1. JUVENTUD y SUICIDIO
Por Rosa Mª Pérez Duque y Valle García Bermejo
PROYECTO SONRÍE A LA VIDA
I JORNADAS DE PREVENCIÓN DEL SUICIDIO
CENTRO ESPÍRITA LEÓN DENIS
10 Y 11 DE SEPTIEMBRE DE 2015
E-mail: leondenisce@gmail.com
2. Definición:
El suicidio, definido como la acción de matarse a sí mismo, es un
fenómeno que se produce en un contexto complejo, debido a que
influyen factores de riesgo de distinta naturaleza, como los
biológicos, psicológicos, sociales, entre otros;
Este hecho puede, aunque no siempre, ser
previsible, ya que existen signos y síntomas que
se manifiestan mediante un proceso que
comienza desde que aparecen en el individuo
los pensamientos acerca de quitarse la vida, la
planificación de cómo hacerlo y los intentos.
Este cuadro es conocido como conducta suicida, de ahí la
importancia de encaminar los esfuerzos de la sociedad a la pronta
identificación de este comportamiento con el fin de proporcionar el
tratamiento adecuado y así evitar, en lo posible, los decesos por
esta causa.
3. Estadísticas:
Cada 40 segundos, una persona se suicida en el mundo.
La que ya se ha convertido en la primera causa de muerte
violenta en España afecta, como ya hemos dicho, de forma
particular, a jóvenes y ancianos. El primer grupo preocupa,
y mucho, a los profesionales de la salud mental.
4. Según las ultimas estadísticas publicadas en 2014 por el Instituto
Nacional de Estadísticas INE, la cifra de suicidios ha vuelto a
crecer por tercer año consecutivo en España. Un total de 3.870
personas se quitó la vida en 2013, un 22% más que los 3.158
que lo hicieron en 2010. Es la primera causa de defunción no
natural en España, bastante por delante de los accidentes de
tráfico: por cada muerto en carretera hay dos personas que
deciden acabar con su vida.
5. La gráfica confirma que los 3.870 suicidios de 2013
(2.911 de hombres y 959 de mujeres) suponen la cifra
más alta alcanzada en los últimos 25 años. Y significa
que 10 personas se quitan la vida, de media, cada día.
La Organización Mundial de la Salud
(OMS) afirma que la auto-eliminación
es la segunda causa de muerte entre
las personas de 15 a 29 años.
El suicidio es la 6ª causa de muerte
(no natural) entre niños con edades
comprendidas entre 5 y 14 años.
6. En un alto porcentaje, el suicidio puede evitarse
Sería importante prestarle más atención “a lo que ocurre a nuestro
alrededor y aplicar unas políticas de prevención adecuadas”.
Sólo uno de cada 20 intentos se consuma e incluso, según los psiquiatras,
puede prevenirse.
7. La adolescencia es un
proceso intenso de
cambios a todo nivel:
corporal, psíquico,
afectivo, familiar, social y
el suicidio, usualmente,
se lleva a cabo en esta
etapa como un
comportamiento para
contrarrestar la
impotencia que se siente
ante un problema
existencialista.
El suicido en la adolescencia
8. Causas
¿Qué está pasando, qué ha sucedido en nuestra
sociedad para que en la edad más vital de la
existencia, tanta gente no quiera seguir en la aventura
de la vida?
9. La infancia es el periodo de la razón en reposo.
La juventud es la emotividad saltando con bravura dentro
de uno. Cuando eres joven estás lleno de posibilidades.
Cuando eres mayor estás lleno de realidades.
Hoy una gran mayoría de jóvenes que se encuentran
perdidos, sin rumbo, sin expectativas de futuro,
bombardeados por un sinfín de noticias… y cada vez con
menos criterio. Hay mucha información, pero poca
formación: es decir, ideas claras, nitidez en los
conceptos, comprensión de lo que está pasando.
10. Entre los factores de riesgo están la “cultura y la educación”.
«Las personas más vulnerables son aquellas brillantes, llenas de
ambición y con grandes posibilidades de desarrollarla. Cuando se
reciben de los padres mensajes como que hay que triunfar en la
vida y eso no sucede, la frustración es enorme»
11. Los adolescentes experimentan fuertes sentimientos de estrés,
confusión, dudas sobre sí mismos, presión para lograr éxito,
inquietudes financieras y otros miedos mientras van creciendo. Casi un
tercio de los jóvenes podría sufrir depresión.
Para algunos adolescentes, el divorcio, la formación de una nueva
familia con padrastros y hermanastros, o las mudanzas a otras nuevas
comunidades pueden perturbarlos e intensificarles las dudas acerca
de sí mismos. En algunos casos, el suicidio aparenta ser una
"solución."
