DATOS DEL PACIENTE
NOMBRE: Nibia Esther Valencia Bolívar
DOCUMENTO DE IDENTIDAD: 22485724
EDAD: 45 años
SEXO: Femenino
LUGAR DE REALIZACION: Hospital CARI
Alta Complejidad
FECHA-HORA DE INGRESO AL HOSPITAL
CARI: 28/04/11 6:37 pm
FECHA-HORA DE REMISION: 28/04/11 12
am
MOTIVO DE CONSULTA
Cuadro clínico 1 a 5 meses de evolución
caracterizado por infección urinaria a
repetición antibioticoterapia con
realización de examen que manifiesta
absceso riñón derecho, hospitalización
por 37 días en Clínica San Rafael por
drenaje absceso por 24 días persiste
drenaje.
ANTECEDENTES
PERSONALES
Enfermedades del adulto: Hipertensión con tratamiento con
Losartan 50mg cada 12hrs, insuficiencia renal, mas de 1-2
años, manejo de diálisis, acido fólico 1 dosis cada 12hrs,
sulfato ferroso cada 12 hrs, carbamato de calcio 1 dosis diaria.
Hospitalizaciones: Ha sido hospitalizada 5 veces anteriores por
ulcera péptica.
Traumatismos o lesiones: Diálisis 3 veces por semana
Alergias: Dipirona
Antecedente gineco-obstétricos: Menarquía a los 12 años,
inicio de relaciones sexuales a los 16, citología hace 2 años 4
embarazos, 3 partos, 1 aborto, ninguna cesárea, hijos vivos 3.
REVISIÓN POR SISTEMAS
Síntomas Generales: refiere astenia,
adinamia, niega anorexia, fiebre,
pérdida de peso.
Piel y Faneras: refiere dilataciones
venosas, palidez, prurito, presencia de
edema grado 1, manchas, fragilidad de
uñas, caída del cabello, resequedad,
hiperhidrosis, petequias, equimosis,
hematomas faciales.
Sistema Genito-Urinario: presenta nefrolitiasis multiple
bilateral, niega disuria, poliuria, hematuria, incontinencia,
anuria, tenesmo vesical, nicturia, orina turbia, dificultad
para iniciar la micción, oliguria
Sistema Nervioso: Activa, niega somnolencia cefaleas,
irritabilidad, nerviosismo, insomnio, temblores,
convulsiones, sincope, tics, espasmos, pérdida de
conocimiento, parecias, parestesias.
Sistema Locomotor: Niega dolor cervical, impotencia
funcional, deformidades, rugidos articulares, calambres
nocturnos.
Sistema Hematopoyético: refiere palidez en piel y
conjuntival, niega sangrados anormales, equimosis,
petequias, adenopatías.
Sistema Endocrino:
Tiroides: niega hipersensibilidad a la temperatura, sudoración,
temblores, exoftalmos, cambios en el cabello, oleadas de calor,
nerviosismo.
Adrenales: Niega cambios en la pigmentación de la piel,
sudoración, lipotimias, estrías en la piel, hirsutismo, cambios en
el tono de voz.
Hipófisis: Niega cambios en la configuración de la cara,
aumento del tamaño de manos y pies, fatiga extrema.
Páncreas: Niega polifagia, poliuria, polidipsia, lipotimias.
Aspectos Psiquiátricos: refiere agotamiento nervioso, niega
ansiedad, capacidad de concentración, cambios en el
pensamiento, memoria, insomnio.
EXAMEN FISICO
Paciente en posición decúbito dorsal,
consiente, con lenguaje coherente, alerta,
orientado en las tres esferas: tiempo, lugar y
persona, con buen estado músculo-nutricional,
edad cronológica concordante con edad
aparente, con vestimenta apropiada para la
situación en la que se encuentra, no
desprende malos olores, presenta fascie
compuesta. Paciente con venoclisis en dorso
de mano izquierda, paciente con envergadura
de 1.58 cm se utilizo un metro para realizar la
prueba, paciente normolineo
Urocultivo:
Tipo de muestra: orina
Celulas epiteliales: escasas
Bacterias : ++
Leucocitos: incontables
Hematíes: 10-12x campo
Urocultivo negativo a las 48 horas de incubación
Coloración de gran y antibiograma:
Coco bacilos gran (-) ++
PMN aumentados
Germen aislado: Pseudomona Aeureginosa en
abundante crecimiento.
