El desarrollo afectivo en la primera infancia depende de la satisfacción de necesidades básicas y de la comunicación con los adultos. Los niños imitan las emociones de otros y desarrollan apego a figuras significativas. En la edad preescolar, los niños aprenden a decodificar emociones y a valorar la aprobación de otros, explorando sentimientos a través del juego y cuentos. En la escuela primaria, surgen nuevos vínculos, responsabilidad y control emocional, mientras que en la