12. Prevención:
Según los psiquiatras, en la mayoría de los
casos los suicidios son evitables si se detectan
a tiempo. Una detección que pasa por
trabajar en tres frentes:
13. • Un primer frente en el que se presta atención a factores de
riesgo primarios (médico-psíquicos) como las variaciones de conducta o
de personalidad;
• Un segundo (problemas psicosociales) en el que, por ejemplo, el
aislamiento debido a un divorcio o a la pérdida de trabajo pueden ser
determinantes;
• Un tercer frente (conflictos de tipo demográfico) en el que
algunas personas son especialmente vulnerables; tal es el caso de
aquellas que se sienten muy afectadas e influidas por los cambios
estacionales (la primavera) o por pertenecer a una minoría sexual, por
ejemplo.
14. Es fundamental reconocer y diagnosticar la presencia de esas
condiciones tanto en niños como en adolescentes y desarrollar un plan de
tratamiento. Cuando los padres sospechan que el niño o el joven pueden
tener un problema serio, un examen psiquiátrico puede ser de gran
ayuda. Muchos de los síntomas de las tendencias suicidas son similares
a los de la depresión. Los amigos y compañeros pueden ser de gran
ayuda en estos aspectos, observando e implicándose con los jóvenes de
su entorno que se prevea estén en situaciones de angustia, favoreciendo
el dialogo y la información con los adultos de confianza.
15. Los padres deben de estar conscientes de las siguientes señales que
pueden indicar que el adolescente está contemplando el suicidio.
Los psiquiatras de niños y adolescentes recomiendan que si el joven
presenta uno o más de estos síntomas, los padres tienen que hablar
con su hijo sobre su preocupación y deben buscar ayuda profesional si
los síntomas persisten.
Como hemos dicho
TODOS PODEMOS AYUDAR
¡Habla con las personas de confianza, sé
CONSCIENTE de que siempre hay una vía
de ayuda, alguien que te escuchará o
que necesitará que le escuchen!
16. Signos de alarma:
Ensimismamiento, urgencia por estar sólo, aislamiento
Mal humor
Cambios de personalidad
Amenaza de suicidio
Entrega de las pertenencias más preciadas a otros
Cambios en los hábitos de dormir y de comer.
Retraimiento de sus amigos, de su familia o de sus
actividades habituales.
Actuaciones violentas, comportamiento rebelde, o el
escaparse de la casa.
17. Uso de drogas, o del alcohol.
Abandono poco usual en su apariencia personal.
Cambios pronunciados en su personalidad (parecen tristes,
aislados, irritados, ansiosos, cansados, indecisos o apáticos)
Aburrimiento persistente, dificultad para concentrarse, o deterioro
en la calidad de su trabajo escolar.
Quejas frecuentes de dolores físicos, tales como dolores de
cabeza, de estómago y fatiga, asociados con su estado emocional.
Pérdida de interés en sus pasatiempos y otras distracciones.
Poca tolerancia de los elogios o los premios.
18. Cambios en el comportamiento (falta de concentración en la
escuela, trabajo o en tareas rutinarias, calificaciones que
empeoran)
Cambios en sus hábitos alimenticios (episodios de inapetencia o de
bulimia)
Cambios físicos (falta de energía, subir o bajar de peso
repentinamente, falta de interés en su apariencia)
Un cambio drástico en su vida o una pérdida de un ser querido (ya
sea por causa de muerte, divorcio, separación o relación fracasada)
Bajo nivel de autoestima (no sienten que tienen valor alguno,
sentido de culpabilidad u odio hacia sí mismos)
Falta de esperanza en el futuro (sienten que nada va a mejorar, que
nada cambiará)
Preocupación con la música, arte o reflexiones personales sobre la
muerte
19. Amenazas directas por suicidarse al decir cosas como,
"¡Mejor quisiera morirme!" "Mi familia estaría mejor sin mí” o
“No tengo razón para vivir.”
Estas amenazas hay que tomarlas siempre en serio. Quejarse
de ser "malo" o de sentirse "abominable." Lanzar indirectas
como: "no les seguiré siendo un problema", "nada me
importa", "para qué molestarse" o "no te veré otra vez."
20. Recordemos que los períodos de estado de ánimo de depresión son
comunes en la mayoría de los adolescentes provocados muchas
veces por los grandes cambios biológicos, psicológicos y sociales
que se producen en esta etapa evolutiva.
El conocimiento por parte de los adultos cercanos al joven, permiten
una mayor ayuda para la adaptación saludable. Se pueden evitar
que dichos períodos conduzcan a síntomas depresivos más
severos.