Sensibilidad al Imipenem, Meropenem
TAC Abdominal con reconstrucción tridimensional (UROTAC)
Alteración de la densidad de la grasa perirrenal derecha, con
engrosamiento de su fascia de Gerota, y de los tejidos
blandos retroperitoneales posteriores en donde se observa un
catéter de drenaje percutáneo. Engrosamiento de planos
musculares de la pared abdominal porsterolateral derecha
con pequeña colección residual de 3cm de diámetro, catéter
derivativo por pielocistostomia bilateral; múltiples pequeñas
adenopatías retroperitoneales, derrame pleural basal
posterior bilateral.
Hidronefrosis derecha
Riñón derecho atrófico
Nefrolitiasis múltiple bilateral de apariencia coraliforme en
el lado izquierdo
Presencia de catéteres dobles en topografía ureterales
bilaterales
Se observa aumento de la grasa perirrenal derecha y
capsula perirrenal (perinefritis derecha)
TRATAMIENTO
Losartan 50mg cada 12hrs
Diálisis
Imipenem
Acido fólico 1 dosis cada 12hrs
Sulfato ferroso cada 12 hrs
Carbamato de calcio 1 dosis diaria.
EVOLUCION
Evolución satisfactoria se ve a la paciente
en buen estado. Probable salida de
hospitalización en CARI Alta Complejidad
el día 18 de mayo de 2011, a la espera de
resultados de exámenes.
DEFINICION
La enfermedad renal crónica (ERC),
anteriormente conocida como
insuficiencia renal crónica (IRC), es una
pérdida progresiva (por 3 meses o más) e
irreversible de las funciones renales, cuyo
grado de afección se determina con un
filtrado glomerular (FG) <60 ml/min/1.73
m2. Como consecuencia, los riñones
pierden su capacidad para eliminar
desechos, concentrar la orina y conservar
los electrolitos en la sangre.
EPIDEMIOLOGIA
Se ha estimado que al menos 8 millones de
estadounidenses tienen una velocidad de filtración
glomerular (VFG) disminuida en grado leve a moderado
(fases 3 y 4 con una VFG 30-59 y 15-29 mL/min/1,73
m² respectivamente). En Estados Unidos, se ha
encontrado que la prevalencia de la enfermedad renal
crónica abarca aproximadamente a un 13% de la
población general, y que aumenta con la edad. La
prevalencia de una baja velocidad de filtración
glomerular suele ser más baja entre mexicanos
viviendo en los Estados Unidos que la población
blanca.
El retardo de crecimiento y el desarrollo puberal muy
tardío siguen siendo uno de los serios problemas de los
niños con insuficiencia renal crónica.
ETIOLOGIA
Las causas más comunes de ERC son la nefropatía diabética, hipertensión
arterial, y glomerulonefritis. Juntas, causan aproximadamente el 75% de todos
los casos en adultos. Ciertas áreas geográficas tienen una alta incidencia de
nefropatía de HIV.
