura un día o unas horas, provocando una reacción
compulsiva en el consumidor.