La comunicación abierta con el
adolescente puede ayudar a identificar
la depresión a tiempo.
21. A la gente no le gusta hablar de la muerte. Sin embargo, puede ser
muy útil el preguntarle al joven si está deprimido o pensando en el
suicidio. Esto no ha de "ponerle ideas en la cabeza"; por el
contrario, esto le indicará que hay alguien que se preocupa por él y
que le da la oportunidad de hablar acerca de sus problemas.
Si el niño o adolescente dice, "Yo me quiero
matar" o "Yo me voy a suicidar", hay que
tomarlo muy en serio y hacer una consulta a
un profesional especializado para que
evalúe la situación.
Con la ayuda de la familia y con
tratamiento profesional, los niños
y adolescentes con tendencias
suicidas se pueden recuperar y
regresar a un camino más
saludable de desarrollo
22. IMPORTANTE:
Si no se tiene la certeza sobre si el adolescente
está deprimido, o de si se trata tan sólo de una
fase de la adolescencia, esté atento a la duración
e intensidad de los síntomas y la diferencia de
actitud en relación a su manera de ser.
Mientras algunos “dolores” son necesarios en las
etapas de crecimiento, grandes y dramáticos
cambios de personalidad y de humor son señales
de un problema grave.
23. En gran medida, aunque se piense lo contrario, los adolescentes
se apoyan en los padres, profesores u otros adultos para que
perciban su sufrimiento y puedan ayudarlos.
24. Factores protectores
Los factores protectores reducen el riesgo de suicidio, se considera
que aíslan del suicidio y son los siguientes:
- Apoyo de la familia, amigos y otras personas importantes;
- Sostén en las creencias religiosas, culturales y étnicas;
- Participación en la comunidad; Vida social satisfactoria;
Integración social, a través del trabajo, el uso constructivo del tiempo
libre, etc.;
- Acceso a servicios y asistencia de salud mental.
Aunque no eliminan el riesgo de suicidio, tales factores protectores
pueden contrarrestar la extrema tensión de los acontecimientos de la
vida.
28. En el momento actual hay un consenso en la comunidad médica al
definir el suicidio como un comportamiento determinado por factores
bío-psíco-sociales. Sin embargo, la realidad del suicidio va más allá,
de forma que podemos afirmar que su incidencia depende
principalmente del desarrollo espiritual del ser humano.
29. Para abordar este tema desde un punto de vista
espiritual, primero tenemos que redefinir el concepto de
ser humano:
* El ser psíquico-moral es el verdadero individuo.
* Somos espíritus inmortales.
* La vida se encuentra en todas partes, sea en el cuerpo
físico, que comprende el período entre la fecundación
-cuando el espíritu toma la materia, hasta el momento
de la desencarnación –cuando el espíritu traslada la
actividad pensante al mundo espiritual.
30. La muerte del envoltorio físico no es el fin del ser humano, sino
simplemente la cesación de los fenómenos orgánicos, dando
paso a la liberación del espíritu.
“Se puede afirmar que el opuesto de muerte
no es vida, sino renacimiento”, como afirmó
Buda, porque en realidad siempre se está en
la vida, bien en el cuerpo físico, bien en el
cuerpo espiritual.
31. La Educación Espírita en
la prevención del Suicidio
La clave para la solución del problema del
suicidio en cualquier etapa de la vida está en
ofrecer una educación en valores espirituales
que permitan al ser humano adquirir uno de los
conocimientos psicológicos más valiosos de
toda su existencia corporal, la conquista valiosa
de la inmortalidad.
32. Hablar del suicidio, nos hace pensar en el trabajo de
renovación espiritual, que está al alcance y en la obligación
de todos nosotros.
Cada caso es un mundo, cada ser es único y no podemos saber
qué puede llevar a una persona a tomar tan drástica decisión
pues no estamos en su interior. No podemos saber cómo piensa,
como siente, cuál es la extensión de su desesperación. Sin
embargo, si podemos y debemos trasmitir un mensaje para la
esperanza, si podemos contribuir con el mensaje consolador que
nos trae la Doctrina Espírita, explicando que somos Espíritus
inmortales, que la Vida continúa después de la muerte, que hay
un porqué y un para qué en cada dolor, en cada sufrimiento, y,
sobre todo, que somos seres únicos, amados y respetados por
encima de todo…
33. El Amor es la receta
infalible para todos los
males
34. “Cada niño o adolescente constituye en el
mundo un proyecto de la Sabiduría Divina al
servicio de la humanidad, y cada niño o
adolescente desviado es un proyecto de la
Sabiduría Divina al que la humanidad ha
corrompido o menospreciado.”