En la práctica clínica, la mayoría de las nefropatías progresan lentamente hacia
la pérdida definitiva de la función renal. Históricamente, las enfermedades del
riñón han sido clasificadas según la parte de la anatomía renal que está
implicada:
Vascular, incluye enfermedades de las grandes vasos sanguíneos, como
estenosis de la arteria renal bilateral, y enfermedades de los vasos sanguíneos
pequeños, como nefropatía isquémica, síndrome urémico hemolítico y
vasculitis
Glomerular, abarcando a un grupo diverso y subclasificado en:
Enfermedad glomerular primaria, como glomeruloesclerosis focal y
segmentaria y nefropatía por IgA
Enfermedad glomerular secundaria, como nefropatía diabética y nefritis
lupus
Tubulointersticial, incluyendo enfermedad poliquística del riñón, nefritis
tubulointersticial crónica inducida por drogas o toxinas, y nefropatía de reflujo
Obstructiva, por ejemplo con piedras del riñón bilaterales y enfermedades de la
próstata
CUADRO CLINICO
Inicialmente no tiene síntomas específicos y solamente
puede ser detectada como un aumento en la creatinina
del plasma sanguíneo. A medida que la función del
riñón disminuye:
La presión arterial está incrementada debido a la
sobrecarga de líquidos y a la producción de hormonas
vasoactivas que conducen a la hipertensión y a una
insuficiencia cardíaca congestiva
La urea se acumula, conduciendo a la azoemia y en
última instancia a la uremia (los síntomas van desde el
letargo a la pericarditis y a la encefalopatía)
El potasio se acumula en la sangre (lo que se conoce
como hiperpotasemia), con síntomas que van desde
malestar general a arritmias cardiacas fatales
Se disminuye la síntesis de eritropoyetina (conduciendo
a la anemia y causando fatiga)
Sobrecarga de volumen de líquido, los síntomas van
desde edema suave al edema agudo de pulmón
peligroso para la vida
La hiperfosfatemia, debido a la excreción reducida de
fosfato, asociada a la hipocalcemia (debido a la
deficiencia de vitamina D3) y al hiperparatiroidismo, que
conduce a la osteoporosis renal y a la calcificación
vascular
La acidosis metabólica, debido a la generación
disminuida de bicarbonato por el riñón, conduce a
respiración incómoda y después al empeoramiento de
la salud de los huesos
Los pacientes de ERC sufren de aterosclerosis
acelerada y tienen incidencia más alta de
enfermedades cardiovasculares, con un pronóstico más
pobre.
En las etapas iniciales de la ERC, cuando las
manifestaciones clínicas y resultados de laboratorio son
mínimas o inexistentes, el diagnóstico puede ser
sugerido por la asociación de manifestaciones
inespecíficos por parte del paciente, tales como fatiga,
anorexia, pérdida de peso, picazón, náuseas o
hemólisis, la hipertensión, poliuria, nicturia, hematuria o
edema. Los principales síntomas son: nicturia, poliuria u
oliguria, edema, hipertensión arterial, debilidad, fatiga,
anorexia, náuseas, vómito, insomnio, calambres,
picazón, palidez cutánea, xerosis, miopatía proximal,
dismenorrea y/o amenorrea, atrofia testicular,
impotencia, déficit cognitivos o de atención, confusión,
somnolencia, obnubilación y coma.
DIAGNOSTICO
En muchos pacientes con ERC, ya son conocidas enfermedades
renales previas u otras enfermedades subyacentes. Un número
pequeño presenta con ERC de causa desconocida. En estos
pacientes, ocasionalmente una causa es identificada
retrospectivamente.
Es importante distinguir la ERC de la insuficiencia renal aguda
(IRA) porque la IRA puede ser reversible. Comúnmente es
realizado el ultrasonido abdominal, en el cual se mide el tamaño
de los riñones. Los riñones en la ERC usualmente son más
pequeños que los riñones normales (< 9 cm), con excepciones
notables por ejemplo en la nefrología diabética y en la
enfermedad del riñón poliquistico. Otra pista de diagnóstico que
ayuda a diferenciar la ERC de la IRA es un aumento gradual de
la creatinina del suero (sobre varios meses o años) en
comparación con un aumento repentino en la creatinina del
suero (de varios días a semanas). Si estos niveles no están
disponibles (porque el paciente ha estado bien y no ha tenido
ningún análisis de sangre), ocasionalmente es necesario tratar a
un paciente brevemente como si tuviera IRA hasta que se
establezca si el empeoramiento renal es irreversible.
En los pacientes con insuficiencia renal
crónica tratados con diálisis estándar se van
acumulando numerosas toxinas urémicas
(ver el enlace). Estas toxinas muestran
varias actividades citotóxicas en el suero,
tienen diversos pesos moleculares y algunas
de ellas están enlazadas a otras proteínas,
primariamente a la albúmina. Tales
sustancias tóxicas, ligadas a proteínas,
están recibiendo la atención de los
científicos interesados en mejorar los
procedimientos estándar hoy usados para la
diálisis crónica.
