2. En un sentido general, se llama escala musical a la
sucesión ordenada consecutivamente de todas las
alturas de un entorno sonoro particular (sea tonal o
no); de manera simple y esquemática (según la
notación musical convencional pentagrama da), estos
sonidos están dispuestos de forma ascendente (de
grave a agudo) aunque complementariamente
también de forma descendente, uno a uno en
posiciones específicas dentro de la escala, llamadas
grados.
3. La cantidad (grados) y calidad (alturas), determina la
existencia de numerosos tipos de escalas musicales;
cada uno de los cuales detalla un ordenamiento
específico de un conjunto discreto de sonidos,
cuyas diferentes alturas están relacionadas entre sí
sistemáticamente (según un modelo de afinación),
proporcionando una medida de las distancias entre
los sonidos (intervalos) que la componen y las
relaciones que los definen. Aunque varias escalas
pueden tener la misma representación, su afinación
e intervalos pueden ser diferentes y por lo tanto,
sonar distintas.
4. Existen muchas escalas musicales, tantas como
ámbitos sonoros se deseen considerar; surgidas en
diferentes épocas y regiones del mundo, según las
distintas formas culturales. Su clasificación es
variada, generalmente el criterio básico para
categorizar cada escala musical esta dado por el
número de sus sonidos componentes, y/o los
intervalos existentes entre ellos (escalas diatónicas,
cromáticas, mayores, menores, artificiales, etc.)
5. La utilidad práctica de la escala musical es
fundamentalmente didáctica, y permite sintetizar la
composición particular de un sistema musical, como
también exponer de manera simplificada,
esquemática y conveniente el material melódico y/o
harmónico del que está compuesta, en parte o en
totalidad, una obra musical sometida a estudio. No
debe confundirse el concepto de escala musical
(sonidos ordenados por grados) con el de tonalidad
(característica tonal de una obra musical centrada en
un sonido particular), o el de modo (manera de
distribuir los intervalos).