Velocidad de Filtración
Glomerular
Todos individuo con una velocidad de
filtración glomerular (VFG) <60 ml/min/1.73
m2 durante 3 meses se clasifica dentro de
una enfermedad renal crónica,
independientemente de la presencia o no
de daño renal. La justificación para la
inclusión de estas personas es que la
reducción de la función renal con estos
valores o aún inferiores representa la
pérdida de la mitad o más de la función
renal normal de un adulto, que puede estar
asociada con varias complicaciones.
Igualmente, todos los pacientes con daño renal se
clasifican dentro de una enfermedad renal crónica,
independientemente del nivel de tasa de filtración
glomerular. La justificación para la inclusión de
personas con una VFG de 60 ml/min/1.73 m2 es que la
VFG puede ser sostenida en niveles normales o aún
inferiores a pesar de daño renal y que los pacientes
con daño renal tienen mayor riesgo de las dos
principales complicaciones de la enfermedad renal
crónica: pérdida total de la función renal y el desarrollo
de enfermedades cardiovasculares.
La pérdida de proteínas en la orina es considerada
como un marcador independiente de empeoramiento
de la función renal y enfermedad cardiovascular. Por lo
tanto, ciertas directrices como la británica añaden la
letra "P" a la etapa de enfermedad renal crónica, si
existe una importante pérdida de proteínas.
TRATAMIENTO
La meta de la terapia es retrasar o parar la
progresión, de otra manera implacable, de
ERC a IRCT. El control de la presión
arterial y el tratamiento de la enfermedad
original, siempre que sea factible, son los
amplios principios de dirección.
Generalmente, son usados los Inhibidores
de la enzima convertidora de angiotensina
(IECAs), o el antagonista de los receptores
de angiotensina II (ARA II), dado que se ha
encontrado que ellos retardan la
progresión a IRCT.
Etapa 1
Los pacientes en el estadio 1 suelen ser
asintomáticos. El plan de acción clínica se
centra en el diagnóstico y el tratamiento de
la causa subyacente de la nefropatía
crónica, por ejemplo, diabetes o
hipertensión arterial, el tratamiento de las
enfermedades concomitantes, las
intervenciones para ralentizar la progresión
y la reducción del riesgo de enfermedad
cardiovascular.
Etapa 2
Los síntomas clínicos relativos a la
disfunción renal siguen siendo poco
habituales durante la etapa 2. El plan de
acción clínica se centra en la evaluación y
la prevención de la progresión de la
enfermedad. La tasa de progresión de la
IRC es variable y depende de la causa
subyacente del daño renal. Generalmente,
la reducción de la TFG se produce durante
un período de varios años.
Etapa 3
A partir de la etapa 3, los pacientes
pueden presentar signos y síntomas
clínicos relacionados con las
complicaciones de la insuficiencia renal
(por ejemplo, anemia y trastornos en el
metabolismo mineral); en esta fase, el
plan de acción comprende la evaluación
y el tratamiento de las complicaciones
causadas por la IRC.
Etapa 4 y 5
Los pacientes de la etapa 4 pueden
presentar anomalías de laboratorio y
clínicas significativas relacionadas con la
disfunción renal. El plan de acción de la
fase 4 comprende la preparación del
paciente para el tratamiento de sustitución
renal, es decir, diálisis o trasplante renal.
Las personas que requieren diálisis se
consideran pacientes con nefropatía en
fase terminal.
Reemplazo Renal
A medida que un paciente va aproximándose
a la insuficiencia renal, deberán irse
evaluando las opciones de tratamiento de
sustitución renal. Dichas opciones son la
diálisis y el trasplante. Las opciones de diálisis
son:
Hemodiálisis (uso de un riñón artificial), que es
la forma más habitual de diálisis. Se realiza
normalmente en un centro de diálisis 3 veces
a la semana durante 3-5 horas por sesión
Diálisis peritoneal: es el uso del revestimiento
abdominal como filtro natural, que suele
aplicarse a diario en el hogar del paciente
Trasplante
El trasplante renal restituyen la función renal sin
necesidad de diálisis, aunque muchos candidatos a
trasplantes comienzan su tratamiento de sustitución renal
con diálisis mientras esperan un trasplante.
Se ha documentado una mayor calidad de vida y una
mayor supervivencia a largo plazo con la opción del
trasplante frente a la diálisis.
La cirugía de trasplante renal implica la colocación de un
nuevo riñón en la pelvis sin extraer los que están fallando.
Algunos pacientes necesitan un período de diálisis antes
de que el nuevo riñón comience a funcionar.
La tasa de supervivencia a 10 años para los pacientes
sometidos a tratamiento de sustitución renal es del 64%
para los pacientes tras un primer trasplante renal y de tan
solo el 11% para los pacientes dializados.
PRONOSTICO
El pronóstico de pacientes con enfermedad crónica del riñón
vistos como datos epidemiológicos han demostrado que todos
causan aumentos de la mortalidad a medida que la función del
riñón disminuye (índice de mortalidad total). La causa principal
de muerte en pacientes con enfermedad crónica del riñón es por
enfermedades cardiovasculares, sin importar si hay progresión a
IRCT.
Mientras que las terapias de reemplazo renal pueden mantener
a los pacientes indefinidamente y prolongar su vida, la calidad
de vida es severamente afectada. El trasplante renal aumenta
significativamente la supervivencia de los pacientes con IRCT
cuando se compara a otras opciones terapéuticas. Sin embargo,
es asociado a una mortalidad incrementada a corto plazo
(debido a las complicaciones de la cirugía). Apartando el
trasplante, la hemodiálisis doméstica aparece estar asociada a
una supervivencia mejorada y a una mayor calidad de vida,
cuando se compara a la hemodiálisis convencional de tres
veces a la semana y a la diálisis peritoneal.
COMPLICACIONES
A medida que progresa la enfermedad renal, el trastorno
de las funciones excretoras y reguladoras de los riñones da
lugar a complicaciones que afectan prácticamente a todos
los sistemas orgánicos. Las complicaciones más
frecuentes asociadas a la IRC son hipertensión, anemia,
dislipidemia, osteopatía, malnutrición, neuropatía, mayor
riesgo de enfermedad cardiovascular, trastornos
funcionales y una reducción del bienestar del paciente.
La prevalencia y la gravedad de las complicaciones
normalmente aumentan con una TFG <60 ml/min/1,73 m2,
es decir, a partir de la IRC etapa 3. No obstante, algunas
complicaciones, incluyendo la hipertensión arterial y la
anemia, pueden manifestarse relativamente pronto en el
curso de la enfermedad renal. La prevención y el
tratamiento de las complicaciones es esencial para
ralentizar la progresión de la IRC y mantener la calidad de
vida de los pacientes.
El aparato urinario está constituido por los riñones, uréteres, vejiga
y uretra.
El riñón es un órgano doble (hay dos) que elabora la orina con la
que se elimina agua y desechos del organismo, además de
regular la presión sanguínea y estimular la formación de la sangre.
Su peso medio suele oscilar en unos 150 gramos y sus medidas
aproximadas son de 11,5 cm de largo , 6 cm de ancho y 3,5 de
grosor. Ambas estructuras tienen en su porción superior la
glándula suprarrenal.
Los riñones elaboran la orina a partir de la depuración de la
sangre filtrándola a sus cavidades denominadas cálices los cuales
confluyen en la pelvis renal que se continua con el uréter. La
cantidad diaria de orina es aproximadamente de un litro y medio
diario y su cantidad suele estar condicionada por la ingesta de
líquidos y las pérdidas por sudor, heces y la transpiración a través
de la piel.
El uréter es un órgano par que une cada riñón con la vejiga
desembocando en un orificio en esta última denominado meato
ureteral
Transportan la orina mediante movimientos peristálticos regulados por el sistema
nervioso autónomo.
La vejiga es un órgano único de localización central en la pelvis, de forma esférica
que se continúa con la uretra en su porción más inferior. Su función es de almacenaje
acomodándose mediante distensión a volúmenes de orina que varían entre 250-
500ml. De la misma forma desempeña un papel fundamental en la expulsión de orina
al exterior cuando alcanza su límite de capacidad de llenado. Para el proceso de
expulsión (micción) la vejiga se contrae utilizando su porción muscular denominado
músculo detrusor constituido por fibras musculares lisas de control vegetativo
autónomo. Este músculo gracias a sus características elásticas es capaz de
distenderse hasta su capacidad máxima sin apenas variar su presión interior,
fenómeno conocido como acomodación. En su interior debemos diferenciar una
porción denominada trígono de forma triangular limitada por los dos orificios
ureterales y el uretral.
La uretra es un órgano impar y medio en el que terminan las vías urinarias. Por este
conducto se expulsa la orina desde la vejiga al exterior. En el hombre la uretra tiene 4
porciones, uretra prostática, membranosa, bulbar y peneana, a diferencia de la de la
mujer que mide sólo unos 4 cm. En el hombre además de conducir la orina también
conduce el semen a partir de la uretra prostática durante la eyaculación.
Los esfínteres son estructuras funcionales cuya función es por un lado mantener la
orina en la vejiga durante el llenado vesical y facilitar su evacuación durante el acto
miccional. Existen dos tipos de esfínteres:
•Esfínter liso: Ubicado en el cuello vesical que responde al control del sistema
nervioso autónomo, es decir sin control voluntario. •Esfínter estriado o externo:
Situado alrededor de la uretra, con fibras musculares circulares con
prolongaciones hasta el cuello vesical. Su control es voluntario dependiente
del sistema nervioso central.
La unidad morfo-funcional del riñón es la nefrona. En un hombre adulto
existen de 1,5 a 2 millones de nefronas repartidas por toda la corteza renal, y
en ellas se pueden distinguir dos componentes principales: el glomérulo y el
sistema tubular córtico-medular.
Las nefronas están situadas en la corteza renal siguiendo un patrón
establecido que se repite periódicamente y que se denomina lobulillo renal.
Este lobulillo está constituido por la subunidad de corteza comprendida entre
dos arterias interlobulillares contiguas, y en el centro presenta un rayo medular
que, a modo de eje, aparece surcado por un conducto colector principal que
desciende verticalmente hacia las pirámides, recibiendo la orina concentrada
en las nefronas situadas a ambos lados del rayo medular.
Se reconocen cuatro subdivisiones en la porción tubular de la nefrona: el
túbulo proximal, el túbulo intermedio (constituido por una parte de lo que
clásicamente se ha denominado como asa de Henle), el túbulo distal y el
sistema colector. Cada una de las citadas porciones se subdivide, a su vez, en
diferentes segmentos.
Tiene forma esférica y un diámetro de 100 a 150 µm. El lugar por donde entran y salen los
vasos en el corpúsculo se denomina polo vascular, localizándose en la zona opuesta el
polo urinario, que conecta con el túbulo proximal.
El corpúsculo renal está envuelto por la cápsula de Bowman, estructura a modo de copa
de doble pared, compuesta por un epitelio externo o parietal. Este epitelio presenta células
muy finas y se refleja, a nivel del polo vascular, hacia el interior, originando una capa
interna o visceral, cuyas células se aplican íntimamente contra los capilares glomerulares.
Las células de esta capa son de mayor tamaño y poseen una estructura con
prolongaciones, por lo que se las denomina podocitos. Entre las capas parietal y visceral
de la cápsula queda una cavidad estrecha denominada espacio urinario o de Bowman, que
está en continuidad y abierto a la luz del túbulo proximal.
La capa parietal de la cápsula de Bowman está constituida por un epitelio plano simple
compuesto de células poligonales, ricas en organelas, que asientan sobre una membrana
basal. La capa visceral se modifica desde los estadios embrionarios hasta el adulto, y sus
células son estrelladas con prolongaciones primarias, dirigidas hacia las asas capilares, y
que, a su vez, originan prolongaciones secundarias, llamadas pedicelos, que se adosan
contra las paredes de los capilares. Estos pedicelos se interdigitan con los de las células
vecinas, dejando entre ellos hendiduras de filtración de 25-35 nm, ocupadas por un
diafragma de filtración de 4-6 nm, que se extiende desde la membrana de un pedicelo a la
de otro en su porción más distal. Morfológicamente, los podocitos presentan un núcleo
grande y plegado. En el citoplasma se observa un complejo de Golgi desarrollado,
abundante retículo endoplásmico rugoso y ribosomas libres. El citoesqueleto es
prominente, y está compuesto por filamentos y microtúbulos que se extienden hasta las
prolongaciones. La membrana plasmática posee un glucocáliz muy visible rico en
sialoglucoproteínas.
El extremo ciego de la porción proximal del
sistema tubular aparece dilatado e
invaginado, formando una estructura hueca,
de finas paredes epiteliales, denominada
cápsula de Bowman. La concavidad externa
de dicha cápsula está ocupada por el ovillo
capilar glomerular, y el conjunto compuesto
por este ovillo más la cápsula de Bowman se
conoce como corpúsculo renal, estructura
que, junto al sistema tubular, completa la
nefrona.
La vegiga urinaria es un órgano hueco músculo-membranoso que
forma parte del tracto urinario y que recibe la orina de los uréteres
y la expulsa a través de la uretra al exterior del cuerpo durante la
micción.
La vejiga urinaria cuando está llena tiene una forma esférica, y
cuando está vacía se asemeja a un tetraedro con:
1. Vértice anterosuperior en el que se fija el uraco.
2. Vértice anteroinferior que corresponde al orificio uretral.
3. Vértices superoexternos en los que desembocan los uréteres.
La capacidad fisiológica de la vejiga urinaria o hasta que aparece
el deseo de orinar oscila entre los 300 y 350 centímetros cúbicos.
Y puede acumentar de 2 a 3 litros en caso de retención aguda de
orina. Esta capacidad se reduce en casos de cistitis hasta los 50
centímetros cúbicos.
El interior de la vejiga se visualiza realizando una cistoscopia, que
observa la mucosa vesical, los meatos ureterales y el cuello
vesical (la unión con la uretra
Estos tres puntos delimitan el trígono vesical, que es una porción
fija y no distensible del órgano.
La pared de la vejiga está formada por tres capas:
Capa serosa: El peritoneo parietal recubre la vejiga es su
cara superior y parte posterior y laterales cuando está llena.
Capa muscular: Está formada por músculo liso con tres
capas:
Capa externa o superficial: Formada por fibras musculares
longitudinales.
Capa media: Formada por fibras musculares circulares.
Capa interna o profunda: Formada también por fibras
longitudinales.
Las tres capas de la muscular forman el músculo detrusor
que cuando se contrae expulsa la orina y tiene como
antagonistas los esfínteres de la uretra.
Capa mucosa: Esta formada por epitelio de transición
urinario que es un epitelio estratificado de hasta ocho capas
de células, impermeable, en contacto con la orina, y por la
lámina propia que es de tejido conjuntivo.
La vegiga urinaria es un órgano hueco músculo-membranoso
que forma parte del tracto urinario y que recibe la orina de los
uréteres y la expulsa a través de la uretra al exterior del cuerpo
durante la micción.
La vejiga urinaria cuando está llena tiene una forma esférica, y
cuando está vacía se asemeja a un tetraedro con:
1. Vértice anterosuperior en el que se fija el uraco.
2. Vértice anteroinferior que corresponde al orificio uretral.
3. Vértices superoexternos en los que desembocan los
uréteres.
La capacidad fisiológica de la vejiga urinaria o hasta que
aparece el deseo de orinar oscila entre los 300 y 350
centímetros cúbicos. Y puede acumentar de 2 a 3 litros en caso
de retención aguda de orina. Esta capacidad se reduce en
casos de cistitis hasta los 50 centímetros cúbicos.
El interior de la vejiga se visualiza realizando una cistoscopia,
que observa la mucosa vesical, los meatos ureterales y el
cuello vesical (la unión con la uretra
Estos tres puntos delimitan el trígono vesical, que es una
porción fija y no distensible del órgano.